Leo y Kilian, vacaciones y una más (9)

[Capítulo 9: "Vacaciones: oscuridad y lujuria"] Leo conoce la identidad de la misteriosa chica que habla con Kilian, en la noche pasan cosas que nunca pensé que podrían llegar a pasar...

En el capítulo anterior

… “Nos sentamos en los reservados mientras Kilian marcha a la barra un segundo, lo observo de reojo y veo que habla con una chica de espaldas…

-¿Quién será? Me pregunto sin mayor curiosidad.

Veo que Kilian se pone tenso a lo lejos… me levanto y voy en su dirección.

¿Será alguna conocida?...”

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“Vacaciones: sorpresa non grata.”

Mientras me acerco sigilosamente como si fuese un lugar sin apenas ruido, me voy alarmando cada vez más. Me acerco y me suena mucho su cara, pero no la puedo recordar, y menos con aquella luz tenue de la barra.

- ¡Hombre, el famoso Leo! –Dice la chica con retintín.

Sonrío afirmando con la cabeza, pero no logro descifrar aquella mirada recelosa.

- ¿No me la presentas Kilian?, ¿Quién es?

- Pues, mira Leo, esta es Valeria… mi… mi ex. – balbucea Kilian con el rostro pálido.

Quedo perplejo y paralizado, no sé cómo actuar, ni cómo actuará ella.

- ¡Ah okey! - pronuncio sin más dilación.

- Eres un pedazo de cabrón Kilian, ¿cómo puedes ser así de sínico?  - Grita Valeria en un estado de nerviosismo exagerado.

- Tranquila Valeria, este no es el lugar ni el momento – dice Kilian con susto y nerviosismo también.

- ¿Que ya le habrás tirado los tejos a mi novio verdad Leo?, ¡que se lo que tramas!

- ¿Estás loca o qué?, ¡lárgate, déjalo en paz tía! - Digo en un arrebato de histerismo .

Valeria me agarra de la mano y forcejea en plan rabiosa, a pesar de ser mucho más baja de los dos, tiene muy mal genio por lo que se ve.

- No te paces ni un pelo con él, ya no estoy contigo Valeria, no estás en mi vida, acéptalo de una vez, Leo en este tiempo se ha comportado treinta mil veces mejor que tú en todo este tiempo, siempre manejándome, pero eso ya no forma parte de mi vida.

Ella comienza a gritar, y a levantar la mano, cosa que el segurita la echa en menos de lo que canta un gallo.

- Lo siento Leo , me acaricia la mejilla al ver mi estado de pánico en el que me encontraba.

- No pasa nada, me suponía que algún día nos toparíamos con ella… tengo que contarte algo, espero que no te molestes. - Susurro con la cabeza gacha…

- ¡Cuéntame, me preocupas! - Noto su cara de preocupación y angustia.

- Valeria, me mandó un mensaje hace unos días amenazándome, pero no quise preocuparte.

- No, no, no… Leo ¡Por qué no me lo contaste!

- No te enfades por favor, no le di más importancia…no quise que se entrometiera en lo que podría surgir entre nosotros.

- No lo hará tenlo por seguro Leo, te protegeré siempre.

- Te quiero Kilian… beso los carnosos labios de mi Dios entre el ruido de la gente y de la música.

Kilian me agarra por el brazo y me lleva con unas copas a la mesa donde los chicos nos esperan entre risas y bailes…

Intentamos olvidarnos de lo que acababa de pasar, y pasar nuestra última noche lo mejor posible, entre copas y bailes improvisados con la mejor música que podría existir aquella noche, ya voy notando los efectos del alcohol por primera vez en mucho tiempo.

Todo me da vueltas, solo diviso el bello rostro de Kilian entre la multitud y las luces azules y violetas que me ciegan a cada paso… Necesito parar un segundo.

Me dirijo entre la gente en su máximo declive a los baños tan espectaculares llenos de espejos y cristales blancos y violetas. Entro y en él estaba Adrián, mirándose en el espejo como algo pensativo, y con la mirada un poco ida, reflejaba aún mayor palidez, (Adrían es un poco más bajo que Kilian, pero tiene un cuerpo de diez también, tiene los ojos color miel y el pelo castaño muy claro, con algunos reflejos rubios por el sol, pues le encanta practicar surf). Me acerco tambaleándome un poco y me lavo la cara mientras le pregunto que le ocurría.

- Nada Leo, estoy bien.

- ¿Seguro? Te noto distante desde hace unas semanas…

- No sé qué me pasa Leo, solo es que estoy trabado por una persona, pero es algo imposible.

- Ah Adrián, si es que alguna chica te tiene loquito, no te preocupes seguro que tu también a ella. ¿La conozco?

- Sí.

- ¿Solo “sí”?

- Leo… - Se queda frente a mí de pie y casi se le saltan las lágrimas…

- Adri tío, no estés así ¿te pasa algo más?

Agarro su hombro intentando descifrar aquella mirada, y que le pasaba por la cabeza en aquellos momentos, ya se me había pasado el mareo y solo me preocupaba como se sentía Adrián lo veía muy decaído. Cuando de repente y sin esperarlo, Adrián me planta un fuerte beso en los labios…apartándose alarmado… yo me quedo ojiplático… aquello no podía ser verdad, no me podría estar pasando a mí… de no haber tenido ninguna experiencia amorosa, encima este chico tan guapo me besa, cuando mejor estoy con el chico de mi vida…

- ¡Que haces Adrían! ¿Estás drogado o qué? – Le digo buscando una explicación.

