LEONEL y MARIELIZ - PARTE 2 y ¿FINAL?
La pareja finalmente disfruta su sexualidad a pleno.
LEONEL Y MARIELIZ - PARTE 2 y Final.
“- ¡NO TE ACERQUES! SI LO HACES… ¡SALTO! LO DIGO EN SERIO”
“- No. No se me ocurriría hacer eso. Descuida, tan solo quiero conversar un poco contigo.” Le digo a la chica que esta por tirarse al vacío.
Bueno, ¿por dónde iba? Ah sí, Marieliz finalmente aceptó hablar con Joaquín para aclarar las cosas, que ella no estaba jugando con él. Asique le termino preguntando que a donde podían encontrarse para tener una charla tranquila, y él, lógicamente, ofreció su casa.
Joaquín viene de una familia acomodada, y tenía varios minidepartamentos que alquilaba. Él vivía en uno de esos departamentos destinados al alquiler con todos los lujos de un soltero codiciado. Está de más decir que nosotros también venimos de familias medianamente acomodadas, y nunca nos faltó nada. Siempre tuvimos el apoyo de ambas familias para todo. Esa fue una de las razones por las cuales pudimos salir adelante y sin complicaciones. Además, a todas las reuniones que asistíamos, siempre podíamos dejarle a nuestro hijo al cuidado de los abuelos… Ellos se turnaban. Se peleaban por quien podía tenerle los fines de semana. Ya saben, eran abuelos y actuaban como tales para con su nieto.
Bueno, finalmente el tan ansiado día había llegado. Todo estaba bien conversado para ese momento. Solo sería hablar y decirle que no era un juego. Que simplemente ella quería disfrutar un poco, pero sin pasar a mayores. Si, ahora en frío, puedo decir que fue el argumento mas ridículo que una persona podría dar a alguien. Quedamos a que, si la situación ameritaba, solo podría llegar a haber hasta besos y nada más. No pasaría a mayores. Era mas que nada a que veíamos que Joaquín estaba un poco fastidiado con ella… y con toda la razón del mundo. Llevaba mucho tiempo aguantando todo el juego de seducción que no llegaba a nada. Asique, el plan, era calmarle un poco y poder seguir usándolo, seguir disfrutando de él un poco más. Cuando ella llegó a la puerta de la casa de Joaquín, él la recibió muy bien… Había pedido comida china y una buena botella de vino. Comieron sin tocar el tema, hablando solo del último ciclo de la carrera… De lo que tenían planeado hacer luego de la graduación y más cosas que no tenían nada que ver para lo que ella estaba ahí. Luego de la comida, acabaron la botella de vino. Y se sentaron en un sofá. Ya sentados, él comenzó a acariciarle la rodilla. A todo esto, Marieliz había ido con una falda tubo de Jeans… y una blusa azul marino… Él empezó tocando sus rodillas y fue subiendo por los muslos, pero la falda, al ser pegada, no dejaba ir libremente por ella. Empezaron a besarse muy lentamente y fueron acelerándose en el beso. El comenzó a desabotonar su blusa, pero ella se resistió. Le dijo que no era lo que ella quería. La verdad, no se como se resistió tanto… por que cuando llego a casa, sus bragas eran un mar de flujos que… ¡¡¡uuufff!!! Así estuvieron un rato más, hasta que ella le dijo que debía de marcharse. Supongo que Joaquín entendió que no era momento de insistir y que el hecho de que haya aceptado estar con él en su casa ya era un gran paso ganado.
Cuando ella llegó a casa como era costumbre fue una sesión de sexo puro y le pedí que no se contuviera. ¡Nuevamente la cabeza me ganaba! Le pedí que no se controlara en nada. Que ya había llegado a demasiado y que dar ese último paso, ¡era inevitable! ¡Le dije que quería que se lo follase y lo grabara para oírlo ambos en nuestra casa! Ella en pleno acto sexual no decía nada, pero sus movimientos, y cuerpo, decían otra cosa.
