Le puse los cuernos por los relatos
Queria sentir su leche hirviendo, que su volcan derramara toda su lava, use los musculos de mi vagina para succionar su verga y exploto, podia sentir sus lechazos llegar hasta mi utero directamente.
Hola amigos, mi nombre es Sonia Muñoz Hernandez soy nueva en esto de escribir relatos pero quiero platicarles algo que me sucedió el 29 de Diciembre 2007
Soy una mujer casada de 32 años tengo 3 hijos, soy mas bien bajita pero de un cuerpo muy sabroso, cachondo y sensual, mis medidas son 90-60-99 vivo en alguna ciudad cuyo nombre no quiero mencionar
Mi mente, mi cuerpo y mi vida han estado viviendo una dualidad por muchos años ya que por un lado me criaron con una disciplina donde todo lo relacionado al sexo era malo y pecado, por otro lado soy de una personalidad muy pero muy caliente, al tener estos dos hechos en mi vida pues se creo una dualidad donde por un lado deseo y necesito mucho sexo del mas fuerte y perverso y por otro lado me detiene mi crianza de pecado hacia el sexo.
Me case muy joven a los 19 años con mi novio de casi toda la adolescencia, ya casados y después de muchos años de tener sexo con mi esposo no me satisfacía lo suficiente, era bonito por el amor que le tengo y por ser mi pareja desde hace mucho tiempo, pero por otro lado el siempre me trataba con mucha suavidad en la cama y yo pues realmente necesitaba que fuera mas rudo y audaz y me poseyera como lo deseaba, de ahí venia mi insatisfacción, total que mi sexualidad fue evolucionando poco a poco, no lo con la rapidez que yo hubiera deseado pero al fin, tanto va el cántaro al agua hasta que le gusta (no es así el dicho, pero en mi caso se acomoda mejor), total que me fue gustando las diferentes facetas del sexo y se fue despertando mi sexualidad y real personalidad.
Siempre he tenido suerte para que me persigan los hombres, me halaguen y reciba todo tipo de frases y propuestas, con el tiempo fue aflorando en mi la necesidad de escuchar cosas que me hicieran sentir cachonda y putona al punto que me seducían las palabras sucias que me decían en la calle, al recibir propuestas sexuales por hombres atrevidos mis piernas temblaban pero mi pucha se mojaba, en esos momentos la calentura me entraba por los oídos pero siempre me detuve por mis principios "morales".
Se me fue haciendo un vicio el escuchar todas esas cosas sucias que los hombres dicen de tal forma que ya buscaba con la mirada para provocar que me dijeran cosas que tanto me calentaban, y continuaba mi evolución .
Mi esposo viaja mucho por cuestiones de su trabajo (donde lo habré escuchado?) pero siempre nos quedamos tranquilos ya que vivimos en una colonia que es una privada rodeada de altas paredes y con una sola puerta de acceso que esta custodiada en una caseta por vigilantes que se van turnando cada dos días, de esta manera pues siempre estamos seguros por que en la entrada de la colonia se deben registrar todas las personas que quieren acceder a la colonia y que no son residentes de la misma, la vigilancia esta las 24 horas del día, cerca de la caseta de vigilancia hay un pequeño parque interior donde los niños se juntan por las tardes a jugar
Debido a las largas ausencias de mi esposo pues me atiende muy poco en la cama, menos del que necesito pero aun así fue despertando la puta que llevo adentro a pesar de su abandono. Me fue gustando el sexo oral (profundo, tanto que ya me considero una real garganta profunda) y mas rollos que en su momento se los platicare
Mi esposo comenzó a traer a casa diversos juguetes sexuales que me encantaron pero nunca los usaba cuando estaba con el, siempre le decía que no me gustaban y que lo prefería a el (todo por causa de mi dualidad, pero me servían para calmar mis ansias cuando estaba sola), pero claro que los usaba, mi preferido siempre fue un vibrador con adornos de un delfín, este estaba compuesto de el falo recubierto de perlas que giran al encenderlo y un pequeño delfín en la base del vibrador que hacia pulsaciones sobre mi clítoris de una forma deliciosa, este juguete en especial fue el que mas compañía me hizo durante las largas noches de soledad, le tenia que cambiar pilas continuamente y en ocasiones llegue a despertar a su lado (je, je, je)
Después de los juguetes sexuales comenzó a enviarme relatos a mi cuenta de correo, recuerdo que el primer relato que me envió lo leí en la oficina, fue de una chica que presto sus servicios sexuales prostituyendose, la forma como estaba estructurado el relato para mi era una sorpresa palabra tras palabra mi mente no lo podía asimilar, en particular esa ocasión sentí que la silla donde estaba sentada leyendo el relato se alejaba y se acercaba y todos mis sentidos estaban embotados, no podía dejar de leer y comencé a tocarme los senos y mi calentura se fue a mil o a un millón, estaba hipnotizada leyendo y cuando lo termine no me pude contener y me masturbe riquísimo, esto no me tranquilizo por lo que tuve que salirme a la calle a recibir aire fresco, me sentía una sucia y vulgar como si yo misma hubiera sido la chica del relato sentí que mis feromonas se podían oler a varios kilómetros por que todos los hombres me volteaban a ver de una forma irresistible para mi, después de los relatos mi esposo comenzó a leérmelos cuando el estaba fuera de la ciudad y me hablaba por las noches para ver como estaban las cosas de la casa.