  • No Leo, me pones, me excitas, no sé qué me pasa contigo, cuanto entiendo a Kilian, eres como un imán, no sé qué es, estoy tan confundido.

Me quedo sin poder hablar durante varios segundos, cuando de repente entra Kilian desabrochándose el cinturón y riendo.

- Ey chicos, ¿que hacéis?

- Nada estaba despejándome un poco, la música está muy alta… - digo cuando pienso que podría haber entrado solo unos instantes, y haber ocurrido lo peor.

- Sí, quizás deberíamos volver a tu casa Leo, voy a mear… - dice ya sin importar las palabras.

Miro el móvil, son las 4 y media de la madrugada, y mañana tendríamos que irnos por la tarde… no sabía que pensar, todo estaba volviéndose en mi contra… sin comerlo ni beberlo… Yo solo quiero estar con Kilian, no quiero ni que se interponga su exnovia psicópata ni su amigo… Me encierro en uno de los retretes y dejo a Adrián sentado con los ojos cerrados en las puertas de los baños…

Las lágrimas me brotan, estoy demasiado sensible por el alcohol y lo que ido transcurriendo a lo largo de la noche.

- Leo… estás llorando, ¿qué te pasa?, ¡abre por favor! - Dice Kilian con la cara pegada a la puerta de madera…

Yo sentado en el váter con las manos en la cara abro el fechillo y entra Kilian, me abraza y me tranquiliza sentir su olor, su piel, su boca… me besa numerosas veces, pidiéndome perdón por lo de Valeria… No sé qué decirle, no solo es Valeria, sino lo de Adrían…

Me quedo callado y la doy la mano y salimos sin más para no preocuparlo más, salimos directos en busca de las chicas y Toni, nos vamos a casa… Ninguno pregunta nada, y todos salimos de la discoteca sin rechista. Lo habíamos pasado bien, excepto yo por aquello que me acababa de pasar.

Nos subimos a la limusina, estoy rendido, muy cansado, y casi me quedo dormido en la ventanilla de aquel lujo de coche… Evito en todo momento mirarle a la cara Adrían no quiero saber nada, quiero que pase todo esto y poder hablar con él cuando estemos en condiciones.

Llegamos a la villa, y nos apresuramos a entrar en la casa, y sin mayor espera vamos cada uno a nuestros cuartos despidiéndonos como un buenas noches.

Me tumbo en la cama junto a Kilian que en los últimos minutos había estado bastante callado… Kilian no puede disimular una media sonrisa, y apoya su cara en una mano tumbado hacia mí.

- ¿De qué te ríes? Balbuceo sin mirarle a los ojos con mucho sueño.

- Tengo ganas de sentirte.

Dios, me late la polla sin poder reprimirlo, a pesar de estar borracho mi lívido se mantiene intacto, y noto que Kilian comienza a tocarme, el sueño se me pasa del golpe y me siento en el borde de la cama, me levanto y me lanzo a horcajadas entre los muslos de Kilian, me engancho en sus hombros y beso su deliciosa boca, aun con sabor a licor de piña, que hace que me excite aún más.

- Mmm, que rico sabes.

- Tú también, siempre sabes muy rico.

Lamo sin piedad su boca, mordiendo su labio inferior con deseo y lujuria, mi mano se desliza hasta su paquete, que llevo notando su erección desde el principio, de reojo miro la hora de la mesilla de noche, son las 5 de la mañana, pero no me importa, solo quiero perderme en los brazos de mi dios griego.

Me agacho y bajo sus pantalones dejando ver su abultado miembro en aquel bóxer blanco, aprieto con fuerza sus musculosos muslos, notando sus tendones y aquella piel aterciopelada… creo que voy a estallar en deseo, solo de sentir el contacto directo con mi hombre.

Me meto sin pensarlo su precioso bulto en la boca, no me cabe pero el simple hecho de saber que todo aquello era mío, hace que sienta como recorre por mi pene el líquido pre-seminal, el escroto se me encoge y siento un gran placer al tener aquel paquete en mi boca. Bajo la ropa interior, y ahora Kilian me desliza la camisa tirándola al suelo, y los pantalones, ahora él está completamente desnudo, con los boxer por los tobillos, aunque aún tiene los zapatos, dios mío que bien queda estar desnudo solo con zapatos.

- Coge el lubricante del cajón - me dice casi sin poder hablar.

Lo cojo rápidamente y se lo hecho por todo el cuerpo, masajeo también su dulce y tierna polla con el… me empieza a pajear con fuerza y ganas, se me tornan los ojos hacia atrás del placer y hago que pare…

Sin esperarlo me penetra suavemente, sintiendo cada ápice de piel en mi interior, siento como sale y vuelve a entrar numerosas veces, mientras con una mano me masturba.

Siento que voy a llegar al clímax al observar que él también está al límite, me inunda de su semen saliéndose de mi trasero con abundancia haciendo que llegue ahora yo al cielo, y lo agarre con toda mi fuerza. Me dejo ir en su abdomen y caigo en su red una vez más.

  • AAAAAAASHHHH, grito con gusto.

  • ¡DIOS LEO! Me encanta, me encantas… que rico, te quiero solo para mí y para siempre…

Una red de pasión y deseo que nunca llegue a imaginar que podría acostarme con alguien tan morboso como mi Kilian… mi dulce Kilian…