LB.01x08 Sophie Loren (Parte 1)

Con mi alter ego comence una vida "underground", Sophie Loren era capaz de hacer todo lo que yo queria pero que no debia hacer con mi verdadero nombre. Trios, orgias, masoquismo, y mas... Este es el primero de mis relatos de como me converti en ella...

La universidad fue una época de muchos cambios para mí y mi país, me pasaron gran cantidad de cosas, fue cuando casi terminaba mis estudios cuando decidí escribir mis confesiones. Ese 22 de Mayo del 2012, cuando dio inicio una nueva etapa de mi vida.

Cuando regrese mi vida se tornó distinta, era mayor de edad y vivía despreocupada, jamás aparente tener una cuenta del banco ni jamás fui nunca una persona que fuera ostentosa, nunca uso anillos muy caros, es mas no uso anillos, mis aretes son sencillos y no suelo usar dijes ni joyería, aunque debo admitir que si tengo algunas piezas muy lindas y por demás decir que muy caras.

Tres meses después de que Inicie la universidad mi madre murió (los que han seguido mis confesiones sabrán que ella era alcohólica, y si, fue a consecuencia de su alcoholismo), al morir me heredo su casa, su auto (si, conducía ebria, lo peor del caso es que era cuando manejaba mejor), tres locales comerciales y uno de oficinas que rentaba para vivir, ósea, ya se darán cuenta, mi familia es bien, ya les había dicho, no somos ricos pero la familia de mi madre era de clase media al igual que la de mi padre que con su trabajo como abogado logro amasar un prestigio y unas cuantas cositas más.

Bien, entonces yo vivía sola en casa de mi padre, decidí entonces que no necesitaba ya de su  sustento, las rentas que mi madre obtenía para vivir (beber) pasaron a mis manos una vez se realizó el trámite de la herencia (ósea bien rápido, mi papi es Licenciado), vendí (desmantele) su auto (carcacha oxidada y chocada), rente su casa y conseguí un departamento en una zona pues más o menos bien de la ciudad.

Me dirán, ¿Por qué no vivir en la casa de mi madre?, fácil, es una casa grande, y decidí dividirla en dos y rentar dos casas en un mismo terreno, y además aunque mi madre como dije, era de clase media, su casa esta ubicada en una colonia popular, esto es gracioso, porque cuando fenómenos de esos suceden a pesar de ser clase media, llegas a ser como que “los ricos” de la colonia, los que tienen una casota y “no trabajan”, sino que viven de sus rentas, en fin ideas de la gente.

Conseguí un departamento (alquilado) y me despedí de mi padre, fue duro para mí, y de hecho creí que cuando le dijera el haría un súper pancho y se enojaría y me prohibiría irme de su casa y cosas así, pero increíblemente accedió muy de buena gana, supongo que los años de ser una niña buena ante sus ojos y siempre comportarme como me lo pedía rindieron frutos, me volví mágicamente independiente.

En el edificio de mi departamento “nuevo” contrate servicio de tv de paga (obvio con canales XXX), internet y una muchacha de servicio que limpiaba, lavaba y hacia mi comida. Yo solo me dedicaba a ir a la escuela y hacer mis tareas, en las tardes me conectaba a mi Facebook y subía mis fotos y cosas así, platicaba con mis amigos y amigas de la universidad y cosas así.

