Lecciones para mantener la pasion en el matrimonio

¿ Hasta donde puede convertirse una esposa en putita para mejorar su matrimonio?

LECCIONES PARA MANTENER LA PASIÓN EN EL MATRIMONIO.

Historias de matrimonios 3.

Este relato a dos voces puede leerse independientemente de El bailecito sexual y Asadito con infidelidad . Si bien, la autora aconseja su lectura para entender mejor la evolución de los protagonistas.

Estoy preocupada, me siento culpable por haber engañado a mi marido, pero al mismo tiempo se ha desatado, en mí, una lujuria que me lleva a hacer el amor con Alfonso todos los días, con sorpresa por su parte, después de tantos años de matrimonio.

Sé que tengo que dejar esa fijación con Emilio, por eso cuando me telefonea diciéndome que tenemos que hablar, acepto. Voy a terminar esta historia que nunca debió empezar. Dejo a mi sobrina en mi galería de arte y tomo un taxi para ir donde hemos quedado: El café La Paz en Corrientes y Montevideo. Me he mirado en el espejo antes de salir y voy bien: pollera y saco azul oscuro , con una blusa azul cielo. Medias y zapatos negros, como soy bajita, siempre uso tacos superaltos .

Me espera sentado en la parte de fumadores y, apenas llego, pide 2 güisquis J&B con hielo y agua.

" Déjame hablar antes de que digas nada. Sé lo que te pasa, estás arrepentida de haber cogido conmigo la otra noche. Vienes dispuesta a decirme que lo nuestro ha acabado. Estoy de acuerdo"

Me relajó y tomó un trago de la bebida recién llegada. Las cosas están siendo fáciles.

" ¿Sabes porque han acabado?, porque nunca han empezado. Tú amas a tu marido, y lo que pasó fue un accidente, un bache en una carretera bien cuidada. Pero sabes por qué ocurrió. Y una pregunta , ahora, ¿no follas más con Alfonso?"

" No sé por qué y sí cogemos más."

Y sigue hablando…..mientras acabamos el primero y tomamos un segundo vaso de licor.

Carmen ha entrado al trapo, lo sabía, lo había planeado con Celia. Era lo que quería oir.

La convivencia matadora de la pasión, el sexo cada vez mas dilatado, las múltiples ocupaciones que hacen de anestésico del amor, el sentirse cada vez menos apetecible

Y el futuro, la muerte en vida del matrimonio, el riesgo de otra en la vida de su marido, la soledad…. El sentirse deseada, el haber engañado a su marido le había dado fuego a su relación.

"Eres tú la que tienes que luchar por vuestro amor. Eres tú la que eres la sal del mismo, y como dice el Evangelio: ¿ qué pasa si la sal se desala?"

Se ha bebido 2 J%B y empieza a estar entonada. Pido el tercero. Lleva 3 cigarrillos.

" Tienes razón, esta picazón me ha devuelto al principio de nuestra historia. ¿ Qué puedo hacer?. No me digas que sigamos liados, no creo que sea el camino."

" Tienes que ser más puta, mucho más puta. Por ahí está la solución. Lo tienes que volver loco, y para eso tienes que poner tú las feromonas"

Se ha pegado un trago que casi liquida el tercer güisqui, me mira, en sus ojos brilla el placer de ser una golfa, sé que le gusta, les gusta a todas, no conozco a ninguna con vocación de monja.

" Hay cosas que tienes que aprender a hacer. Caminos y senderos que explorar. Yo te puedo ayudar, y si quieres también Celia. Pero es tu decisión. No te quiero forzar a nada. Eres tú y tu matrimonio lo que está en juego"

Y no sigo, espero que responda. Fumo un parisien despacio, dejando que vaya calando todo lo que le he dicho como el agua de la lluvia en el campo.

" Si, quiero. Quiero aprender a volver loco a Alfonso. Ayudadme"

"Pues vamos de compras, y suéltate un par de botones de la blusa para que destaquen el par de tetas que tienes, mientras yo pago."

