Leandro - Una historia de autosuperación - 01
Sigue la historia de Leandro.
Para el capítulo 0 y el prólogo dirigirse a Grandes Series.
Capítulo 01
¿Dónde había dejado? ¡Ah, si! Para el momento en que mis amigos me habían empezado a llevar a fiestas y demás sitios y que yo dejé de frecuentar los cybercafes, mi autoestima había empezado a mejorar gradualmente, solo había un pequeñísimo problema, me estaba yendo en dirección al alcohol.
Pase muchos momentos, de juerga, bien borracho. Hasta que un día, unos amigos decidieron salir a un antro y justo fueron una chica que le gustaba a mi mejor amigo y una amiga de ella que… me resultó muy atractiva y me encantó ni bien la conocí… Pero… cuando me dijo que le gustaba ACDC y Metallica, fue cuando supe que terminaría siendo mi enamorada. Aunque, comencé a tratar de controlar mis emociones porque sabia que el que nos gustaran cosas similares no nos hacía pareja automáticamente, así que, trate de mantenerlo así, pero nos hicimos buenos amigos al principio. Nos mandábamos mensajes de vez en cuando, y así… para colmo, me hice amigo de la chica que le gustaba a mi amigo, y, lamentablemente, me enteré que la que me gustaba a mí… quería con alguien más, con uno con el cual ya tenía una historia pasada. Cuando supe eso… fue como sentir una daga clavada en mi corazón y me senti mal por ello. La solución que encontré en ese momento fue de dejar de hablarle tan seguido. Pero.. al conocerla mejor… llegué a admirarla tanto así que decidí empezar a hacer las cosas que me gustan y no avergonzarme, como escuchar metal y cada tanto, ver anime, ahí aun no dejaba de hacerlo pero es parte de porqué deje de ir a fiestas.
La vida se volvía muy extraña para ese momento. Empezaron a haber varias cosas en ella que empezaban a encajar. Incluso, cuando entré a la Universidad… En ella, me crucé a una flaca, muy bonita a todo esto. Su nombre era Alejandra. Tiempo más tarde de ese encuentro, me presentaría con el resto de su banda de amigos. Algunas veces, me venían a visitar a mi salón… y otras veces, ella iba a mi casa. A veces traía a los demás, y nos tomábamos unas cervezas y escuchábamos música.
Pero… hubo una vez… que estábamos tan solo los dos, y estábamos bien ebrios… tanto que nos empezamos a besar apasionadamente. Su lengua peleaba por entrar a mi boca, lo mismo que la mía a la de ella. Nos empezamos a arrancar la ropa de lo entonados que estábamos. Y si… al final terminamos teniendo algo de acción.
Ella comenzó a bajar hacia mi entrepierna y comenzó a hacerme una mamada que me hizo sentir muchas cosas. La verdad, no podía creer lo que estaba viviendo. Yo le correspondí a esa mamada, haciéndole una a ella también. Sentir mis labios en sus labios vaginales fue algo increíble. Verla retorcerse del placer que le estaba proporcionando hizo que mi pene volviera a erectarse. Y fue cuando decidí hacerlo. Nos miramos a los ojos y muy lentamente fui penetrando su maravillosa vagina con mi pene. Estuvimos quince largos minutos haciendolo. Sintiendonos. Todo al ritmo de la misma música que estaba sonando en ese momento. Nothing else Matters de Metallica. Le siguió, del mismo grupo, The Unforgiven. Y cuando concluimos, estaba sonando Fade to Black.
Cuando él estado de ebriedad comenzó a disminuir, sentí como si me hubiera liberado de algo, y entonces fue así que decidí decirle para estar.
Pero lo hice de la manera más idiota posible.
Aunque Alejandra y yo tuvimos algo en ese momento, ella estaba enamorada de otro… y yo, pensando que el chico que a ella le interesaba, iba a hacer una movida con ella… y yo iba a quedar otra vez como un idiota en el aire, y con la desesperación que empezaba a asomarse, le mandé un mensaje de texto a las dos semanas de estar juntos, contándole todo lo que había empezado a sentir por ella… Pero su respuesta fue negativa. Es más, se enojo conmigo por haber tardado tanto que me mandó a la mierda. Y, desde luego, me empecé a sentir mal… ¡otra vez!
Me acuerdo que ese día bebí hasta olvidar que existía el mundo. Otra vez me sentía derrotado. Pero esta vez, lo acepte como todo un caballero.
Cómo le había mandado una solicitud de amistad en Facebook, semanas atrás, una invitación qué jamás aceptó, tan solo cancelé la misma y de vuelta a mi soledad.
