Le demostre a mi hija que le amaba

La noche anterior cuando la penetre un poco, me dijo que creia que no la amaba.

A MI HIJA LE DEMOSTRE QUE LA AMABA

Elturpen mayor

Continuación de: mi hija creia que no la queria.

Después de aquella noche en que la penetre un poco. y ella lloró diciéndome que creía que no la amaba. Al despertar ella aún dormía.

Aproveche y me levante, me preparé un desayuno, a mi hermana y, a ella también.

Cuando se levanto, me y fuè por donde yo estaba, me miró con ojos de temor.

Le dije que su desayuno estaba listo, parecía como que no me quería mirar, como que me tenía temor. Parecía una niña atemorizada, muy diferente de la noche anterior.

En la tarde nos pusimos a ver televisión. No hubo referencia alguna a lo ocurrido en la noche.

Solo me miraba y me decía, en que puedo ayudarte papi. Yo deseo ayudarte en lo posible. Quiero ser merecedora de ti, porque se lo mucho que te esfuerza en tu trabajo.

En la noche, apareció en mi casa una vecina amiga de mi hermana, la cual se llama Martha. Es divorciada y tiene tres hijos. Sus hijos acostumbraban a ir a mi casa en la noche para que yo le ayudara con sus tareas.

Cuando ayudaba a los hijos de mi vecina con sus tareas vi. en la mirada de mi hija remordimiento y frustración.

Me miraba fijamente y me dijo papi, me acostare temprano para levantarme temprano porque quiero irme donde mi mama. Como gustes le respondí.

Mi vecina, una mujer muy inteligente, se me acerco y me dijo parece que esta celosa con mis hijos. Le respondí que hablaría con mi hija en ese sentido.

De repente mi hija, sale del dormitorio y nos dice, tengo un gran dolor de cabeza, no tienes un calmante. Mi vecina dice que ella tiene en su casa y sale a buscarlo. Mi hija en eso mi mira y se les salen las lágrimas y me dice: Creo que es como pensaba. Yo rápidamente recordé lo que medijo la noche anterior al momento de poseerla y le conteste: Mi hija no se como demostrártelo, pero ten la seguridad de que yo te amo.

En eso llegó la vecina con el calmante, busque agua y se lo di a tomar. La vecina le dijo a sus hijos que ya era hora de irse a dormir. Y Todos se despidieron de mí.

Me bañe rápidamente y fui al cuarto donde mi hija dormía, donde meen esos me dijo que le dolía el cuello, que si tenia ungüento para que se lo untara.

Busque un ungüento y comencé a frotarla por el cuello, y por la frente, ella lloraba y me decía. Papi creo que no me quieres.

Yo, respondí: Mi hija yo te quiero mucho, no llores. No llores. Mi hija linda. Al yo decirle esas palabras mi hija se acerco a mi y me abrazo, lloraba a borbotones. Le tome con mis dos manos su cara y le empecé a besar sus ojos, ella los cerraba.

Me dijo, papi abrázame de espalda. Yo le cruce por encima y la abrace por la espalda y acaricie sus senos. Al acariciar sus senos parece que sintió picadura y me dijo papi mis senos me pican. Yo le conteste, yo te ayudare hija mía. La puse boca arriba y empecé a acariciar sus senos, empecé a besarlos y ella dejo de llorar.

Fui lentamente y le acaricie el cuello, le bese en la boca y con mi lengua le acaricie los oídos. Sentí y palpe como su carne se puso de gallina. Baje a su ombligo y lo recorrí con mi lengua, gimió y grito un poco de placer.

Me pare por un instante y ella me dijo sigue papi, seguí con mi lengua recorriendo su monte Venus. Y me apropie de su clítoris. Cuando se lo chupe con mis labios, grito papi, papi…….. Me vengo papi. Seguí en mi faena y lleno mi boca con sus jugos. La sentí fría y con temblores, la abrace y le acaricie. Le besaba su boca y sus ojos y veía como tragaba pero con la garganta seca.

La coloque de espaldas, boca abajo. Me subí sobre ella y empecé a besar su nuca a pasar mi lengua por sus orejas, y denuedo la sentí gemir. Solo decía papi, papi……..

Rápidamente me baje a sus nalgas y le daba besos en ellas, la mordía. Y con mi lengua recorría sus muslos de afuera para adentro. Le tome con mis labios su clítoris y con mis manos la tome por la cintura y la alce un poco, ella entendió y se quedo con sus nalgas un poco inclinadas. Acaricie con un dedo su ano y se lo acaricie con mi lengua, lo penetre con ella y con mis dejos acariciaba al mismo tiempo su vulva y su clítoris, gemía, gritaba, temblaba, y de su garganta salio un alarido, y dijo papi me vengo de nuevo. Aceleré el ritmo y en menos de diez segundos empezó a sudar frió, y grito: ya, ya, ya. Sus nalgas que estaban en pompas cayeron y se pusieron horizontales con su cuerpo boca abajo.

Me le subí encima y le mordí la nuca, olía todo su cuerpo y besaba sus sudores fríos. Le coloque la cabeza de mi pene en su ano que estaba lleno de sus flojos, y lentamente la fui penetrando. En ese momento como que volvió en si, y me dijo papi, que me vas hacer. Me quieres matar.

Yo le conteste no hija, veras que no te voy a matar, y al mismo tiempo le besaba la nuca, le lamía las orejas, y notaba como se relajaba su cuerpo, como su temperatura subía, y como su cuerpo cobraba vida. Me dijo, papi me duele. Aguanta hija, le dije. Y rápidamente le mordí la nuca y le dije eres mi niña bonita y te amo mucho, rápidamente empuje y grito y dijo si papi, si papi… me quede tranquilo con todo mi guebo en su cuyo, y lentamente empecé a bombearla. Y ella empezó a sentir placer, la mordía la besaba, la puse de lado y rápidamente la coloque encima de mi, boca arribas los dos. Le acaricie sus senos y le introduje mi lengua en su oreja, y grito: PAPI,--PAPI……ME VENGO DE NUEVO. Yo la sujete fuertemente y ella se desplayo sobre mi miembro, le mordí la nuca, y le susurraba: te amo mucho mi niña. Se tenso, se puso rígida de nuevo, y el sudor frió de su cuerpo empezó a recorrer el mió, y se quedo dormida.

Lentamente, retire mi pene de su culo, la cubrí con la sabana, me fui al baño donde me bañe, no sin antes hacerme una buena paja. Regrese y me acosté a su lado.

Desperté como a las 8:30 de la mañana, mi hija aun dormía. Me levante y mi hermana parece que se dio cuenta de lo ocurrido la noche anterior, y me dijo: Tu hija quiere marcharse donde su madre, quiere levantarse temprano, me hice el desentendido, fui a mi cuarto. Y desperté a mi hija, y me dijo papi, que quieres. Yo le respondí:; te despierto temprano porque dijiste que deseas marcharte donde tu madre. Me miro a los ojos, se le aguaron su ojos y me dijo: no papi, nunca me marchare nunca, me has demostrado que me amas mucho.