Lauri la “hermana mayor” (parte final)

Eli esperaba la entrada de su amiga en la habitación con impaciencia y urgencia, tenía que hablar con ella, quería saber como una mujer se iniciaba en eso en lo que su “hermana mayor” se conducía con gran seguridad.

Lauri la “hermana mayor” (final) {mm}

Eli entró a su cuarto a la carrera, se metió en la cama de un saltito y se arrebujó las sábanas, estaba muy excitada por todo lo que había presenciado en los últimos minutos; su padre y minutos después su hermano habían tenido sexo con su mejor amiga y “hermana mayor” del colegio de monjas. Eli siempre había considerado a su padre como una persona muy hogareña, un poco chapada a la antigua y porque no, hasta un poco machista, no lo visualizaba como el típico hombre casado que tiene aventuras fuera del matrimonio, pero esta noche esa imagen había cambiado un poco, ella presenció el encuentro sexual entre su padre y la hermosa joven que ella misma había invitado a pasar el fin de semana en casa; eso no fue todo, lo que la sorprendió sobremanera fue la petición de su padre a Lauri para que tuviera sexo con su hermano mayor;  no solo no se sentía molesta, ni con su padre ni con su compañera de colegio, estaba feliz por su hermano que se había portado como todo un hombre al momento de iniciarse con Lauri; mejor ella que una lagartona cualquiera.

Eli esperaba la entrada de su amiga en la habitación con impaciencia y urgencia, tenía que hablar con ella, quería saber como una mujer se iniciaba en eso en lo que su “hermana mayor” se conducía con gran seguridad.

Lauri entró en la habitación de puntillas; Eli, bajo las sabanas la vio entrar en el cuarto de baño, desde su cama la escuchó cepillarse los dientes y usar el bidé; unos momentos después la huésped salió del baño y se metió en la cama.

La voz de Eli se escuchó en la habitación. -“Lauri... ” La chica recién acostada se sobresaltó un poco, rodó sobre la cama y quedó viendo de frente a su compañera de habitación. -”Dime Eli, ¿Qué pasa?” -”Pues es que te he visto...” -”¿Cómo?” -”Vi lo que hiciste con papá y con Beto...” En medio de la oscuridad Eli no pudo ver el rostro rojo encendido de su amiga que acaba de enterarse de que su anfitriona la había visto tener sexo con el jefe de familia y con su hermano. -”Eli... no sé que decir... de verdad espero no te enojes conmigo, es simplemente que...” Su compañera la interrumpió. -”Lauri no te preocupes, no pienso reclamarte... lo que pasa es que desde hace tiempo siento una gran necesidad de hacer lo que tu hiciste hace un rato, cuando eso me sucede me pongo a rezar en mi recamara o en la capilla del colegio, pero cada vez es mas fuerte, Lauri... ¿Desde hace cuanto lo haces? ¿Cómo empezaste?” Lauri cerró los ojos y recordó sus vacaciones anteriores -”Fue en las vacaciones pasadas Eli, en casa... en realidad fue algo que sucedió de manera muy natural... y bueno... desde esa vez ha sucedido varias veces...” -”Wow!” inmediatamente Eli bajó la voz y volvió a susurrar.  “Lauri... Yo quiero hacerlo, desde hace tiempo... ¿Tendré que esperar hasta tener tu edad?” -”Creo que para que lo hagas con un hombre tendrás que esperar... por lo menos hasta las próximas vacaciones... pero mientras... ” Lauri recordó el consolador que guardaba en su maleta. -”Podrías serte útil algo que tengo en mi maleta, si tú quieres te puedo enseñar a usarlo.” -”¿En verdad? ” En la oscuridad de su cuarto Eli miraba a Lauri con los ojos como platos.

Lauri se levantó y con casi a tientas buscó su pequeña maleta a un lado de la cama, iluminada por la tenue luz que desde el balcón se colaba por el cortinaje revolvió las pocas cosas que llevaba en ella y por fin encontró lo que buscaba. El vibrador que le había regalado Chico en las vacaciones pasadas.

La muchacha, vibrador en mano, se sentó en la cama de su compañera de cuarto, le mostró a la joven que yacía a un lado de ella el artefacto de plástico, la escuchó suspirar. -”Es un vibrador, es como el pene  de un hombre, solo que es de plástico y vibra, ¿Quieres probarlo?” Con voz trémula su “hermana menor” le dijo “si, ¿qué hago?” Lauri le indicó que se sacara la pijama, y Eli, obediente, temblando y muy emocionada, se sacó no solo la pantaloneta y las bragas sino que inmediatamente se quitó la blusa, debajo no usaba sostén y sus turgentes pechos con sus erectos pezones quedaron al aire, ella era mas alta que Lauri, en casi todos los aspectos su cuerpo era mas generoso que el de su amiga, su pechos, sus nalgas rotundas, sus caderas más amplias, su piernas fuertes pero bien torneadas.

