Le conté a mi esposo como me cogieron por 1a vez p
Le dije a mi esposo como me quitaron la virginidad. Por cierto me gustó muchísimo.
Tengo 18 años recién cumplidos, mido 1.65, complexión media, caderas grandes, buena pierna, sin nada de pancita por el ejercicio que hago, nalga paradita, buena teta, soy 32c, eso me hace resaltar bastante, además de tener ojos avellana y ser morena clara.
Trabajaba en la farmacia de mi mama y de las veces que me tocaba atenderla un par de veces un muchacho joven, alto y nada mal parecido fue a comprar algunas cosas, Jorge, al parecer era amigo de mis hermanos, porque había visto que se saludaba con ellos. Al principio que lo atendí en la farmacia, me hizo algunas preguntas acerca de mis hermanos, se quedaba a hacerme plática y trataba de ser agradable. Creo que me ha estado acechando desde hace un par de meses porque ahora sus visitas son más frecuentes.
Me llamo la atención que era muy abierto y en una de tantas charlas que tuvimos oriento la conversación a que él ya tenía experiencia sexual con algunas chicas, pues ya se había acostado con varias, eso sí, le gustaba que fueran vírgenes. A mí me pregunto muy directamente:
-y tu ¿ya te acostaste con alguien? O ¿eres del selecto grupo de las virgenes?
– No como crees, nunca me he acostado con alguien, apenas acabo de cumplir 18 y soy de ese grupo y quiero seguirlo siendo hasta llegar al matrimonio, en este momento no creo que vaya a hacerlo con nadie.
Y Jorge riendose un poco – Mejor no digas que no, porque no sabes cuándo te va a suceder.
- Tienes razón, pero estoy segura que no lo voy a hacer pronto.
Y así seguía al acecho, haciéndome algunas visitas a la farmacia, hasta que en una de ellas tomó la iniciativa y me pidió que fuera su novia. Para mi fue una sorpresa porque no teníamos mucho tiempo de tratarnos, pero me deje llevar porque me gustaba su físico y las cosas que platicábamos, asi que casi sin pensarlo, acepte ser su novia.
La primera vez que telefónicamente me pidió que saliéramos juntos, quedamos de vernos en cierto lugar por Azcapotzalco, porque tenía que recoger algunas cosas que su hermano le había traído y debería pasar a su departamento, por lo que ese día me prepare como cualquier otro día (nada llamativo), blusa blanca de botones con cuello redondo, de esas que son un poco transparentes de manga larga, pantalón negro, zapatos negros cerrados, debajo lo que siempre acostumbro, mis tradicionales bra y panti blancos.
Sin malicia estuve ahí puntualmente, era nuestra primera cita fuera de la farmacia y yo estaba emocionada, cuando llegue, el ya estaba ahí, me subí a su carro, lo saludé con beso en la mejilla y empezó a conducir por un par de minutos hasta que llegamos al departamento, se estacionó enfrente y me dijo:
-acompáñame por mis cosas- pero le dije
-no, yo te espero aquí en el carro, pero insistió
-anda vamos, no nos vamos a tardar.
La verdad es que no tenía ganas de entrar, pero finalmente para no verme mal por decir siempre que no, le dije:
-ok, vamos, pero no nos tardamos eh!
Al llegar a la casa de su hermano no había nadie (aún no me daba cuenta de cuáles eran sus intenciones) y me preguntó:
-¿quieres algo? ¿Un refresco?, yo le respondí
-no gracias, y ¿a qué hora llega tu hermano?
-en un rato más, no creo que tarde, vamos a esperarlo, ojalá traiga mi encargo
seguimos platicando hasta que supuestamente llegara su hermano, nos sentamos en la sala y comenzó a besarme, yo respondí a sus besos y bastante sigiloso comenzó a besarme en el cuello, lo cual a mi particularmente me gusta y empecé a sentir muy rico, de lo cual, rápidamente se dio cuenta.
Entre los abrazos y besos me tocaba toda la espalda de arriba a abajo y sentí como me tocaba insistentemente el bra, hasta que de repente sentí como lo desabrochó, me saco de onda, me separé de él y le pregunte,
-¿porqué me lo desabrochas?
