Leccion de historia
Un poco de cultura nunca va mal
Mary tras enviudar de nuevo, se puso de nuevo las ropas masculinas, se vistio durante tanto tiempo como chico que se sentia comoda con ellas.
¿Por qué se ponia ropas de hombre? Ella era el fruto de una relacion adultera de su madre y daba la casualidad de que su hijo legitimo recien nacido murió, de modo que la trató como un chico.
Cuando murió su padre, vivieron bien hasta la adolescencia, pero se acabó el dinero y Mary consiguió un trabajo de paje, trabajo que le desagradaba, luego consiguió uno como marinera mercante, los marineros no dejaban de mofarse de ella.
Al final fue marinera en una fragata.
En esa fragata encontró el amor, le costó horrores revelarle a ese marinero su secreto, pero despues de eso, cada noche, mientras dormian, ellos estaban desnudos bajo las estrellas.
Al final se casaron y fundaron una taberna, pero su marido murió.
Lloró largo tiempo sobre el cuerpo de su marido.
Las noches llenas de lagrimas podia oir al mar gritar meperteneces, un amante que siempre te atrae.
Ahora la taberna solo le daba nostalgia, queria irse de esos recuerdos que no volverian.
Volvió al mar.
En un barco germano, a las americas.
el viaje fue largo, cubriendo secretamente sus necesidades femeninas, como higiene, menstruacion, todo.
Pero la campana dio el aviso, un barco con una jolly roger, una calavera con dos espadas cruzadas.
El barco de Jack Rackham.
No era la primera vez que combatia, preparó su rifle mientras el estruendo de los cañones hacia temblar todo el barco.
El barco enemigo tambien disparó, balas encadenadas que rasgaron las velas, una de las balas partió el mastil que cayó sobre muchos compañeros suyos.
Disparos pequeños sonaron, ¡garfios! ¡iban a abordarlos!
Mary no dudó, con su espada cortaba las cuerdas de los garfios mientras con su rifle disparaba cuanto pirata hubiera en la cubierta enemiga, pero tambien tenia que cubrirse ante los disparos enemigos, balas silvaron, algunas solo silvaron, otras, atravesaban la carne y la sangre mostrando lineas rojas.
Mary apuntó con su rifle una vez más, pero una espada se lo arrebató, alzó la vista y no creia lo que veia.
-sus largos cabellos ocultos por su sombrero, su esbelto pero musculoso cuerpo cubierto por ropas masculinas que apenas tapaban sus pechos, una mujer ¡una mujer! Cosa imposible.
Pero un pirata es un pirata, daba igual quien sea, desenvainó la espada.
La mujer pirata se relamió los labios y desenvainó su espada.
-mi nombre es Anne Bonnie y sereis el primero que mi espada pruebe la sangre en este barco.
Mary lanzó una estocada que dificilmente evitaria cualquier hombre.
Pero Anne paró el golpe, sintió el filo de Mary a dos centimetros de su cuello.
Sonreia, Anne siempre sonreia cuando sentia la muerte cerca.
Anne respondió dando varios espadazos que solo encontraron el acero de Mary, la cual se concentraba con miedo, habia derrotado a muchos hombres, pero ella era de otro nivel, peleaba como tres espadachines en un cuerpo.
-¡di adios a tus hijos! – dijo Anne mientras le daba un poderoso puntapie a la entrepierna de Mary.
Ella sintió dolor, pero no el dolor que Anne esperaba, se extrañó .
-¡zorra! – dijo Mary mientras lanzaba un espadazo que rasgó la holgada vestidura de Anne, mostrando sus generosos pechos.
Ninguna reaccion, muchos hombres se distraian viendo sus pechos, Anne los usaba como un arma en medio de sus combates, pero ese soldado no le afectaba.
Se empleó a fondo, Mary vió que la habilidad de Anne era superior a la suya, pero un disparo arrebató la espada de Anne.
-¡bastardo! – dijo Anne disparando su pistola al autor del disparo.
Mary aprovechó la situacion y se lanzó a atacar a Anne, la cual cogió a Mary por su muñeca, sus cuerpos se unieron mientras peleaban por la espada, Anne notó los pechos apretados de Mary.
-¿os salen leche? Mi Lady – susurró Anne al oido de Mary.
Eso la alteró, Anne soltó la espada y Mary se preparó para golpear con la espada a Anne, pero un cañon le apuntó en la cabeza, otro en su nuca, espadas la apuntaban.
Eran los piratas, tenian el mando del barco.
-¡subidlo a mi camarote! Es un buen luchador – decia Anne.
Mary entró en el camarote siendo coaccionada por las espadas de los bucaneros, Anne entró después y cuando estuvieron solas.
Cerró la puerta.
-desnudaos, mi lady.
-¡¿Qué significa esto?! – dijo Mary poniendo la voz mas grave que pudo.