Lauri le separó un poco las piernas, se podía ver en su entrepierna un brillo de humedad, la joven encendió el vibrador; al escuchar el zumbido su anfitriona volvió a suspirar. Poco a poco acercó el vibrador a las puertas de la feminidad de su amiga, suavemente lo colocó sobre los pliegues de los labios, la joven se estremeció a penas sentir el contacto del artilugio. Lauri comenzó a frotar la entrepierna de Eli con el vibrador, en poco tiempo todo el cuerpo de la joven se retorcía de placer. -“Tómalo… hazlo tú misma…” Con sus manos temblorosas Eli tomó el vibrador y repitió los movimientos que segundos antes le suministrara su compañera de habitación, Lauri se subió por completo a la cama y se sentó cruzada de piernas, observaba a su amiga usando el vibrador, la joven poco a poco comenzó a introducir el aparato dentro de si, Lauri inmediatamente la tomó de la mano impidiendo que lo introdujera más a fondo –“No niña… sólo por fuera…” –“¿Por qué?” preguntó Eli con un gesto de decepción en el rostro. -“Porque tú primera vez debe ser con un hombre, no con esta cosa…” -“Entonces… hazlo tú…” Eli le entregó el vibrador a Lauri y ella una vez más lo hizo moverse arriba y abajo, separando sólo un poco los delicados labios del sexo de su amiga haciéndola sufrir esa agonía de desear ser penetrada y no serlo, la mayor de las dos sentía algo de remordimiento por tener a su compañera de colegio en esa situación.

La joven comenzó a levantar las caderas como deseando que el vibrador resbalara dentro de ella y le partiera en dos de manera definitiva su juvenil flor, no sucedió así; Lauri le puso una mano en el vientre y la obligó a volver a recostarse totalmente en la cama, sintió el cuerpo de su amiga ardiendo, llevó su mano al sexo de su amiga, con el índice descubrió el clítoris y comenzó a juguetear con él, el vibrador seguía arriba y abajo haciendo su trabajo, Eli gemía, se retorcía, se mordía un puño y se apretaba los pechos en un ciclo frenético.

Lauri colocó su brazo sobre el pecho de su compañera, sin pretenderlo su mano se posó sobre el cuello de su anfitriona, mientras se concentraba en torturar el enrojecido botoncillo de Eli; suavemente su brazo y mano comenzaron a oprimir sobre el cuerpo de la chica que se retorcía debajo; una intentaba moverse y la otra oprimía hacía abajo, el brazo sobre el pecho y la mano en el cuello.

Eli sentía su cuerpo a punto de explotar, desde su sexo millones de señales fluían a todos los rincones de su cuerpo, su piel estaba caliente y sudorosa, el vibrador aplicado por Lauri hacía su trabajo a las mil maravillas y además  el aire comenzaba a faltarle; hizo otro intento por levantarse y una vez más su compañera de colegio se lo impidió, está vez Lauri volteó y vio a Eli, el rostro sudado y transformado por el placer, súbitamente fue consciente de que su mano la estaba asfixiando, la retiró de inmediato; Eli le cogió el brazo por la muñeca y volvió a colocar esa pequeña mano sobre su cuello, segundos después un monumental orgasmo sacudió su cuerpo y en ese momento ya nada pudo controlar sus espasmos.

Eli tiró de la mano a Lauri y la obligó a caer recostada al lado de ella, le dio las gracias y con voz juguetona le dijo: “-Ahora tú” Y con esa frase los papeles se invirtieron, ahora la mas menuda de las dos, que en cuestión de edad era la mayor iba a ser servida por la más joven quien ya estaba sentada al lado de ella, Lauri se desnudó al igual que Eli lo había  hecho momentos antes.

El vibrador volvió a zumbar, esta vez no sólo se mantuvo fuera, Eli estaba acostada junto a Lauri y no dejaba de ver como aquel artefacto entraba y salía del sexo de su compañera de colegio; al mismo tiempo que metía y sacaba el vibrador comenzó poco a poco a subir una de sus piernas sobre una de las piernas de Lauri, momentos después no sólo usaba el vibrador en el sexo de su amiga sino que su entrepierna se frotaba y restregaba sobre la pierna que tenía apresada debajo de ella, Eli y Lauri estaban ahora casi frente a frente, las dos se miraban, jadeaban y se estremecían; los dos cuerpos jóvenes se arrimaban como queriendo fundirse en uno solo, las dos estallaron de placer al unísono;  sus pensamientos aún nublados por la bruma del orgasmo compartido, sus rostros se fueron acercando y casi sin darse cuenta y de la manera mas natural se besaron, fue un beso inicialmente titubeante pero que se fue prolongando y haciendo mas y mas intenso.

La noche se les hizo corta, habían descubierto algo maravilloso y que las unía aún más, sabían absolutamente que no podían compartir lo que habían hecho con nadie del colegio y mucho menos de sus familias pero no les importaba, no dejarían que nadie supiera su secreto; una y otra vez hasta el amanecer continuaron compartiendo deseos y caricias, exploraron sus cuerpos, se llenaron la piel con besos. La luz de la mañana las encontró desnudas, abrazadas y exhaustas.