LEON - primera parte

Una pequeña escapada de dos días para cumplir las fantasías que imaginaban vía wasap. Esto es sólo el preludio de lo que les esperaba. Porque cuando hay ganas, lo de menos es el sitio...

Meses planeando la escapada a León y me dicen el día anterior que no puedo cogerme las vacaciones porque tenemos una baja de una compañera y me necesitan.

Con lo que nos costaba coincidir, cuadrar la vida que llevábamos para poder cumplir fantasías, no iba a permitir que ningún inconveniente me chafara el plan, así que tiré de contactos para que habilitaran mi portátil personal para acceder al del trabajo.

Envío wasap del cambio de planes:

Perro tengo noticias, me toca llevarme el portátil para trabajar.

Ok zorra.

Preparo maleta; poca ropa y mucho vicio. Me voy mañana y ya voy notando el calorcillo por la entrepierna.Guárdate de las ganas para mañana pienso, mientras meto los vibradores en la maleta.

Jamás un viaje a León se me hizo tan largo; reviso el apartamento que alquilé por la página de siempre; dos habitaciones, salón amplio, cocina americana, dos baños y wifi…. estaba deseando probar la mesa de la cocina…. Para, que te embalas.

Ya me quedaba una hora para llegar y notaba la entrepierna ardiendo y húmeda. Si es que así no se puede; hay cosas que no cambian por más tiempo que pase.

Por fin León; el apartamento cerca del Barrio Húmedo que luego nos vamos a tomar unos vinos. Es igual que en las fotos; entro en todas las habitaciones y lo único que me imagino es empotrada contra esas paredes. Me asomo a la ducha; en ésta sí que vamos a poder hacer fantasías. Cada vez los escojo mejor!

Suelto la maleta en la habitación; aún le queda para llegar, asi que ahora saco el arsenal de la maleta.

Miro el wasap.

¿Se puede saber porqué cojones no me abres la puerta? Te he llamado seis putas veces.

Tenía el móvil en la mesa. Le respondo.

Abro la puerta y entra como un torbellino.

Tía, ¿a tí qué te pasa? ¿Te llamo seis veces y no me coges el puto teléfono?

Cierro la puerta; tras el viaje lo que menos me apetece es discutir; al cerrarla me empotra de cara contra la puerta.

Esto, por no cogerme el teléfono. - Me levanta el vestido para meterme mano. No hay nada debajo.

Joooder… pero si estás mojada!

Le restriego el culo contra el pantalón notando como va creciendo. Le bajo la cremallera y se la saco. Ya la tiene dura.  Arqueo la espalda con ademán de metérmela yo.

Quita. Que eso aún no es tuyo - me quita la mano mientras me mete los dedos, primero los mete un poco, luego hasta el fondo.Le ayudo a masturbarme y me corro.

Noto como me la va restregando pero no me la mete; despacio, la frota contra mi culo y me alzo para que me la meta, me la restriega por el coño, intento metérmela yo.

¿A dónde vas? Si no te la voy a meter aún!

Me mojo los dedos y se la cojo, le toco despacio la punta esparciendo la saliva por la punta.

Me muerde el hombro- ahi va un moratón pienso. Otro mordisco al cuello. Me la va metiendo, entra despacio, y de repente de la embestida me levanta. Me agarra por las caderas y sigue embistiendo. Uno, dos, tres.. paro de contar las veces que me corro.

Bájame, que quiero estrenar la mesa le digo mientras intento darme la vuelta.

Me levanta a horcajadas y me suelta encima de la mesa; se mete entre mis piernas y me va lamiendo, se toma su tiempo hasta que me pasa la lengua por el clítoris,  sigue jugando, me succiona, me lame, tomándose su tiempo. Cada vez estoy más mojada, cada vez gimo más.

Te vas a atragantar - le dio gimiendo y con los pezones tiesos.

Shhtt.. te van a escuchar los vecinos.

Que se jodan….

Me corro en su boca y se levanta para metérmela; la tiene durísima. Primero despacio, viendo como va entrando, la saca, la vuelve a meter… Para y me baja de la mesa. Le miro mal.

Date la vuelta.

Me apoyo contra la mesa y me embiste. Me agarro a la mesa y me vuelvo a correr.

¿Pero cuántos llevas zorra?

¿Tú te crees que los cuento?

Puta multiorgásmica viciosa.

No te escuché quejarte nunca - le espeto mientras me corro otra vez.

Vamos al sofá me dice.

Se sienta. Me bajo a chupársela; está húmeda, con la gotita en la punta. Le paso la lengua y le escucho gemir. La voy metiendo en la boca, haciendo círculos en la punta, subo, bajo, primero más despacio, después más fuerte. Me levanto y me mira con cara de mala hostia.

¿Qué haces??

Shhtt…deja de protestar...

Me doy la vuelta y de espaldas, me la voy metiendo despacio, primero entera, hasta el fondo, la saco un poco, la meto hasta la mitad, la vuelvo a meterla entera. Me apoyo contra la pequeña mesa que hay frente al sofá.

Márcame el ritmo - le digo- ahora mandas tú.

Me coge por las caderas. Y va moviéndome a su antojo; apoyo las manos contra el sofá y me muevo como me está marcando. Le escucho gemir muy bajito...

Sigue, no se te ocurra parar ahora.

Al tercer embiste noto como me inunda. No era el recibimiento que tenía pensado, pero aún quedan dos días.....

Con razón a ese barrio de León le llaman el Barrio Húmedo….. y sólo acabamos de llegar….