Ley de amor. (Parte 7)

Si se lo preguntan, hare un paréntesis y les contare mi historia en breve. Cuando era niña mis padres me daban todo: un techo, comida, vestimenta, educación y amor. A la edad de 14 años iba a 2do año de secundaria, ansiosa por aprender, entraba a la 1:00pm de la tarde y salía a las 6:00pm. Un día tenía que hacer un trabajo por parejas, me junte con mi mejor amiga en aquel entonces y trabajamos hasta que nos dio las 9:00pm y mis padres me llamaban para que les diera razón de porque se me había hecho tarde, dándome cuenta de la hora, salí de su casa en mi bicicleta (amo los vehículos de 2 ruedas, no me juzguen xD jaja) y comencé a andar… la noche era bella, el cielo estaba claro y las estrellas brillaban, pero luego un coche apareció quitándome la concentración que tenia y golpeó mi bicicleta haciéndome caer, aun tirada en el suelo recuperándome, dos hombres se bajaron y me subieron al auto, me dijeron que no forzara porque me iría peor de lo contrario, en pocas palabras, abusaron de mi, 3 días estuve fuera de casa mientras esos hombres disfrutaban a su antojo, perdí conocimiento, estaba realmente mal y como por arte de magia, estaba tirada donde me secuestraron. Deseaba que fuera un sueño cruel, pero todo se aclaró, cuando mi madre llorando me tomaba en sus brazos y pedía a gritos justicia. Después de eso, nada volvió a ser igual, sentía que debía reponerme, pero incluso ver a mi propio padre me llenaba de miedo. Mi mejor amiga me apoyaba, me iba a visitar cada día cuidando de mí. Por ella terminé de cursar la secundaria ya que iba a casa, me daba las clases vistas y entregaba mi tarea, los maestros fueron considerados, pues a final de cuentas no era una niña de problemas y por el contrario era muy inteligente. Mi amiga estaba ahí, y yo comenzaba a sentir la protección en ella, cuando me abrazaba, cuando me decía que me quería y que siempre estaría para mí, cuando de pronto ya reconocía que me gustaba. Sin entrar en detalles, comenzamos un amor de secundaria que fue muy corto, venía a verme, hacíamos tareas, se acostaba conmigo en mi cama para hablar, unos cuantos besos, y luego esperábamos el día siguiente… Un día mi madre nos descubrió y todo acabó, mi educación fue más estricta, repudiaba que mi padre me tocara, me diera el beso de las buenas noches, y ellos me obligaban a tolerarlo. Pero no piensen que solo era con mi padre, sino, con todo hombre que se me acercaba… Crecí convencida de que mi orientación sexual era ser lesbiana, aquellos hombres me habían dejado una huella dolorosa e imborrable y por otro lado nunca había sentido atracción por algún chico. Seguía recordando a mi mejor amiga con amor y ternura… tuve más novias, pero ninguna fue por amor, solamente por no estar sola, y todas lo supieron, nunca mentí con un amor fingido. Mis padres no aceptaban mi lesbianismo, así que terminé mi carrera, trabajé 2 años en una empresa y cuando me ofrecieron estar lejos de casa de inmediato me fui, deje un sobre en casa con todo el dinero que habían invertido en mi, buscando ya no deberles nada… y ahora, estoy aquí… lamentablemente en este horrible lugar... donde mis ilusiones se alzaron y de nuevo, las dejaron caer.

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Prosiguiendo con la historia.

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Escuchaba que me gritaba desde mitad del bosque, pero no quise retroceder para que me siguiera lastimando… Ya no la quería volver a ver.

Salí lo más rápido posible rumbo a la casa de Carlos, necesitaba el consuelo de alguien, que me dijeran que nada había ocurrido, que estaba teniendo una terrible pesadilla… al llegar frené bruscamente, tiré la motocicleta, mi casco y Carlos ante el escándalo que hice salió como rayo…

Carlos: Hey, tranquila… ¿Qué paso? ¿Por qué lloras?

Carmen: Abrázame y dime que nada ha ocurrido, por favor…

Carlos: ¿Qué te han hecho mi muñequita?...

Carmen: Ha estado jugando conmigo… nunca me quiso, solo me enamoraba cruelmente para dejarme así.

Carlos: Explícame que pasó… anda ven…

Lloraba sin parar y a como pude le explique a Carlos la mentira que Ailin me había hecho pasar… Carlos estaba asombrado, pálido, abrumado, anonadado.

Carlos: No puede ser…

Carmen: ¿Qué?... ¡Por favor!… no te dejes engañar por su falsa inocencia… fui sencillamente una estúpida que entregó el corazón, que se dejo engañar, no debí dejarla entrar en mi vida nunca… no debí haberte hecho caso.

Carlos: Si me dejo guiar por mis conocimientos… Si esa chica no tenia sexo… es un ángel… los ángeles no tienen sexo.

Carmen: ¿Ángeles? pfff... Carlos, son seres asexuados… deja de ser tancrédulo, es una vil mentirosa.

Carlos: Pero esto es un caso diferente… Será de otro planeta, entonces.

Carmen: ¿Le vas a creer?... – Bufé… - Me largo de aquí. Y no me vuelvas a buscar.

Mi corazón ya no reaccionaba, actuaba y hablaba por la amargura que ella me dejó… no quería verla nunca más… no lo quería hacer. No quería creer en nadie más.