El primer relato que me leyó fue de un matrimonio donde el esposo queda paralítico y la santa esposa después de tiempo estaba a una temperatura no normal y acaba cogiendo con el jardinero y después de ahí se desata y comienza a salir de cacería (yo estaba calientísima escuchándolo) mientras me lo relataba comencé a masturbarme y a pasar mis manos por todo mi cuerpo fue tanta la excitación que tuve que me vino un orgasmo riquísimo como nunca lo había sentido y mi esposo (bueno ahora mi cornudo esposo) quitado de la pena siguió leyéndome el relato mientras yo estaba viniéndome y sin poder hablar y con mis manos acariciándome fuertemente mi clítoris.
Después de conocer los relatos escritos y narrados mi mente estaba siempre pensando en sexo a todas horas hasta que un día le dije que ya no mandara nada ni me relatara por que si no no iba a responder de mi, y como siempre el cornudo obediente ceso toda forma de envío, después de unos días me di cuenta que necesitaba volver a escuchar o leer algo que hiciera encenderme, y el fatídico día (bueno fatídico para el y lujurioso para mi) 29 de Diciembre (sábado por la noche) me llamo para decirme que llegaría hasta el día siguiente por que tenia mucho trabajo y etc. Etc. Ese día le dije que me platicara algún relato y el maldito se estaba haciendo del rogar acordándome que yo le había pedido que ya no relatara nada, y fue cuando me dijo que le podía ofrecer para poder leerme algo esa noche, después de mucho pensarlo (como 3 segundos) le dije que si me lo relataba saldría esa misma noche a seducir al vigilante que estaba de guardia en la caseta de la entrada de la colonia, la propuesta fue seducirlo y regresarme dejándolo súper caliente, mi esposo acepto de muy buen agrado pensando que no me atrevería a hacer nada, total comenzó a contarme un relato donde una adolescente que realmente se comportaba como una zorra seduce a un nuevo cura que llego al pueblo, durante la trama del relato la chica pasa por muchas dificultades para lograr su objetivo pero no se rendía y hasta que llego el día que logro su objetivo, me quede admirada por la persistencia de la chica (yo se que tal vez fue una fantasía irreal pero en ese momento para mi era una heroína), cuando termino el relato me reto a cumplir con mi palabra, a esas alturas del partido yo estaba dispuesta a llegar a todo así que le dije que cumpliría y colgamos.
Como yo ya estaba acostada en mi camita me levante y comencé a vestirme de la siguiente forma, me quite la ropa que traía puesta (solo traía puesta mi tanga de hilo dental) y me puse un pantalón negro de lykra los acompañe con unas botas también negras que me llegan justo debajo de la rodilla, arriba me puse una blusa cuyos tirantes se anudan por la nuca y no me puse sostén para sentirme mas putona, como esa era una noche particularmente fría tome una chamarra que tiene una gorra rodeada de peluche, me vi en el espejo y pensé "vaya puta debes de cumplir tu palabra y gozar lo mas que se pueda", ya a esa hora mis hijos estaban dormidos así que salí de la casa sin hacer ruido y comencé a caminar por la calle que lleva directo a la caseta de vigilancia, en la noche solo se escuchaban mis tacones que hacían contonear mis caderas mas de lo que yo quisiera, mientras iba acercándome a la casete mi panocha comenzó a mojarse y lo podía sentir por mi pantalón que estaba humedeciéndose.