Pero, al día siguiente, nuevamente Marieliz me habló en frío. ¡Que si todo lo que dije era en serio! Y yo, nuevamente, al igual que antes, no sabía cómo explicarme… ¡o realmente no sabía si lo quería! Pero traté, una vez más, de ordenar mis ideas, ¡y le dije que era algo que me ponía muchísimo! ¡Qué quería que ella goce, que disfrute sin contenerse y sin arrepentimientos! Ella me miraba sin decir nada, y yo seguía tratando de explicarme. Le dije que la amaba, que en serio la amaba con todo mi ser, que todas estas situaciones nos habían llevado a polvos que nada se comparaban con los que teníamos antes de toda esta locura. Le dije, además, que era muy tarde para dar marcha atrás. ¡Que era más peligroso dar un paso para atrás que para adelante! No sabíamos como lo podía tomar Joaquín… ¡y más cuando ella había estado en casa de él!
Le mostré también, algún que otro foro de experiencias acerca de infidelidades consentidas. Y toda esa semana pasó sin que habláramos más del tema. Mucho tiempo después, ella me confesaría que toda esa semana se la pasó leyendo muchos relatos y experiencias eróticas.
Acabando esa semana, me informó que Joaquín le había invitado a cenar nuevamente. Yo le dije que ella decidía. Si le poníamos fin a todo de una vez, porque no era justo para nadie. Obviamente que metí un poco de presión con eso. Y ella me dijo que tenía razón, que no era justo... Así que iría para ponerle fin a todo. Yo le dije que ella decidía... Qué ya sabía mi opinión, que lo que ella decida, o haga, lo respetaría.
Ellos habían quedado a las 5 de la tarde, o de la noche, dependiendo del país que te encuentres leyendo este relato será uno u otro momento, y ella estaba muy nerviosa. No sabía cómo decirle que ya no podían seguir con eso. Que todo había acabado.
¡Ella fue vestida con unos jeans negros y una camiseta! No fue como hubiera querido que fuera, hasta ese momento, todo acababa ese día. Cuando finalmente llegó a la puerta de la casa, él la recibió con un pequeño beso en los labios, ella no dijo nada. Joaquín sacó nuevamente una botella de vino y hablaban de cosas sin importancia... Marieliz, tenía como intención, decírselo rápidamente al momento de irse. Ya eran las 6:30 de la tarde y ella le dijo que era momento de que se marchara. Ya había comenzado a sentir un poco los efectos del alcohol. Finalmente, cuándo ella se quedó callada para ordenar sus ideas de cómo decírselo todo, él se acercó a donde estaba ella y la tumbó en el sofá. En ese momento empezó a comerla a besos. Ella quería pararlo, pero no reaccionaba. Joaquín, empezó a pasar sus manos por el pecho y a besarle el cuello. Luego bajó la mano a su entrepierna y empezó a sobarla por encima. Fue ahí cuando ella empezó a excitarse demasiado. Al día siguiente me diría que en ese momento no pensaba mucho y solo se dejaba estar. Cuando Joaquín empezó a desabrocharle los botones del pantalón, ella reaccionó, y lo paró… Le dijo que no podían seguir con eso, pero él, nuevamente la atacó, y ella ya no opuso resistencia… Estaba demasiado excitada excitada para ese entonces, y fue cuando en su mente, finalmente se decidió. Se dijo que ella no me estaba engañando, que yo la llevé a esa situación. Se decía eso para no sentirse culpable. Ella entonces, le pidió un respiro. Que se quedaría un rato más para "aclarar las cosas" y fue a los aseos. En ese momento fue cuando empezó a poner la grabación de audio del celular. Ella habría podido fácilmente gozarlo, y contármelo todo, pero recordó lo que yo le había dicho en una de nuestras maratones sexuales, que grabe los encuentros. La grabación empezó a las 6:48 de la tarde y duró hasta las 7:32. Ese es el tiempo que duró su primer polvo con Joaquín. Luego, está la de las 7:58 a las 9:13 de la noche… y la última, desde las 10:12 de la noche, hasta las 10:35. Ella llegó a la casa a las 11:10 de la noche, aproximadamente.
En la primera grabación de 44 minutos todo inicia con un silencio y el sonido del cierre de una puerta, la del baño. Lo siguiente que voy a relatar, lo contaré en primera persona y lo que se pueda entender y claro, también lo que más o menos hablaron o dijeron, porque la grabación de voz de un celular no es tan clara.
“- Ufff estoy muy roja, el vino no me cae muy bien…” Le dice Marieliz a Joaquín.
“- ¡Roja o no! Siempre te ves muy tierna.
