Leo y Kilian, quizás más que amigos (2)

[Título del 2º relato: La película de "miedo”.]- Leo queda con Kilian, su amor platónico, donde surgen una serie que sucesos muy interesantes. Donde se entremezcla el terror con el excitante morbo de ambos.

[En el relato anterior].... “Duerme bien mi niño”, me dijo. Colgué y me entró muchísimo sueño, mientras me recostaba en el sillón mis padres se marchaban cerrando la puerta de mi casa lentamente para no perturbar mi sueño entrante. Y con una sonrisa plena quedé dormido, pensando en Kilian...

Eran las 3:30 de la madrugada cuando me despertó el ruido de la puerta de mi casa, eran mis padres que llegaban de la cena, me levanté del sofá rápidamente y antes de que mis padres me viesen dormido en el sofá, entré en mi cuarto, y seguí durmiendo plácidamente. Dormido hasta las 10 de la mañana del día siguiente, el día en el que iba a quedar con Kilian en su casa.

Me levanté y fui hacia el baño para orinar y lavarme la cara, mientras iba secándome las manos, veía como se me marcaba el paquete en el espejo y la verdad que me puse cachondo conmigo mismo, me vestí y fui a desayunar encontrando a mi madre en la cocina.

-Hola mi amor lindo, ¿qué tal amaneciste hoy? me pregunta mi madre mientras me siento en el taburete de la cocina.

-Muy bien, con hambre. ¿Cómo se lo pasaron anoche en la cena?

-Estupendamente hijo, fuimos a un restaurante de comida autóctona de la isla, cenamos carne de cerdo y papas arrugadas con mojo, súper rico, que pena que no fuiste con nosotros. Me respondía mi madre, que a la vez estaba preparándome unas tostadas.

-Me alegro mami, yo también lo pasé bien en la playa con Kilian y sus amigos. Por cierto después, a las doce, voy a ir a casa de Kilian a ver una peli y a pasar el día. Le contaba rápidamente a mi madre para que no comenzase el cuestionario y salí como una bala a mi cuarto.

Mientras subía las escaleras mi madre gritaba: - ¡VALE... PERO NO LLEGUES TARDE!, ¡QUE TE CONOSCO, LEO!

No le contesté, y fui directamente a prepararme. Entré en el baño y me duché, me vestí y me puse mi colonia preferida, para intentar que Kilian se vuelva loco conmigo, jaja reí por dentro algo iluso. Entonces cuando me senté en mi PC y pongo el chat, veo un nuevo estado en su cuenta que ponía así: "ESPERANDO ANSIOSO EL POSIBLE MOMENTO".

Rápidamente me desconecté por si acaso me hablase en el chat, casi no me da algo, se me salía el corazón.

Yo estaba seguro de que iba dirigido a mí o que lo decía por mí, eso esperaba. Con mucha emoción y con un pelín de excitación me dirigí al baño y me cepillé los dientes, quedaron aún más relucientes -¡Mejor! Pensé yo.

Mientras bajaba las escaleras abrochándome mi nuevo pantalón ajustado, observé por el ventanal de la bajada de escaleras cómo en la puerta estaba llegando mi amiga Lorena, me puse un poco nervioso porque siempre que me encuentro con ella, me entretiene muchísimo. Baje y antes de que tocara el timbre le abrí la puerta, le dije hola, le di dos besos y dejé que entrara a la sala de estar.

De lejos le dije a mi madre gritando, que estaba en la cocina,- ¡Mamá! ¡Me voy!

Mi amiga Lore me miraba intrigada mientras le daba golpecitos a mi pecera, como de costumbre.

Le digo: ¿Lore, que tal? , mira, que me tengo que ir, que quedé con un colega, no te importa, ¿verdad?

-Muy bien, gracias, venía a contarte algo importante, pero bueno ya hablamos en otra ocasión, me dijo mientras mordía el cordón de su chaqueta. Si si, perdona es que tengo prisa, vamos juntos que ya me iba.

Sin tomarle importancia a esa cosa tan importante que tenía que decirme.