Alejandra, ésta chica que me mandó a la mierda y conocí un 22 de mayo del 2009, es la que se volvió mi enamorada en la actualidad, ya que nos reencontramos años después.
Pero eso ya es otra historia para más adelante.
Con el tema de las fiestas, mis amigos, que si iban a veces a levantarse flacas, me pedían de ir con ellos, cosa que aceptaba. Pero yo iba con cero ganas de levantarme alguna flaca, a diferencia de ellos.
Pero, en alguna que otra salida a reuniones, que teníamos, tenía algún que otro levanté con las mujeres, aunque no me lo propusiera.
Me acuerdo, que en mi época escolar me jodían con que era gay, o una niñita, por mi cero interés en las salidas. Y esa joda, comenzó a disminuir a la salida del mismo colegio. Pero, ese sentimiento de rencor, a causa de esas jodas, quedó latente en mi.
Asíque las veces que salía y terminaba besándome con alguna flaca, que se encontraba frente a mí, me daba una gran satisfacción, no solo por el acto mismo del beso… sino por cerrarles la boca a esas personas que me molestaron en mi época escolar.
Hasta que llegó un momento al cual mis amigos y yo lo llamamos las 7 desesperadas. Las 7 desesperadas fueron siete reuniones que fueron siete organizadas entre dos semanas antes de que me mudara a otro distrito de la ciudad de Lima. E increíblemente, se podría decir que salí ganando, pero realmente no era eso lo que buscaba ya que yo quería una relación de verdad con alguien que de verdad entendiera mis aficiones y no pensara que eran solo una etapa.
Durante esa época de las 7 desesperadas, en una salida a una disco, la conocida de la hermana de un amigo mío estaba bien ebria, y yo me aproveche de ella todo lo que pude ahí en el lugar. La chica se llamaba Sandra. Meses después, Sandra me contactó y tratamos de salir. Bueno… yo lo intenté, porque la verdad sin alcohol me daba igual.
La chica era un poco mayor que yo y lo que quería era una relación seria que terminará en formar una familia. Para ese momento, yo tenia 23, y era algo imposible que yo quisiera eso que quería está Sandra. Para colmo, su hermano era un estúpido que se creía la última coca cola del desierto. Al final, deje de verla y un día terminamos por messenger. Si, termine la relación de la forma más idiota. Yo sentía que debía hacerlo en , pero ella me lo puso fácil y así se acabó esa vergonzosa historia.
Mientras vivía todas estas experiencias, mí vida universitaria era otro tema aparte. Parecía que tuviera dos vidas paralelas de lo extraño que todo se volvió.
Comencemos desde el principio de mis años universitarios, como ya saben todos, tenía bastante depresión para ese momento, y al principio me afectó bastante lo que vivía en los cyber con el tema de las relaciones virtuales, siempre jodiéndome mí propia vida, y encima, mí propia timidez, no ayudaba en nada debido a mi inseguridad. Así que al principio, con las chicas que me gustaban, simplemente huía. Me dijeron de presentarme una y les dije que mejor no, y con otra chica sencillamente me corrí a un lado. La cosa, es que así fue al principio, luego cuando empezaba a salir más, me empecé a sentir más seguro conmigo mismo. Incluso empecé a cortejar a una chica que conocí en la Universidad pero que nunca llego a nada. Dejamos de hablarnos, porque así siempre pasa, y cada uno por su lado. También había una chica, la cual me decían que yo le gustaba porque siempre se me quedaba mirando, y justo se le acercó a mi amigo para saber de mí. Pero, mi amigo quedo embelezado con ella. E incluso, una vez me pidió que no intentara nada con ella. Y como yo no sentía nada por esa flaca, no me hice ningún problema, y le dije que no intentaría nada con ella. Que tenía el camino libre.
Lo que si recuerdo, es que esa flaca se burló de mi cuando se entero de mi correo electrónico de ese entonces. Creo que el que se burlara de eso, fue lo que cortó cualquier intento de ligar para que pudiera pasar algo. Mi correo en esa época era firefalcon01.
Pasó el tiempo y yo seguí con mi vida normal. De grupo de amigos a otros. Y la depresión seguía ahí, solo que ya no era tan palpable. Cuando empecé la universidad había elegido la carrera de Ingenieria en Electrónica, pero me cambie a Sistemas, porque los cursos eran más fáciles. Y cuando hice ese cambio, conocí a una chica que se volvería mí tormento, se llamaba Jesica, y sería la encargada de hacerme la vida imposible en los primeros años de Universidad.
Y eso que aún falta lo peor, Marianela.
Continuara...