Pero los fines de semana mi doble vida comenzaba, los viernes en la noche salía a antros, los mismos que frecuentaba con Art28 así que comencé a conocer a los dueños a los meseros y a los guardias, etc. Adivinaran que me trataban y me consentían como a una reina que soy, tenía mi mesero particular (Adal), siempre llegaba y le daba alrededor de doscientos dólares americanos (dependiendo el tipo de cambio de la moneda mexicana en ese tiempo variara la cantidad ahora, pero lo manejare así porque es más sencillo para ustedes darse una idea de cuánto era o es en la moneda de su país respectivo). Adal siempre me atendía de maravilla, ponía una botella de vodca (el mejor obvio), jugo de naranja, de uva, etc., el recipiente del hielo jamás tenia agua porque lo cambiaba apenas notaba que se derretía, antes que un jugo se acabara ya tenía otro, apenas iba a terminarse la botella de vodca y traía otra, jamás permitía que tuviera recipientes vacíos en mi mesa, además de que se encargaba de vigilar que ningún idiota me molestara, y cuando eso sucedía llamaba a Joaco, el encargado de seguridad, generalmente era suficiente con que hiciera una mueca para que en menos de cinco minutos Joaco (que era un chavo de 180cm, muy musculoso, tatuado y muy mal encarado) llegaba y les pedía primeramente y con amabilidad (ósea los jalaba de ahí y los retiraba de mi presencia) que se retiraran de mi mesa y sus alrededores, que recibirían una cubeta de cervezas pero que no molestaran a la señorita, porque era “clienta especial”.

La mayoría de los casos los chicos aceptaban de buena gana, en excepciones cuando estaban muy borrachos eran sacados a patadas por Joaco y según me cuenta (porque nunca lo vi y no me consta) en la salida les ponía lo que acá llamamos “una calentadita”, que consiste en una golpiza de esas buenas, y posterior llamaban a un taxi, lo metían en él y lo mandaban al ministerio público, dicen que en ocasiones extraordinarias en alguna camioneta de algún conocido que estuviera quien manejaba mientras en el camino le daban su calentada al tipo rijoso y después los botaban en el monte, a la altura de una carretera. La verdad eso solo lo sé por Joaco, que una vez después de sacar a un tipo se acercó y me pregunto si estaba yo bien, ese día le hice platica y me conto sus historias, yo me asombre mucho de la frialdad y naturalidad con la que contaba sus historias, con tranquilidad y sin ningún tipo de resentimiento, admito que me gusto la seguridad con la que hablaba y aunque sus historias podrían parecer desalmadas y sonar crueles a mí me gustaba escucharlas.

Pero bueno, creo que me brinque lo importante de este relato, como ya dije, los fines de semana eran para mí de doble vida, en la universidad era la estudiante modelo que se dedicaba a estudiar y los fines de semana salían a divertirme. Durante los primeros años que viví la vida loca antes de cumplir 18 ya tenía una doble vida, con Art28 y las aventuras que pasamos juntos. Pero era joven e impulsiva y debo admitirlo tonta, siempre que me preguntaban mi nombre decía “Alex Bond” (Obvio ya saben que tampoco es mi nombre real sino el seudónimo con el que escribo mis confesiones) y obvio nunca mi apellido pero siempre decía mi nombre real. En un mundo donde la mujer debe ser discreta al para disfrutar su sexualidad debí ser más cuidadosa, entonces cuando comencé a vivir sola adquirí el alter ego de “Sophie Loren”, todos me conocerían así en adelante a donde fuera, a donde me divirtiera, los amantes que ligara, todos me conocerían así.

Sophie Loren era una pelirroja de ojos verdes que vestía muy sexy y era divertida, amaba ser ella, no tienen idea.

Cada fin de semana era de diversión, bebía y en el transcurso de la noche gente se me acercaba, como ya dije si no me parecía la compañía una ligera seña a Adal y Joaco estaba ahí para echarlos, pero si yo no tenía objeción llegaba a reunir entre dos y cuatro personas alrededor, el grupo era exclusivo y era obvio que nadie tenía permitido acercarse a mi mesa si no lo había invitado, las invitaciones las daba por teléfono a un número especial que tenía, los jueves llamaba y debían estar ahí o serian castigados con mi desprecio de semanas y quizá hasta meses. Todo mi grupo era leal a mí, y era obvio, pagaba por sus bebidas y su diversión, con el tiempo logre avasallarlos lo suficiente para que fueran fieles.

Pero mis noches y fines de semana no eran exclusivas de un antro en particular, mis salidas a los antros de ambiente eran las mejores, ahí “Sophie Loren” podía ligar libremente, hombres, mujeres, o ambos, me encantaba, en los antros de ambiente los degeneres más increíbles eran posibles y solo ahí.

Una noche cuando me divertía me encontré con un chico no muy lindo, era ese tipo de personas que se te acerca con una bebida, te ofrece una conversación y simplemente hay química,conversamos un rato, después de un rato se abrió conmigo (fue lo mejor que pudo hacer) la verdad odio los rodeos, la gente directa me gusta), palabras más, palabras menos me dijo:

  • Mira, no tengo que decirte que me gustas un chingo, la verdad me gustaría que esto trascendiera un poco más, y a decir verdad estoy dispuesto a todo lo que quieras con tal de que seas mía hoy, pídeme lo que quieras y es tuyo, sin compromiso de nada, amanece y cada quien por su lado.

Insistiré en que me agrado su seguridad, debo decir también repetir que no era bien parecido, pero yo no suelo diferenciar entre edad, sexo, clase social, estatura, peso, etc. Cuando se trata de coger o coges rico o me levanto y me voy a mi casa. Debo también agregar que si no tengo química con alguien este debe ir pensando en otra chica.

Me acerque a él y le dije al oído:

  • Me agrada tu propuesta, pero yo aun tengo algunas cosas que hacer esta noche, sin embargo, no miento al decirte que me gustaría aceptar tu propuesta. Así que dime: ¿que estas dispuesto a hacer hoy para lograrlo?

  • Pide lo que quieras- respondió el.-

Entonces yo le pedí que se fuera, que ligara a otra chica,  que reservara una habitación en un hotel de la ciudad, que se fuera para allá con la susodicha y que follara con ella mientras esperaba a mi llegada. Que en efecto llegaría, y que solo lo haríamos si lo encontraba cogiendo con la chica. Además, otra de las condiciones era que debía cogernos a las dos, y que si la chica no cooperaba en ese mismo instante me iría. EL chico entonces respondió dudoso:

  • ¿Es neta eso?, ¿no me estarás vacilando?-

Tome su mano entonces y la guie hacia mi falda para que tocara mi vagina húmeda, con sus dedos pudo comprobar que no llevaba ropa interior, saque su mano de debajo de mi falda y el que aun no daba crédito al hecho se metió uno de sus dedos en la boca saboreado mi esencia, entonces dijo:

-¡Delicioso!

  • ¿Qué esperas?- le dije, entonces me dio un beso en los labios y partió después de que le di mi numero telefónico para que me llamara en cuanto estuviera listo.

Yo seguí mi fiesta, pero en poco tiempo me olvide de aquel chico, la noche era joven aun y yo me dispuse a visitar uno de los antros de ambiente de la ciudad, a la salida me encontré con un chico fornido que me abordo preguntando si me había aburrido, le dije que sí, que estaba por ir a otro, el chico era lindo a unos pasos de él se encontraban otros dos de edades similares, el antro estaba lleno y no había podido entrar, así que se dirigían a casa de uno de ellos donde pensaban tomar y continuar su diversión de manera privada. Yo acepte ir con ellos, ósea eran tres chicos sumamente apuestos, alguno de ellos podría haber sido el agraciado.

Los seguí en mi auto hasta la casa de uno de ellos, era una casa pequeña de las de interés social, de no más de seis metros de ancho por doce de largo, eso sí de dos pisos y con su garaje donde me permitieron aparcar.

Supuse entonces que era una casa "de estudiantes" un medio baño, sala comedor y cocina abajo y tres habitaciones con baño arriba. En la planta de abajo solo había una mesa blanca cuadrada de pvc con sus respectivas cuatro sillas.  Un sofá y un mueble de centro de entretenimiento donde había una televisión de pantalla plana, un estéreo y un Xbox 360. La casa era un desorden total y completo así que no era difícil suponer que era una "casa de solteros" En la cocina había solo lo necesario para comer, eso sí en la alacena había gran cantidad de botellas de tequila, ron, whisky, vodka, entre otras, algunas nuevas y otras empezadas, eso sí, bien surtidos de alcohol.

Cuando llegamos los chicos me pidieron que me pusiera cómoda, me senté en el sofá, se presentaron formalmente conmigo, uno se llamaba Juan, el segundo tenía un nombre muy raro del cual no me acuerdo en este momento así que lo llamare Tizoc (ya que era un nombre náhuatl pero honestamente no recuerdo que nombre era, solo recuerdo que no era tan largo como estos acostumbran ser), el tercero se llamaba Uriel.

Uriel se acerco a la alacena, me pregunto que deseaba beber, yo le respondí preguntando si tenía vodka, el respondió que sí. Regreso con una botella que estaba nueva y me dijo:

  • Había una ya empezada, pero la belleza de nuestra invitada requiere que una botella nueva sea abierta.

Yo sonreí y agradecí el gesto: - Que mono eres Uriel- le respondí, después agregue:- Así que aquí viven los tres?

  • así es- dijo Tizoc- esta es nuestra guarida

  • "Uy", que interesante, -respondí y agregue:- Eso significa que deben ser héroes, o villanos, o solo estudiantes- después sonreí

  • Y tú debes ser adivina- Sonrió Uriel

Conversamos de trivialidades, los mas habladores eran Tizoc y Uriel, Uriel era más perspicaz, me gusto eso de él, así que comencé a darme cuenta de que podría ser el bueno esa noche.

Sin embargo Juan tenía algo especial, no hablaba mucho, pero tenía una voz muy sensual y varonil, hablaba poco pero lo breve de su plática te estremecía el solo hecho de lo bien que hablaba. Su dicción era perfecta, sus palabras eran escogidas cautelosamente, eso me agrado mucho.

No pude pasar por alto el Xbox 360, soy fanática de los juegos de video, el cosplay y todas esas cosas, además tenían uno de mis títulos favoritos de carreras y les pregunte si podíamos jugar un rato, jugamos por turnos de dos, el que ganaba sacaba a uno y el perdedor regresaba a la lista de espera. Jugamos un buen rato, generalmente me tocaba charlar con Uriel cuando no estábamos jugando, me gustaba mucho así que en una de esas me atreví a darle un beso un muy rico beso. Cuando termino la carrera de Tizoc y Juan fue turno de Uriel, Y Juan regreso conmigo, el me pregunto si me gustaba Uriel, yo le dije que si, había cierta molestia en sus palabras así que trate de consolarlo dándole un beso en la mejilla.

Para no hacer el cuento más largo de lo que es debo decir que las cosas se salieron de control, me volví algo así como que la manzana de la discordia así que como ya estaban algo tomados decidí que cada quien debía ir a su habitación y que si alguno iba a pasar la noche conmigo seria aquel que yo deseara, y después de terminar sin más me iría y todos felices. Todos aceptaron de mala gana esperando ser favorecidos y se marcharon a su cuarto.

Después de que cada uno estuvo en su habitación me senté en las escaleras a pensar cuál de ellos cogería. Supe de inmediato que la única manera de que eso acabara bien era que cogiera con los tres. Uno por uno.

Como Uriel era el que más me había gustado opte porque fuera el primero, me quite la ropa en las escaleras y deje mis prendas ahí, entre desnuda a su cuarto, el ya me esperaba, entonces le dije antes de que dijera palabra alguna:

  • En completo silencio, o me voy. Si dices una solo palabra, la que sea, o haces algún ruido me iré. ¿Comprendes?- El asintió

Comencé haciéndole una mamada que casi hago que se venga, con dificultad podía aguantar las ganas de gemir, su miembro no era muy grande, pero si muy grueso, metérmelo a la boca fue relativamente fácil. Después de un rato me atreví a montarlo, debo aceptar que pensé que acabaría pronto pero duro un buen tiempo, mientras lo montaba aprovechaba para chupar mis pezones y en ocasiones tomaba mis nalgas para acariciarlas.

