Lexis 3

Lexis descubre que nuestra madre me regalo una gran mamada... y ahora, ella quiere tomar parte!

Mi mamá se dedicaba a darme un masaje en mis muslos. Creía que me habían dado calambres cuando en realidad, los gritos que había escuchado eran gritos pasionales resultado de la cogida con mi hermana Lexis. Al menos no nos había descubierto…

Me di la vuelta, asegurándome que la toalla no revelara mi verga. Mi mamá puso un poco mas de aceite en sus manos y las puso sobre mi muslo. El masaje continúo. Sus manos se deslizaban desde mi rodilla hasta unos centímetros de mi verga. Esta comenzó a levantarse. No lo podía evitar!

- Ay mi niño. Creo que te estoy excitando. Perdóname.

- No te preocupes mamá. No es nada.

- Mira como te estoy poniendo. Te duele?

- No mamá. No me duele.

- Hijo, tienes novia con quien calmarte esto?

- No mamá. No tengo novia.

- Entonces, te masturbaras de vez en cuando?

- Ay mamá. Que preguntas. Creo que ya estoy bien.

- No hijo, es que me duele que estés así. Pobre. Yo sé lo que se siente no tener un relax.

- Que dices? Tú tienes a mi papa.

- Si hijo, pero hace ya mucho tiempo que no hacemos el amor.

- Pero, porque mamá? Acaso ya no se quieren?

- No hijo, si nos queremos. Lo que pasa es que el estrés de su trabajo, los cobros, su educación…

- Pobre papa. Me gustaría poder ayudarle en algo…

- Por ahora, no te preocupes. Vamos, déjame ayudarte a ti!

Su mano ya había llegado a mis huevos y empezaba a masajearlos lentamente. Con los dedos tocaba la base de mi verga y la retorcía de izquierda a derecha. Luego, comenzó a subir y bajar su mano a lo largo de ella, apretándola a la vez.

- Mamá, no se si…

- Shhh. Calla y disfruta.

Cerré mis ojos y me dedique a sentir. Mamá se inclino para meterse mi verga en su boca. Dedico un par de minutos a chupar la cabeza. Con su lengua jugaba con mi agujerito y luego le daba vuelta  a la corona. Seguía masajeando el tronco con su mano. Luego, se fue metiendo mi verga en su boca hasta que esta desapareció por completo. Ya dentro, succionaba mi verga al tiempo que comenzaba un mete y saca. Me estaba cogiendo la boca de mi mamá!

Mientras me mamaba de esta forma, su mano jugaba con mis huevos. Los meneaba, los apretaba. Luego su mano bajaba hasta mi culo y lo frotaba. Que sensación!  Al sentir su dedo en mi agujero, no pude más.

- Mamá, me corro. Ahhh. Me corro.

No dijo nada. Simplemente se tomo cada chorro de leche que entraba en su boca. Después del segundo chorro, metió su dedo en mi culo y esto hizo que mi corrida fuera aun mas intensa. Sus labios apretaban mi palo, sintiendo cada pulsación de mi corrida. Su dedo en mi culo me electrizaba todo el cuerpo haciéndolo vibrar de pies a cabeza

Alejo su cara de mi verga solo cuando esta estaba completamente limpia. Me vio a los ojos y me beso en la frente.

- Ya mejor, mi niño?

- Si mamá. Mucho mejor. Y ahora, que?

- Ahora mamá se va a dormir y tu también. Nos vemos por la mañana .

Mamá se fue y me quede solo en mi cuarto, pensando en lo dichoso que era. Mi mamá y mi hermana me daban satisfacción sexual. No tendría que preocuparme nunca en tener unas ricas panochitas para mi solito. Ya las demás chicas serian ganancia. Me quede dormido profundamente. Estaba cansado después de tres corridas en menos de dos horas…

Por la mañana me levante y me prepare para irme a la escuela. Al bajar las escaleras me encontré con Lexis.

- Que tal dormiste hermanito?

- Bastante bien, Lexis. Bastante bien…

- Ya me lo imagino con dos buenas corridas…

- Tres Lexis. Tres corridas!

- Que dices? Yo solo conté dos.

- Es que después de salirte de mi cuarto…

- Mi mamá? No lo creo.

- Pues sí. Ella llego a masajear mis piernas y pasó lo que tenía que pasar. Me éxito mucho su masaje, mi verga se puso dura, ella lo noto y me dio una buena mamada.

- Y Papa?

- Dormido. Mamáme conto que ya no tienen sexo. Ella también estaba necesitada.

- Pobre. Lo harás de nuevo?

- Si ella me lo pide

- Me dejarías ver?

- Ver? Ver y participar si tú quieres!

- Que idea. Tendré que pensarlo

Llegamos a la cocina. Mi mamá había preparado el desayuno. Comimos como una familia normal. Luego, Lexis y yo nos fuimos a la escuela. A la hora de la comida regrese a casa con la excusa que no me sentía bien. Mi mamá me pregunto lo que me pasaba y le dije que me dolían las piernas aun.

- Quiere mi niño otro masajito?

- Si mamá. Quiero que me lo hagas igual que anoche.

Nos fuimos a mi cuarto y ella me pidió que me desnudara. Lo hice y me acosté boca abajo en la cama. Ella comenzó a masajear mis piernas y sus manos llegaban hasta mis nalgas. Sus dedos se introducían en mi raja y me masajeaban mi agujero también al tiempo que chocaban mis huevos. De inmediato, mi verga reacciono a sus caricias.

- Que bien mamá. Se siente rico.

- Te gusta mi niño? Relájate y déjame trabajar.

Sus manos siguieron su trabajo y tras unos instantes, su mano agarraba mi verga y la meneaba despacio. Me pidió que levantara mis nalgas. Me apoye en mis rodillas. Mi cara en la almohada. Ella se hinco en el suelo tras de mí. Su boca tomo mi verga y la empezó a mamar. En esa posición, mi culo al aire y mi verga colgando dentro de la boca de mi mama, sentía que subía al clímax rápidamente. Mi madre soltó mi verga y su lengua se deslizo por mis huevos y después por mi ano. Que sensaciones. Con su mano seguía masajeando mi verga mientras jugaba con mis huevos. Los chupaba, los mordisqueaba. Me acercaba más y más a mi corrida.

- Mamáme quiero correr! Ahhh. Ahhh.

- Si mi niño. Voltéate para tomar tu leche!

Me voltee rápidamente, apunte mi verga en su boca entreabierta y solté mi primer chorro. Este entro parcialmente en su boca. Ella cerró sus labios para tragar el chorro cuando estallo el segundo en su boca cerrada y su mejilla. Tan caliente estaba que la leche era bastante liquida. Se escurría por su mejilla. Mi mamá abrió la boca de nuevo y chupo mi verga para aprovechar los últimos chorros.

- Ahhh. Ahhh. Tómatela toda mamá. Que rico me la chupas.

- Mmmm. Mmmm. Mmmm. Si mi niño. Que rico estas.

Acabe en su boca y me deje caer en la cama. Mi madre seguía chupando mi verga con cariño. Con mis ojos cerrados, disfrutaba de las sensaciones de sus labios sobre mi piel. Dentro de segundos, mi verga despertaba de nuevo. Mi mama soltó mi verga para acostarse junto a mí. Me abrazo y yo a ella. La mire en los ojos y le agradecí de nuevo.

- Gracias mamá. Es delicioso.

- Gracias a ti hijo. Me has despertado el deseo de nuevo. Por un momento, siento que soy mujer otra vez.

Me conmovieron sus palabras. Me acerque a ella y le di un beso en la boca. Ella se sorprendió al principio pero cedió. Sus labios se abrieron, permitiendo que mi lengua se introdujera en su boca y que jugara con su lengua. Mis manos masajeaban su espalda y bajaban hasta apretar sus nalgas. Ella me abrazaba también al tiempo que me besaba con más fuerza, como dos enamorados.

- Mamá, desvístete.

- Hay hijo. No esperaba esto. Soy una vieja.

- No mamá, tú aun eres bella. Que hombre no quisiera tomarte para el…

- Seguro de lo que dices hijo?

- Mamá, desvístete y deja que te haga feliz.

Se quito el vestido, el sostén y su calzón estilo bikini. Parada frente a mí la mire bien. Su cuerpo aun estaba muy bueno. Sus tetas eran algo grandes pero sus pezones apuntaban hacia delante. Estaban duros, señal de que ella estaba excitada. Seguí recorriendo su cuerpo con mi vista. Baje hasta su panocha. Esta estaba cubierta con un pequeño triangulo de pelos; lo demás estaba depilado. Qué triste mi padre que no apreciaba esto. Pero yo no lo iba a despreciar.

