Le di mi virgo a un maduro que conocí en el metro

- Hola putica que placer encontrarte de nuevo, te encanta provocar a los hombres y después irte?

Hola, me describiré un poco, mido 1,68 mts, nunca he sido lo que se llama flaca, soy una mujer de curvas, con cintura, un par de buenas tetas paraditas, un culo redondo y una carita de niña mala que a los hombres les encanta. Hoy les contaré de mi primera vez con un maduro.

Desde chica siempre he sido muy caliente teniendo que masturbarme a diario para calmar la calentura, sin embargo, los chicos de mi salón no me provocaban nada, yo siempre miraba a los maduros porque sentía que ellos sí me harían disfrutar como yo lo merecía.

Un día iba de regreso del colegio, estaba tarde ya que me había quedado estudiando hasta mucho después de acabar mi horario, iba en el último curso de prepa y quería entrar a la escuela de medicina, así que tenía que estudiar mucho.

El vagón en el que me monté iba casi vacío así que me fui hasta el final para sentarme, al frente estaba un hombre maduro como de 50 años, bien conservado, solo con un poco de barriga, el cual no dejó de mirarme desde que me senté.

Su insistencia en mirarme despertó mi interés, yo uso una falda muy corta para ir al colegio, motivo por el cual siempre me andan peleando los directivos. La cuestión es que para provocarlo empecé a abrir mis piernas.

Inmediatamente bajó su mirada, empecé a notar cómo crecía su bulto y también como me empezaba a mojar, coloqué mi mano en el muslo y la empecé a deslizar hacia arriba hasta llegar a tocar mis pantys, note lo húmeda que ya estaba, la deslicé un poco hacia un lado e introduje dos dedos, se me escapó un pequeño gemido al sentir un corrientazo que partió desde mi clítoris, en ese instante empezó a tocar su paquete.

Sin embargo, el metro estaba llegando a mi estación, así que saqué los dedos los lamí sin quitarle la mirada, me paré, y sin decir una palabra salí del vagón y me fui corriendo a casa a terminar lo que empecé, me masturbé como tres veces para poder calmar la calentura. Luego me puse nerviosa al pensar lo que había hecho nunca me había comportado así, siempre fantaseaba con hacerlo pero no me creía capaz.

Al día siguiente en la mañana el metro estaba full, iba parada cuando de repente siento que alguien se para detrás de mí, lo que es común en hora pico así que no le presté mayor atención, sin embargó, está vez sentí cómo restregaban un bulto en mi culo, cuando me volteo para reclamar veo que es el maduro del día anterior así que le sonrío para que siga.

Después de sonreírle, se siente con más confianza y empieza a deslizar su mano por mi muslo hasta llegar a tocar mi panty la cuál rápidamente hace a un lado para empezar a tocarme. Se acerca a mi oído y susurra:

  • Hola putica que placer encontrarte de nuevo, te encanta provocar a los hombres y después irte?

Yo no pude articular palabras, no me esperaba un trato así, sin embargo, eso me puso más caliente aún, él no paraba de mover sus dedos, yo me tenía que morder los labios para no gritar de placer, al par de minutos siento cómo se inicia el orgasmo, me vengo como nunca antes lo había hecho y siento cómo los espasmos recorren mi cuerpo.

Pierdo momentáneamente la noción del tiempo y noto que todos me ven, en ese momento debo dar la impresión de estar enferma por mi cara y los espasmo involuntarios que tuve. Llegamos a una estación y veo como se mete los dedos en la boca y prueba mis jugos, y sin dejar de mirarme y sonreír sale del vagón. Esta vez la que se quedó sin palabras soy yo.

En la tarde de regreso, sueño con volver a encontrarlo, sin embargo no sucede, ni tampoco al día siguiente, pasan 5 días hasta que volvemos a coincidir, ya para ese momento no sabía cuántas pajas me había hecho pensando en él, en todo lo que podría llegar a hacerme.

Era un sábado cuando vuelvo a verlo en el metro, ese día no tenía colegio, iba al centro a hacer algunas compras, cuando nos vemos nos sorprendemos, no esperábamos toparnos con el otro. En ese momento me cortó un poco y decido no sentarme cerca de él aunque mi chocha lo esté deseando, me siento a unos cuantos puestos de él.

No pasan dos minutos cuando se mueve y se sienta frente a mi:

  • Hola compañera de viajes, ¿no piensas saludarme?

  • Hola- digo nerviosa

  • ¿Qué pasa ahora me tienes miedo?

  • No, solo no sé qué decir.

  • Empieza con tu nombre

  • Me llamo Antonella y tú?

