Le quité la novia a mi hermano

Fran lleva por primera vez a casa a su novia Sandra pero las cosas no acabarán como él hubiera, deseado ya que Sandra descubrirá que a quien de verdad quiere es a su hermana Leyre

Le quité la novia a mi hermano

Buenos días me llamo Leyre y estoy encantada con mi cuerpo.

Tengo 18 años y unos pechos que son la envidia de todas mis amigas, en cuanto me pongo un pequeño escote puedo ver cómo todo el mundo se gira al pasar a mi lado lo que me produce una excitación tremenda y mi culo, que os voy a decir de mi culo, bien puesto, firme, redondeado, espectacular cuando visto con unos leggings. Me encanta pasar al lado de gente y ver cómo las conversaciones que tienen paran momentáneamente para observarme.

Además soy una chica alta lo que unido a los tacones que casi siempre uso y los vestidos cortos y ajustados que me pongo a menudo hace que no deje indiferente a nadie.

Vivo con mi madre y hermano. Mi hermano tiene un año más que yo y la relación es muy buena, de hecho casi siempre se viene conmigo y mi grupo de amigas de fiesta, lo que para él es fantástico ya que siempre va rodeado de cinco o seis chicas y no os voy a mentir ya que mis amigas también son todas ellas bastante guapas y con buena figura aunque ninguna me gana, como vereis modesta también soy un poco.

Pues bien una vez que os he contado esto, paso a contaros el relato en si.

Desde pequeña y debido a que como os decía creo que tengo un cuerpo diez me ha gustado exhibirme y en casa nunca he tenido problemas en estar en ropa interior, comencé a los 15 años a ir desde mi cuarto a la ducha así por las mañanas y poco a poco lo he ido normalizando hasta el punto de estar en casa casi todo el día solo con las braguitas y el sujetador. Ni mi madre ni mi hermano nunca se han quejado ni les ha molestado que vaya así y es algo normal, incluso me hermano me ha visto alguna vez salir desnuda de la ducha y ni el ni yo le hemos dado mayor importancia, veo la desnudez como algo natural y no me importa que me vean así al contrario me gusta que me miren. Mi hermano es algo más vergonzoso y pocas veces le he visto en calzoncillos aunque siempre ando intentando convencerle que se pasee así por casa que tiene un cuerpo bastante atlético y así nos alegra la vista a mi madre y a mí.

El otro día andaba con un excitación mayor de lo normal y me levanté a tomar algo a la cocina antes de ducharme. Salí con las braguitas y el sujetador con los que normalmente duermo, son unas braguitas bastante desgastadas pero muy cómodas ya que las gomas se han dado de si y no molestan, con el sujetador me pasa lo mismo.

Mientras me tomaba un zumo de naranja, sentía unas ganas tremendas de mostrarme desnuda y en ese momento cuando mi madre preguntó si teníamos algo de ropa para echar a la lavadora que la iba a poner en ese momento yo ni corta ni perezosa me quité el sujetador y las braguitas y me quedé desnuda en la cocina mientras metía la ropa en la lavadora.

  • Ale ves a ducharte Leyre, cuanto te gusta desnudarte, dijo mi madre al ver que me había quedado desnuda.

  • Ni que fuera la primera vez que me ves así mamá, le dije yo y la di un beso antes de irme a la ducha.

En ese momento me fuí hacia el baño y me crucé a mi hermano en el pasillo.

  • Buenos días dormilón.

  • Hola hermanita, ¿ya estás enseñandonos tus encantos? Pregunto mientras ponía una sonrisa pícara y continuó hasta la cocina.

Yo pase al baño me duché y después me pusé un tanga de hilo dental y un sujetador que mostraba mis pechos en todo su esplendor.

Después me dirigí al salón y estuve hablando con mi madre y hermano durante un rato.

  • Hoy he quedado a comer con mis amigas mamá. ¿Te vas a venir Fran? Hoy va a estar Sandra le dije mientras le guiñaba el ojo.

  • Pues no tengo nada previsto asi que sí me iré con vosotras.

  • Desde hacía unos meses Sandra y mi hermano Fran estaban tonteando y el resto de amigas estabamos deseando que empezarán una relación. En mi caso encima significaba que Sandra además de amiga sería cuñada mia y eso me encantaba.

Tras varias semanas, Fran y Sandra se decidieron y comenzaron una relación, seguían quedando con el resto de la pandilla pero comenzaban a escaquearse a solas cada vez con mayor frecuencia.

Un Sábado comiendo mamá, Fran y yo y hablando sobre Sandra llegó el momento que estaba esperando.

  • Hijo, podías decirle a tu novia que viniera mañana a comer a casa, tengo ganas de conocerla.

  • Siiii, dije yo toda animada, que venga Sandrita a casa.

  • De acuerdo, le diré a Sandra que venga a comer con nosotros mañana.

En ese momento tanto mi madre como mi hermano me miraron... Yo sabia bien lo que me iban a decir.

  • No, conozco a Sandra desde hace muchos años y ella me conoce a mi. Sabe perfectamente que yo en mi casa busco la comodidad y no voy a cambiar porque venga ella, si fuera una desconocida podría plantearmelo pero que me vea Sandra en bragas no es algo que me preocupe ni creo que a ella le vaya a molestar.

  • Al menos te pondrás unas braguitas que te tapen un poco más que esos tangas que nos llevas ultimamente por casa dijo mamá.

  • Pues según me levante mañana, es que me veo mucho más mona con un tanga que con unas bragas tapando todo.

A partir de ese momento la excitación me subía por momentos, me notaba la humedad solo de pensar que mañana vendría Sandra a casa a comer y tendría la ocasión de exhibirme ante alguien más ya que la monotonía de que sólo mi mamá y mi hermano me vieran así le había quitado emoción al día a día.

