Ley de amor. (Parte 8)

Definitivamente, debía seguir sola, y dejé a mi mejor amigo donde mis ilusiones y sueños murieron para siempre. Debía seguir hacia adelante, al menos por el mero orgullo, no me quedaba más.

Al llegar a casa todo estaba vacío, pasé sin cenar, sin hacer nada más que acostarme en mi cama llorando. Como me haría falta mi bebe.

Al día siguiente fui a la oficina y todo estaba normalmente frívolo. Me topé a Carlos que me miraba con dolor y lastima. No me importaba nada, mi vida ya estaba hecha pedazos, no necesitaba su lastima ni a nadie.

Salí del trabajo e hice todo como era rutina, al llegar a casa solo me llenaba de dolor, hice un esfuerzo y me hice un cereal, encendí el ordenador y encontré un mensaje en mi bandeja de entrada… sentí un golpe al corazón al leer de quién era y qué decía.

Mensaje de: Ailin

“Hola Carmen, me enteré lo que pasó con Antón… de verdad que no ha pasado un día en que no piense en ti, en tu amor, en tus caricias, en lo que ha pasado, que no ha pasado un día en que no vaya a aquel lugar donde inició todo y terminó de la peor manera, es por eso que me enteré de Antón al ver su pequeña tumba. Quiero que sepas que no estás sola, mi corazón se quedó contigo… esperaba que recapacitaras y creyeras en mí, pero solo me desilusioné cada día más al ver que no regresabas a buscarme. No es sencillo creer, pero el amor te hace tener la confianza. Yo confiaba en ti, me “inspirabas” tranquilidad, tenía la “corazonada” de que estaríamos por siempre juntas.

Me sacrificaré ya que tú no pudiste hacer ese sacrificio por mí de aceptar la primera regla, sin embargo, te amo.

Informaré a mis superiores que me enamoré de una mujer que desea a otra mujer, que desea a otra de su condición. Daré mi decisión de permanecer mujer para satisfacer a esa mujer.

Me esperará lo peor, estoy segura. Mi muerte cobrará el precio de este amor que siento por ti. Sin embargo, daré mi lucha por quedarme contigo.

Búscame esta noche en el lago, podrás presenciar todo. Mi triunfo o mi muerte.

Te amo.”

Las lágrimas corrieron sin cesar. No sabía qué hacer, haberme citado me hacía sentir que era real, al igual que me hacía sentir una estúpida si me había equivocado, pero era algo muy increíble y sonaba de fantasía, incluso estaba dudando de estar despierta, de que todo había sucedido. Tomé el teléfono, la noche estaba cayendo, debía hacer algo…

Carlos: Buenas noches, diga.

Carmen: ¿Carlos?... no me cuelgues por favor.

Carlos: Tardaste mucho en llamarme, creí que habías enloquecido…

Carmen: Casi lo hago… debes ayudarme.

Carlos: Soy tu amigo, no dudes en que lo hare.

Carmen: Dime que no es verdad que Ailin existió.

Carlos: Es la pura realidad, y creo en ella.

Carmen: Entonces sabias todo…

Carlos. Así es… al principio dudé pero cuando te fuiste la busqué y hablamos, me recibió en su casa y luego nos fuimos a caminar, me mostro una especie de localizador extraño que provenía de sus creadores para saber en qué parte del mundo había sido enviada y monitorearla cada año, ese localizador estaba dentro de su piel por su espalda baja, tenía un extraño sello y brillaba por 2 segundos cada tantos minutos… me ofrecí a hablar contigo pero ella deseaba que tú fueras en busca de su amor, diciéndole que creías en ella… no dudaba en que lo harías, pero al pasar del tiempo sus ilusiones se agotaron, y tu no me respondías las llamadas.

Carmen: ¿Por qué no me mostro eso a mí?

Carlos: Ella confiaba en que por el amor que le tenías le creerías.

Carmen: Carlos, ahora mismo va a sacrificarse…

Carlos: ¿Qué dices?

Carmen: Revelara que está enamorada de mi y que desea ser mujer.

Carlos: Eso va en contra… ¡la matarán!

El corazón me latía a mil por hora, debía hacer algo, tome mi casco, mi móvil, mi moto y salí rápido. Abandonando la pequeña ciudad del barrio una luz aturdía mi vista y escandalizaba a los habitantes de Gamle, giré mi cuello al cielo, una estrella iba en dirección a la localización del lago, no podía creer lo que sucedía, podía escuchar mis propios latidos, y seguí conduciendo. Me reprochaba no haberla buscado, ser tan incrédula, ahí estaban ahora las consecuencias por mi egoísmo, alguien que me supo amar pagaba las consecuencias, me sentía la persona más miserable del mundo.

Llegue al sendero al tiempo en que Carlos también llegaba y veíamos como más y más luces caían del cielo y se formaban personas de ellas, personas que se colocaban sobre el lago y Ailin se encontraba frente a ellos, arrodillada y haciéndoles reverencia… uno de ellos, el más viejo, llevaba un bastón con un símbolo desconocido en la parte superior, un especie de prisma pentagonal que se sostenía de uno de sus vértices al bastón, dentro de el había una luz morada que prendía y apagaba. ¿Qué rayos estaba pasando? Todo era verdad.

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He aqui el capitulo 8. Despues de este sigue la semifinal(:

Gracias a los que han estado siguiendo el relato! n_n

Y a los que puse sensibles con Anton!(: me dio mucha tristeza las narraciones de ustedes, sin embargo no pude evitar ponerme feliz al ver como recordaban a sus compañeros con amor(:! Gracias!!

Espero les satisfaga este relato... Pronto subo la semifinal(:

Tengan un buen dia! Hasta pronto chiquitillos.

Saludos desde Nuevo Leon, Mexico!