Leo y Kilian, quizás más que amigos (1)
Leo, joven de 18 años que conoce a Kilian, un chico muy hermoso que hace que se le rompan los esquemas a Leo, que siente muchas sensaciones por él. ¿Cómo acabarán?
Buenas, quería contarles mi pequeña pero intensa situación que comenzó hace algunos meses, mi nombre es Leo y tengo 18 años, vivo en la capital de una isla una isla no muy grande, estudio en un instituto cerca de la playa de mi ciudad. Mi historia comienza cuando hace cinco meses cuando comenzaron las clases, conocí a un chico de mi misma edad, era nuevo en el instituto, y le había sido asignada mi clase, pues se había incorporado tarde en el curso.
Se llamaba Kilian y aunque no era muy alto tenía buen cuerpo, siempre estaba con un bronceado constante, no sé cómo lo conseguía, la verdad es que en un principio no me dio muy buena impresión, pues tenía un aspecto un poco macarra con su pelo alborotado, y una chulería que le caracterizaba, pero sin excederse, eso le hizo único en la clase. Decidí darle una oportunidad y no guiarme por las primeras impresiones, pues era muy guapo y pensé que quizás esta sería la oportunidad de conocer alguien especial.
Los primeros meses de curso, nos había tocado juntos en algunos grupos de trabajo, y eso me dio la oportunidad de conocer a la persona que realmente es por dentro. Kilian era el típico chico que no estudiaba y sacaba buenas notas, aunque como era un poco pasota, suspendía alguna que otra, a mí por el contrario me costaba un poco más, pero siempre aprobé examen.
Un caluroso día me preguntó si quería ir a la playa con él, ya que la novia estaba enferma. Ahí fue cuando averigüé que tenía pareja, sí, una chica, y sí, es “hetero”, me dio una especie de bajón, pues tenía la esperanza de poder llegar a ser algo más que amigos, aunque no me había planteado esa situación pues apenas habían pasado 2 meses.
Yo acepté con alegría y decepción pero (siendo sincero, me apetecía muchísimo verle en bañador) quedamos de vernos en la parada de guaguas a las dos cuando ya habríamos salido de clase, de repente llegaron unos amigos, él los invitó, dando como respuesta un “sí”, que allí se verían, yo estaba a punto de estallar, pensaba que era la oportunidad perfecta de poder hablar a solas con él y conocerlo más PROFUNDAMENTE.
A las dos en punto sonó la campana del instituto, y salimos todos como una bala, corriendo y empujándonos unos con los otros, como suele pasar cada día. Cuando llegué a la parada, vi a lo lejos a Kilian, con unos pantaloncitos cortos blancos que le quedaban ajustados y una camilla que revelaba sus abdominales de herencia.
Le encanta ir a la playa siempre que puede y más que la tenemos en la misma ciudad. Cuando me vio llegar se levantó y me saludo con una palmada en el hombro diciéndome: “¿Qué tal las clases?”, con un sonrisa escandalosa que me dejó deslumbrado pues sus dientes eran perfectos.
Me quedé pasmado, viendo aquel espectáculo viviente, ¡estaba tan atractivo! Sin esperarlo vi llegar a sus amigos, (cosa que se me había olvidado por completo), Toni, el más alto y musculitos del instituto, diciendo mientras se acercaba: ¿Te escabulliste cabrón? (con tono jocoso), a lo que Kilian le contestó: ¡Que dices!, tuve que ir al médico por una radiografía de la pierna. (Sus locuras deportivas)
A lo que le responde Toni: Sí sí, siempre con lo mismo, buscando escusas. ¡Venga chicos, que se nos escapa la guagua! (autobus).
Cogimos la línea 20 para ir a la playa, cuando nos montamos en la guagua, tenía plasmado en mis ojos los cuerpos y traseros más perfectos de los amigos de Kilian, en ese momento se despertó en mí el instinto sexual más oscuro de la tierra. Enseguida me senté con ellos en los últimos asientos de la guagua.