Marieliz, en ese momento se ríe, sonrojándose tímidamente, al escuchar el halago de Joaquín.
De repente se oye un sonido fuerte. Ese sonido fue debido a que Marieliz estaba dejando el móvil en la mesa del centro. Joaquín la estaba esperando en el mueble y la invitó a sentarse a su lado. Ni bien se sentó, ambos se buscaron la boca. Ella ya tenía claro lo que iba a pasar... No se contuvo más y se subió encima de él...
“- No tienes idea de cuanto estaba deseando esto.” Le dice Joaquín a Marieliz.
“- ¡Cállate! Porque solo será esta vez...” le responde ella, con la voz agitada, mientras se saca la camiseta y se desabrocha el sujetador…
“- ¡Dios! ¡Qué hermosas son!” Exclama Joaquín al ver los pechos de Marieliz, y comienza a chupárselos.
La contextura y tamaño de los pechos de Marieliz son bien redonditos y bien proporcionados a su cuerpo. Eso es algo que siempre cuidó ella, aún durante la lactancia. Después de dar solo 2 semanas de pecho, que era por recomendación del médico, por el calostro y todos esos nutrientes, ya no volvió a dar de mamar. Se compró un extractor y se complementó con fórmulas. Ella cuidó demasiado sus pechos y por eso fue que quedaron muy bien, ¡hasta el día de hoy!
Rápidamente, y como si no hubiera tiempo, acabaron de quitarse todas las prendas, y ella inmediatamente volvió a subirse, dirigió la punta de su pene a su vagina y fue bajando lentamente... Y sí, fue sin preservativo. Otra cosa más que fuimos muy descuidados. Pero más por las enfermedades, porque ella se cuidaba con píldoras. Y este es un dato adicional, siempre lo hicieron sin preservativo y solo fue con él eso de no preservativo. Ya los futuros encuentros con otras personas, cómo regla de oro, era el uso del mismo. ¡Prosigo!
Marieliz estuvo montándolo con fuerza ...todo el acto fue muy fuerte... Con mucho deseo reprimido, saliendo explosivamente… Ella dominó todo ese polvo y estuvieron 30 minutos dándose con todo… Él, que hasta ese momento, no sabía que ella se cuidaba, se retiró antes de acabar y eyaculó afuera… Ella no le dijo nada, pero sí le vino la conciencia, y pensó que fue muy arriesgado el hacerlo sin un preservativo.
“-¡¡¡Diosss!!! ¡¡Qué rico te mueves!! Le dice Joaquín a Marieliz.
“- Jajajaja, cállate! Espero lo hayas gozado, ¡por qué no habrá más!”
Marieliz cogió el móvil y acabó la grabación. Se puso el sujetador, las bragas y encima solo la camiseta, y fue por agua a la cocina… Luego se retiró al baño a asearse un poco… porque ella siempre lubrica bastante y no le gusta eso.
Estando en el baño, meditándolo, no cree en todo lo que pasó, le parece irreal y empieza a agitarse un poco... No había quedado satisfecha del todo, ¡y quería más acción!... Volvió a la sala, cogió el móvil y le dijo a Joaquín que me escribiría para avisar que tardaría, porqué la "cita con sus primas" no iba a durar tanto tiempo... Obviamente, sí me escribió, pero solo me puso: “Llegaré Tarde”, seguido por una carita con besos. Y aprovechó en iniciar una nueva grabación.
Ni bien dijo eso, Joaquín se puso como una moto...Se paró como un resorte y se puso detrás de ella, y empezó a besarle la nuca, y a masajear los pechos por debajo de la camiseta... Y le dijo, “- ¿No qué la única vez...?” Ella le responde, “- ¿¿Quieres que así sea, o no?? En ese momento, Joaquín comenzó a introducirle un par de dedos dentro de ella.
