LB.01x01 El costo de mi Virginidad (Intro)
Esta es mi mas grande confesión, soy una chica fria y calculadora, lo se, no todo en la vida es dinero, pero soy joven y bella para ser exigente con mis amantes, esta es la historia de como perdi mi virginidad, la que vendi a buen precio.
Nunca fui una chica a la que le faltaran las cosas, siempre eh tenido todo lo que quiero, no me gusta presumir, pero desde que mi vida inicio mis padres me dieron todo lo necesario, siempre me eh desenvuelto bien y se me facilita conocer personas. Además, siempre eh sido bien portada ante los ojos de mis padres así que siempre me ha dado lo que he querido, si necesidad de que sea por capricho o por estar consentida, me he ganado todo lo que ellos me dieron siendo una buena niña desde siempre.
Por ello fue que nunca tuvieron queja alguna de mi, y si lo hubo puedo decir que mi historial de buen comportamiento ayudo a que las llamadas de atención fueran un simple “manotazo”, una advertencia y a mi cuarto a pensar las cosas malas que había hecho, seguido de una hora de soledad y mi padre entrando al cuarto a sermonearme y yo, siempre atenta a sus enseñanzas obedecía, asentía y juraba nunca más volver a hacer aquello por lo cual me habían reprendido. Yo siempre fui la hija modelo, y lo digo sin presunción.
Sin embargo cuando tenía diez mis padres se separaron a consecuencia del alcoholismo de mi madre, por ello mi papa logro quedarse con mi tutela mientras mi madre iba a rehabilitación. Para cuando ella se pudo recuperar yo ya tenía la edad suficiente para decidir con quien quería vivir. Lógico que me incline a vivir con mi padre. Y con mi madre solo le visitaba cada quince días o en vacaciones, realmente nunca me agrado visitarle, a pesar de su rehabilitación ella nunca pudo dejar el alcohol del todo, y cada que la visitaba los fines de semana generalmente se embriagaba y hasta quedar inconsciente o dormida, otras veces podíamos charlar brevemente, sin embargo visitarla era el pretexto perfecto para hacer lo que yo quería, solo tenía que esperar a que tomara la botella y se quedara dormida por le embriaguez, después me arreglaba y me iba a divertirme.
Cuando cumplí 15 años, mi papa organizo una fiesta enorme, tiro la casa por la ventana y me regalo mi primer automóvil, era un auto muy modesto, pero a los quince tener un auto ya era bastante, recuerdo que fue un Volkswagen Jetta. Mi primer auto, después, cuando llegue a la universidad me compro un Bettle color Rosa, no me puedo quejar, me fue bien.
Pero para los 15 yo comenzaba a tener curiosidad de muchas cosas, el internet comenzó en su apogeo, las salas de chat, el Mirc, entre otras cosas. Ahí conocí a cada degenerado o degenerada, el internet me cambio la vida… Lo confieso, el internet y la gente cochina que conocí en ese tiempo me influenció demasiado, soy la loca que soy, en gran medida por las personas degeneradas que conocí en línea.
Pero hablemos del tema central, mi virginidad, yo comprendí desde mucho antes de mis quince que mi virginidad era algo muy importante, que cualquiera daría todo por tenerla, y yo, acostumbrada a tener lo que quería (y a obtenerlo siempre por la buena), me jure que no regalaría ese preciado tesoro, que lo aprovecharía al máximo y que si era posible lo subastaría cual geisha, la verdad en esa época lejos de tener la ilusión de perder mi virginidad por amor y esas cosas como las demás chicas de mi edad, yo no creía en el amor ni nada de esas cosas, pues las vivencias de mis padres y el fracaso de su matrimonio me hicieron dura y ciertamente fría.
En el mirc conocí a Arturo, (o al menos así me dijo que se llamaba, la verdad a estas alturas ni importa cómo se llamaba en verdad), su Nick era Art28, chateaba siempre en el canal de #Tampico, todos los fines de semana desde las 7 de la noche en adelante, mi Nick en ese entonces era Sloren15, era de suponerse, tenía 15 años, y Ar28, 28.
Él era el degenerado más loco que he conocido nunca, era el más grande mentiroso y sucio que nunca jamás conocí, depravado y por demás está decir que era un pervertidor de lo mas experto, cuando platicamos se me hizo aburrido al inicio, pero poco a poco comenzó a “agarrar confianza”, cada vez que hablamos nuestras conversaciones se volvían cada vez más personales e intimas, hasta llegar a conversar en cosas sexuales, como cuantas mujeres había tenido, y que posturas se sabía. Nos mandábamos fotos, y siempre conversábamos de cosas sin sentido y cada vez más sucias.
Los temas eran muy variados, desde tríos, sexo homosexual, intercambios de pareja, orgias y hasta sexo con animales, no había nada que él no hubiese hecho, la verdad yo dudaba de todo, pero sus conversaciones me llenaban de un morbo inexplicable, me gustaba saber sus historias fueran o no ciertas, el me ayudo a descubrir la pornografía, a mi me fascino, desde entonces me convertí en una adicta, lo admito, no puedo vivir sin porno.
