Ley de amor. (Parte 6)
Capitulo 6. ¿El inicio o el fin?
Era el inicio de algo que me traería muchas sonrisas, después de tanto tiempo de soledad, y por supuesto, quería hacerla feliz, lo merecía tras tanto sufrimiento en su vida.
Han transcurrido los días, semanas… han sido 2 meses desde que la conocí, hemos convivido casi todos los días, junto a Carlos, con Antón, y más que nada, hemos pasado tiempo solas. Por otro lado mi brazo sanó, mi trabajo ha tomado su ritmo normal y ya no necesito más transportarme en autobús, gracias a que ya tengo mi moto de nuevo, pero con algunos rasguños de la caída solamente.
He de confesar que las cosas entre Ailin y yo se ponen muy hermosas cada vez, cuando nos miramos, bromeamos, salimos, comemos y vaya que le gustaron las flautas de la primera cena, porque me las pide muy a menudo. Solamente hay algo en su mirada que me intriga, como si me ocultara algo o más bien, como si quisiera decirme algo y cuando noto su ausencia me distrae y me hace olvidar con darme un solo beso en la nariz o sonreírme mientras me abraza y recarga su cabeza bajo mi mentón.
Hoy, he decidido pedirle que sea mi novia. No he planeado cuando, ni como, pero quiero hacerlo por fin, el tiempo juntas nos deja ver que estamos hechas la una para la otra, y que nos hemos enamorado desde el primer instante juntas.
Al salir de trabajar ya se encontraba ahí, con una playera de la escuela donde hace sus prácticas, y tan hermosa como siempre.
Carmen: Hola mi niña Ail, ¿Cómo estás?
Ailin: Bien bebe, ¿y tú?
Carmen: Mucho muy bien al fin que puedo verte. – Siempre se sonrojaba cuando le decía eso y no desaprovechaba para hacerlo.
Ailin: ¿Nos vamos ya?
Carmen: Por supuesto princesa.
Durante el camino la notaba muy callada, pero no quise hacer alarde, quizás debía estar cansada. Llegamos a casa y Antón ya esperaba ansioso. Al abrir, como siempre se paralizaba con Ailin, lo cual ya se me había hecho costumbre y no me extrañaba, pero me fascinaba ver como ella lo acariciaba y hablaba, me encantaba ver como ella encajaba con todo lo mío, y quería que fuera para mí, solo confirmé que la quiero mía, que quiero que sea mi novia.
Carmen: ¿Pedimos de cenar mi niña?
Ailin: No Carmen… grrr… muero de hambre… pero Carlos me prometió que traería algo delicioso para las dos y de paso lo invité a quedarse
Carmen: Uuuuy que divertido, mi mejor amigo y mi pretendida se están conspirando ¡eh!
Definitivamente me quedaba con ella, hermosa, inteligente, maravillosa, amaba a mi perro y a mi mejor amigo, era la mujer ideal para mi, tras tanto tiempo, por fin encontraba a alguien que me llenara los sentidos, y la encontré sin buscarla.
Esa noche cenamos hasta reventar y no poder mas, Carlos se fue dejando a la “feliz pareja”, encerré a Antón en una de las habitaciones y nos quedamos solas, como deseábamos desde ya hacia un buen rato.
Carmen: Y bien mi vida… ¿te has divertido?
Ailin: Si… Carlos me hace pasar un buen rato y Antón es muy buen portado conmigo. Y tú… tú eres encantadora, me fascinas.
Carmen: Eres muy tierna.
Ailin: ¿Sí?... – Me preguntaba mientras se acercaba a mis labios.
Carmen: Si… - Dije entre un suspiro.
Ailin: ¿Quieres besarme?
Carmen: Nunca lo he hecho…
Ailin: Mmm… ¿lo deseas?...
Carmen: Hasta la pregunta es necia…
Ailin: Y ¿porque nunca lo has hecho?, lo he estado esperando desde tiempo atrás
Carmen: Porque me pediste que no te presionara y no lo haré.
Ailin: Presióname ahora…
Carmen: Mmm… Mejor mañana te invito a un lugar especial y te presionaré.
Ailin: Jajaja, entonces esperare ansiosa… Pero también debo de hablarte de algo importante.
Carmen: Bueno mi niña, pero ahora debes dormir, mañana tienes un examen importante.