  • Mi nombre es Javier- en ese momento se para del frente y se sienta a mi lado para decirme en voz baja- Sabes a gloria, me gustaría probarte más, bájate en la siguiente estación conmigo.

Yo estaba nerviosa, escuchar su voz baja, grave me había calentado, sólo asiento. Así que en la siguiente parada nos bajamos y me conduce por varias calles hasta llegar a un complejo de apartamentos.

Estaba cometiendo una locura no sabía qué clase de hombre era, pero era mi vagina quien conducía mis acciones. Cuando entramos a su apartamento, noto que está arreglado pero no tanto, se nota que no vive ninguna mujer ahí.

Durante todo el trayecto sólo cruzamos un par de palabras, nada importante todas triviales, no le importó que en ese momento fuera todavía menor de edad, dijo que no lo aparentaba. Pero al llegar me preguntó que con cuántos hombres he estado, yo me corté un poco y sinceramente respondí que ninguno.

  • No creo que una niña tan linda no lo haya hecho con nadie aún

  • Es que los niñatos de mi clases son inexpertos y quiero dárselo a alguien que sepa y me haga disfrutar- respondo dejando ya los nervios de lado.

En ese momento sin mediar palabras se abalanza sobre mí y me empieza a besar, beso al que respondo, nuestras lenguas se cruzan, jugamos con ellas. Él empieza a tocarme por encima de la ropa, sus manos recorren todo su cuerpo.

En ese momento para y me pide que me desnude para él, lo hago lo más sexy que puedo y se desviste, su miembro erecto es de unos 18 cm, más grueso de lo que esperaba, al notar que lo miro con un poco de miedo dice:

-No te preocupes ya verás como no te duele.

Se acerca y hace que me arrodille, me pasa su pene por los labios y me dice que abra la boca, lo cual hago encantada, lo mete lo más que puede y gime, desde ese momento tomo el mando y empiezo a moverme, juego con mi lengua en su glande, lo succiono y sigo mi mamada.

-Dios, que rico se siente tu boca chiquilla.

En ese momento me agarra del cabello y lo empuja duro, lo mantiene un rato provocándome una arcada, su líquido preseminal es delicioso y me hace chorrear. Me hace parar y me acuesta.

-Me toca a mí perrita, te has portado bien.

Empieza besando mis muslos hasta que llega a mi vulva, la recorre completa, la chupa, succiona, muerde, nunca pensé sentir ese placer, me hace venir dos veces y solo en ese momento se para coloca la punta de su pene en la entrada de mi vagina y lo empieza a restregar.

-Relajate y disfruta.

Mis jugos llegan ya hasta la cama, así que está súper lubricada y lo empieza a meter en un momento siento un poco de dolor así que para, peros después dice:

  • Lo siento no puedo no aguanto- y lo mete de una estocada, me hace gritar- te gusta perra? Eso buscabas verdad? Un maduro que te destrozara ese rico coño apretadito que tienes.

No me podía creer su cambio de actitud, pero eso incomprensiblemente me calentó más y el dolor se fue calmando hasta que empezaron las oleadas de placer, mis gritos cambiaron por gemido fuerte y contesté:

  • Justo eso buscaba, un maduro que me destrozara mi coño y me hiciera disfrutar. Así que no pares ahora y dame duro.

Escucharme hablar así lo hizo explotar aún más y me empezó a penetrar cada vez más duro.

  • Sigue así que me vengoooo, ahhhhh, sigue, sigue. Acabé arriba de su polla, la bañé completamente con mis jugos. Mis piernas temblaban. Sin embargo no paró.me agarró y me puso en 4.

  • Cómo me vuelves loco. ¿Ahora serás mi perra y harás todo lo que diga?.

  • Sí, ya soy toda tuya, seré tu puta, aa las que le harás lo que quieras.

Me lo metió hasta el fondo y me embistió endemoniadamente.

  • Me corro de nuevo, me corroooooo- Me vine y me desplomé en la cama. Me agarró y me hizo arrodillarme.

  • Ahora serás buena perra y te tragarás mi leche- me lo metió en la boca y me empezó a follar la boca- Me vengo, me vengoooo, ahhhhh, abre la boca.

Abrí la boca y el primer chorro de se leche caliente cayó en mi boca luego bañó toda mi cara.

Me paré, fui al baño me bañe, intercambiamos números para otros encuentros y me fui de su apartamento, cansada pero satisfecha.

Si les gustó, puedo contar otros encuentros sexuales que he tenido, comenta.

Y si eres un maduro puedes contactarme a mi correo antonvill0510@gmail.com