Me senté en el borde de la cama. Le tome la mano y la acerque hasta mí. Mi boca busco su teta derecha y comencé a mamarla como cuando niño. Mi Mano derecha jugaba con su otra teta, apretando el pezón y estirándolo hacia adelante.

- Ahhh. Mmmm. Si mi niño, come, come, come…Ahhh.

Mi madre disfrutaba. Cambie de posición y tome su otro pezón y me dedique a mamarlo, a morderlo. Mi mano bajo hasta su panocha e introduje un dedo en su raja. Estaba muy bien lubricada. Tome su clítoris entre mis dedos y lo apretaba con suavidad. Luego deslizaba mis dedos hasta su agujero y jugaba con la entrada.

- Ahhh. Ahhh. Mi niño, me vengo. Ahhh. Ahhh.

Su primer orgasmo conmigo. No deje de mamar y jugar con su panocha. Sus piernas temblaban. Me apretaba mi cabeza contra sus tetas. Casi no podía respirar. La voltee y la acosté en la cama. Ahora era yo quien estaba de rodillas frente a ella. Puse sus piernas sobre mis hombros y comencé a comer su panocha. Que delicia. Sus jugos tenían un sabor diferente a Lexis, eran más fuertes de olor y algo almendrados. Chupe y chupe y ella gemía en volumen mayor cada vez.

- Ahhh. Mmmm. Mi niño lo hace muy bien. Sigue, sigue. Toma todos mis jugos.

No se tardo más de dos minutos en gritar como loca que se venía de nuevo. Sus muslos me apretaban la cabeza, aprisionando mi boca sobre su panocha. Con sus manos, se apretaba las tetas, los pezones, al tiempo que se corría en mi boca. Yo lamia lo más que podía hasta que se quedo quieta, disfrutando de la corrida.

Al verme liberado, me levante de pie y tome mi verga dura. Puse la cabeza de esta en el agujero de mi madre y la metí. Se deslizo fácilmente hasta que estaba totalmente dentro de ella. Sentí como su panocha se contraía contra mi verga. No sé si eran contracciones de su corrida o si lo hacía a propósito para excitarme también.

- Si mi niño, métela toda. Más fuerte. Más rápido.

Acelere mi ritmo. Tome sus piernas y las levante hacia el cielo. Su panocha se sentía aun más estrecha en mi palo que entraba y salía en ella. Aproveche que su ano estaba algo accesible. Tome mi pulgar derecho y lo ensalive. Poco a poco lo metí en su ano mientras embestía su panocha.

- Ahhh. Ahhh. Ahhh. Mmmm. Mmmm. Era lo único que ella podía decir.

Cogida por mi verga y mi pulgar, comenzó a vibrar de nuevo. Era tremenda la presión que ejercía sobre my verga. Estaba yo por correrme también.

- Mama, me corro también. Aquí va mi leche.

- Ahhh. Ahhh. Lléname de tu leche mi niño. Inúndame con ella. Ahhh.

Explotamos al mismo tiempo. Nuestros cuerpos resonaban en concierto, el de ella vibrando con cada chorro de mi leche que llenaba sus entrañas. Quedamos exhaustos. Caí junto a ella y la abrace, tomado una teta en mis manos. Mi verga fláccida entre sus nalgas. De pronto oímos:

- Que bella escena. Me encanto ver como se daban tanto cariño el uno al otro. Yo también quiero jugar…

Era Lexis. Había llegado de la escuela y nosotros ni siquiera habíamos oído la puerta abrirse. Había visto todo. Se había puesto más caliente que un carbón. Mientras nos miraba se había masturbado también. Se dirigía hacia la cama, desvistiéndose poco a poco. Su lengua recorría sus labios, saboreándose de lo que acababa de ver y también de lo que sentía al tiempo que su mano jugaba ya con su panochita depilada.

Llego al pie de la cama. Mamá estaba muda. Solo podía ver a su niña acercarse a nosotros de esa forma. Ni idea tenía que Lexis y yo ya habíamos experimentado con el sexo hacia unas horas apenas…

- Mamá, quiero hacerlo contigo primero. Ven, lame mis jugos. Mi panochita quiere sentir tu lengua jugar con ella, tal como lo hacías con la verga deliciosa de mi hermanito .

Se subió a la cama y se monto sobre mi madre. Puso su panocha en su boca y mi mamá comenzó a lamerla, como por instinto.  Mientras, yo me puse de pie en la cama y deje que Lexis me mamara la verga una vez más. . .

Continuara?

Envíen sus comentarios si así lo quieren…