Tiene razón, tengo que hacer lo que sea por mi matrimonio. Me doy cuenta que debo ponerme en manos de Emilio. Es un amigo , sabe y nos puede ayudar a Alfonso y a mí. Cuando vuelvo del baño, me he soltado los botones de la blusa y dejo ver un canal entre mis senos. El corpiño que llevo lo destaca aún más.

Salimos y subimos andando Corrientes arriba hasta pasar Callao. Emilio va a mi lado, sin tocarme, sólo de vez en cuando se acerca para decirme: " Camina más despacio. Sé como las olas."

" Has visto como te ha mirado ese tío. Te hubiera follado en la calle…. Así, así, que se vea que eres una mujer sensual".

Las pocas cuadras que recorremos me han encendido, para ante una tienda: es un sex- shop.

Nunca había entrado en un sex- shop. Me quedo deslumbrada, miles de aparatos, juguetes, ropas ….. Todo un mundo para disfrutar del sexo.

Emilio me toma de la mano para protegerme o para evitar que huya. Yo me he excitado, estoy mojada, y me recuesto en su brazo, para que note la turgencia de mis lolas. Selecciona 3 artículos.

" Mira estas son unas bolas chinas. Se meten en la vagina y sirven para ejercitarla. También te tienen caliente y te pueden llevar al orgasmo algunas veces. Las usaban las concubinas de los emperadores para estar siempre disponibles"

" Este es un vibrador de bolsillo. Ves, parece un lápiz de labios. Te lleva al más allá si te lo aplicas en el clítoris. Y esta pequeña almohadilla es otro vibrador, pero que te sirve para toda la zona genital. Como ves todo es discreto y sólo tú sabes cual es su uso"

Me fijo en los enormes falos de látex , siempre había pensado que ese era el juguete de las mujeres. Estoy liberada, así que le pregunto a Emilio.

" ¿Y esas pedazo de mingas?"

" Son difíciles de disimular en casa. Quizás más adelante , puedas tenerla , de acuerdo con Alfonso, pero ahora puede asustarle"

Ve mi cara de desilusión y con una sonrisa me dice:

" Compro el que quieras , pero te lo guardo yo hasta que lo puedas llevar a casa"

Elijo uno enorme negro con un glande espectacular.

Paga y sin soltarme de la mano, me propone que vayamos a aprender a usarlos. Me dejo llevar.

Subimos al estudio que tengo en Corrientes. Es un piso alto, interior, sin ruidos. Una habitación grande con una minicocina, una mesa, cuatro sillas, un sofá para dos y la cama y el baño. Lo usamos cuando se me hace tarde en Buenos Aires y no apetece volver a San Fernando. Por la ventana se ven los tejados del centro de la ciudad.

Carmen está caliente, en cuanto toma dos copas, se suelta y con lo del sex-shop, está como una moto.

"Empecemos por las bolas chinas. Bájate las bragas , métetelas con cuidado y te las vuelves a subir"

Se baja los pantys y la tanguita. Con cuidado va metiendo las bolas en su coño. Se vuelve a subir la ropa.

" Ahora anda tranquila por la habitación, muévete como si no las tuvieras dentro"

" Es lindo"-dice sorprendida.

"Te tienes que acostumbrar. Me vas acompañar a comprar unas entradas para el teatro." Quiero que se emputezca en actividades normales, así que bajamos hasta la Plaza donde saco un par de entradas para una obra que quiere ver Celia. A mi me trae sin cuidado, pero a ella le gusta ir al teatro de vez en cuando.

" ¿ Quieres que os saque 2 para vosotros? Puedes decir que te las ha dado mi mujer, y que a ella se las han regalado"

" Me apetece verla, de acuerdo"

Subimos al apartamento.

"¿ Cómo estás?"

" Ardiendo."

" Quítate la falda y los pantys y el tanga y las sacas despacio. Notando como salen de tu vagina"

Está supercachonda, las bolas están recubiertas de sus jugos. No sabe que hacer con ellas. Las cojo y las chupo.