“- Vamos a la cama... Quiero hacerlo bien, Marieliz”
Marieliz todo ese par de minutos estuvo con el móvil en la mano, y cuando entraron a la habitación dejó el móvil en la mesa de noche al lado de la cama... Estando en la cama empezaron a besarse apasionadamente… Él rápidamente se volvió a desnudar y empezó a desnudarla a ella... La tuvo a su merced completamente desnuda y le hizo un buen oral por cerca de 15 minutos... Marieliz jadeaba mucho... Estaba a punto de explotar, como pocas veces lo había conseguido conmigo... Y comenzó a tirarle de los cabellos... Cuando él se detuvo, le dijo que ahora era su turno... Y ella no lo dudó... Cogió su pene y fue chupándolo lentamente primero y luego más lascivamente. Mas tarde me diría que su pene era ligeramente más pequeño que el mío, pero un poco más grueso, y que lo que sí le encantó, fue que se depilaba...yo por ese entonces, no lo hacía. Ahora, a la luz de esa información, lo hago siempre.
Marieliz ya quería tenerlo dentro y lo más sorprendente fue, qué él sacó de la mesita de adentro unos preservativos y dijo que no quería correr riesgos, que luego la píldora del día después era muy dañina para las mujeres... Ella se río, y le dijo que a la hora que quiere usarlo... Y le confesó que ella se cuidaba con píldoras anticonceptivas... ¿Para qué? ¡¡Inmediatamente a él le brillaron los ojos y se puso como un animal!!
La empujó a la cama, y se puso encima de ella besándola y diciéndole que, si así es que quería hacerlo, que se la meta sin nada. Ella solo le sonreía... Y él, separó sus piernas, y fue invadiéndola… Sacándole unos ricos gemidos… Rápidamente, alzó sus piernas a su hombro y comenzó a bombearla con fuerza... Los golpes y los gemidos de ella son fuertes en el audio y esas son las partes que más me existan cuando los escucho una y otra vez.
La cogió bruscamente, y la giró... La puso en cuatro, y jalándole el cabello, fue bombeando desde atrás... ¡Ella para ese momento estaba hecha un charco de flujos!... Lo que pasa, ¡es que no se imaginan cuanto es lo que ella se moja! ¡Estaba muy fuera de sí!
Cuando está en ese estado, ¡¡es una máquina!! Marieliz pedía más rápido y más fuete, y ya sus gemidos, ¡¡eran casi gritos!! Lo único que a ella le "molestaba" era que paraba a cada rato, ¡¡pero lo hacía para no venirse rápido!!
¡Es que las mujeres cuando están en ese estado, piensan que debemos ser unas máquinas folladoras! Lo bueno, era que también se notaba que tenía mucha experiencia, porqué hacía esos descansos cambiando de posición... Estando ella arriba, que es su posición favorita, porque dice que tiene el control total (Y se mueve que ni les cuento), él le advirtió que no tardaría en correrse... Y ella no se detuvo...
Eso hizo que se moviera y gimiera más fuerte y él terminó por correrse dentro de ella... otra vez.
¡¡¡Él no paraba de decir lo grandiosa que era ella como mujer y que había gozado como nunca antes en su vida!!!!!!
Ella se tumbó al lado de él y nuevamente todo le parecía tan irreal... Volvió a ir a los aseos a limpiarse y aprovechar en parar la grabación... ¡Sus piernas temblaban de tanto sexo duro y salvaje que había tenido con su amante! Cuando salió, le dijo que ya tenía que marcharse, así que empezó a cambiarse… Él, le dijo que al menos comiera algo... Que pedía una pizza y unas bebidas... Ella accedió, porqué efectivamente, ¡¡sí tenía hambre!!
Cuando acabaron la pizza y el par de cervezas se quedaron viéndose... Y como sí se leyeran la mente, ella le dijo ni lo pienses, ¡que ya su vagina la tenía muy irritada! Y empezaron a reírse… Y si, efectivamente, ella me dijo confidencialmente que en serio no tenía intención de un tercer polvo, pero que le dijo que me mandaría un mensaje más, para que no esté preocupado. Cosa que no hizo, pero sí puso la tercera grabación...
Según ella, lo hizo porque en ese momento, quería que se grabara de como ella salía de su casa y a qué hora... etc., etc., etc. Es lo que me dijo.
Resulta que cuando se pararon para despedirse, se besaron, y estuvieron así un rato y él se bajó los pantalones, y lo mismo hizo con ella, la inclinó con la cabeza al mueble y empezó a darle desde atrás... ¡¡¡Ese tercer polvo fue muy brusco y rápido!!! Él llegó a venirse en 15 minutos aproximadamente… Le alcanzó unos pañitos y Marieliz se limpió un poco y se subió los pantalones, y le dijo que ahora sí, ahora tenía que irse...