-para tocarte bien tu espalda, pero que te parece si te quitas tu blusa para que estés más cómoda
Me sorprendí por su propuesta y me dio mucha pena su petición, sin mucho pensarlo, le dije:
-no, ¿cómo crees? tenemos muy poco de novios para esto, no me voy a quitar la blusa
-entonces ya que lo tienes desabrochado ¿porqué no te quitas el bra?
- ¿qué? ¿El bra? ¿Y porqué debería quitármelo?
-bueno ya te dije, es para tocarte bien tu espalda
-ok, me lo voy a quitar, pero la blusa no me la voy a quitar, no quiero que me veas desnuda, tenemos muy poco de ser novios.
-bueno como quieras, pero como hace mucho calor, te sentirías mejor sin blusa, pero no hay problema, como tú quieras estar, yo si me voy a quitar la camisa
E inmediatamente se desabrochó la camisa y se la quitó, quedando desnudo del torso.
Entonces poco a poco me quite el bra por un costado sin levantar la blusa. Me percate como mis pezones estaban totalmente erectos y se dibujaban perfectamente en la blusa que estaba pegada a mi cuerpo y Jorge me contemplaba fijando su vista en ellos.
Jorge continuó con sus besos (que cada vez eran más apasionados) y sus manos tocaban mi cuerpo por la espalda hasta que llegaron al frente para tocar mis senos por arriba de la blusa, donde comencé a sentir mucho calor, me estaba exitando mucho.
Con mucha astucia, sentí como intentaba levantar mi blusa y varias veces la baje y le decía que no la levantara, hasta que en una de esas terminó por levantarla dejando expuestas mis chichis, las agarró con sus manos y me dijo:
-están grandes y firmes, como me gustan
Yo inocentemente le pregunté:
-¿así te gustan?
-mucho, ve como tienes tus pezones, están bien grandes, nunca había tocado unas tetas así de grandes
-¿cómo las tenían tus novias anteriores?
-pues sus tetas mucho más chiquitas y los pezoncitos también eran bien chiquitos, en cambio tú tienes chichis grandes, la aureola también bien grande y obscura y aunque los pezones no son tan grandes los tienes bien paraditos
-sí, desde jovencita me crecieron muchísimo, es algo que no me gusta tanto
-pues están bien ricas, y ¿a cuántos novios les habías enseñado tus tetas?
-eres el primero que me ve y me toca sin brassiere, solo a mi exnovio lo había dejado que me tocará, pero solo por arriba de la ropa.
-¿En serio? No lo puedo creer, yo creí que habías llegado a más con tus exnovios
-No, nunca me ha gustado que me toquen de más, pero contigo siento algo diferente, además estamos aquí y aquí nadie nos ve.
- Entonces te voy a abrir tu blusa, para verte bien, me gustas mucho
Me besó nuevamente y comenzó a abrirme la blusa poco a poco desde el botón de abajo hacia arriba hasta que finalmente se abrió completamente, retiró hacia atrás la blusa y dejó expuesto todo mi frente, mis tetas colgaban libremente y mis duros pezones apuntaban al frente al tiempo que las comenzó a amasar y apretar con sus dedos hasta llegar a la orilla de mi pezones.
Me besaba en la boca y el cuello y algunas veces se detenía para bajar a besarme mis tetas y chupar mis pezones, yo sentía mucho calor con esto que me estaba haciendo, hasta que de pronto tocaron a la puerta de la entrada, nos detuvimos y me dijo
-vístete, ponte la blusa rápido, puede ser mi hermano
Me levante la blusa, la abroche, y como no me daba tiempo de ponerme el bra, lo escondí bajo un cojín y me cruce de brazos para que no vieran mis pezones expuestos a través de la blusa. Jorge se puso la camisa y fue a ver quién era, abrió la puerta y buscaban a su hermano, a lo cual rápidamente les indico que no estaba y cerró la puerta.
Yo experimenté un sentimiento de miedo, no creía lo que estaba haciendo, ya que nadie antes me había visto las tetas y menos tocarlas así. Además de que cuando regresaba me vio de arriba a abajo posando su vista por un momento en mi ceñida blusa que transparentaba y dibujaba perfectamente mis tetas y pezones erectos, sonriendo se fue caminando hacia el cuarto de su hermano, y de ahí me habló
-ven, ven a ver estas fotos,
lo seguí; estaba sentado en la cama, tomó unas fotos que estaban sobre la cama y me dijo,
-míralas, son mías anda,
me pare a un costado de él, comencé a ver las fotos, yo le hacía algunas preguntas, pero Jorge me abrazó por la cintura y su manos empezaron a tocarme hasta llegar a las nalgas, un segundo después sentí como sus manos las puso al frente, con toda naturalidad desabrochó el botón de mi pantalón, bajó el cierre (desconcertada por unos segundos no supe que hacer, solo dejé que siguiera) y cuando iba bajándome el pantalón, a la altura de media cadera, lo detuve diciéndole:
-no me lo bajes, ¿qué estás haciendo?
-¿A poco no tienes calor?, es para que estés más cómoda, además eres mi novia, tenemos que conocernos mejor
En ese momento me dio miedo lo que estaba pasando, me subí el pantalón de inmediato y lo abroche, -Si tengo calor, pero no es para que me quites mi ropa, ya te dije que para conocernos mejor, no necesito tener el pantalón abajo
Jorge siguió platicándome de sus fotos, me senté en la cama a un costado de él (ni siquiera pensaba que él insistiría), pero unos segundos más tarde me dijo:
-quiero que seas mi mujer, quiero estar contigo más íntimamente, quiero hacerte mía, ¿cómo ves si hacemos el amor?
yo bastante sorprendida ante tal ofrecimiento le dije enfáticamente:
-no, no quiero. Ya te dije que quiero esperar más tiempo, quiero llegar virgen al matrimonio, quiero casarme de blanco
pero Jorge insistió diciéndome:
-¿Y quien te dijo que no vamos a casarnos? Claro que nos vamos a casar, pero ¿cómo ves si antes de casarnos hacemos el amor?, ándale, solo va ser tantito, no va a pasar nada, yo si me quiero casar contigo
Me sentía tan excitada que si tenía muchas ganas de hacerlo pero me daba mucho miedo por lo que pudiera pasar, finalmente aún con la cabeza fría le dije
-bueno, puede ser que si hagamos el amor antes de casarnos, pero hoy no, no vengo preparada para eso, déjame pensarlo, quizá otro día y con más calma lo hacemos
Jorge se puso de pie y me comenzó a besar nuevamente, primero en la boca, después en el cuello, poco a poco sentía más calor y excitación, sin que yo opusiera resistencia, nuevamente abrió totalmente mi blusa, me tomo de las manos, desabrochó las mangas y tiró de ellas, mi blusa cedió totalmente y la aventó a la cama. Ahora semi desnuda me abrazó por la espalda, me recostó y se quitó su camisa.
Cada beso y sus caricias eran más candentes, pegó su cuerpo totalmente al mío, sus manos tocaban mi desnudez y se detenía en mis senos, hizo una pausa para acariciarme las nalgas donde no dudó en meter sus manos por dentro del pantalón para tocarme directamente, las saco y nuevamente trato de desabrocharme el pantalón, a lo cual le dije:
-no, ¡ya te dije que no quiero!
-déjame bajarlo solo un poco, solo quiero ver y tocar un poco tus caderas, me gustan mucho, quiero tocarlas así como lo estoy haciendo con tus tetas, además estas hermosa
-lo pensé por unos segundos y por tonta le dije:
-bueno, pero prométeme que será solo un poco, no me vayas a bajar el calzón, solo un poco el pantalón
-claro que no, vamos a llegar hasta donde tu me digas
Disparado se levantó, me tomo de los brazos y me levantó de la cama, me volteo, pegó su cuerpo al mío y desde atrás sus manos se postraron en mis tetas, las tocó, fue bajándolas hasta llegar a mi ombligo y después hasta el botón del pantalón para desabrocharlo y bajar el cierre, mi ropa interior se empezó a asomar a razón que bajaba el pantalón, mi calzón blanco lentamente apareció y el pantalón cedió hasta un poco abajo de las rodillas.