Al llegar a la playa nos pusimos en el centro de la misma, en una zona muy buena para darse un chapuzón y pasarlo muy bien. Pusimos nuestras toallas y comenzamos a quitarnos la ropa muy rápido, ya casi se alcanzaba los 33ºC, con la consecuencia de estar completamente empapados en sudor.
Solté mi mochila, que no llevaba muy cargada, en un lado de la toalla, bajo la sombrilla, mientras los otros se dirigían a la orilla del mar. El cielo estaba espectacularmente azul y sin una simple nube. Cuando llegamos a la orilla pude divisar a Kilian, llevaba un bañador muy corto color azul marino que dejaba ver entre dicho sus atributos más viriles (bien marcado), me resultó tan excitante verle de esa manera. No quería meterme, el agua estaba un poco fría, así que me senté en la orilla dejando solo mis pies sumergidos.
Los demás se metieron en el agua con un balón comenzando a jugar sin pensarlo dos veces, excepto Kilian, que dejaba su teléfono móvil bajo la sombrilla por si lo llamaba la novia, Kilian se dirigía con un caminar tan varonil y sexy que casi se me cae la baba.
- Venga vamos. Me dice cogiéndome por la cintura pegándose a mí y empujándome al agua mientras sentía su sensual bulto varonil rozándome por detrás, lo cual sentí como mi polla se engrandeció casi instantáneamente, hizo que me lanzase ágilmente al agua para que no se apreciara mi bañador en plena erección.
Kilian se metió poco a poco mojando su cuerpo perfectamente esculpido y bronceado, mientras, yo lo observaba desde del agua como si mi cabeza fuese un submarino. Nadó hacia donde estaban sus amigos, un poco más a dentro del agua, para jugar a la pelota. Yo estaba sumergiéndome por si veía algún pez, vi muchísimos, de colores, más alargados, más pequeñitos, de todo había allí, cuando sin esperarlo sentí cómo se abalanzaba Kilian sobre mí abrazándome y apretándome mientras estaba en mi mundo de submarino.
Y sacándome del agua me dice: -¡tío vamos a la hamburguesería a comprarnos algo para comer!, ¿quieres algo y te invito?
Él siempre se preocupa por mí, algo que me encanta, pues da un sentimiento de protección y atención. Le respondí que sí, que después se lo pagaba, a lo que el afirmo de manera graciosa, como que él me invitaba.
Cuando llegaron todos juntos de la tienda, nos sentamos bajo las sombrillas y comenzamos a comer, como si no hubiésemos comido hacía días, Mientras Carlos y Adrián, (los otros dos amigos de Kilian) y Toni, dijeron: ¡Vamos! ¡Quien llegue el último, marica!, y corrieron hacia el agua, mientras unas chicas que se asentaban cerca de nosotros se quedaron boquiabiertas con los cuerpazos de Carlos y Adrián.
Toni dice: -corran ustedes si quieren, pero lo de marica lo tendré aquí bajo, agarrándose su gran paquete que le sobresalía de su bañador verde pegado a su piel, yo y Kilian nos reímos, al momento me giré boca abajo ya que se me había puesto la cosa dura después de ver aquel monumento. Kilian también se tumbó, nos quedamos mirándonos a los ojos, mientras Toni se echó a dormir bajo la sombrilla.
Me quedé con una sonrisa de oreja a oreja, la cual se la contagié a Kilian y me puso la mano en la cara diciéndome: ¡tienes una sonrisa perfecta! ¿Lo sabes no? Yo me puse rojo de la vergüenza, y le dije: que dices Kilian, (reí), tú la tienes mejor, diciéndome: -Pues no porque te pego ya, (riendo). Ahí fue cuando consolidábamos la confianza y la buena amistad que teníamos.
De repente se quedó dormido con la boca media abierta, yo me quede un buen rato mirándole y como él se había girado a un lado veía su abultado paquete, con disimulo y sin pensármelo dos veces acerqué mi mano hacia el paquete de Kilian sin llegar a tocarlo, excitándome muchísimo, rápidamente cuando no miraba nadie rocé suavemente su miembro, sabiendo en aquel momento, que no era normal, la tenía que tener espectacular, quité la mano de repente y me hice el dormido cuando se rascó la cabeza.