Él la acompañó a que tomara un taxi y fue todo.
¡¡Imagínense como estaba yo!! ¡¡Era un manojo de nervios!! Me estaba volviendo loco en mi casa… sin saber nada. Les juro, que hasta sospeche que no había pasado nada y que ella quería darme una lección… y estaba por ahí con una amiga… o algo así. Luego, me empecé a preguntar si realmente había pasado. ¡¡No sabía qué hacer!! ¡¡¡Lo que pasa, es que no sabía nada de ella desde que me dejó ese mensaje!!!
Finalmente, Marieliz llega a casa pasada las 11 de la noche, y llegó un poco seria y temblando. Ni bien me ve, me nota todo preocupado... y me termina diciendo que pasó... Y se le veía con la carita toda asustada. Esos momentos, para mí, fue de sentir un dolor que crecía, y a la vez también lo hacía la excitación. Me acerqué a ella y la besé... Bajé la mano por debajo de su pantalón y estaba muy húmeda… Y todo cambió en ese instante...
Por mi mente pasaban un sin fin de situaciones... La cargué y la llevé a la cama, la desnudé, y pude ver claramente las evidencias del encuentro... Tenía las bragas manchadas... Tenía muy enrojecida el área de su vagina... Yo no pude aguantar más y le metí mi pene… Estaba tan húmeda... No tardé mucho en venirme. ¡Eran demasiadas sensaciones para mí en ese instante!
Luego en frío, le entró la vergüenza y el arrepentimiento... Ahí la volví a calmar… Le dije que no había pasado nada malo... Que era algo que al final lo deseábamos… Ella se bañó y ya en la cama le pedí los detalles...En ese momento yo no sabía que todo lo tenía grabado.
Cuando ella me dijo mejor lo escuchamos y te voy aclarando, me hice una idea de lo que se vendría... Nos pusimos unos auriculares y empezó a reproducir los tres audios.
¡Fue muy excitante! No habíamos llegado a acabar el segundo audio y ya la tenía parada... ¡Lo hicimos tan rico! Luego de acabar, ¡¡ella cayó como plomo a la cama!! Estaba deshecha... y no tardó en quedarse dormida... ¡¡Yo aproveché y culminé de oír las grabaciones!! ¡Fue tan extraño! Entre en una desesperación y mucha excitación, también… Sobre todo, en las partes que ella gemía mucho.
Todo llegó a su fin al año, y fue por muchas razones...
La primera, nos llegamos a aburrir, por así decirlo... Ya no había tanta chispa, ese miedo a lo prohibido... Y también se había perdido mucho la frecuencia de las quedadas con Joaquín.
Si, los primeros meses eran dos veces a la semana, o hasta tres o cuatro, pero, para finales del año, ya se habían vuelto una cada quince o veinte días.
Él, como les había dicho, era de esos que son chulitos... de plata... ¡Siempre le gustó la vida nocturna y alocada! Siempre tenía ligues... Y por esas fechas, así, ligando un poco por aquí y otro poco por allá, ¡encontró a una chica que sí lo ponía en su lugar! O algo así decían. Y, parece que a él le gustó ese reto, al cual fue dedicándole mucho tiempo. A ver qué onda con la chica.
Y así sin más, un día, Marieliz y Joaquín echaron un último polvo... ¡Y no volvieron a quedar más!
Y así fue, que culminaron la Universidad, y todos tomaron caminos distintos.
Y esa es la historia, de cómo Marieliz y yo nos iniciamos en este mundo. Cometimos errores, y muchos. Pero todos fueron por la inexperiencia de ese entonces. Pero conforme pasó el tiempo, fuimos haciéndonos expertos.
Marieliz, todo esto que vivió, solo llegó a contárselo a su mejor amiga, y fue cuando todo esto había pasado y quedado atrás. De nuestros allegados, solo lo saben esa amiga y su actual pareja.
En muchas quedadas con ellos, intentamos incitarlos, pero nunca se animaron...
Lo máximo que se logró fue que ella y Marieliz se besaran en una borrachera.
¡Pero, esas ya son otras historias y para mucho más adelante!