-engañareis a esos estupidos soldados, engañareis a mis hombres hartos de ron, pero a mi no me engañais, desnudaos despacio, tumbaros en la cama y yo disfrutare de mi botin.
-¡os costara conseguirlo! – dijo Mary desafiante.
-mmm, cierto mi lady, pero allá fuera hay ciento quince bucaneros que hace ocho meses que no ven a una mujer, demonios, intentaron mancillarme varias veces, pero siempre les puse en su sitio, en cambio tu,mmmm subiria la moral de la tripulacion que te atara en el palo mayor, con las piernas abiertas, mmmm seria divertido ver como mis bucaneros se ponen en fila para descargar su tension y sus hijos dentro de tu tesoro.
Mary quedó palida como la muerte.
-voy a decirs…
-¡esperad!
Anne miró a Mary.
-s-si acepto ser vuestro botin, s-solo vos me mancillareis ¿cierto? – dijo Mary con lagrimas en los ojos.
-si – dijo Anne sonriendo.
Mary se quitó la casaca boton a boton, intentó quitarsela de forma masculina, pero Anne le dijo.
-deja que se deslice por tus hombros.
Y asi hizo, lentamente la casaca abandonaba los brazos de Mary, luego, lentamente, se levantó la camisa, mostrando la tela que oprimia sus feminidad.
-pobre niña, debe dolerte un infierno, dejame ayudarte.
Anne se levantó y agarró la tela y le dijo que diese vueltas sobre si misma.
Mary levantó los brazos y lo hizo, desenrollando la opresiva tela mientras Anne cantaba una cancion dulce como la miel y suave como una flor.
-dulce cancion para una pirata – comentó Mary.
-antes era una prisionera, mi padre es un terrateniente de azucar, mi funcion es abrirme de piernas y tener hijos para mi marido, cocinar, fregar y cuidar los niños ¡ja! Me fui con un pirata de poca monta y pasé grandes aventuras y amorios, en Tortuga conocí a mi rival en el campo de la seduccion, Pierre, un sodomita que no paraba de quitarme hombres, hasta que conoci a Calico, es guapo y tiene agallas, ¿Por qué me hice pirata? ¡ja! ¿Por qué no se hacian todas piratas? Todas las muchachas que conocí durante mi cautiverio en mi jaula de oro suspiraban por ser como los piratas.
Los labios de Anne se acercaron al oido de Red.
-libres, sin ataduras, disfrutando con fuerza de nuestra juventud, haciendo grandes hazañas, además he entendido lo que querian decir los griegos con la democracia, ¿Cómo era el comandante de tu barco?
-un tirano, un ser que solo trabajaba para la compañía sin importarle cuantos morian en el cargamento – dijo Mary.
-aquí lo elegimos por votacion – dijo Anne.
Mary se sorprendió.
-si niña, se presentan los que quieren ser capitan, si les gustan les votan, si no les guian bien, lo deponen y vuelven a elegir capitan, ¡ya eres libre!
Mary se acarició los pechos aliviada, la tela la habia oprimido con fuerza para no mostrar su feminidad ante la antigua tripulacion.
-son hermosos, no deberias ocultarlos - dijo Anne acariciando los pechos de Mary – pero me gusta mucho tu pelo rojo ¿irlandesa?
-s-si – respondió Mary cohibida.
-¿Por qué? – preguntó Anne.
-¿eh?
-¿Por qué te hiciste a la mar?
Mary le contó su vida, como conoció a su marido y como tras enviudar volvió al mar.
-tu buscabas paz, yo buscaba placer, dos damas, dos razones distintas, un unico lugar, el mar ¿os sentis mejor del pecho?
-si, muy amable – dijo Mary.
Anne aspiró el aroma de Mary.
-¡no hagais eso! ¡estoy sucia, sudada y llena de polvora!
-como tiene que oler un bucanero princesa del mar, oh, maldita pasión, se me olvidó preguntaros el nombre.
-Mark, ¡quiero decir! Mary, Mary Read.
-peleais bien Mary un poco torpe, pero si os unis a mi tripulacion, puede que un dia hagan un Ron llamado Bloody Mary por vuestras hazañas.
-me tentais, pero…
-¿Dónde vais a ir? sin vuestro amor, pagando impuestos para financiar estupidas guerras, o esperar a casaros de nuevo y ser esclava en vuestra propia casa, aquí podeis empezar de nuevo, libre, fuerte, tendreis lo que querais, oro, especies, tabaco, hombres y mujeres, solo teneis que estirar la mano y cogerlo.
-yo….
La lengua de Anne lamia el cuello de Mary haciendole soltar un gemido.
-p-parad, yo….
-¿soy vuestra primera mujer? Que honor ¿Cuántos hombres pasaron entre tus piernas?
-nadie, salvo mi marido.
