Leroy - la noche anterior -

Continación de Laura por la mañana, en la que esta vez él nos cuenta como conoció a la explosiva Laura.

Leroy salió de la casa pensando que era un cabrón con mucha suerte, la noche pasada sin esperárselo lo había ligado una tía buenísima que sin dudarlo mucho se lo había llevado a un lujoso apartamento para follar durante toda la noche.

Se sentía agotado mientras caminaba hacia su coche, un bonito deportivo que aún estaba pagando, se sentó y mientras arrancaba el coche se sorprendió a si mismo con una erección mientras recordaba la noche pasada.

Estaba en un bar tomándose una copa como cada noche al salir del trabajo cuando ella se le acercó, rubia y voluptuosa, vestía con elegancia un corto vestido que dejaba ver lo justo para desear ver el resto, él no se sorprendió demasiado por ello, era consciente de que era un hombre atractivo, con un cuerpo bien tonificado y un rostro agradable, además vestía trajes caros al mismo tiempo que una absoluta seguridad en sí mismo.

Sin embargo la chica – Laura – susurró a su oído acercando sus labios húmedos y carnosos y pegándole sus perfectas tetas contra el pecho. Inmediatamente tuvo una erección, y se sentía como un tonto por ello, era un hombre en la treintena con mucha vida vivida y no un adolescente cachondo, sin embargo la sensualidad que desprendía cada poro de la piel de Laura lo desarmó y lo redujo a un estado de valvuceante deseo, lo cual pareció ser justo lo que ella buscaba.

Aún sentados en la barra del bar Laura se inclinó hacia él subiendo su muslo derecho y restregando la rodilla de Leroy contra su entrepierna, mientras con su mano izquierda le masajeaba su cada vez más dura polla.

-Vamos – le volvió a susurrar y agarrándolo de la mano lo condujo hacia el servio de mujeres ante la atenta mirada de los camareros, aquel era un local "serio" donde hombres y mujeres de negocios compartían unas copas entre risas despues de un duro día de trabajo, no un club de swingers, pero como bien sabían algunos de sus clientes eran hombres y mujeres muy importantes a los que no convenía molestar, así que los dejaron ir con una mezcla de sorpresa, desdén y mucha envidia -.

Leroy se dejaba guiar como un corderito, no se creía lo que estaba haciendo, pero la mano de Laura era firme y decidida y el estaba tan cachondo que ya solo pensaba en follarsela.

Entraron en los servicios de mujeres, limpios y amplios, Laura se dio la vuelta hacia el y lo besó, sus labios eran húmedos y carnosos y su lengua exigente – fóllame cabrón – le dijo con desafío – sólo entonces deparó Leroy en que había mas gente en el servicio con ellos, dos bellezas morenas que los miraban con sorpresa y diversión, pero lejos de importarle a su amante, eso parecía ponerla aún más cachonda, empujó una de las puertas abiertas de los retretes todavía besándolo y con un gesto cargado de erotismo se bajó las bragas, mirándolo fijamente a los ojos se metió un dedo en s perfectamente recortado coño y se lo introdujo a Leroy en la boca para que lo saborease. Con manos expertas le desabrochó el pantalón y le sacó la polla, Leroy sabia que no era un actor porno, pero tampoco la tenia de mal tamaño, y sentándose en el retrete, dejando bien abierto su coño para que el y las dos chicas que aún los miraban pudieran tener una buen visión de lo que hacían, ya que no se había molestado en cerrar la puerta.

Comenzó a chupársela como una autentica experta introduciéndose la polla entera hasta el fondo para masajearsela con los músculos de la garganta mientras que con la mano se acariciaba los cojones, era una vision única ver a una mujer tan hermosa y con clase sentada en un retrete chupándosela a un desconocido a la vista de todos, y por eso lo hacia, y por eso podía hacerlo...

Y ahora fóllame, - le dijo dejando de chupársela, esta vez le tocó a Leroy sentarse en el retrete con los pantalones bajados y la polla tiesa, el se sorprendió al comprobar que tenia un condón ya puesto, - la chica es una autentica maestra - pensó – Laura se puso mirando hacia fuera del servicio para disfrute de su publico compuesto ahora por tres sorprendidas mujeres y con maestría se levantó el vestido hasta la cintura he introdujo la polla de su amante en su coño, comenzando a follarse con las piernas bien abiertas para que todos la viesen.

-¿Que pasa? – Les preguntó a las chicas, - ¿no habéis visto nunca una zorra follandose a un buen macho? Y además folla muy bien, la tiene grande y dura... – las chicas la miraban en una mezcla de deseo y sorpresa, cosas como esa no se veían todos los días, y seguramente si se hubiera tratado de otra persona

Ya habrían salido, archivando la historia como una anécdota graciosa que contar a sus compañeros – ¿sabéis que dos calentorros se pusieron a joder en los servicios del Mar´s delante de todas? – Sin embargo Laura no era cualquier otra, quizá por su cara de deseo, por su mirada desafiante, por su cuerpo perfecto, por mil cosas y ninguna, pero lo cierto es que siguieron mirándola follar con la polla del desconocido entrando y saliendo de su coño entre gemidos de placer.

