Laura y sus vivencias, la sorpresa

Laura descubre totalmente la pareja de jóvenes vecinos

Estirada en el suelo, con mi cuerpo totalmente a merced de las caricias tiernas de Nuria, me sentía como en el paraíso, en un lugar en donde mi intimidad se había desnudado por completo ante alguien que en cierto modo había conseguido hacerme sentir viva, hacía muuuucho tiempo que no me sentía así, quizá sí analizara mi vida, creo que nunca me había llegado a notar mi cuerpo y mi mente en aquel estado.

En la posición que estaba, encogida de piernas de lado en suelo, podía ver la ventana donde todo había empezado el día anterior, y mi terraza al otro lado de la calle, donde ayer estaba observándolos.

Las yemas de los dedos de Nuria, no dejaban de acariciar mi cabeza y mi pelo muy delicadamente, y mis piernas cada cierto tiempo temblaban, pues aún mi cuerpo trataba de recuperar su estado normal, pero aquel orgasmo que había tenido, había sido todo lo contrario a lo que siempre había experimentado.

Fue rápido, a mi parecer y por mis experiencias, yo solía tardar mucho en llegar a mi éxtasis, y normalmente, yo siempre he llevado la iniciativa, está vez no fue así, más bien todo lo contrario.

  • Como estas?

Aquella pregunta interrumpió el mecanismo de análisis de todo en mi cabeza.

  • Bien cielo, en el paraíso!, Gracias por hacerme sentir así!

Me giré un poco para mirarla a los ojos con mis palabras, y ella me respondió con una sonrisa, que la hacía preciosa,más aún si cabe.

  • Pero tú... Tu no has...

  • Pssstttt

Me dijo poniendo un dedo sobre mis labios.

  • Mira Laura, para mí es un auténtico placer haberte podido hacer sentir así, no necesito para nada que hagas ni digas nada, yo me he abierto a ti, y tu te has entregado a mi, has estado a mi merced, para mí eso no tiene precio.

Me incorporé un poco y acaricié su cara, la besé suave y sutilmente aquellos labios que en aquel momento me parecían los más tiernos que jamás había tenido en contacto con los míos.

  • Gracias Nuria, eres maravillosa

  • Te puedo pedir algo?

Me dijo.

  • Dime.

  • Llámame Nuri, por favor.

  • Sin problema, pero a cambio de que tu a mi Lau.

Ambas sonreímos en aquel instante, el cual sentí las llaves en una puerta, concretamente la puerta de la entrada que quedaba tras de mí.

Nuria se levantó, y fue rápidamente hacía ella.

Yo me encogí un poco, solo podía ser Dani, había llegado, pero toda mi ropa estaba esparcida por el comedor, no me daba tiempo a poder siquiera a taparme con nada así que me puse tras la barra que separaba la cocina del comedor, como escondida, como una niña que la han pillado con una travesura.

  • Hola Dani cariño!, Espera en la puerta mi vida un momento.

Nuria se acercó a mí y me dio una a una las prendas que con tanta pasión me había quitado anteriormente.

  • Lo siento Lau, Dani ha llegado, le pido que se vaya y puedes salir hasta tu casa tranquila?

  • No, déjame que me vista y quiero que esté con nosotras dos.

Ahora mismo, si lo pienso, aquella respuesta había sido impulsiva por mi parte, pues no fue mi cabeza la que dio esa respuesta, sino un impulso impropio de mi manera habitual de ser.

  • Hola Laura!, Que tal?

  • Hola Dani, bien gracias tu?

  • Yo muy bien, si incomodo me voy, no hay problema

  • No no, tranquilo, la que puedo incomodar soy yo...

  • Para nada Laura, supongo que Nuri te ha explicado nuestra manera de vivir la pareja.

La miré a ella con una sonrisa que ella me correspondió.

  • Si si lo ha hecho, y me ha hecho sentir una mujer especial.

El se levantó y le dió un beso apasionado

  • Nuri es maravillosa, la mejor mujer de este mundo.

Aquella pareja, era increíble, los miraba con cierta envidia, vivían y se amaban más allá de las razones de ser propiedades uno del otro.

Ella vino hasta mi y me besó en mis labios.

  • Lau, eres también maravillosa y acarició mi mejilla.

Dani se acercó a nosotras, me encanta que ambas se sientan así de felices y dio un beso a ella y se inclinó para darme uno a mí en la mejilla.

Yo lo miré y con mis ojos cerrados giré lentamente mi cabeza quedando a centímetros de sus labios.

No dudé, lo besé también a el, suave contacto de labios, y el me correspondió con su beso y al retirar su cara una sonrisa.

  • Tienes unos labios increíbles, Laura!

Yo en aquel momento, era presa de mis impulsos, no era la Laura del control de la situación, era simplemente mi interior en el estado de dominio total.

Mis manos en sus hombros lo atraje hacia mi, besándolo apasionadamente.

Sentía su lengua, sus manos fuertes en mi cadera, y en mi cabeza las manos de Nuria acariciando mi pelo.

