Ley de amor. (Parte 5)

Capitulo 5. Un avance a tu corazón.

Esta situación sin dirección con ella me estaba enloqueciendo, no sabía que sentía ni que pensaba de mí. Quería saberlo esa misma noche, de otro modo terminaría hecha añicos. Quería saber si era correspondido lo que sentía por ella, y pronto lo sabría.

Paso el día muy lento, deseaba que llegara ya la hora en que la vería. Vi televisión junto a Antón hasta que era la hora para arreglarme y esperar. Cuando sonó el timbre mi corazón se volvía loco, mi respiración se entrecortaba y sentía emoción sin control en mi pecho, casi corrí a la puerta con una sonrisa para recibirla…

Carmen: ¡Carlos! ¿Qué haces aquí?

Carlos: Espera… si quieres me voy… - Decia mientras se giraba y caminaba - Solo pasaba a traerte de comer y a charlar un rato.

Carmen: No me lo tomes a mal… discúlpame…

Carlos: ¿Esperabas a alguien más?

Carmen: Si… la verdad si…

Carlos: A Ailin, ¿cierto?

Carmen: Cierto…

Carlos: ¡¡Vaya!! Pues ¡felicidades! Ahora mismo me voy. ¡Suerte!

Carmen: Gracias amigo.

Pasaron 5 minutos más, y escuche el claxon de su coche, me asomé por la ventana y ahí estaba ella, mirando hacia la puerta, esperándome, sonreía y suspiraba… debía estarlo imaginando, pero la sola idea de que le ilusionara verme salir, me hacia feliz, muy feliz.

Al salir de la casa y cerrar con llave, ella salió de su asiento y me abrió la puerta del coche, al entrar me miró y sonrió, mientras me daba un beso en la mejilla.

Ailin: Buenas tardes, ¿Cómo estas?

Carmen: Hola Ailin, estoy muy bien, gracias.

Ailin: Vámonos de aquí, te llevare a un lugar especial.

Echó a andar su coche, vi como íbamos dejando el barrio y cada vez nos alejábamos más del lugar, me extrañaba mucho, me ponía nerviosa lo que sea que tuviera en mente, pero quería seguirla hasta al final… siguió un pequeño sendero entre grandes árboles y pinos cubiertos de nieve hasta que ya no pudo seguir avanzando con el auto entre ellos…

Ailin: Llegamos…

Carmen: ¿Ya?... Estamos en medio de la nada…

Ailin: Quiero compartir algo contigo.

Carmen: Está bien, vamos… guíame… - La sonrisa en mi rostro no iba demás, me excitaba su misterio, me hacia estremecer.

Caminamos entre un sendero más angosto que por donde llegamos, parecía un lugar olvidado por Dios, un lugar mágico y maravilloso, el frio estaba muy fuerte, pero su compañía hacia tener cálida el alma. Seguimos caminando por 20 minutos más aproximadamente, hasta que ella cruzo tras unos matorrales que impedían la vista de donde se había metido.

Carmen: ¿Ailin?...

Ailin: Ven, sígueme.

No sabía que me esperaba ver, pero fue lo más hermoso que mis ojos han podido observar… un pequeño lago congelado, rodeado con pinos cubiertos de blanco, el suelo alrededor al igual que los pinos tenía una capa de nieve encima... Ella se miraba llena de orgullo tras descubrir ante mis ojos tan bello lugar.

Ailin: ¿Te ha gustado?

Carmen: Me ha encantado

Ailin: Hace años, de adolescente descubrí este sitio, y venia cada vez que me sentía aturdida para llenar mi vista de tanta belleza y mi alma de tranquilidad.

Carmen: Y veo porque… wow… me impresiona mucho.

Ailin: Gracias.

Sabía que era el momento indicado, y después de pensarlo un buen rato, me decidí a hablar.

Carmen: Ailin, ¿tú sientes algo por mi?

Ailin: ¿Algo como qué?

Carmen: Todo… ¿que sientes por mí, en cuanto a... todo?

Ailin: Es una buena pregunta.

Carmen: ¿Me la puedes responder?

Ailin: Claro… - Razonó unos minutos y luego comenzó a hablar . – Me gusta tu compañía… cuando te conocí, al ver como caías, te golpeabas y desfallecías, que luego estabas en cama, sin poderte mover, mirarte era un consuelo para mi, pensar que toda mi vida había sufrido, y de pronto me topada tan de golpe con una extraña, sabía que haber estado en ese lugar precisamente en ese momento, era una señal de algo, tras tratarte este par de ocasiones, siento como si ya te conociera totalmente, tengo miedo, pero me refugio en tu mirada y en tu voz, y siento que todo está perfecto. Yo… te quiero.

Carmen: ¿En verdad?... ¿Lo dices en serio?

Ailin: Si… - Pensé un poco las cosas y mande todo al diablo, no la debía dejar ir….

Carmen: ¿Te cuento un secreto? – Ella asintió con la cabeza. – Me accidenté, no por mala conductora, sino porque tus ojos me embebecieron. Al mirarte mi corazón se detuvo por instantes y quería clavarme tu mirada, me impresionaste con esos ojos tan fuertes, bellos y expresivos que tienes.

Ailin: No puede ser… fui la culpable.

Carmen: No, no… No eres culpable de nada, me flechaste con tus ojos. Me atrevería a decir que… me has enamorado.

Ailin: Pero es demasiado pronto, tengo miedo.

Carmen: Tú me has dicho que me quieres, y no deja de ser demasiado pronto, démonos una oportunidad.

Ailin: Por favor, no me presiones.

Carmen: No lo haré, quiero hacerte feliz, porque verte sonreír es perfecto.

Ailin: Está bien Carmen, acepto.

Escuchar que aceptaba me saco una gran sonrisa, y solo atine a abrazarla en medio de ese hermoso paisaje, le tomaba la cara con mi mano derecha y sonreía, era el inicio de algo que me traería muchas sonrisas, después de tanto tiempo de soledad, y por supuesto, quería hacerla feliz, lo merecía tras tanto sufrimiento en su vida.

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Hola mis lectores, disculpen la demora, he entrado de nuevo a la escuela y las tareas estan impresionantes jaja!

Espero les haya agradado este capitulo.

Saludos a todos desde Nuevo Leon, Mexico.

Muchisimas gracias a quienes me comentan y dan sus opiniones, son muy valiosos para mi. GRACIAS!(:

Msn: annhy7_tr@hotmail.com... cualquier comentario o sugerencia, este msn estara a disposicion de los lectores.

Hasta pronto(: