LB.01x07 Mis Experiencias Lesbicas (Parte 1)

Aqui mi verdadera primera experiencia con una chica, termina de una manera triste, quiza no sea una de mis mejores confesiones, pero, ¿Que esperaban?, son reales...

Nunca he considerado a la simpática y desahuciada Johana como mi primera relación lésbica, a decir verdad Johana fue el preámbulo de aceptarme como lo que soy, bisexual. Pero no fue hasta que pase un fin de semana en Veracruz cuando descubrí y acepte mi sexualidad.

Deje a Salim en el aeropuerto de San Luis, si, ese aeropuerto. Él se iba a Monterrey, ahí es donde estudiaría y no lo volvería a ver en un buen rato, llore cuando me despedí de él, pero sabía que era algo temporal.

Mi depresión por la partida de Salim fue la que me motivo a ir en busca de una nueva aventura, estaba sola y en mi auto condiciendo en la carretera, así que me dije a mi misma que debía aprovechar ese momento para disfrutar de la libertad e ir a donde el camino me llevara.

No contare las extensas horas de soledad en el auto cantando canciones para tratar de no aburrirme, así que me saltare ese paso para contarles cómo fue que llegue al puerto, el cual me parece una ciudad no tan maravillosa como pensaba, es una versión un poco más grande de Tampico, con la diferencia de que la infraestructura de la costa es, y debo admitirlo superior a la del sur tamaulipeco. Aun así no me pareció la gran cosa, quizá solo es que soy difícil de impresionar o que me impresionan cosas diferentes.

En fin, llegue en la tarde de un lunes la cuestión es que me registre en un hotel y pedí una habitación para dos personas argumentando que esperaba a alguien, (lista de mí no iba a dejar pensar que venía sola, así que pregunte antes de registrarme si alguien había preguntado por mí, lo cual dijeron que no, y era obvio nadie más llegaría, pero me sentía segura creyendo que en el hotel creían que alguien más llegaría conmigo y que si desaparecía alguien preguntaría por mí, quizá suena tonto pero así pene de momento). Pague por adelantado toda la semana y me fui de shoping, me compre ropa muy sexy para el fin de semana, pero mientras tanto ir a la playa era lo que me llamaba la atención de momento. Playón Hornos me agrado mucho, fui decidí ir a tomar la sombra porque odio broncearme y que me de él sol, no es que sea sangrona solo es que daña la piel y la verdad me esfuerzo mucho por cuidarme un rato y a bañarme. Después de media hora de disfrutar a la sombra recostada en la playa note a un grupo de jóvenes a la orilla divirtiéndose, había chicos muy guapos así como chicas muy atractivas y pronto notaron que estaba sola y me invitaron a formar parte de su diversión.

Resulta que ningún se conocía entre sí, llegaron de vacaciones de distintos lugares, recuerdo solo los nombres de algunos, Rodrigo que era del Distrito Federal, Mariano del Aguascalientes, Rosa de Puebla y por ultimo Daniela que venía de Los Ángeles, con ellos forme grupo y ese día y durante tres días más que convivimos, debo decir que ninguno de ellos venía a perder el tiempo, la primera noche Rosa se tiró a Mariano, la segunda estuvo con Rodrigo, y para la tercera noche se acostó con los dos, a mí me pareció un tanto injusto, no negare que me pego en el orgullo que ambos chicos prefirieran a Rosa antes que a mí, y de cierto modo me dio envidia, pero ni hablar, si algo eh aprendido de la vida es que no siempre se puede ganar.

Pero vayamos a lo que quieren y ansían saber, lo cachondo de la historia mis pequeños degenerados, resulta que durante los tres días y noches Daniela y yo tuvimos una química muy interesante, la tercera noche nos quedamos solas y ya era muy noche, pensé que sería buena idea llevarla a la habitación, así mi coartada de que venía acompañada se haría una realidad, ella acepto muy de buena gana irse a mi habitación, llevo sus cosas y nos volvimos roomies de vacaciones.

Bebimos durante la tercera noche y ya hasta muy temprano del jueves, después de dormir un buen rato me desperté y note que Daniela estaba en la ducha, toque la puerta y le pregunte si podía entrar, tenía unas ganas de orinar tremendas y ella me dijo que no había problema. La verdad fue una cuestión meramente de cortesía, yo estaba en mi habitación y en todo el derecho de entrar y me moría de ganas de orinar así que lo repito, fue mera cortesía, y ahora que lo pienso quizá si no hubiera tenido ese detalle las cosas habrían resultado peor al final, porque a partir de ahí los sucesos se dieron de manera que pudo haber una confusión tremenda y lamentable de mis intenciones.

Entre a hacer lo mío Daniela estaba duchándose con el cancel del baño abierto por lo que pude notar su cuerpo desnudo mientras se duchaba casi todo el  tiempo.

  • Deberías ducharte con el cancel cerrado, me vas a mojar- le dije

  • ¿Te da miedo el agua gatita?- me dijo entre juegos

  • Claro que no, simplemente es que no me toca baño aun- Ella se hecho a reír y las dos reímos casi al mismo tiempo, entonces ella comenzó  salpicarme, termine de orinar y me levante (obvio después de lo que hacen las niñas después de orinar) y tome el papel higiénico y comencé a cortar lo en pedazos grandes, Salí del baño y los moje para hacerlos plastas de papel húmedas, entonces regrese y se los tire al cuerpo sin piedad mientras me reía de ella. Admito que quizá me propase pero fue divertido, una vez que ella salió de la ducha ya limpia de todo rastro de papel, se cambió mientras yo veía la televisión, y mientras me decía:

  • ¿De verdad no vas a bañarte?

  • No me apetece aun- le respondí, ella se hecho a reír y me dijo:

  • De verdad que si eres toda una gatita, te da miedo el agua y te gusta jugar con bolas de papel-

Yo no le tome importancia a ese apodo, durante el resto de la semana continuo diciéndome “Gatita”, la verdad  no le vi problema alguno, y aunque siempre he odiado los apodos me pareció chistoso, y no replique, además pensé que ella era una persona que solo vería una vez y con al que jamás volvería a convivir así que lo deje pasar.

Ese día jugamos verdad a reto. Ahora que lo pienso no fue una buena idea, yo siempre en ese juego prefiero el reto, no me gusta decir cosas personales. Daniela comenzó preguntando, yo elegí reto, ella me reto a salir caminando a toples por el pasillo y regresar, me pareció un reto torpe e inútil, lo realice sin problemas.

Yo pregunte entonces y ella eligió verdad, yo le pregunte si alguna vez había tenido sexo anal, ella me respondió que jamás había sido penetrada pero que en cuanto a trabajo de lengua si había recibido muchos y que disfrutaba de ellos.

Continuamos con verdad y reto un buen rato, supongo que ella noto que yo no escogería nunca verdad, así que para la tercera ronda me pidió que me lamiera los pezones lo más sexy que pudiera, fue simple para mí no le di importancia.

Para el siguiente reto ella comenzó a impacientarse porque no lograba que yo aceptara verdad, y comenzó a hacerme los retos cada vez más “difíciles” según ella. Que me masturbara por diez minutos frente a ella, que lamiera mi dedo después que me había masturbado, y por último que la besara.

A este punto yo tenía la idea de que ella pretendía sacarme a fuerzas una verdad, cosa que no iba a ocurrir, aunque me hubiera retado a tener sexo con ella lo habría hecho, a final de cuentas ya había tenido una experiencia con Johana y pensé que si llegaba a eso podría utilizar nuevamente mi imaginación e incluso lo disfrutaría. Sin más la bese, usando la misma técnica de Johana me imagine que besaba a un niño delicado y tierno, así que se podrán imaginar que fue un beso muy rico.

Después de eso Daniela se impaciento quizá, me pregunto si en algún momento escogería verdad, yo le respondí diciendo que si en algún momento ella escogería reto.

Daniela sonrió, entonces propuso que un intercambio, yo diría una verdad, ella realizaría un reto.

  • ¿Eres lesbiana?- me pregunto

  • No, para nada- respondí

  • ¡No mientas! - respondió ella- entonces porque me besaste así, fue muy rico, ¿cómo crees?