Mientras iba caminando estaba pensando quien estaría en la caseta ya que como les había comentado los vigilantes se turnan cada 2 días y en total hay cuatro vigilantes diferentes para cubrir toda la semana, de ellos hay dos chicos guapetones que no estaría mal que estuviera uno de ellos, el tercer vigilante es un señor que tiene cara de pocos amigos y nada agradable, el cuarto vigilante es ya un señor de muy avanzada edad, no sabia quien estaría pero poco me importaba el relato había logrado calentar mis oídos y no podía escuchar nada ni pensar tampoco.
Cuando llegue a la caseta de vigilancia estaba obscura por ser ya muy tarde, no podia ver nada hacia adentro a pesar de contar con amplios ventanales, así que toque la puerta muy lento deseando que nadie abriera, pero la tercer vez que toque se abrió la puerta y
Me saludo el vigilante mas guapo de los cuatro, su nombre es Noe y agradecí a todos los dioses del olimpo por mi suerte, siempre me han gustado los hombres que portan algún tipo de uniforme tal como militares, policías, etc. Con la calentura que estaba cargando me pareció todavía mas apetecible, me invito a pasar a la caseta ya que el frió estaba muy fuerte en la noche y preguntándome en que me podía ayudar, el comenzó a recoger algunas revistas que estaban tiradas por el piso y le dije que tenia un problema y si me podía ayudar, me dijo que si que lo que fuera necesario, yo me sentía como una zorra frente a su presa a punto de saltarle encima y le dije que no podía dormir y que solamente había 2 cosas que podrían ayudarme en ese momento a lo cual me contesto que lo que fuera necesario el lo haría.
Le dije que una de las cosas que podía hacerme dormir era una coca cola y que si podía el ir a alguna de las tiendas que abren las 24 horas ya que yo no contaba con automóvil ese día, le dio mucha pena y me dijo que no podía dejar su puesto porque lo reprendenderian ya que durante todo el día hay patrullas haciendo rondines para verificar que los vigilantes estén alertas y en sus puestos, le dije que entonces me iría caminando hasta encontrar una tienda abierta el me detuvo haciéndome notar que por la hora y por la lejanía en que se encuentra la colonia no era muy seguro salir a la calle y que mejor esperáramos a que pasara un taxi para pedirle que nos trajera lo que necesitaba y le dije que estaba bien, no sabia como seguir con mi seducción por lo que tome asiento mirando las cosas que tenían por ahí todas regadas y comenzamos a platicar de su vida, comentándome que tiene 22 años y que estaba yendo al gimnasio y que hacia poco había ganado un concurso de posar músculos (la verdad me saboree ese cuerpo aun que no lo había visto bien aun) a todo eso el recordó que le había dicho que dos cosas podían ayudarme y pregunto por la segunda cosa a parte del refresco, le dije que la segunda cosa era . Hacer el amor, increíblemente el comenzó a temblar de todo su cuerpo y entablamos el siguiente dialogo, palabras mas palabras menos
De verdad?
Si claro eso puede ayudarme también y además me gusta más
No lo puedo creer, usted estaría dispuesta?
Si, es por cuestiones medicas que necesito alguna de las dos cosas
Pero, pe..ero, p..er..ro, no esto no puede ser posible, usted es una señora hermosísima y cada que pasa por la caseta de camino a su casa siempre me quedo admirándola por su belleza
No pasa nada te prometo que nadie lo sabrá
No, es que no puede ser posible
A todo esto el seguía temblando de una forma increíble no podía controlarse, sus palabras se atropellaban y yo fui ganando confianza al ver su reacción.
- Señora por favor déjeme tomar un poco de aire aquí en el parque (que esta como a unos 10 metros de la caseta)
Lo vi alejarse golpeándose la cabeza y se veía que estaba hablando el solo tal vez convenciéndose de que todo estaba sucediendo de verdad, como a los dos minutos regreso y yo pensé que ya había cumplido con mi palabra y le dije que ya mejor me iba a mi casa, el me tomo fuertemente del brazo (mmmm.. como me gusta que me sometan) y me dijo que no que ahora no lo podía dejar así.