Ahora, en la actualidad, vinimos a Argentina, de visita. En este momento me encuentro en la terraza de un hotel de la zona de Puerto Madero. Viendo la hermosa noche que es en Buenos Aires. Y disfrutando del aire libre, luego de haber tenido unas horas de rico sexo con mí esposa. Y si, piensan correctamente, ella está ahora con alguien acabando lo que fue una gran noche para nosotros. Y, justamente por qué subí a la terraza del hotel mientras espero a mí Marieliz, es que me encuentro en esta situación.
Delante mio hay una chica con intenciones de tirarse al vacío.
"- Por favor, señorita. No puede ser tan malo el motivo por el que usted haya decidido quitarse la vida." le digo en tono calmo y conciliador a la desconocida.
"- Usted no sabe lo que es mí vida." me responde toda compungida y llorando la muchacha, que se está por tirar al vacío. "- He sido una mala mujer. Les hice daño a todas mis parejas. Incluso a mí mejor amigo, en su adolescencia, al cual juré jamás lastimarle por el cariño que le tenía... y sin embargo... le hice un gran daño. No puedo perdonarme... Encima, me dijeron que mí útero es hostil y que jamás podré tener un hijo. Eso... El descubrir eso... Hizo que mí esposo me engañara con su mejor amiga y tuvieran un hijo... Y terminó yéndose a vivir con ella. Asíque si, merezco esto..." la mujer me mira a los ojos. "-Hace poco tuve mí oportunidad de tener algo con alguien, pero mí conciencia me jugó en contra e hice que la pareja de mí mejor amigo y mí propio mejor amigo se... ¡Dios! ¡Soy una mala persona! ¡Necesito hacer esto!"
Presintiendo lo peor, corro en dirección a la chica y logro alcanzarla y sostenerla justo cuando va a saltar al vacío... Logrando salvarla de un trágico final. La muchacha, llora en mís brazos y me súplica que me quedé en la terraza un rato más. Me comenta que se llama Andrea, y me agradece que estuviera ahí.
En ese momento llega Marieliz toda satisfecha y feliz. Al acercarse a dónde me encuentro, me pregunta quién es la chica y que le anda pasando. Entonces, le cuento todo lo que pasó. Entre los dos tratamos de darle ánimos y la invitamos a pasar la noche en nuestra habitación para que se tranquilice. Y no, no para eso que creen. ¡Por dios! ¡La pobre acaba de vivir una experiencia traumática! ¿Qué onda con ustedes?
Fin... ¡Por ahora!
Bueno, paso a aclarar ciertos puntos. Se estarán preguntando si Marieliz y yo seguimos juntos tras tanto tiempo de situaciones como esta relatada, y la verdad es... que si. Aún seguimos juntos.
Somos un matrimonio muy sólido, los dos sabemos lo que queremos y lo que deseamos y lejos de los relatos que están en este sitio, la realidad es diferente. Ella jamás se enamoró de Joaquín. Bajo sus mismas palabras, “- ¿¿Enamorarme y dejarlo todo por él?? ¡¡Nada que ver!! Uno no se enamora de alguien solo porque da buenos polvos. Eso es de películas. El sexo con él era, ¡ufff, buenísimo! Pero el llegar a casa y hacerlo con Leonel, ¡¡¡era mucho más riquísimo!!! Es que en esto hay que ser simples, cuanto más lo pienses es peor.”
También se deben de estar preguntando si el se enamoró de ella. La respuesta es, ni idea. Jamás nos lo hizo saber. Aunque en esa época, en donde buscaba cualquier excusa para quedar con ella, pues, creo que era más un embelesamiento por toda la situación que estaba viviendo. Pero bue, allá él.
A Joaquín, lo usamos como un dildo de carne. Nada más. Era un juguete. Gracias a esos polvos, fue que nuestra sexualidad mejoró para mejor.
Después de él vinieron otras experiencias. Hicimos tríos, intercambios de pareja, y otras prácticas, que no van al caso. En los tríos, yo tenia una regla, si estaba presente, debía de participar. Y si al final decidía no hacerlo, ella era libre para disfrutar del amante de turno, y yo, me retiraba de la habitación. O todo o nada para mí. Y antes de que me digan si yo también tuve mis momentos de estar con otras mujeres, como Marieliz estaba con los hombres, la respuesta es no… Yo esa parte ya la había vivido en mi época de universidad. Y ahora quería que ella tuviera su momento y viviera a pleno su sexualidad.