No volví a ver a Carlos desde ese día, por más que me llamaba, buscaba o mandaba mensajes… pasaron 5 meses, e iba de mal en peor, mi trabajo había decaído y lo marcaban como deficiente, aunque trataron de “ayudarme” mediante la psicología, el dolor que esa horrible mujer me había dejado nadie podía hacerlo superar. La odiaba con toda mi alma, hacerme creer en el amor y haberlo hecho todo una ilusión falsa y sin bases… donde solo saciaba curiosidad por enamorar a una mujer e inventar semejante mentira para lavarse las manos y olvidarse de su aventura conmigo… era algo obvio… ella jamás volvió a buscarme desde el suceso, logró deshacerse de mí, como lo debía haberlo planeado desde el principio. Estaba más que claro.

Un día al regresar del trabajo, deje mi motocicleta aparcada, me quite el casco y entre a casa… Antón estaba muy tranquilo… y recuerdos se vinieron a mi memoria… malditamente estaba deseando verla adentro dosificando a mi can, deseaba despertar de esa pesadilla.

Entré a casa y estaba todo oscuro. Antón no me había recibido como era costumbre, entonces vi que algo no andaba bien… deje mi casco lanzándolo al suelo, y corriendo por toda la casa comencé a buscar a mi compañero y único amigo. Al entrar a una de las habitaciones solas lo vi, tirado, gimiendo de dolor, algo estaba muy mal.

Carmen: ¿Qué te ha pasado Antón?... ¿Qué te han hecho?...

Lo cargué entre mis brazos, su pesadez, sentirlo totalmente debilitado, me indicaba que venía lo peor, adopté a Antón cuando ya era un perro adulto, no sabía cuánto había vivido en realidad, sospechaba simplemente lo peor.

Salí corriendo, llorando y desesperada, de inmediato un hombre en una camioneta se detuvo junto a mí.

Hombre: ¿Todo bien señora?… ¿le puedo ayudar?

Carmen: Mi perro no está bien, necesito moverme rápidamente. Ayúdeme por favor.

El hombre abrió la puerta de atrás de su camioneta, permitiendo que subiera con Antón en brazos y me llevó al veterinario del barrio. Al llegar, la chica a cargo, tomó a Antón y lo ingresó a la mesa metálica que tienen, lo observó totalmente y me dijo palabras que fueron dagas.

Veterinaria: Su perro es ya muy viejo, puedo hacerlo durar unos meses más, pero estaría sufriendo mucho… yo le recomendaría que terminara su dolor de una vez por todas.

Carmen: Es lo único con lo que cuento, no puedo perder a mi único amigo, solo él no me ha fallado, es el único que no me ha defraudado, el único que no me ha dejado sola. – Las lagrimas corrían por mi rostro ante ver la mirada de suplica de Antón y darme cuenta, que era la soledad definitiva.

Veterinaria: Es lo mejor… si ama a su perro, ya no lo haga sufrir.

Carmen: De acuerdo, solo le pido unos minutos. – La veterinaria inyectó a mi pobrecito amigo lo que dolorosamente sería su final, y ya no podía retractar mi decisión, ni darle más sufrimientos a mi fiel amigo.

Veterinaria: Estaré afuera…

Recorrí la mesilla sin quitarle la mirada… su respiración era fuerte, sus quejidos y lloridos me partían el alma… me abrace a él llorando sin parar.

Carmen: Fuiste el único que estuvo para mí cuando llegue aquí, encontrarte fue como un milagro y no dude en quedarme contigo, sabía que me hacías mucha falta, tanto como a ti un techo y amor… Solo me queda decirte, gracias por ser el único que no me falló, por escucharme y consolarme con tu presencia y alegría. Te amo Antón. Me quedo con tu recuerdo y sé que los mejores meses de tu vida, los pasaste conmigo. Yo jamás, te olvidaré. Te amo.

De pronto su respiración dejo de ser agitada, movió su pata hacia mi hombro que estaba totalmente recargado en la mesa y me dio su mirada de tranquilidad y del adiós.

Salí llorando del veterinario y le pedí a la doctora que me permitiera llevármelo. A lo cual accedió. Fui a casa por mi motocicleta y algunas sogas y regresé. Me subí y me até con él para que no pudiera caerse de mis brazos mientras conducía.

Salí del barrio, al lugar donde dejé el corazón. Al llegar al lago, todo lucia tan sombrío, frio y opaco, recuerdos atacaban mi mente llenándome de dolor y coraje. Desaté las sogas, dejando caer la moto, moví a mi amigo hacia a un lado del lago y seguido comencé a hacer un pozo en la tierra con mis manos, cuando tenía la profundidad suficiente, busqué corteza suelta de algún pino y la tomé, coloqué a quien fue mi fiel amigo todo el último año de mi vida junto con el pedazo de corteza a modo de que sobresaliera, eche la tierra encima de su cuerpo y en la madera que use como lápida, escribí “Antón, mi amigo para siempre” con la llave de mi moto.

Definitivamente, debía seguir sola, y dejé a mi mejor amigo donde mis ilusiones y sueños murieron para siempre. Debía seguir hacia adelante, al menos por el mero orgullo, no me quedaba más.

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Bueno, aqui esta la septima parte, espero sea de su agrado.

Un amigo cercano cuando leyo esta parte me dijo que me mataria, espero que ustedes no me maten!

Solo busco los lados sensibles... hace meses, perdi a mi mejor amiga, era una pug hermosa, aborto 2 cachorritos y tras la operacion no resistio :(... muchas veces tenemos mascotas y no valoramos su presencia hasta que ya no estan para ladrarnos o movernos el rabito.

En el capitulo 8 comienza el climax por decirlo asi, y se acerca el final!(: por favor, no dejen de comentar.

Hasta el proximo encuentro mis lectores, que tengan un excelente dia!

Saludos desde Nuevo Leon, Mexico.