" Es el precio de la clase. Otra vez lo haces tú, y te das cuenta lo bien que sabes"

"Necesito acabar. No puedo más"

Le doy el vibrador lápiz de labios. Lo giro para que vibre.- " Apóyalo en el clítoris"

No hay muchos espectáculos comparables con ver correrse a una mujer medio en pelota, de pié ante uno. La Carmen es porno puro. Tiembla, gime y estalla.

" Acuéstate un rato. Necesitas descansar."

Se quita la chaqueta y la camisa para no arrugarlas y se tumba en la cama, desnuda solo con el sujetador. Preparo un par de güisquis con mucho hielo y mucho agua. Se lo ofrezco, mientras tomo el mío. Agotada, sudorosa, le bebe en dos tragos.

"¿ Quieres seguir practicando con los juguetes?"

Su sí es de viciosa. Le doy la pequeña almohadilla, le ayudo a ponerla en el sitio adecuado. Todo su sexo se apoya en el aparato, doy al botón y empieza a vibrar. Su rostro es una imagen de placidez sensual. Aprovecho y le suelto el sostén. Tiene unos melones alucinantes y los pezones parecen querer estallar. El placer la va invadiendo, comienza con pequeños ayys , Le acaricio los pezones, me devuelve una mirada agradecida. Los aprieto, cierra los ojos, va camino de un viaje sin retorno.

" MÉTEMELO"- implora casi chillando. Agarró la enorme polla de látex y se la clavo en el coño, cuando ella retira el vibrador. Meto y saco varias veces hasta que con un YAAAAA se corre como una perra en celo. Me doy cuenta que está medio mareada. La dejo descansar unos minutos, los que tarde en preparar un par de cafés.

" No sabía que podía gozar tanto. Gracias. Y vos¿ cómo estás?"

Me bajo los pantalones y el calzoncillo y le enseño la polla dura como una piedra.

"Me duelen los huevos de lo caliente que estoy"

Me doy cuenta que quiere jugar, no le apetece volver a coger, el coño no le debe dar más de sí, pero….

"¿ Querés que te la chupe?"

"Te lo iba a pedir. ¿ Podrías hacerme un cubanito?"

No sabe lo que es. Se da cuenta cuando me coloco sobre ella, pasando la minga entre sus pechos, dejando la cabezota a la altura de la boca.

"Una mamada y una paja con las tetas. Nena , tú lo puedes hacer"

Y lo hace. Masturbarse con ese pedazo de mamas es un placer. No es muy buena chupando , pero pone vocación. Me corro llenando su boca de semen.

Sé lo que tengo que hacer. Aprovecho que mis hijos se han quedado con mis padres a dormir, les van a llevar al cine, para esperar a mi marido como lo que soy: una putita viciosa. Me he puesto un babydoll transparente, llevaba sin usarlo años. He preparado la mesa con una botella de champagne en la cubetera con hielo, un matambre con ensaladilla rusa, y velas.

" Cariño, ¡ que recibimiento!"

" El que se merece mi macho."

Le desnudo restregando mi cuerpo contra el suyo. Acaricio, beso , lamo y muerdo su piel a medida que queda al descubierto.

" Cógeme. Cómo lo querés hacer."

"Móntate encima mío. Quiero verte bien cuando gozas. PUTITA"

Me calienta aún más que me llame eso : puta, lo que soy para hacerle feliz. Estoy aprendiendo la lección.

Celia se ríe cuando le cuento lo que ha pasado. Luego es ella la que me explica el café que ha tomado con Alfonso, le ha puesto a mil, y además le ha hecho ver que la está buena de verdad es Carmen, su mujer.

" Mira, se ha quedado convencida , que soy lesbiana y me la quería coger. Creo que todavía le ha excitado más"

" Anda , ven que te voy a echar un polvo clásico a lo misionero, que te tengo ganas."

Sin preámbulos se desnuda, se tumba en la cama, abre las piernas para recibirme, y cuando la tengo dentro, empezamos el mete saca hasta que nos corremos los dos.