Desde atrás me veía y tocaba con ambas manos las nalgas y las caderas y dándome besos en la nuca y la espalda sentí como metía sus manos por debajo de los calzones tocándome mi culo desde la base, abriéndome un poco las nalgas y en algunos momentos ponía sus dedos sobre la raya de mi cola tratando de llegar al hoyo de mi culito.
Sacó sus manos, las puso al frente, pegó su cuerpo contra el mío y sentí por primera vez su abultado pene por encima de su pantalón sobre mis nalgas, una de sus manos me tocaba ya por el frente y bajó hasta dónde está mi panocha por encima de mis calzones, varias veces deslizó sus dedos rozándome la vagina hasta que subió la mano, la metió dentro del calzón bajando por mi abundante vello púbico hasta tocar directamente mi panochita mojada, deslizando sus dedos de arriba a abajo, fue que sentí una fuerte descarga que hizo que gimiera y me regreso a la realidad, me dije, no puedo estar haciendo esto y le saqué la mano rápidamente de mi calzón.
Seguía besándome en el cuello y la nuca, eso me tenía al 100. Con la otra mano empezó a bajarme poco a poco mi calzón desde la parte de atrás mientas continuaba tocándome y besándome; el calzón bajó hasta llegarme a la altura de las rodillas donde también estaba el pantalón y con sus manos abrió un poco mis piernas y desesperadamente agarró mis nalgas, sentí como uno de sus dedos tocaba mi ano y desde ahí quería llegar a mi vagina, por lo que paré, subí mi calzón, me volteé y le dije:
-no, ¡no quiero que me toques ya!
tenía mucho miedo y no quería quedar embarazada y Jorge con un gran poder de convencimiento me dijo:
-no te preocupes, no va a pasar nada, es solo un poquito, quiero sentirte, tienes un cuerpo bonito y tu piel es muy suave, todo lo que te he visto y tocado me gusta mucho, además ya sentí que ya estas lista para que lo hagamos
-¿y cómo sabes que ya estoy lista?
-pues estas súper mojada y eso quiere decir que estás bien excitada
-no te lo voy a negar, si me estoy excitando pero tengo mucho miedo, ve ya como me tienes, estoy casi desnuda, además recuerda que soy virgen y no lo quiero hacer, mejor ya vámonos,
trate de tomar mi blusa y levantar un poco el pantalón, pero me abrazo y me dijo
-No, como crees, un ratito más, si casi acabamos de llegar, ¿cómo ves si lo hacemos solo un poquito?, no nos tardamos,
-Es que no sé? tengo miedo
-No debes tener miedo, no te hare daño, eres muy linda y yo te quiero, pero dime, de verdad eres virgen? O ya lo has hecho con otro?
-nunca, con decirte que nunca he visto a un hombre desnudo, pero ¿porque te preocupa tanto eso?
-no me preocupa, al contrario, el que seas virgen me exita mas
-¿y qué pasa si quedo embarazada?,
el respondió:
-no te voy a embarazar, además como es tu primera vez, hay pocas probabilidades de que quedes embarazada, además yo nunca he embarazado a nadie cuando se lo he hecho por primera vez
-Pero dicen que duele mucho cuando lo haces por primera vez, ¿no?
-pues solo un poco, depende, a algunas mujeres les duele a otras no, pero como tú haces mucho ejercicio, no creo que te duela. A alguna de mis otras novias la primera vez solo les metí la puntita para que sintieran un poco.
Si tú quieres a ti también solo te puedo meter la puntita para que me sientas un poco y evitar que te duela y cuando ya te sientas lista nos podemos ir a un hotel para hacértelo bien. O si ves que no te duele mucho, nos seguimos y te hago bien el amor para que veas lo rico que se siente.