Lo hice levantar frente a mi con mis manos y miré a Nuria, que me regaló de nuevo aquella preciosa sonrisa, y puso sus manos en el botón del pantalón de el, mirándome y esperando mi aprobación.

Yo con la mirada le di la respuesta, y ella con aquellos dedos preciosos con las uñas pintadas de color rosa desabrocharon despacio quedando frente a mi la ropa interior de él.

Mis manos bajaron un poco el pantalón de el quedando frente a mi aquel boxer negro con un gran bulto en su interior.

Y accedí a bajar esa última prenda a escasos centímetros de mi cara.

Lo miré a los ojos y el me respondió con una caricia en mi cara.

Su miembro, quedó libre frente a mi, y la verdad es que sin estar erecto, me impacto mucho su tamaño, llevando mis dos manos a él.

Con ambas lo rodeé y aún no eran suficientes, su glande sobresalía de mis manos, me impactó su tamaño la verdad.

Miraba aquel glande y apreté mis manos escuchando el gemido de él al hacerlo.

Brotaron de el mismo las venas que sentía duras por la presión que ejercía y lo lleve a mi boca para sentirlo con mi lengua duro por mi presión.

Noté como en ella alcanzó una dureza inusual para mí, y entonces solté mis manos, Nuria cogió mi cabeza y apretó fuerte, y la note entrar hasta mi garganta acto que hizo que me viniera una arcada por la profundidad y el grosor que tenía dentro de mi.

No quería parar, y entendí lo que Nuria quería, así que abrí mi boca y la metí hasta el fondo de nuevo poniendo las manos de el en mi cabeza.

El con sus manos dirigía mi cabeza, y presa del momento le dije:

  • Folla mi boca, dándole un azote en sus glúteos duros.

Mi invitación hizo que el la metiera duro y hasta el fondo, lo cual hizo que una arcada tremenda se apoderará de mi, al notar que mi frente había tocado su cintura, todo su miembro estaba dentro de mi, lo noté hasta el cuello, y lo saco completamente para dejarme poder respirar y poder recuperar el aliento.

Los ojos llorosos, y probablemente el rímel por toda mi cara, notando en mi barbilla y cuello la saliva que aquellas profundas penetraciones habían producido.

Me cogió firmemente del pelo y yo me deje llevar por aquellas manos hasta la barra que separa la cocina del comedor donde estábamos y me puso con la cara en aquel mármol quedando tras de mí y mi cuerpo a su merced.

Sus manos subieron de un tirón mi falda hasta la cintura, y mis glúteos quedaron desnudos frente a él, pues no me puse la ropa interior ya que estaba empapada de lo que antes había sentido con Nuria.

Separé mis piernas, y aquel grande rozó mis vagina que en aquellos momentos solo deseaba que se abriera paso entre mis paredes.

Sentí que de golpe lo hacía, y como aquel miembros me abrió por completo por dentro, noté mi estomago encogerse pues me llegó hasta lo más profundo de mi ser.

Nuria estaba frente a mi en el otro lado y se sentó con las piernas abiertas sobre la barra, ofreciendome mientras se tocaba, su sexo.

Cabe decir que yo jamás lo había hecho con una mujer, así que mi lengua, empezó a lamer aquel manjar que ella me ofrecía.

En cada embestida, mi cara chocaba con el estómago de Nuria, la cual gemía en cada pasada que mi lengua hacia, mientras sentía que me penetraban profundamente y sin cesar en ello, sabía que me iba a llegar un nuevo orgasmo...

Mis piernas temblaban y mis gritos cada vez eran más fuertes, me sentía usada para el placer de ellos, una sensación increíble y que hacía aún más excitarme, me sentía ser con todos los respetos una puta del placer de ellos, y ese pensamiento, aún me excita más.

Me corro, me corroooo... Gritaba, y él aún más duro y profundo me daba estirando fuerte de mi pelo y azotando fuerte mi glúteo que seguro estaba muy rojo de los impactos de su cadera y sus azotes.

Entonces exploté y sentí como de mi salían chorros que mojaban mis piernas, glúteos y con seguridad a todo él.

Nuria por su parte apretó mi cabeza contra su sexo, y también llegó en mi cara aunque ella no fue tan espectacular como mi orgasmo, noté su sabor también en mi boca.

Dani por su parte me cogió del pelo arrodillandome ante el y Nuria vino a mi lado a arrodillarse, él nos miraba y se tocaba aquel monstruoso miembro que ahora si estaba en su máximo esplendor, explotando en la cara de ella y llenando su cara por completo con semejante aparato.

Chorros grandes salían sin cesar, y Nuria tenía toda su cara impregnada, y yo empecé a lamer, estaba presa del desenfreno y el calor que dentro tenía.

Dani se retiró, y yo lamía la cara de ella, aquel sabor era mi éxtasis, y Nuria me besaba compartiendo así todo cuanto había salido de su chico.

Nuestras miradas cómplices, eran increíbles y la mezcla de sabores de todo en el conjunto era increíble, hasta quedar ambas sentadas en el suelo abrazadas con las mejillas unidas.

Continuará...