Al día siguiente me levanté toda nerviosa como si fuera mi novio quien iba a venir a comer a casa, desayune y me fui a la ducha, después me fui a la habitación y elegi modelo para pasar el día, por hacer caso a mamá no me puse un tanga y elegi unas brasileñas de encaje que eran de lo más sensuales, sujetador a juego todo de estreno en un verde salvaje y me fui a la cocina a ayudar a mamá con la comida.

En ese momento oi la puerta de casa y la voz inconfundible de mi hermano gritando.

  • Hola, ya estamos en casa.

Mamá y yo salimos de la cocina para que Fran presentara a Sandra.

En cuanto nos vió Sandra pude ver cómo sus ojos se quedaron fijos en mis pechos.

  • Guau Leyre, vaya recibimiento que me das, dijo Sandra sonriendo.

  • Te gusta? Le pregunte mientras me giraba 360° para que pudiera ver mi culo remarcado gracias a las brasileñas que llevaba puestas.

  • Estas preciosa hija, dijo Sandra, ya me gustaría tener tu cuerpo.

  • No te quejes del tuyo que también es espectacular y si quieres puedes mostrarnoslo aqui.

Ambas echamos una carcajada y ahí quedo la cosa.

Durante la comida pude ver cómo Sandra no me quitaba ojo a los pechos o cada vez que me levantaba a traer algo a la mesa miraba mis piernas y mi culo cuando me giraba.

Yo estaba encantada, Sandra sabia de mi gusto por exhibirme y tenía que saber lo que estaba disfrutando de aquella comida. Cada vez me notaba más húmeda y hacia mucho tiempo que no lo pasaba tan bien.

Tras la comida y un tiempo de reposo Fran y Sandra se sentaron en el sofá mientras mamá y yo recogíamos la mesa, cuando acabamos me senté en el sofá al lado de Sandra.

Ella no paraba de mirarme las piernas y yo disfrutaba con ello e incluso la ponía en aprietos delante de Fran.

  • ¿A que tengo unas piernas bonitas? Le pregunte mientras estiraba la pierna.

  • Bonitas y largas Leyre.

Y así continuamos toda la tarde.

Mama invitó a Sandra a que se quedara a cenar y así lo hizo, para cuando acabamos de cenar se había hecho bastante tarde.

  • Sandra, como te vas a ir a casa a estas horas, llama a tus padres y diles que te quedas a dormir aquí para que estén tranquilos, le dijo mamá

  • ¿No será mucha molestia? Preguntó Sandra.

  • No, tranquila, no hay problema.

Como mamá acababa de conocer a Sandra, no era normal que se fuera a dormir con Fran por lo que yo pensé en mi interior a ver que solución buscaban porque no teníamos habitacion de invitados.

  • Leyre hija, no te importará que Sandra duerma contigo esta noche.

A lo que yo respondí, no por supuesto que no, ya lo hemos hecho cuando nos hemos ido juntas de vacaciones lo único que aquí la cama es un poco más pequeña que la de los hoteles.

Y a partir de ese momento con mi Estado de excitación no tenía ganas nada más que de acostarme, tenía claro que dormiría como todas las noches que para eso estaba en mi casa y no como cuando habíamos ido de vacaciones, esto es desnuda.

Después de un rato viendo la tele y viendo como Fran y Sandra se hacían arrumacos, me levanté di las buenas noches y me fui a dormir.

  • Te espero en la cama Sandra, le dije.

  • Voy enseguida, contestó separándose por un momento del pecho de Fran.

Yo me fui a la habitación me desnude y me tapé solo hasta la cintura con la sabana dejando al descubierto mis pechos.

Enseguida vino Sandra que al verme resoplo.

Ufff Leyre que manera de fardar de pechos.

  • Jajaja es que me encanta dormir desnuda Sandra, siempre lo hago así en casa. Además tu no has traído ropa por lo que también tendras que dormir sin ella, para mañana ya te dejaré unas braguitas limpias para que puedas cambiarte.

  • Ya sabes Leyre que yo nunca he sido tan lanzada como tu, mejor dormiré en ropa interior.

  • Sandra, he visto como me mirabas durante todo el día, si te metes a la cama en ropa interior yo te la quitare.

  • Jo Leyre no me das opción.

Y acto seguido Sandra se desabrocho el corchete del sujetador, dejando sus bellos pechos al aire y a continuación se quitó las bragas mostrando su cuidado y afeitado coño.

Se acercó a la cama y se metió, en ese momento comencé a hacerle caricias con el pie y a susurrarla al oído

  • He visto como me has estado mirando todo el tiempo.

Sandra se giro hacia mi y sin mediar palabra me besó en la boca.

Yo me abalance sobre ella acariciandola los pechos mientras ella me agarraba fuertemente del culo.

Sandra busco con su mano derecha mi coño y comenzó a acariciar mi clítoris, yo me rendí a ella y me tumbe boca arriba en la cama abriendo las piernas para facilitarle el trabajo hasta que no pude más y me corrí.

Era la primera vez que tenía sexo con una chica pero sin duda la experiencia era mucho mejor que las que había vivido con ningún chico.

Me quedé extasiada en la cama y Sandra al ver que no respondía comenzó ella misma a acariciarse su clítoris hasta que también tuvo su recompensa. Después nos relajamos y ambas nos quedamos dormidas.

Al despertar a la mañana siguiente, Sandra me preguntó

  • ¿Lo de anoche fue cierto o ha sido solo un, sueño?

  • Lo de anoche fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida, Sandra, espero que tu lo disfrutarás tanto como yo.

  • Claro que lo disfruté Leyre, me he dado cuenta de lo que quiero de verdad. Lo siento por tu hermano Fran pero con quien yo quiero tener una relación es contigo Leyre.