A lo cual me tomo de la cintura y empezó por besarme muy lentamente en mi boca, yo tenia mis brazos sueltos a los lados de mi cuerpo sin hacer nada mas que seguir correspondiendo a su beso, poco a poco fue ganando mas confianza y comenzó a acariciarme los senos de una forma muy rica y a pasar su manos por mis nalgas y todo mi cuerpo, mi cuerpo en ese momento se desconecto de mi mente, y sin que me diera cuenta ya estábamos dentro del baño de la caseta y con la puerta cerrada, el encendió la luz del baño y sin dejar de besarme y acariciarme me quito la chamarra violentamente, desamarrando los cordones de la blusa que estaban en mi nuca yo seguía sin participar realmente mucho, cuando bajo mi blusa dejando al descubierto mis senos el comenzó a mamarmelos y en ese momento me dije Sonia pues ya estas aquí y pues ya no hay salida (del cornudo de mi esposo ni me acorde en ese momento) empecé a acariciarle la cabeza y a revolverle todo el cabello mientras me mamaba ricamente, mientras sus manos recorrían por completo todo mi cuerpo deteniéndose especialmente a sobarme mi panocha sobre el pantalón, dejo de chuparme recargándome en una de las paredes y puso mis manos en sus pechos mientras el comenzaba a desabrocharse la camisa y yo se los acariciaba comprobando que realmente hacia mucho ejercicio, al voltear hacia abajo pude ver un bulto de considerables dimensiones en su pantalón formando una carpa, cuando el vio donde tenia mi mirada me acerco su macanota de carne a mi muslo pudiendo sentir todo el calor de su cuerpo haciendo movimientos como si me estuviera violando el muslo mientras pasaba toda su lengua por mi cuello, La manera tan violenta y fuerte de tratarme me tenia entusiasmada y no podía dejar de gemir como una perra en celo ante su macho, no resistí y comencé a frotarle su gran verga sobre el pantalón mientras su boca había llegado nuevamente a mis pechos estrujándolos y maltratándolos de una forma deliciosa, de pronto dejo de acariciarme y tomándome de los hombros me sentó en el inodoro, yo sentí que estaba en una nube y entre la bruma lo vi desabrochándose el pantalón bajándolo hasta las rodillas y pude admirar una verga de gran dimensión con el tronco cubierto de venas que parecían a punto de reventar, tiene unos huevos grandes y duros como del tamaño de pelotas de tenis, la cabeza de la verga la tenia mojadísima y asomaba por el hoyuelo una gota que liquido que me invitaba a saborearla, no hubo palabras de ninguno de los dos, nos vimos a los ojos y mi mano automáticamente subió hasta su gran verga como si toda la vida lo hubiera hecho encontrando ella sola el camino, cuando la tuve entre mis manos la pude comparar y honestamente era mas grande y gruesa que la de mi esposo, con el dedo pulgar tome la gota traviesa y lleve el dedo a mi boca para saborear su esencia de macho, al probar el liquido, mi boca no se pudo contener acercándome rápidamente a mamársela con la maestría que había adquirido con el tiempo, primero me concentre en la cabeza para extraer todo el liquido que pudiera y el comenzó a gemir como todo un macho ante su hembra le pase la lengua desde la base de la verga y recorriendo todo su palo, sabia a sudor, a excitación a deseo a morbo a lujuria y ya no pude detenerme y comencé la felación mas rica que he hecho hasta el día de hoy, el me sostuvo de la cabeza marcando el ritmo a su gusto y yo me deje llevar.