-mentis – dijo Anne – esos hermosos pechos que incitan al pecado, esos hermosos labios que piden ser besados, esa mirada que suplica amor, me suplicais que os tome.
-no, no yo….
-¿Cuántos han pasado por vuestra gruta? ¿Cuántos tocaron vuestros tesoros? – preguntaba Anne.
-solo mi marido, solo el.
-asombroso, todos los hombres de irlanda deben de ser sodomitas, permitidme – dijo Anne descalzando lentamente a Anne y acariciando suavemente los pies.
Las manos de Anne masajearon los pies de Mary, la cual disfrutaba de ese reparador masaje, pero cuando notó que bajaban los pantalones, los tiró hacia ella tapandose.
-¿vuestra promesa? Mi lady – le recordó Anne.
Impotente, dejó que sus pantalones la abandonaran, quedando a merced de aquella pirata que la contemplaba.
Mary, sonrojada, se tapó su concha y sus pechos tan bien como pudo y evitaba mirar a Anne.
-eres preciosa, mucho mas guapa que esa ramera de Maria Vargas, esperadme, ahora me preparo para vos – dijo Anne.
Anne se desnudó despreocupadamente, despojandose de su camisa y sus pantalones, dejando ver un musculoso pero escultural cuerpo con algunas heridas de bala, agarró una botella de Ron y juntando sus pechos derramó el licor sobre ellos, el ron recorria aquellas sensuales carnes de mujer destinadas a alimentar la descendencia, cayendo por sus pezones y derramandose en la boca de Mary que acostumbrada al alcohol de la taberna bebia, el ron caia sobre el cuerpo de Mary, empapandolo y dandole olor a alcohol.
Anne lamia las carnes empapadas de licor de Mary que se sentia cohibida al notar la lengua de su amante, cohibida, pero deseada, sentia como el deseo de Anne le sacaba algunos jadeos, los senos de Mary cayeron indefensos ante el brutal asalto de los labios de Anne, el cuerpo de Mary temblaba como una hoja, pero cuando los labios de Anne alcanzaron la entrepierna de la irlandesa, se agarró de las sabanas clavando las uñas de sus manos y sus pies.
Era la primera vez que alguien saboreaba su concha, Anne no ponia cara de asco, al contrario, disfrutaba saboreando la intimidad de Mary.
Las manos de la irlandesa abandonaron las sabanas y acariciaron sus pechos, los jadeos escapban de sus bellos labios.
-¿Cómo os sentisteis al enfrentaros a mi?
-bueno, miedo, deseo de vivir – dijo Mary.
Empuñad la espada de nuevo – dijo Anne mientras sacaba una espada e introducia la empuñadura en el interior de Mary.
-aaaah, casi habia olvidado esto.
-¿tu marido te cogia asi? – preguntó Anne.
-¡si! ¡santo cielo! ¡si! ¡cada dia para poder tener un hijo.
Anne paró, sus facciones se pusieron tristes.
-¿q-que os pasa? – preguntó Mary.
-yo…. Estaba embarazada, pero la vida en el mar puede ser duda, perdí un hijo, aborté.
Mary se tapó la boca con sus manos en un reflejo de sorpresa, luego, abrazó a Anne, vio que por sus duros ojos asomaban lagrimas.
-en verdad deseabais al bebe – dijo Mary.
-¿Por qué Dios me castigó con ello? El bebé no habia hecho nada ¿acaso mi utero está maldito?
-no, tuvisteis mala suerte, es todo – dijo Mary rodeando con sus manos a Anne.
Anne, con los ojos llorosos pero llenos de amor, miró a Mary y le dijo.
-lastima que no seais varon, hubiera dejado que me preñaseis.
Mary quiso decir algo, pero sus labios besando a los de Anne respondieron por ella, unos labios que se besaron mientras las manos de las feminas recorrian con suavidad las pieles de Anne y Mary.
Los senos se juntaron mientras la empuñadura de la espada se acercaba a la concha de Mary, pero Anne notó que algo entraba en ella, vió su concha, profanada por la empuñadura de una espada que cogió Mary.
-el primer golpe es mio, pirata – dijo Mary sonriendo maliciosamente.
-no importa quien golpee primero, sino el ultimo en golpear – dijo Anne sonriente.
Mientras ambas se besaban, las empuñaduras entraban y salian de sus interiores, el calor de sus cuerpos aumentaba, el deseo de abandonarse al placer tambien, pero ambas no cederian ante la otra, se penetraban cada vez más deprisa hasta que ambas llegaron a la vez.
Agotadas, se abanodaron al sueño.
Mary y Anne se hicieron buenas amigas, Mary se siguió vistiendo de hombre, ambas saquearon varios barcos y por las noches daban rienda suelta a sus intimos juegos.
Hasta que llegó el capitan Jack Rackham.