  • ¿Te gusta mi culo? le pregunte en voz baja, el asintió, no podía decir nada, se lo había prohibido. Entonces agregue al tiempo que me ponía en cuatro:- ¡entonces tómalo!-

Se incorporo rápidamente y comenzó a lamer mi culo tanto que lo lubrico rápidamente, entonces comenzó a penetrarlo intentando ser suave, eso me desespero porque no lograba sentir su verga adentro así que di un empujón hacia atrás a manera que su verga entro de golpe. Sentí un dolor tremendo pero al poco mi colita se acostumbro al grosor. Ahí si que no pudo aguantar, rápidamente se vino en mi culo y yo me vine al tiempo que su leche me inundaba el culo.

El se recostó y yo le agradecí su desempeño, entonces salí de la habitación.

Entre entonces a la habitación de Juan, el estaba en su cama viendo porno en su ipad, cuando entre ya tenía el pene muy duro, el suyo era un pene de tamaño promedio, su glande estaba cubierto por el prepucio ya que no tenia circuncisión.

  • ¡Silencio!- le dije. Si hablas o dices la mínima palabra o sonido me iré de inmediato. ¿Entendido?- Juan asintió también. Su verga ya estaba dura así que la monte rápidamente y se introdujo con velocidad hasta el fondo de mi vagina, yo ya estaba muy húmeda de la cogida de Uriel así que la verga de Juan entro rápido y sin problema a pesar de que era más grande.

Juan era un poco torpe, no se movía tan bien como Uriel pero eso sí, debo admitir que resistió mis montadas, cuando termine de montarlo le dije suavemente al oído: -"lléname de tu leche, lléname de tu leche papito"- Sin mas Juan se estremeció y casi vino, pero me salí del a tiempo para que no lo hiciera, entonces le dije:- Por atrás, ¿o quieres ser papa?.

Su verga entro en mi ano y tal y como había sucedido en con mi vagina se deslizo rápido y sin problema gracias a que la leche de Uriel me había dejado lubricada, Juan resistió unos minutos más cogiendo mi colita y se vino. Su venida fue más abundante aun que la de Uriel, tanto que comenzó a escurrir entre mis piernas muy a pesar a que dejo su pene dentro hasta terminar de venirse así que una vez que saco su verga continuo saliendo leche de mi colita.

Tome una prenda de él que estaba cerca y me limpie, entonces salí de la habitación.

Solo me faltaba Tizoc, trate de decirle lo mismo que a los dos anteriores, pero me interrumpió diciendo:

  • ¿O te irás?, no hace falta, escuche cuando entraste con Juan y Uriel. Ya conozco el protocolo.

Yo me sentí rara, entonces le dije:

  • ¿No te importa?

  • En lo absoluto- respondió- fue lo mejor, así mañana seguiremos siendo amigos. Bueno me callare y no diré nada mas.-

Así fue, pero Tizoc no solo me cogió, me agasajo completamente, el sí que era un garañón, me dedeo, me chupo las nalgas, las tetas y todo lo que pudo, yo lo monte muy feliz su verga era de tamaño promedio pero tan gruesa como la de Uriel, el sí que me prendió me puso en 4 y me la dejo ir toda hasta el fondo, mi vagina palpitaba mientras me la metía, en un momento no sé cómo ni cuándo me tomo del cabello y lo jalo hacia él, eso me éxito mucho y a el también en poco sentí su verga palpitando en mi interior y su leche fluyendo en mi vagina.

Al terminar el se recostó, entonces yo salí del cuarto.

Cuando estuve fuera me senté en las escaleras nuevamente, pero a pesar de todo ese sexo tan delicioso me sentí rara, como si algo me faltara, entonces mi cabeza reacciono.

Tenía a mi disposición tres chicos deseosos de cogerme, y si los había disfrutado tanto por separado, ¿Porque no intentar coger con los tres al mismo tiempo?

Continuara...