Cuando sentí que estaba próximo a la eyaculación acelere los movimientos de mi cuello para sentir su esperma en la boca, pero repentinamente el me detuvo por la frente y yo trataba de sacar mi lengua y haciendo fuerza para regresar al lugar de mi deseo, pero el me levanto y volteándome hacia la pared me puso una mano en mi espalda para evitar que me moviera, mientras con la otra mano comenzó a bajarme el pantalón, yo? ayudándolo con mis manos y piernas a bajarlo mas rápido cuando lo bajo me acorde que no había traído condón pero en ese momento ya no me podía detener por esas pequeñeces, además el no me habría permitido moverme de esa pared donde me tenia aplastada con sus poderosos brazos, se acerco hacia mi con su verga durísima y pidiendo guerra, metió su palo entre mis piernas desde atrás, las piernas no podía abrirlas mucho por que aun tenia puestas las botas y el pantalón a las rodillas, sin meterlo comenzó a hacer movimientos hacia atrás y hacia delante que me volvían loca, imagínense yo la señora casada y madre de tres hijos con un esposo que se mata trabajando y yo en el baño de esa caseta de vigilancia con la blusa enrollada en la cintura las botas puestas, el pantalón a las rodillas y con un macho tras de mi, no pude aguantar y tomando con mi mano su verga la introduje en mi panocha en la misma posición en la que estaba, el al sentir que me estaba empalando dio un golpe seco de sus caderas metiéndola hasta el fondo y comenzó un mete y saca brutalmente rico, yo sentía que salían chispas de mis nalgas por la fuerza y le velocidad a la que lo estaba haciendo, comencé a sudar y a gritar como loca, el con su mano me tapo la boca para silenciarme pero sin dejar el ritmo de zamba que tenia su cuerpo, no se cuanto tiempo estuve así ni recuerdo cuantos orgasmos llegue a tener en esa posición pero sentía que no existía el tiempo ni el espacio solo sentía a mi macho tras de mi regalándome todo el placer del mundo, llego un momento donde el dejo de moverse sin salirse de mi y comencé a bajar del cielo (o a subir del infierno, no se donde estaba) el se sentó ahora en el inodoro y me atrajo hacia si con fuerza (vaya ya se le estaba haciendo costumbre esos jalones) en esa posición me quito una de las botas sacándome el pantalón de esa pierna por lo que quede con una bota puesta y el pantalón de esa pierna y la otra pierna sin nada, el me obligo (bueno yo también quería sentirlo) a sentarme sobre su palo del demonio y ahora era yo la que lo estaba cogiendo a mi gusto y a mi velocidad que también era muy rápida el mientras me amasaba los senos al tiempo que no dejaba de besarme y yo de recorrer todo lo que alcanzaba de su cuerpo, el tomo mi cintura haciendo mas largos y profundos mis movimientos (que diferencia con el mete y saca de mi marido) yo sentía en las paredes de mi vagina cada vena de su verga, cada gota que salía de su cabeza mientras mis flujos ya habían llegado mis rodillas, cuando me percate de esto arrecie mis movimientos quería sentir su leche hirviendo dentro de mi, quería que su volcán derramara toda su lava para consumirnos en el fuego de la lujuria, utilice los músculos de mi vagina para prácticamente succionarle la verga y de pronto comenzó a explotar dentro de mi y me deje caer completamente sobre el, no les miento pero en ese momento su pene creció aun mas dentro de mi y podía sentir como sus lechazos llegaban hasta mi útero directamente, yo también tuve un orgasmo muy intenso que hizo que mi vista volviera a nublarse me di cuenta que los dos estábamos a grito abierto, después de sentir no se cuantos disparos de su arma mas peligrosa dentro de mi, retorno un poco la calma, recostándome sobre su cuerpo sudado y fundiéndonos en un solo cuerpo yo seguía dándole latigazos suaves con mi panocha para sacarle todo su esperma mientras nos besábamos.
Cuando recobramos la respiración en silencio comencé a vestirme, me subí el pantalón me puse la bota que me faltaba me anude nuevamente la blusa y me puse mi chamarra, lo voltee a ver y se veía lindisimo ahí sentado todo sudado con su verga mojada y todavía erecta, su vientre y piernas llenas de mis jugos y con la camisa desabrochada y toda arrugada por el esfuerzo que hicimos, le avente un beso con mis manos y salí de nuevo al frió de la noche.
En la calle todo era silencio y me puse a andar para mi casa, sentía el cansancio de cada uno de mis músculos después de la batalla donde no hubo vencedor ni vencido solo hubo placer, sentía como la leche comenzaba a salir de mi pucha, la cual estaba un poco adolorida pero satisfecha como su dueña, y pensé que había cumplido con mi palabra, al llegar a mi cama me desnude completa me acosté e increíblemente dormí como un bebe.
Fin.
Espero sus comentarios, sus felicitaciones y criticas a mi cuenta de correo caliente_sonia@hotmail.com