Después de un par de semanas que comenzamos a hablar cada fin de semana creí que era tiempo de conocerlo en persona, aunque tenía sus fotos no sentía lo mismo, así que pactamos una cita al cine y después a cenar, obvio el fin de semana, el sábado, así que tenía que ponerme las pilas, debía buscar la manera de embriagar a mi madre lo suficiente para que quedara dormida y yo pudiera salirme sin que se diera cuenta.
Trate de encontrar la manera de comprar la botella favorita de mama, pero por más que pensaba no hallaba la manera, no podía arriesgarme a que nadie supiera que yo compraría alcohol, mi padre seguro me mataría, no, no podía pedirle a nadie que hiciera ese trabajo sucio para mi, llegue el viernes en la noche a ver a mama, ella estaba siempre sobria, no podía darse el lujo de que papa me llevara y ella estuviera alcoholizada, y yo jamás le dije o mencione sus fines de semana de parranda en casa cuando yo estaba, a final de cuentas no me hacía daño y siempre bebía sola, llego el sábado y me di cuenta ese día de algo, había perdido mi tiempo desde el miércoles que pacte la cita, porque trataba de ingeniármelas para que mama bebiera, y si no tenia alcohol debía buscar proporcionárselo, sin embargo, no me di cuenta que era una pérdida de tiempo, un alcohólico siempre tiene alcohol, donde sea, como sea, pero siempre tiene su vicio cerca, y es cierto, todos tenemos vicios, el alcohólico esconde alcohol y siempre tiene alcohol, el fumador esconde cigarrillos y siempre tiene cigarrillos, el drogadicto siempre tiene drogas o anda en busca de ellas, porque si no, lógico, no sería adición. A todo esto puedo decir que sí, yo siempre tengo porno aunque sea poca, en una USB, en la memoria de mi teléfono, en un correo en la bandeja de entrada de mi buzón, etc., y siguiendo esta teoría mi madre siempre tenía alcohol, así que el sábado a la hora de siempre caía dormida y no sabía nada más, me arregle más sexy que de costumbre, quería lucir bien para Art28.
Así que les diré, que hoy, al menos es este relato no contare la experiencia de cuando vendí mi virginidad, eso será para el capítulo 1 de mis confesiones.
Art28 era un hombre soltero, vivía solo y se dedicaba a la construcción, salía de trabajar todos los viernes a las 6 y a las 7 o más tardar a las 8 ya estaba chateando. Vivía solo y nunca le hacía falta compañía (según él), su constructora tenía grandes ganancias y era muy reconocida en el estado, y su estatus de soltero lo mantenía en una situación económica muy cómoda, tenía un Ford Mustang por auto y una casa grande en la colonia Petrolera de Tampico, con una alberca grande y techada, su jardín era enorme y los muros de la residencia eran tan altos que podías pasearte desnudo por el jardín sin tener problema alguno, y lo sé porque alguna vez paseamos desnudos por él.
Nuestra casa era grande, pero a decir verdad cabía cuatro veces en el terreno de la Petrolera de Art28…
Cuando lo conocí me di cuenta que era más guapo que en las fotos, sin embargo no era del tipo musculoso, media 175 quizá, yo media 155, y junto a él parecía casi mi hermano mayor, habíamos decidido que saldríamos pretendiendo ser eso, el me había dado su palabra de respetarme y que no intentaría pasarse de listo en ningún momento ya que si alguien notaba algo raro seguramente el tendría problemas. Supe que cumpliría, no podía darse el lujo de tener una mala reputación siendo empresario.
Todo trascurrió normal, vimos V de Venganza, después cenamos, y platicamos, el me llamaba hermanita, yo lo llamaba hermanito, al grado que los empleados del restaurant de verdad creyeron que éramos hermanos, incluso a la mesera le pareció dulce que Art28 con roda su galanura se diera tiempo de salir y pasar tiempo con su hermanita la mas chica de la casa, ¡no lo podía creer, que farsantes fuimos!
Cuando estábamos solos conversábamos de cosas triviales, como la película, y que haríamos en la semana, yo disfrutaba su plática, al grado que cuando salimos de cenar el me acompaño al auto para irme, cuando entre me cerró la puerta y me dio un beso en la mejilla para despedirse, yo reí, y él me cuestiono la razón de mi risa, yo le dije que era porque yo pensé que después de tan linda velada el habría querido algo mas, el sonrió, ambos reímos.
Me dijo que no esperaba nada de eso, porque no era el tipo de persona que yo había creído, me disculpe con él, de verdad era todo un caballero, pervertido, sucio, pervertidor y todo, pero un caballero al fin. Le pedí que me llevara a su casa, yo lo seguiría y si era posible podíamos seguir charlando, el dudo un poco, yo insistí.
Cuando vio mi insistencia me cuestiono si no tenía miedo, le dije que no y que confiaba en el, que no me haría nada que yo no le permitiera, el asintió diciendo que así seria, pero que no podía llevarme a sui casa, yo volví a insistir, le dije que quería fajar con él, que quería que me tocara y me acariciara, y que estaba dispuesta a acariciarlo a él también, que haría todo lo que deseara con la excepción de ser penetrada anal o vaginalmente, que incluso se la chuparía si él me enseñaba a chupársela.