Cuando nos despedimos, fui caminando hasta a casa de Kilian, que vivía en una casa terrera, dos calles más allá de la mía. Llegué con mucho calor, pero llegué.

Toqué en el telefonillo y me contestó Fátima, la hermana de Kilian. Tenía una voz angelical, y dulce, era un montón de buena.- No estaría nada mal tenerla como cuñada. Mostrando una sonrisa. Pensé yo para mis adentros.

  • ¿Está Kilian? pregunté con voz temblorosa.

-No, el acaba de salir, me dijo Fátima. -¿Como que salió? le pregunto asustado, -Sí, el salió, pero me dijo que llegaba pronto.

  • Vale. Me dirigí hacia el banco de hierro que hay frente a su casa, pasaron tres minutos, ¡y que tres minutos!, se me hicieron eternos, cuando sin esperarlo vi aparecer a Kilian con unas bolsas.

  • Perdón por la tardanza. Me dijo jadeando. – Es que estaba comprando unas palomitas y unos refrescos para la peli.

-No te preocupes, le dije saludándole con un apretón de manos.

Llegamos a la puerta de su casa, era muy bonita por cierto. Abrió la puerta su hermana que estaba a punto de salir.

-Me voy a casa de mi novio, hasta la noche no llego, cuida la casa, que papá y mamá se fueron de asadero con unos amigos suyos.

–Vale, contestó Kilian con una sonrisa sospechosa y picarona.

-Hasta luego, le decía a la hermana mientras  ponía las bolsas en el suelo.

-Pásenlo bien, gritó mientras cerraba con portazo.

-¿Verdad que si?, seguro que lo pasaremos de puta madre, ¿o no Leo?

-Si tío, ojalá, ¿pero qué película vamos a ver?

-No lo sé después miramos en el ordenador y ya decidimos. Primero, si quieres podemos almorzar ya ¿no?, es que no desayuné hoy.

-Vale Kilian, te ayudo.

Mientras preparábamos las pizzas que teníamos en el microondas, Kilian me preguntó si tenía novia o rollete, a lo que le respondí que no, que no me interesaba por ahora, disimulando y desviando la pregunta.

-Ah, bien eso es bueno.

Estaba muy cachondo la verdad, viendo cómo iba vestido, tenía una camisa corta blanca, y unos shorts azules que le marcaban sus atributos salientes y casi vivos. Cuando sacamos las pizzas, nos pusimos en el salón a comer y a charlar.

-Que rico hueles hoy, me afirmó con una sonrisa resplandeciente y perfecta que tanto me gusta.

-Es que me preparé para para la ocasión cabrón. Dándole un punto de machito al asunto.

Sonrió y seguimos comiendo. Cuando terminamos me dijo

–Me voy a duchar ¿vale?, acomódate, o si quieres entras con migo para que no te quedes solo.

Me dio un vuelco en el corazón en ese momento, y me puse a temblar.

-Vale y así te hago compañía. (Me sentía ridículo entrando pero no podía desaprovechar esa oportunidad)

El entró con la ropa y la toalla en las manos, yo para que no se diese cuenta de que me encantaría verle desnudo, disimulé mirándome en el espejo del baño.

-Cierra la puerta que hay corriente, me dijo mientras se quitaba los pantalones dejándome ver su paquete y su hermoso culo.

Me senté en la tapa del retrete y comencé a mirar mi móvil, para disimular.

Se quitó la camisa y los bóxer blancos. Me puse muy cachondo, y me excité muchísimo.

Pásame el champú, me pidió mientras se mojaba con el agua, lo cogí y se lo pasé, dejándome ver su gran y precioso pene. Sinceramente me excité tanto que me empalmé al momento, era grande, carnoso y sin apenas vello.

Entre los cristales de su ducha veía como su cuerpo esbelto y bronceado se enjabonaba y tocaba con sus manos. La verdad que había sido una experiencia agradable.

Salió de la ducha sin nada, haciéndose el flequillo hacia atrás y estirándose, goteando su pene flácido y juguetón, se secó. Tuve que salir porque no podía más, creía que me iba a correr en el momento del calentón que tenía encima.