Ailin: Ni me lo recuerdes.
Carmen: ¡Anda!... Nos vemos mañana.
Ailin: Bueno mi vida, me voy, descansa y duerme bien.
Carmen: Igual tu… te quiero.
Ailin: Te quiero también.
Al día siguiente de inmediato puse manos a la obra, me duche, me puse atractiva, desayuné, alimente a Antón, fui a trabajar, y esperaba ansiosa la hora de salida…
- Te ves desesperada… - Di un brinco de mi asiento por el impacto que me dio la voz de Carlos tan de pronto.
Carmen: ¡Carlos!, siempre me vives espantando.
Carlos: No tengo la culpa de que tengas una conciencia tan sucia.
Carmen: Claro… claro…
Carlos: Dime, ¿por qué estas tan distraída?
Carmen: Hoy es el gran día Carlos.
Carlos: ¿A qué te refieres?
Carmen: Le pediré a Ailin que sea mí… mi novia.
Carlos: ¿Estás hablando en serio?...
Carmen: ¡¡Si Carlos!! No debo esperar más.
Carlos: Por fin me concedes a una cuñada, mucha suerte amiga, te deseo lo mejor.
Carmen: Gracias Carlos.
A partir de ahí, el tiempo se fue despacio, pero conciso, me ponía nerviosa y muy feliz a la vez. Se había llegado el día, y la hora. Debía de salir y de seguro ella ya estaba ahí. Me dispuse a salir de la oficina cuando alguien me llego por la espalda, tapándome los ojos.
Carlos: Adivina ¿quién soy?... – La gruesa voz de Carlos se hacía escuchar.
Carmen: No estoy para juegos Carlos, debo de ver a…
Ailin: ¿A quién mi vida?... – La voz de Ailin entraba por mis oídos mientas me erizaba la piel
Carmen: A la princesa más bella… - Dije girándome hacia Ailin que era quien me tapaba los ojos y veía como Carlos se alejaba caminando. – Te sigues conspirando con él, ¡eh!
Ailin: Tranquila amor, ¿Cómo estás?
Carmen: Bien, ahora que puedo verte de nuevo… - Se sonrojaba de nuevo.
Ailin: vámonos ya, ¿sí?
Carmen: Si mi amor… esta vez nos vamos en la motocicleta.
Casi nunca tomábamos la moto, porque a ella le asustaba y porque el aire fresco golpeaba fuerte, pero necesitaba andar sobre lo que me impulsó a pegarme tan fuerte y llegar a sus brazos.
La lleve a aquel lugar mágico… el pequeño lago estaba descongelado, los pinos verdes y las hojas en el suelo hacían un paisaje también muy bello.
Ailin: ¿Qué hacemos aquí?
Carmen: Aquí me diste la oportunidad de acercarnos, quiero enternecerlo
Ailin: ¿De qué hablas?
Carmen: Ailin, eres la persona más especial en mi vida, desde que te vi, me enamoré de ti… quiero que más que la oportunidad de ser tu amor, para siempre, que me des la oportunidad de hacerte feliz.
Ailin: Yo…
Carmen: Espera… déjame terminar… Antes de ti, mi vida era fría y sin sentido, me acompañaba de Antón, de Carlos, pero nunca me gustó estar cerca de la gente… tu viniste a darle un giro a mi vida, hoy, soy una persona mas cálida, feliz, con ganas de vivir, con un motivo de hacer todo lo que hago, porque Te amo… y quiero pedirte aquí, ahora mismo, que seas mi novia. Ailin, ¿quieres ser mi novia?
Ailin: Tu bien sabes que es lo que quiero Carmen, y te digo que sí, pero… ahora es tiempo de que hable yo.
Carmen: ¿Hablar?... ¿Qué dices?... ¿He hecho algo mal?
Ailin: No… no mi amor… - Una lágrima por su mejilla rodaba.
Carmen: ¿Por qué lloras? ¿Qué pasa mi amor?
Ailin: Es tiempo de que lo sepas, y es que no soy una persona común.
Carmen: ¿Qué?, pero amas, vives, sientes… eres real, y no eres común, ser única es lo que te hace vivir en mi corazón.