Volvió el entonces a preguntarme la razón, yo le dije que quería hacerlo, no había más que objetar, el acepto, fue por su auto y paso cerca de mí, yo me di cuenta que era la señal que necesitaba para seguirlo, así fue, cuando llegamos a su casa el abrió el portón de su garaje, dentro había una Ford Lobo de esas Harley Davidson, tenia espacio para dos autos mas, así que mi humilde Jetta pudo aparcar sin problemas.
Nos quedamos en el jardín, como dije era extenso, y apago las luces para que no se percibiera que estábamos ahí, de todos modos nadie nos habría visto, era ya muy noche y como lo dije anteriormente, la barda era tan alta que no se habría visto hacia adentro aunque las luces hubieran estado encendidas, pero fue una buena opción, quizá el presintió que la oscuridad me daría más confianza, si así fue acertó, porque cuando nos recostamos en el pasto lo bese, fue un beso muy rico, había besado chicos antes, pero ninguno me había besado tan rico como ahora lo hacia Art28, me beso el cuello y me comenzó a tocar toda, yo ya estaba muy húmeda, lo recuerdo, entonces me quito la blusa, y quito los broches de mi sostén, mis pequeños pechos quedaron al descubierto, el comenzó a besarlos suavemente, lengüeteando mis pezones con suavidad, luego con velocidad, después frenaba y luego volvía a lamerlos con frenesí, yo tuve un orgasmo gracias a esas caricias, y como estaba muy excitada me puse algo ansiosa y le desabroche el pantalón, el se lo quito de inmediato y pude ver su miembro erecto, era un ejemplar muy hermoso, había visto miembros grandes en internet, pero ninguno tan lindo, no sé, no soy una experta en penes, pero el de Art28 era uno ejemplar que me gusto.
Comencé tocándolo suavemente, yo me sentía tímida al inicio, lo mire a los ojos como preguntándole si podía acariciarlo, el me respondió con la mirada, supe que si, y que debía hacerlo. Le pregunte si sentía delicioso, el me respondió que sí, pues mis manos eran muy suaves y que mis caricias eran muy dulces, entonces le pregunte como, el se saco un poco de onda, entonces fui más clara y le pregunte como debía chuparla, el sonrió y me dijo que solo lo hiciera, y que si lo disfrutaba lo más seguro es que el también lo gozaría.
Comencé acariciando la punta de su miembro con mis labios al mismo tiempo la lamia con la punta de mi lengua, poco a poco comencé a meterme mas y mas su pene, así como había visto en los videos porno, me sentí muy cómoda, como pez en el agua diría yo, además su pene era tan carnoso y venoso que disfrutaba tenerlo en mi boca, no sé cómo pero hubo momentos en que pensé que tenía todo su miembro dentro de mi boca mientras él se retorcía de placer. Entonces se levanto bruscamente, me tomo fuertemente y me levanto, yo me asuste, de momento creí queme penetraría, pero no fue así, solo me cargo y acomodo mus glúteos en sus hombros, entonces comenzó a lamer mi vagina con mucho cuidado, yo entre en un éxtasis multiorgasmico, de verdad que su lengua jugó con mis labios de un modo tan delicioso que me vine varias veces seguidas.
Cuando se arto de beber los fluidos de mi vagina me tiro al suelo y me acaricio y beso el cuerpo, principalmente mis pequeños senos mientras me decía: “que ricas tetas tienes mamita, oh pero que deliciosas están, como desearía comértelas todas”.
Cuando acabo se puso de pie invitándome a que volviera a chupársela, yo obedecí, de verdad estaba deseando que pasara, había disfrutado mucho chupársela, sin embargo, esta vez ya había probado como le había gustado así que no tardo mucho en que lo volví loco, cuando él estaba a punto saco su pene de mi boca y comenzó a jalárselo con velocidad mientras decía cosas sucias como: “hay mamita que rico mamas bebe”, o: “putita hermosa que rica boquita tienes”, entonces su chorro blanco salió disparado a mis pechos, de verdad puedo decir que parecía un caballo escurrió su semen como si no hubiera tenido sexo jamás y yo lo unte en mis pechos pues me pareció muy excitante y mientras lo hacía me vine por última vez. Nos tiramos al suelo, el estaba extasiado y yo aunque no me había penetrado, me encontraba satisfecha después de esa travesura. Cuando el pudo recuperarse me indico donde podía darme una ducha, estaba sucia de tanto sudor y los restos de su semen en mis pechos, me duche entonces y antes de salir el me agradeció todo, y me dijo algo que jamás olvidare:
- No te ofendas preciosa, pero, si te pagara por tu virginidad, ¿cuando me pedirías por ella?
Yo sonreí, mientras me subía a mi carro, el insistió en preguntar, entonces yo respondí: - “¿cuánto crees que valgo?”, el me respondió que lo que yo pidiera, yo solo respondí que sin duda seria mucho…
Alex Bond...