Miré con un solo ojo su cara, y vi como estaba boca arriba, abultando todos sus encantos en medio de la playa, mientras se tapaba la cara por el sol. Cuando se despertó fuimos; Toni, Kilian y yo a agua, y estaban Carlos y Adrián muertos de frio en el agua, porque ya llevaban más de una hora en ella.
Cuando nos dimos el último chapuzón salimos y nos fuimos a recoger nuestras cosas, Toni solo se puso la camisa, y Carlos y Adrián hicieron lo mismo.
Toni dice: miren, me tengo que caminando aquí al lado porque tengo que arreglar unos asuntillos, asique no podré coger la guagua con ustedes, lo cual nosotros asentamos con la cabeza vistiéndonos. Toni se marchó y nosotros también, pero por otro lado, dirigiéndonos hacia la estación de guaguas, Carlos y adrián eran vecinos, cogieron la misma guagua destino al barrio de la luz a las afueras de la ciudad.
Ya eran las ocho y Kilian y yo seguíamos en la parada esperando la línea 5 que nos llevaba al barrio Montesino, donde vivíamos los dos. A los pocos minutos llegó la guagua, bastante vacía por cierto, nos subimos, y nos sentamos en los asientos del fondo, él estaba morenísimo, y muy atractivo con su cabello claro y algo despeinado, estaba perfecto. Nos sentamos uno al lado del otro, y nos quedamos los primeros minutos en silencio viendo las hermosas vistas de la ciudad.
Sin esperarlo Kilian me pone la mano en mi muslo y mirándome me dice: “Tío, lo he pasado súper bien hoy, me alegro de que hayas venido conmigo, aunque si otro día podríamos quedar nosotros solos.”
Mi corazón estaba a mil por hora, y yo con la voz entrecortada le dije: “Cuando quieras”, y dice: “mañana si quieres voy a estar solo en casa y podemos ver una peli de miedo de esas que tanto te gustan. ¿No tío?”
Le dije: Vale a la noche te llamo y te digo, ¿de acuerdo? Y me afirmó con un: okey.
Cuando llegamos su parada, me dice: Bueno tío llámame a ver si puedes ir, poniéndome la mano en el hombro y dándome un beso en la mejilla casi en el borde de la boca, yo en un acto reflejo me impulsé hacia atrás y él sonrió. Le sonríe y le dije: “hasta después Kilian”. No me lo podía creer, el chico que tanto me gustaba me había dado un beso en la mejilla, ¿sería porque me considera muy amigo mío?, ¿o porque siente algo más?
Cuando llegué a casa, una parada más que la de mi amigo, me duché y me excité muchísimo, pero no me pude masturbar, ya que mis padres se tenían que duchar pronto para ir a cenar a un restaurante.
Me vestí con una camisilla roja y me miré en el espejo mostrando mi rostro casi perfecto, bronceado por la playa, y con mi cuerpo algo definido, algo que me encantaba. Me puse colonia y fui a mi cuarto.
Encendí mi recién estrenado ordenador y cuando me conecté al chat, vi su perfil, llamándome la atención su último estado, el cual decía: "Me encanta tu mirada, tu tacto y tu hermosura” Me dio un vuelco el corazón y pensé que podría ser dirigido a mí pero no me hice muchas ilusiones, cogí el teléfono inalámbrico, y me senté en el salón, llamé a Kilian y me respondió en cuestión de segundos, le digo mira que si voy a ir, no tengo nada que hacer, dice: “vale, fenomenal. No traigas película, que yo tengo una guapísima aquí, ¿vale?”. Le digo “vale Kilian hasta mañana a las doce, que descanses”.
“Duerme bien mi niño”, me dijo. Colgué y me entró muchísimo sueño, mientras me recostaba en el sillón mis padres se marchaban cerrando la puerta de mi casa lentamente para no perturbar mi sueño entrante. Y con una sonrisa plena quedé dormido, pensando en Kilian... (¿Qué ocurrirá mañana?”, “deseo que sea de día lo antes posible”)