Sus palabras fueron como dulce para un niño y dado que me gustaba muchísimo Jorge le dije:
-si me gustaría sentirte un poquito, pero prométeme que no me penetras toda, solo quiero sentir la puntita aunque veas que no me duele, de verdad que no quiero perder mi virginidad, ojalá que con solo la puntita no me duela mucho
-ok, solo la puntita entonces, lo prometo
-Por cierto, ¿traes condones? ponte uno antes
- ¿Qué crees?, se me olvidaron los condones en mi casa, pero si lo hacemos sin condón se siente más rico, ¿cómo ves?
-oye, pero tengo miedo por aquello de las enfermedades de transmisión sexual,
-no te preocupes de mi, estoy sano, yo solamente lo he hecho con chicas vírgenes y cuando las he desflorado, rápidamente me limpio la sangre que les sale de su panocha
-¿Y has terminado en ellas?
-Claro, es lo mas rico, en su primera vez siempre me vine en ellas, pero siempre cuidábamos los tiempos para no embarazarlas y cuando lo hacíamos después, hasta ellas me pedían que se los echará dentro, querían tener mi semilla dentro de ellas
-¿de verdad?
-además de que algunas veces hacíamos sexo oral y también llegaron a comerse mis mecos. Y con una de ellas hasta sexo anal hicimos, es lo máximo.
-guácala, eso a mi no me gustaría hacerlo. ¿y con cuantas chicas lo has hecho?
-que pregunta haces, recuerda que un caballero no tiene memoria
-ándale, dime ¿con cuántas chicas has hecho el amor?
-bueno, no debería contarte esto, pero he estado con nueve
-¿Tantas?, ya tienes mucha experiencia y ¿han sido más grandes o chicas que tú?
-todas más chicas a excepción de una que me llevaba tres años, y dos de ellas aún eran menores de edad, una tenía 15 y otra 17, con ellas si me dio miedo que me fueran a decir algo, pero afortunadamente no, lo hicimos un par de veces y luego me cortaron. Otra chica me dijo que estaba embarazada, pero no, solo fue algo sicológico.
-y ¿Por qué te cortaron?
-No sé exactamente, pero se aburrían de mí y me dejaron, pero, no estamos aquí para contarte mis aventuras amorosas, yo quiero hacerte el amor a ti, quiero que seas mía, discúlpame por decírtelo así pero tengo muchas ganas de ti, me gustaría mucho cogerte, me gustas muchísimo y te quiero para que seas mi mujer, te quiero solo para mí, conóceme en la cama, te va a gustar lo que te voy a hacer, te aseguro que me lo vas a seguir pidiendo
-esas palabras me calentaron mucho más y aunque estaba muy nerviosa solo atine a decirle -está bien, vamos a hacerlo, pero ¿y qué pasa si llega tu hermano? No quiero que nos cache haciéndolo, no quiero que me vean desnuda, si contigo ya tengo mucha pena, además recuerda que estoy en los días más fértiles, no te vayas a venir en mi
- No te preocupes, ya cerré por dentro, así no puede entrar nadie más, solamente estamos tú y yo, solo vas a ser para mí
Ya convencida sus manos se postraron en mi culo y en mis calzones, desde atrás me los bajó poco a poco hasta qué alcanzaron la misma altura del pantalón y me hizo caminar hacia la cama, yo me sentía incomoda con el pantalón así tanto que le dije:
- mejor deja quitármelos, me siento incomoda así
me quite los zapatos, me agache y con mis manos baje totalmente el pantalón y los calzones (al agacharme, me colgaron mis tetas y las toco un poco) y los recogí para ponerlos en la cama, fue cuando observó mi desnudes de arriba abajo, primero deteniéndose en mis pies diciendo que tenía pies bonitos que le gustaban mucho mis uñas, puso sus manos en mis tetas y desde ahí bajo sus manos hasta tocar mis nalgas, después subió su vista y se centro en ver los abundantes pelos de mi panocha que quedaron expuestos y fue cuando sentí que mi vagina comenzaba a experimentar excitación por los abundantes jugos que sentía en ella.
-¿Nunca te has depilado?, ¿verdad?
-no, es que tengo mucho vello, ¿verdad?, ¿no te gusta así?
