Le entregué mi novia al portero

Me fascinaba la idea de verla con el portero.

Le entregue mi novia al portero

Había cumplido 16 años, estaba en cuarto año de la secundaria y había empezado a salir con Sandra, una chica de 16 también que me atraía sobre manera, era una chica muy popular siempre era muy provocativa y se decía que había tenido historia con montones de chicos de la escuela, de hecho en los recreos siempre estaba escondida en algún lugar apretando con alguno, cuando la veía me decía que era un mal pensado que sólo se habían besado un poco, y agregaba además si yo nunca había besado a nadie, que no era para tanto.

Por lo demás estaba encantado con la situación, mi madre había empezado a trabajar como profesora por las tardes y mi hermana estaba en la secundaria también de tarde, por lo que la mayoría de las veces pasábamos las tardes con Sandra en casa. Igualmente ella se negaba a tener sexo conmigo, me decía que nuestro amor era muy puro y que no quería ensuciarlo, simplemente me pajeaba y apretábamos muy duro a veces pero me decía que no iba a coger conmigo, que me amaba pero que ni se le ocurría tener sexo conmigo por el momento.

Me decía que yo no era un sucio, como tal o cual y me describía lo que le hacían para luego terminar masturbándome ella arrodillada a mis pies y mirando como mi pija escupía en dirección a donde ella decidía, creo que le encantaba masturbarme y a mi me encantaba también como lo hacía. Me reconocía que había apretado con todos los chicos de la escuela que se lo propusieron pero me aclaraba que sexo solo había tenido con cinco de ellos, de los cuales ahora sólo tenía con uno, que era un chico de quinto de nombre Sergio que le encantaba, pero a la vez lo detestaba mucho, me decía que no se podía comparar conmigo en nada.

Seguimos estando de novios durante casi un año y la situación no cambio en casi nada, ella se negaba a tener sexo conmigo de manera rotunda y seguía teniendo relaciones con este chico Sergio que también tenía una novia en la escuela en su misma división.

Una noche estaba durmiendo y tuve un sueño, en el que me desperté sobresaltado, lo veía a Aníbal el portero teniendo sexo con mi novia y me desperté todo sucio y lleno de mi leche, había tenido una eyaculación nocturna, el tema de verla a mi novia con el portero empezó a meterse en mi cabeza. Me venían los recuerdos de las veces que lo había visto al portero cogiendose a mi madre y me preguntaba que haría con una chica como la mía que era una perrita deliciosa.

Cada vez que pensaba en el tema me masturbaba como loco, el tema se me empezaba a escapar de las manos. Una tarde estando en casa le pregunte a Sandra si alguna vez había tenido sexo con algún hombre grande, me contesto que no y le dije que era una suerte, que en general eran como mas zarpados y degenerados, que yo había escuchado una vez que el portero, por ejemplo, le encantaba cogerse a muchas de las vecinas a las que siempre decían terminaba haciéndoles el culo.

Vi una cara de caliente en mi novia que pretendió disimular, había encendido la mecha, por otro lado le pregunte si lo había hecho por el culo y me aseguro que no, y me dijo que por ahí era hora de probar con un hombre mas grande. Y se fue sonriendo al baño, me masturbe en mi cuarto para tranquilizarme un poco. La actitud de mi novia hacia el portero cambio de forma drástica; de casi ni siquiera haberlo mirado, se paraba a hablar cada vez que entrábamos al edificio con él haciendo poses muy provocativas y haciéndose la nena sexy, a Aníbal no le era indiferente y la agarraba y la abrazaba diciéndole que era como una sobrinita para él y la agarraba manoseándola cuando podía, así siguió la situación durante un tiempo.

El momento llegó, porque todas las cosas llegan en la vida. Un fin de semana mis padres se fueron con mi hermana a pasar el fin de semana al tigre en la casa de unos amigos, como yo tenía unos exámenes la semana siguiente, me quede en el departamento a estudiar. El viernes a la noche era el cumpleaños del tipo este Sergio, así que con mi novia estábamos invitados, fuimos a la fiesta que era todo música y diversión, el tipo no se acercaba mucho a mi novia, porque estaba la suya presente.