  • Era un reto, se suponía que fuera así ¿no?, pero bueno, me toca retarte, así que te reto a… mmmm ¿que será bueno? Caminar desnuda por el pasillo y regresar, pero tiene que ser caminando, no vale correr, ¿ok?- Daniela se desnudó rápido, abrió la puerta y camino lentamente por el pasillo contoneándose lentamente y muy sensual, yo sí que me estaba divirtiendo, después regreso de igual manera tocándose los pechos y lamiendo sus pezones hasta que llego a la habitación y dijo:

  • ¿Eso era todo?, ¡bah!, hahahahaha-

Nos reímos y descansamos un rato, supongo que nos aburrió verdad y reto, vimos la tele acostadas en una de las camas, realmente me sentí como cuando estaba con Salim, y por un momento creí que esta chica podría ser fácilmente su reemplazo si no fuera porque no tenía pensado volver a tener contacto con ella en mi vida.

Ya sé que estoy siendo extensa y que ustedes ya desean ansiosamente que les cuente como nos revolcamos en la cama, pero no coman ansias, necesito explicar cómo se dieron las cosas para que comprendan como fue que me equivoque tan horrorosamente.

Después de ver películas y ya haber hecho y dicho cosas tan locas en verdad o reto Daniela propuso una ronda de shots (me encantan los shots), los cuales resultan ser un veneno total, si algún día se encuentran conmigo y me quieren llevar a la cama, denme shots de tequila, me vuelvo un bulto fácil de manipular.

Sin embargo no pensé que estar en el estado vulnerable del after shots fuera un peligro con una chica, GRAVE ERROR, porque cuando estuve tan noqueada por el tequila fui presa fácil para Daniela.

De esa noche lo único que recuerdo es que estaba tan borracha que de algún modo comenzamos a besarnos, y es que recuerdo que ya peda me pregunto porque la había besado tan rico, y yo le dije que no era para tanto que si quería otro se lo daba, después de eso Daniela se prendió a tal grado que comenzó a acariciar mi cuerpo y a desnudarme, en otro momento (al igual que con Johana) la habría arañado y todo lo mismo que dije en el anterior relato, sin embargo estaba muy borracha y si, lo recuerdo bien, se sentía tan rico que la deje hacerme todo lo que ella quisiera, comenzó con tumbarme en la cama ya desnuda y comenzó a lamer mis pezones, ¡uy! sí que lo hacía delicioso, su lengua húmeda me éxito a tal grado que comencé a dedearme y a frotarme la humedad de mi vagina en los pezones para que Daniela los lamiera, entonces me dijo:

  • ¿Quieres darme a probar tus mieles, verdad?, mejor probarlas directo de su fuente.-

Daniela comenzó  a darme el sexo oral más delicioso que jamás nadie me había dado hasta ese momento de mi vida sexual, su lengua era dura y húmeda y podía sentir como sorbía cada mililitro de la humedad de mi vagina, me hizo llegar al clímax un par de ocasiones y después de haber notado tal hecho se levantó, me miro amenazante como reclamando que yo le correspondiera, entonces me dijo:

  • Muy bien gatita, ahora te toca darme placer, y me lo darás aunque no quieras.-

Daniela se subió a la cama y se postro sobre mi cara, entonces se balanceo de tal modo que su vagina se froto con mi boca y mi nariz mientras me ordenaba con ternura:

  • ¡Oh, así, así gatita, saca la lengua para que me de placer!

Para entonces yo estaba tan excitada que, lo acepto, disfrute tanto lamer su vagina y su humedad me pareció delicioso al contacto de mi lengua.

A la mañana siguiente desperté desnuda a su lado en mi cama, recordé lo de la noche anterior y sentí un vuelco, no sé explicarlo, simplemente fue así de: “no mames, me gusto, y no imaginaba que era un chico, no me chingues eso significa que soy bisexual”

Fue claro y obvio, pero aunque disfruto el sexo con las mujeres jamás en la vida me casaría con una o viviría con una, me gustan y las disfruto, pero tengo un amor que mientras más grande mejo: “La verga”.

Entonces ya cayéndome el veinte supe que Daniela era Lesbiana.

Cuando despertó Daniela me vio muy tranquila viendo la televisión, y me dijo sonriendo:

  • ¿No que no eras Lesbiana Gatita?, anoche me pareciste muy lésbica y deliciosa.- Yo voltee a verla y respondí:

  • No lo soy, me gustan los hombres, solo he hecho con hombres

  • ¿ósea que soy tu primera mujer?

  • No técnicamente.

  • ¡Por fin!, ¿eres o no?