-Me gusta que este un poco mas cortito o sin nada, pero si quieres la siguiente vez yo mismo te depilo, para que estés sin nada
-bueno, nos ponemos de acuerdo, si me gustaría, yo creo que quieres verme como niña, sin ningún pelito en mi coneja
-Estaría bien chido, así se apreciaría bien tu panocha, si así se te ve bonita y la tienes un poco abultadita, ¿como se vera sin nada?, yo creo que se vería bien tu rajadita.
Yo estaba temblando de la pena y el miedo y estando frente a frente abrió de tajo su pantalón y lo bajó al mismo tiempo que el calzón, apareció rebotando su verga, a pocos centímetros de mi cuerpo y la agarro de la base sacudiéndola hacia arriba y abajo un poco.
Para mi sorpresa, era la primera vez que veía un pene en vivo y me gustó mucho, vi como colgaba y poco a poco fue creciendo curveado hacia arriba y de bastante buen grosor, con una cabeza bastante grande yo lo veía enorme, parecía una salchicha
-esta bien grande y ¿Esa es la puntita que me quieres meter? No me va a caber, está muy gruesa
- Ya antes me han dicho lo mismo y si les cupo a chicas más flaquitas y chiquitas que tu, por eso a ti te la voy a meter poco a poquito hasta que te quepa toda
En ese momento se acerco más a mí, me apretó fuertemente las nalgas y me recostó en la cama, me abrió las piernas para contemplarme mi vagina, primero me toco con la mano la panocha y un poco de mi clítoris mojado, hasta emití un quejidito y le dije:
- que rico se siente, me gusta
con su lengua como por un minuto bajo a chuparme el clítoris y mis labios vaginales, hizo que jadeara varias veces y de mi panocha fluían grandes cantidades de líquido cuando poco a poco interrumpió ese ritual e inmediatamente se agarro la verga y la acerco a mi vagina.
Yo le dije con voz quebrada por los nervios y con un poco de jadeo:
-despacio y solo un poquito eh! porque ya la tienes muy grande y gruesa, solo la puntita por favor
Jorge se rió y me dijo irónicamente:
-no pasa nada, esto es como un dolor de muelas, te va a doler, pero no vas a querer que te la saque
No supe más que decir que reírme y seguimos. Me abrió las piernas con lo que mi vagina quedo totalmente expuesta y se acercó por lo que empecé a sentir su glande como lo untaba en mis labios vaginales y también en el clítoris, para ese momento ya estaba súper mojada y empecé a sentir como orientaba su pito a la entrada de mi vagina, la empezó a empujar ligeramente para penetrarme y me comenzó a doler por lo que le dije:
-¡me duele mucho! ¡Despacio!, ¡mételo con cuidado y solo tantito!, solo la punta
sentía esa masa caliente cuando la acercó y poco a poco fue cediendo paso haciendo presión, el dolor era muy grande, sentí una parte de ese pedazo de carne como se adentraba en mis entrañas y algo detuvo su entrada, no sé cuanto lo había metido pero ya me sentía desgarrada.
Se detuvo un poco al ver el rictus de dolor en mi cara, pero poco a poco presionó, traté de levantarme y voltear a ver que me hacía y le dije
-¡ya no quiero, ya no la metas, me duele mucho! De seguro ya me metiste la puntita, ¿no? Y comencé a llorar
no me dejo levantarme totalmente, me quede reclinada apoyada sobre mis codos y me dijo
-no llores, ya pronto va a pasar el dolor, todavía no entra la puntita, pero espera tantito, tranquila, esto te va a doler un poquito
Así como estaba, me miro a los ojos y de un gran empujón, lo metió creo que todo. Mi reacción fue dejarme caer en la cama ante el gran dolor que sentí, grité y lloré del dolor y Jorge únicamente se abrazo a mí, se quedo quieto encima diciéndome:
-tranquila, ya va a pasar, ya va a pasar, tranquila
Sentí como me abría, me desgarraba, me quemaba, ardía, y me dolía tanto que seguía llorando, la vagina me palpitaba, pasaron como treinta segundos cuando levanté un poco la cabeza y volteé a ver a Jorge que yacía sobre mi, lo único que pude ver fue la parte final del tronco de su pene que la tenía totalmente dentro de mí y le pregunte:
-¿me metiste todo tu pene? ¿Cómo cupo? Te dije que no me penetraras toda, quería guardar mi virginidad
Y me respondió con un lenguaje que nunca había escuchado en él,
-sí, ya tienes todo mi pito adentro de ti, ahora si eres toda mía, ya te hice mi mujer, nunca en tu vida me vas a olvidar, siempre me vas a recordar como el primero que te cogió
-Pero dijiste que solo ibas a meter la puntita, ¿por qué lo metiste todo?