En un momento de la noche se la llevó a mi novia hacia uno de los balcones y lo mas sigiloso que pude los seguí, trate de esconderme sin que me vieran y el tipo le decía que le iba a regalar para su cumple, la vi a mi novia ponerse de rodillas y liberando su pija del encierro le dio una mamada hasta que el tipo acabo en su boca. Mire la cara de mi novia y restos de leche salían por la comisura de sus labios. Cuando iba a entrar ella, me escabullí hacia la fiesta y me dijo que ya era hora de irnos, eran como las seis y treinta de la mañana. Los dos habíamos tomado un poco pero sólo estábamos un poco alegres nada más.

Cuando estábamos llegando a la puerta del edificio lo vimos a Aníbal que estaba adentro terminando de limpiar el hall. Le dije a Sandra si no le gustaría hacerse más la borracha de lo que estaba y que le pidiera yo a Aníbal que me ayudara a cargarla que yo también me haría más el borracho de lo que estaba. Sin contestarme sentí el peso de mi chica apoyándose en mi, cuando Aníbal nos vio se acerco a la puerta, poniendo mi mejor voz de borracho, le pregunte si no podría ayudarme con mi chica que estábamos un poquito borrachitos.

Este la agarró y la cargó a upa mi novia se agarro de su cuello, subimos los tres en el ascensor y trataba que no se me notara mi erección. Busque la llave del departamento Aníbal me preguntó donde la acostaba y le dije que por favor en la cama de mis padres que queríamos aprovechar y le sonreí, abrí la puerta del cuarto y me senté en el piso apoyado contra el placard y fingí quedarme dormido profundamente.

Aníbal acostó a mi novia y soltó sus manos que se negaban a soltarlo, giro hacia el otro lado de la cama y cuando me vio dormido, empezó primero a sacarle los zapatos a mi novia aprovechando a acariciarle las piernas, luego la fue desnudando prenda a prenda hasta dejarla totalmente desnuda.

El tipo me miró una vez más y desabrocho solamente los botones de su pantalón de trabajo sacó su pija y acomodándose sobre mi novia que estaba boca arriba fingiéndose dormida se la acomodó y se la dejo ir de un envión, la vi a mi novia abrir los ojos y a Aníbal que la besaba tapándole la boca, la empezó a serruchar con dureza y vi las piernas de mi novia que se cruzaban tras sus muslos apresándolos con fuerza, tuve mi primer orgasmo sin tocarme.

El tipo estuvo cogiendola un rato largo y luego cuando mi chica ya había tenido varios orgasmos se salió de ella y poniéndole una almohada bajo su pelvis, la giro dejándola culo arriba, salió de la habitación y al rato volvió con un frasco de aceite que trajo del baño, muchas veces lo había usado con mi madre, se lo repartió bien por el culo, y primero que nada se la dejó apoyada entre las nalgas, se acercó a su oído y le dijo, que cerradito que lo tenés, parece que estamos de estreno, quédate tranquila que caíste en buenas manos y acto seguido le deslizo la cabeza dentro mientras veía las piernas de mi novia que se tensaban, el tipo la tomó de los pelos y la giro mordiéndole la boca, vas a ser mi perrita, le dijo, te voy a coger seguido a partir de hoy y termino de metérsela lentamente hasta el fondo de su culo, la cara de mi novia era un poema, su boca estaba entreabierta y babeando y el tipo la agarraba fuerte del pelo y empezó a serrucharla con dureza, le estuvo dando por un tiempo bastante largo hasta que se tensó y le lleno el culo de su leche, se quedo un rato sobre ella y saliéndose le dio su pija para que la limpie.

Luego la beso y le aseguro que esto era solo el principio de algo que los iba a hacer muy felices. Cuando Aníbal salió me acerque separe el culo de mi novia y vi el estado en que estaba, me masturbe y por primera vez mi semen cayo sobre el culo de mi chica. Me acosté a su lado y nos dormimos los dos profundamente.

Sebirra2003@yahoo.com.ar