El publico compuesto de tres chicas era totalmente heterosexual, mujeres liberadas pero heterosexuales, sin embargo la escena las estaba poniendo cachondas y ya sentían los jugos de sus coños mojar las bragas de lencería fina. Una de ellas (la ultima) se veía mas afectada por el echo de estar meandose aún, tal había sido su sorpresa al entrar que por un momento se le había olvidado sus ganas de orinar, pero ahora la excitación hizo que le volvieran duplicadas, pero no quería dejar de ver el espectáculo que le ofrecía, y comenzó a cruzar las piernas y moverse un poco intentando aguantar las ganas.

Si te estas meando, hazlo – le dijo una de las chicas - viendo a esta guarra aún le queda un rato de follada – la que habló era una morena menudita y de buen cuerpo con pinta de niña buena que se sorprendió a sí misma pronunciando esas palabras, pero a todo el servicio olía a sexo, los gemidos eran cada vez más continuos y ella estaba cachonda como una gata en celo.

La que se estaba orinando no se lo pensó más y entró en el retrete contiguo – deja la puerta abierta, asi podremos contarte lo que pasa – le dijo la otra chica, también morena pero más alta – y para su sorpresa no cerró la puerta y ante las miradas de dos desconocidas, mientras otros desconocidos echaban un polvo a su lado se subió el vestido hasta la cintura, se bajó los panties, despues las bragas, dejando ver por completo su chocho y se sentó a mear.

El sonido y el olor de su meada se unieron a los gemidos y el olor a follada de los servicios, creando aún más un ambiente de sexo que se podía cortar con un cuchillo. Mientras, la chica alta le narraba algunos de los sucesos que se estaba "perdiendo"

La muy puta tiene una cara de deseo que no puede con ella, y cuando mueve esos labios se ve que está acostumbrada a chupar pollas, mira la guarra como ahora mientras se la follan se mete un dedo en el coño y se lo chupa...

Terminó de mear y se limpió, las dos chicas llevaban la vista de la pareja follando a su coño, no se lo podía creer pero eso la ponía aun más caliente, se volvió a subir las bragas y el se bajó el vestido y volvió al espectáculo

El hombre no podía aguantar más – me voy a correr - le susurró. La chica se levantó entonces, y quitándole el condón se arrodilló en el servicio enseñando ahora su dilato coño y su perfecto culo a su publico, y metiéndose la polla en la boca recogió toda la leche que disparaba, lamió y chupó con fruición, no dejando escapar nada, y se levantó aun con parte del semen en la boca, entreabriendo los labios dejó escapar un poco de leche por la comisura y se relamió con la lengua – hum... rico – dijo – y dirigiéndose a las chicas les dio un beso en los labios a cada una. Introduciendo su lengua aún llena de leche en la de ellas, y compartiendo el "manjar", ante la sorpresa de las chicas, y la de Leroy, que aún estaba con la polla al aire despues de la increíble corrida, ellas respondieron al beso.

¿Nos acompañáis? – Les preguntó – estoy segura que aún podemos sacar algo de leche de esa bonita polla, y si no yo nos os dejaré insatisfechas. Las tres desconocidas, aún con el sabor del semen de un extraño en sus bocas introducido por la lengua de una desconocida se lo pensaron para sus adentros, pero quizá seria ir demasiado lejos. por el momento – quizá la próxima vez – les dijo Laura con una deslumbrante sonrisa – Salieron del bar en relativo anonimato, Leroy ya con los pantalones subidos y con relativa normalidad, ella, dejando un par de bonitas bragas abandonadas en el baño...

Leroy llegó ya a su propia casa, la polla le dolía, era increíble que despues de las veces que se había corrido en unas pocas horas, pero el recordar el primer polvo de la noche, las caras de deseo de las tres chicas mientras follaban, el beso compartiendo la corrida que acababa de salir de su polla, el sonido de la chica meando a su lado...

Bueno, era un profesional, le pagaban por fijarse en los detalles, y todos esos detalles eran muy excitantes, se deleitaba con ellos una y otra vez...

Se subió en el ascensor que lo llevaría a su apartamento del 7º junto con la vecina del 5º, una joven preciosa, no más de 19, probablemente 17. Llevaba una minifalda y un top ajustado, - otra que acaba de llegar de fiesta – tenia la polla dura, bien marcada en los pantalones, normalmente habría disimulado, o bajado la erección, pero esta vez no, la niña tenia un morbazo enorme, y aunque no era debido a ella su excitación, no vio nada de malo si ella pensaba que si.

La chica la vio, claro, y también lo olió, olía a coño, a jugos, a semen –alguna guarra con suerte se lo ha estado tirando esta noche, - pensó la chica a la que siempre le había gustado el nuevo vecino – despues reparó en su erección – y encima la tiene grande el hijo de puta... – no sabia si era por ella o por otra, pero se quería asegurar. Cuando llegó a su piso antes de salir dejó caer su anillo ante la puerta, se agachó de cara a el sabiendo que le estaba enseñando no tanto su minúsculo tanga rosa como su coñito adolescente y una buena visión de sus tetas. Al incorporarse le miró directamente a los ojos, dejándole sabe que lo hacia por él... y salió contenta sabiendo que formaría parte de sus futuras fantasías.

Leroy por fin llegó a su espacioso apartamento -, la muy zorra de la vecinita... – pensó con una sonrisa, se fue a duchar, tomo un café – 4 horas para la reunión – bostezó aun con la humeante taza de café en la mano, dio un sorbo y se quedó dormido entre recuerdos.