Ailin: Déjame hablar ahora tú a mí… - Sabia que algo no muy bueno seguía de ello, tomó unos minutos para dejar de llorar y continuo - Yo… vengo de algún extraño lugar… hace 14 años llegué a un orfanato donde decían que me encontraron entre la nieve, eso bien lo sabes… pero te he ocultado algo que no me hace humana… escúchame con atención… hay un grupo de gente en la tierra con una extraña misión, esa gente solo es descubierta por aquellos que toquen su corazón, es por eso que hoy me vas a descubrir a mí.
Carmen: ¿De qué hablas Ailin? – Mi corazón latía fuerte, no era un buen presentimiento pero seguí escuchando.
Ailin: Esa gente carece de sexo, no es hombre ni mujer. La misión de esa gente es elegir su sexo correctamente, esa misión, consta de una ley que cumple 3 reglas… la regla principal esescoger el sexo contrario según la persona que sea el amor de tu vida. Si esa persona es mujer, automáticamente debes ser hombre, si esa persona es hombre, automáticamente debes ser mujer…
Carmen: ¿Qué dices?... Eso no puede ser… - Ella siguió hablando haciendo oídos sordos a mis palabras.
Ailin: La segunda regla es que si me equivoqué con la persona que creí el amor de mi vida, tengo una segunda oportunidad de encontrar el amor y reelegir mi sexo si es necesario.
Carmen: Pero… ¿Qué quieres decir?
Ailin: La tercera regla, es que, si no cumplo la primera regla, de tener el sexo contrario a la persona amada, debo ser penada a muerte.
Carmen: Eso no es posible Ailin, no puede ser.
Ailin: Si Carmen, si lo es… hace ya unos años, me enamoré de un chico y elegí ser mujer. Me equivoqué con ese hombre, y he vivido mujer hasta llegar a ti. Por lógica, ende y reglamento, debo ser un hombre para satisfacer esa ley, por otro lado, moriré.
Carmen: No mi amor… no puede ser así. ¡Te amo!, ¡te amo!, pero debe ser un juego cruel, no puedes bromear con algo así.
Ailin: ¿Crees que bromeo? Esto es mi realidad, debes aceptarme siendo hombre, por lo contrario acabaran con mi vida.
Carmen: Pero no puedo, sabes bien que no puedo, no tolero estar con los hombres, me asquea, me marea…
Ailin: Si en verdad de amaras, me aceptarías, te enamoró mi persona, no mi físico.
Carmen: No… me enamoraste completamente, físico y persona. Yo no puedo estar con un hombre… no puedo, no sabes lo que he vivido. ¡NO!
Ailin: Es un sacrificio por amor. Hazlo por mi.
Carmen: Hay cosas que no puedo cambiar, mi sentir y todo… yo no puedo.
Ailin: No seas egoísta y piensa en nuestro amor.
Carmen: No puedo. Debes de estar mintiéndome, si no quieres estar conmigo no debes de inventarte estas mentiras… solo dime que no me quieres ver más… Pero te lo evitare… gracias por el tiempo, gracias por todo, pero claro me queda que no quieres estar conmigo, por eso inventas estas cosas.
Ailin: Cree en mi, escúchame… no te miento.
Carmen: Me queda claro que no te importo y nunca te importé.
Ailin: No es así… no es verdad… - Me decía entre sollozos.
Carmen: Adiós Ailin… - La decepción y el dolor era fuertes… no quería saber más de ella. – Si tanto es verdad que “cambias de sexo”, consíguete mejor a un hombre que corresponda a tu sexo y sea el amor de tu vida. Claro está que me quieres alejar de ti, que no cumplo tus expectativas, quizás solo fui el juego de la niña curiosa que quiso probar con alguien que tuviese vagina y luego abandonar…
Salí de aquel lugar tan rápido como pude, eché a andar mi motocicleta y me costaba ver claro por las lágrimas en mis ojos debido al impacto tan horrible que vivía. Escuchaba que me gritaba desde mitad del bosque, pero no quise retroceder para que me siguiera lastimando… Ya no la quería volver a ver.
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Seguramente este es el capitulo mas largo que tendran asi que a quienes les guste largos, disfrutenlo jaja
Espero que les guste y dejen sus comentarios. Lo deje asi de largo porque me he tardado un poco, pero ya saben, la escuela jaja.
Se acerca el final y despues de este hare una historia personal de un solo capitulo que espero les agrade tambien.
Saludos desde Nuevo Leon. Que tengan un buen dia, hasta pronto.