Me senté en el gran sillón acolchado que tenía en el salón. Saliendo del baño ya vestido y guapísimo, se sentó suspirando en el sofá al lado de mí.

  • ¿Y ahora qué hacemos?, pregunto con una sonrisa insinuante.

-Pues podemos jugar a PlayStation.

Vale pero solo una partida, después vemos la película Leo.

Le sonreí, y comenzamos a jugar.

Mientras jugábamos el de la emoción me ponía su mano en mi muslo, y como marcó un gol, y ganó pues se levantó y me dio un abrazo.

Me dio un abrazo que me hizo empalmarme de golpe, me rozó todos sus encantos por mis partes.

-Que te pasó, tío te empalmaste, ¿o qué?, me preguntaba con una sonrisa picarona.

-No es que tengo ganas de mear cabroncete, le dije sonrojado.

-Vale, no pasa nada a mí también me está pasando ahora, pero no es por ganas de mear.

Me fui corriendo al baño del impulso, y me lavé la cara, salí y me dijo

-Mira vamos a mirar que película vemos.

-Tengo: “El Grito”, “Insidious 2”, “la habitación del niño”…

-¡Esa! Dije yo con exaltación.

La puso en un pendrive y salimos al salón. De repente sentimos unos truenos comenzando a oscurecerse el día y a llover.

Que miedo tío, encima cuando íbamos a ver la película.

-No pasa nada tío, si estás conmigo.

Cerramos las cortinas, la puerta y apagamos la luz, el cogió una manta y nos sentamos los dos juntos y tapados. Me encantó ese momento, viendo la peli escuchamos un ruido en el pasillo, yo grité porque era daba algún susto que otro la película.

Kilian abrió la puerta me dijo fue la ventana del pasillo, que dio un golpe.

Cerró la ventana, y se dirigió corriendo al salón, cerrando la puerta lentamente, y dirigiéndose hacia mí.

Se sentó y se tapó, ya que hacía mucho frío. Estaba muerto de miedo la verdad y de la emoción puse mi mano en su muslo lentamente, yo lo miré y estaba súper concentrado en la peli, cuando llegué a su ingle soltó un suspiro.

-¿Qué te pasa Kilian?

-¿No sabes lo que me pasa?, tu sigue, tu sigue… me respondió sin inmutarse.

Yo me sonrojé y seguí viendo la película rozando mi mano sobre su ingle, cada vez bajaba más y el con un cara de gusto.

Llegué a su miembro, estaba tan abultado y carnoso, que casi no me corro en el momento, lo toqué suavemente, después lo apreté un poco más, ya se estaba poniendo dura, cuando me dijo:

-¡Mira Leo, la puerta!

Miré, la televisión pero no había ninguna puerta, y miré a la puerta del salón y vi la puerta abierta y una sombra tras ella.

-¿Que fue eso Leo?

-No lo sé, será que no la cerraste bien, seguro que es tu gato, le dije yo medio excitado aunque también con miedo.

Se levantó y cerró la puerta pero esta vez se acercó aún más, y sentado junto a mí, pasó su mano derecha sobre mi hombro y su mano izquierda la puse sobre mi muslo.

Puse mi mano sobre la suya bajo la manta, y la agarré fuerte, luego dirigimos nuestras manos hacia la polla de Kilian. La verdad es que nos estábamos calentando demasiado, aunque cuando miraba para él, es como si no estuviese pasado nada.

Con mi mano bajé la cremallera del pantalón de Kilian, teniendo que soltar un pequeño gemido de calentura. Metí la mano sobre su pantalón, y le acaricié su rico bulto con mis dedos, hizo un movimiento brusco como si se estuviese corriendo de placer.

Miré hacia él y tenía los ojos medios cerrados del gusto que creo que estaba sintiendo. Metí la mano entre las aberturas del bóxer que llevaba y toqué su pene morcillón, que estaba carnoso y a la vez un poco blandito, eso me encanta.

La agarré completamente y se me salía del contorno de mi mano, era grandísima. Y eso que aún no estaba empalmada.