-Bueno, es que estas súper mojada y eso ayudó a que te entrará completa además estas bien cachonda, por eso te entró bien rápido ¿a poco no te está gustando? Te dije que te iba a caber todita
yo solamente me solté a decirle todo lo que sentía abiertamente:
-si mi vida, te amo, ya soy toda tuya, ya soy tu mujer, me dolió mucho tu penetración, estoy sintiendo tu pito muy dentro de mí, ya me desfloraste. Me está llenando completamente mi vagina. Ya te abrí las piernas, solo a ti, eres mi hombre, el que me convirtió en mujer, nunca te olvidaré
- Oye, pero por favor no quiero que eyacules en mi, como lo hiciste con tus otras novias, tengo miedo de que me vayas a embarazar, recuerda que no tres condón y no me quiero casar todavía, es muy fácil que pueda salir embarazada
-no te preocupes, no me voy a venir en ti, antes de venirme, me salgo y los echo afuera en tus chichis, en tu espalda o en tu culo sin me dejas, o si quieres te los doy para que te los tragues, mientas disfruta de la cogida que te voy a pegar
-en mi culo no por favor, tampoco me los quiero comer, solo vente fuera de mi
Aún sentía dolor gracias a la gran vergota que tenía ensartada e inicio suavemente las envestidas de su pito en mí.
El dolor iba disminuyendo a medida que más la metía y sacaba, ya para ese momento escuchaba el sonido de nuestros jugos combinarse y comenzaba más rápido a penetrarme y el dolor ya no era tanto.
En esos primeros minutos después de pasar el dolor, no sabía realmente que estaba sucediendo, lo veía encima de mí moviéndose, metiendo y sacando su pito lentamente sintiéndolo muy adentro, yo estaba realmente muy asustada y confundida de lo que me estaba haciendo y de lo que estaba sintiendo, con las metidas que hacia empecé involuntariamente a emitir gemidos de placer cuando su gran pito me llegaba hasta el fondo de mi vagina, cada instante me tornaba más caliente y al verme así el pito de Jorge me perforaba cada vez más rápido y al meterlo lo hacía con más fuerza, yo sentía que hasta sus huevos me los quería meter y cada vez de mi boca emanaban los:
-hay, hay , Ah! Ah! ah!-Ah! Ah! ah!-Ah! Ah! ah!-Ah! Ah! ah! Hay hay
Era un placer extremo, acostada, desnuda, totalmente abierta de piernas y ahora me cambiaba de posición poniéndome los pies en sus hombros y con la piernas recogidas nuevamente me encajo su pene, que ahora entro sin mayor problema e hizo que soltara un fuerte gemido donde siguió perforándome de afuera a adentro y sintiendo como chocaban sus huevos con mi vagina y con sus dedos apretaba mis pezones y de vez en cuando buscaba mi clítoris, además de que mis chichis se movían frenéticamente de arriba a abajo, siguiendo el ritmo del parche que Jorge me estaba dando y cada vez me bombeaba con más fuerza.
Sentía riquísimo, no solo me gustaba, me fascinaba, pero también por mi cabeza pasaban muchos pensamientos, ya no era virgen y por otro lado comenzaba a tener sensaciones deliciosas que nunca antes había sentido, me estaban cogiendo, pero seguía mirando hacia el infinito y cuando regrese, aún sin concentrarme totalmente en la gran cogida que me estaban dando, involuntariamente continuaban saliendo los gemidos y hasta algunos gritos de mi boca, yo no los podía controlar y entre dolor, placer y con una sonrisa absoluta le dije:
-Así, así, ¡Ah! ¡Ah! Así, así, ¡ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡ah!, sigue, sigue...así Papi, así Papi, me estas matando Papito, nunca había sentido esto, me estas matando, dame mas, dame mas por favor, métela todita, no sé donde está pegando pero siento riquísimo, siento que me ahogo.