  • Digamos que es algo nuevo, la semana pasada estuve con una chica, no tuvimos sexo así como anoche, pero fue una experiencia, digamos que apenas estoy asimilando esta faceta de mi sexualidad.

  • No te comprendo gatita, pero no importa, lo importante es que estamos juntas en este momento.

Créanme chicas que empiezan en el ámbito de tener sexo con otra mujer, cuando una chica lesbiana te dice eso, deben correr.

Lo hicimos otras dos veces más ese día, un 69 (¡oh delicia!), ella acostada y yo en su cara balanceándome para darme placer, luego cambiamos, lamidas en los pezones. (Dicho sea de paso los pezones de Daniela erad bellísimos y deliciosos) Ok esas ya fueron tres.

El punto es que para el sábado decidimos salir a un antro, ahí bailamos sexy las dos muy lésbicas y claro, yo con la idea de ligar un buen pene para sumarlo a un trio con Daniela o solo yo, si ella no tenía la mente abierta para participar y tener una experiencia con un chico. En un momento me despegue de ella para ir al baño y en el camino me encontré a un chico muy lindo, ojos claros, brazos grandes y fuertes, nononono papacito el tipo. Cuando lo vi trate de ser muy obvia para que notara que lo que yo quería era a su verga en mi vagina. No tardamos en ponernos de acuerdo, pero había un problema, Daniela, entonces le comente que si no tenía problema con que ella se unía si quería, él me dijo que no, así que regrese con ella.

Cuando volví me reclamo que me había tardado, no le di importancia, me imagine que quizá se había preocupado, así que lo deje pasar, fui al grano y le pregunte (y textual lo cito):

“¿Lo harías con un hombre?”

  • Claro que no, que asco- me respondió,

  • Que mal- le dije, entonces agregue: - regresare al hotel, tengo cosas más interesantes que hacer, pero igual no tardo en volver.

  • Ok, no tardes, respondió.

Yo me fui al hotel con Alberto, (así se llamaba el chavo papazote que me ligue) no daré detalles solo les diré que en cuanto entramos me desnudo rápidamente y me cargo en esos brazotes fuertotes y duros, mmmmm, yo ya estaba tan húmeda que ni me di cuenta en cuanto se bajó los pantalones y me la dejo ir, mmmmm tan jugosa su vergota que ni me fije si era grande o gruesa o como era solo sabía que la tenía adentro y que me estaba mojando tal que me vine como cinco veces, ustedes sabrán, después de hacerlo al menos dos veces con una mujer al siguiente palo que me monto me vuelvo loca, como que esas ansias de penetración se me acumulan y me vuelvo una golosa.

Se la mame tan rico que casi se viene el desgraciado, pero en un movimiento rápido logre evitar que eso pasara apretando sus testículos lo suficiente para detener la sensación pero sin lastimarle, después de eso él pareció molestarse, pero cuando le ofrecí mi colita y le exprese que había sido para que pudiera disfrutarla no dudo en metérmela complacido, yo recordé la verga de Salim y lo deje que me la dejara ir hasta que se vino en mi culito, mmmm fue tan abundante que una vez que acabo de vaciarse dentro de mi ano pude sentir como su semen escurría de mi culito cuando nos recostamos a descansar, eso me provocó un orgasmo espectacular.

Después de unos minutos Daniela entro furiosa a la habitación y gritando:

  • ¿Qué te pasa pinche culera?, como putas me haces esto pendeja

Yo me saque de onda, imaginen a Alberto. Pero obvio no iba a permitirle que me hablara así, y le respondí que era una pendeja, ¿qué putas  le pasaba?

  • Yo creí que teníamos algo las dos, que teníamos una relación…- respondió así melodramática,

Para no hacerles el cuento largo, la corrí de mi habitación porque la pendeja se clavó conmigo y pensó que ya porque le había dado asilo y habíamos cogido varios días ya por eso ya éramos pareja o algo así (¿que pedo?). Y pues con la pena pero para la calle. Daniela salió gritando y maldiciendo y diciendo que se iba a matar y que si lo hacía iba a caer en mi conciencia, que oso…

Esa misma noche yo ya no quise estar en el hotel y me fui a otro acompañada de Alberto, que me consoló el resto de la noche, ya no deshice las maletas cuando llegue al otro hotel, solo dormí con Alberto (ósea cogimos) y al día siguiente regrese a mi casa.