Comencé a hacerle una paja lentamente, ese momento fue uno de los más aventureros por decirlo de alguna manera, tan caliente estaba que me empezaba un calor en el pecho que me excitó aún más.

Cuando ya se le puso dura, era la polla más grande que había visto en mi vida, al menos por lo que estaba tocando.

Sentí un gran gemido de Kilian:

-¡Ahh!... gritaba mientras tocaba sus huevos tan suaves.

Parecía que le gustaba aunque seguía con la cara de vergüenza, que le caracterizaba en ese momento.

Cuando comencé con un movimiento más intenso y rápido, comienza a tener pequeñas convulsiones pélvicas como si se fuese a correr en mi mano. Paré un poco y mientras con una mano le tocaba su pecho fibroso, con la otra le tocaba por fuera del paquetón.

El pareció que comenzó a soltarse, y comenzó a relajarse y se acomodó en el sofá, lo cual yo seguía con las manualidades calentonas. Por un momento pensé que ese era mi momento de besarle, y comencé con un mordisco salvaje en su cuello, y mientras el reviraba sus ojos de gusto, me empezó a tocar mi pecho musculado rápidamente, se viró y me dio un beso y se apartó rápidamente:

Diciendo: -Esto no está bien tío.

-Lo sé pero no se tiene porqué enterar nadie. Le dije

Me sonrió y miro a la película con una sonrisa y haciéndose el disimulado como si aquello no estuviese pasando y como que se lo estaba pasando bien.

La verdad es que empezó a hacer un poco de calor y le quité la camiseta que tan bien le quedaba, y a tocarle la jugosa polla.

Cuando de repente y sin esperarlo tocaron en el telefonillo de la casa.

-¡Mis padres! exclamó él en voz baja y poniéndose la camisa.

Fue hacia la ventana y vio como sus padres estaban esperando en el portal.

Mientras se abrochaba y se ajustaba la polla a su pantalón, me decía que colocase todo y siguiese viendo la película, corrió a la ventana y la abrió, ya que hacía mucho calor de tantas hormonas sueltas que había en el ambiente.

-¡Hola mama, papá!, ¿Qué pronto habéis llegado no?,

-Si hijo nos vamos al piso de arriba a ducharnos que venimos casados, Hola Leo, decían mientras yo le saludaba de lejos.

Cerraron la puerta y se marcharon.

-Por qué poco ¿no?

-Si Kilian, menos mal que eres rápido.

-¡No sabes tú para lo que soy rápido!, me dijo en plan picaron.

-A lo mejor me lo puedes demostrar.

-Quizás.

-Jeje, por cierto lo pasé muy bien esta tarde, me tengo que ir ya, que tengo que convencer a mi madre para que me deje ir a la fiesta de Marta.

-Yo también Leo, lo pasé de escándalo, la peli estaba muy buena. Por cierto ¿Qué fiesta va a dar Marta?

-Pues la fiesta de sus 18 cumpleaños, ¿no te lo había dicho?

-Pues no, me dijo Kilian con confusión.

-Pues si quieres vienes, que me dijo que me trajera a alguien.

-Pues vale Leo, voy, pero no lleves mucha bebida porfa, jeje.

-No no que va, solo un poco, reí con ironía.

-Nos lo pasaremos bien en la fiesta, ojalá que tu madre te deje ir. Por cierto lo de hoy no se puede volver a repetir, aunque me lo pasé muy bien, tengo novia, además ¡no somos gays joder!, me decía mientras me daba un golpecito en la espalda.

-No no joder, pero nos lo pasamos bien por lo menos.

-Vale campeón ya nos vemos, por cierto conéctate al chat que te tengo que contar una cosa.

-Vale Kilian que descanses.

Me a mi casa muy confuso, porque por una parte se lo pasó bien y me dejó que le tocase mientras “veíamos” la película, pero después me reclamaba que esto no podía volver a pasar.

Me fui decaído pero sabía que en la fiesta de mañana lo íbamos a pasar súper bien y tenía un plan ideado, que seguro que caería en mis redes y podría conquistarlo, pues no era lógico que Kilian se me insinuara de esa manera, pero solo Quizás.