Ah, ah, ah, no seas así, no te pares, no me dejes de coger, cógeme siempre, eres divino Papi, que rico pito me estoy comiendo.
Aah, oh, ah, ah, ah, me va a salir en la garganta, ya te abrí las piernas solo a ti papacito, me estas partiendo en dos, eres mi dueño, soy solo tuya, ya soy tu mujer, cógeme, cógeme, así, hazme tuya, hazme tuya, mételo más, déjalo hasta el fondo.
Cógeme, que rica verga tienes papacito y ahora ya solo es mía, no se la vayas a meter a nadie mas, ya eres solo mío, no puedo creer lo que me he estado perdiendo, se siente la gloria, si sigues así me vas a hacer venir, creo que me vas a hacer adicta a tu pito, eres único papito.
-ha ha ha ha, acuérdate, no te vengas dentro de mi panocha, no me vayas a sembrar tu semilla, me sacas tu vergota antes, ehhhh
Pasaron unos cinco minutos en los que con fuerza, cadencia y su cuerpo sobre el mío, me encajaban y sacaban ese gran pedazo de carne. No puedo describir esa sensación, me dolía, pero adentro pegaba con algo que hacía que jadeara y me gustaba muchísimo y cada vez sentía la cara más caliente,
Se salió de mi, bajo mis piernas, las abrió y me encajo una vez más su pene y encima de mi comenzó a meterla y sacarla muy rápido y con mucha fuerza, donde de pronto Jorge comenzó con la respiración más agitada y solo dijo:
-siento que me voy a venir
y yo le dije entre gemidos y apenas pudiendo hablar - ah, ah, ah, no te vengas en mi, salte papito por favor, salte de mi, ah, ah, ah, ah, ah
Y seguido de unos gemidos en donde más fuerte me penetro (unas cuatro o cinco veces más), al tiempo que sentía que su pene engrosaba dentro de mi y sacándome unos últimos gritos de placer, volteé a verlo frente de mi y jadeando detuvo sus movimientos.
Recuperando un poco el aliento, se comenzó a levantar y sentí al mismo tiempo como iba deslizando su verga fuera de mi panocha y al sacarla completamente sentí como un hilo líquido recorría su camino de mi vagina hacia mi culo, entonces comprendí que se había venido en mí, no se había salido a tiempo y lo que salía eran sus mecos, en ese momento regrese del estado de satisfacción en el que estaba a reclamarle:
-Eres un idiota, ¿no te saliste?, ¿te veniste en mi?, te dije que no lo hicieras..., voy a quedar embarazada...
y solamente me dijo:
-sí, ya no pude salirme, si me vine, te los eche adentro, pero levántate y ve a orinar rápidamente para que limpies los mecos que te eche en tu pepa y que no pase nada, ya con eso no sales embarazada.
Dentro de mi estaba más que confundida, ahora pensaba en un embarazo porque me había echado todo su leja dentro de mi pucha.
Al levantarme de la cama, seguía sintiendo como escurría algo liquido y volteé hacia mi pepa abierta para ver ese líquido blanquecino como emanaba de en medio de mis piernas. Voltee a ver a Jorge y su verga ahora ya estaba larga y flácida además de escurrirle algo de semen de su rojo glande. Desnuda, tomé mis calzones, blusa y pantalón y descalza fuí al baño para orinar, algunas gotas de los mecos cayeron en el suelo mientas caminaba, tomé papel y alcance a quitarme algo de semen de la vagina, además de orinar para sacar lo mas que pudiera, mientras me veía como me habían dejado abierta por la penetración y también sorprendida me di cuenta que no había ni un pequeño rastro de sangre en mi pucha con la desfloración que me hizo.