Laura y sus vivencias

Laura es una mujer que poco a poco se descubre a si misma

Laura, ese es el nombre que usaré en este relato pues mi identidad no es algo importante en esta historia sino simplemente una etiqueta mas de las que usamos para referirnos a otras personas.

Dicho esto, podéis imaginarme cómo vuestra mente decida... Morena o rubia...alta o baja... Carece de importancia también, por lo menos para mí, pues lo que más valoro en este mundo es la inteligencia emocional e incluso la mental.

Después de esta presentación un tanto inusual, procedo a relatar mis vivencias.

Es un día normal y corriente y me dispongo a salir de esta cama que, con este frío me atrae tanto por lo menos por la mañana.

Cómo siempre mi ritual es preparar el café mientras siento caer el agua en la ducha y con toda mi ropa doblada y preparada en la habitación.

Terminó mi café y al abrir la puerta del baño me invade la niebla y el calor que ese agua ha proporcionado a todo el habitáculo.... Me encanta!!!

Con mis ojos cerrados siento como el agua acaricia mi piel y como por ella desliza con su agradable sensación y el jabón en mi pelo y en mi cuerpo dejan ese perfume que luego en mi cuerpo me parece tan perfecto para empezar el día. Mi toalla mis cremas y me dispongo a poner mi ropa interior pasando despacio hasta mi habitación...

Me miró en el espejo y poco a poco me visto, mi sostén, mi tanguita, y mis medias hoy todo de color negro y con sus sensuales encajes... Perfecta... Me encanta vestir sexy por dentro, me hace sentirlo el saber que llevo puesto este tipo de ropa. Mi falda y luego la camisa, hoy tengo una firma de venta de esa vivienda tan importante y que lleva tanto tiempo retenida por su precio tan elevado, he de estar increíble pues esa venta puede abrirme lo que llevo mucho tiempo esperando, ese ascenso.

Ya por fin estoy a punto, y me acerco a cerrar un poco la persiana para salir y en ese momento veo que frente a mi ventana al otro lado de la calle están los vecinos jóvenes que pocas semanas antes se han mudado a esa casa. Son una pareja joven, no creo que tengan más de 25 ninguno de los 2, y me detengo mirándolos sintiendo un poco de envidia, yo con mis 40 separada y con 2 pequeños, ya parecía haber perdido esos momentos que aquella pareja joven está viviendo, tanto de amor, como de improvisación por la vida como tantas y tantas emociones como las que se viven en esos momentos, por no decir sexo... eso aún es peor, y no porque no me encante, la verdad sea dicha, para mí el sexo es una forma de vida, pero necesito que el otro lado levante mi inspiración para poder deshinibirme por completo.

En aquel momento de envidia, los miro como se besan apasionadamente, y uffff mariposas recorren mi interior por completo.

Apoyada en el marco de la ventana cerrada del

dormitorio, aparto un poco al lado la cortina y

miro el reloj de la mesita, es pronto, así que mi cuerpo me pide mirarlos y pensar y soñar.

Mis manos pasan por delante de esa camisa que tiene sus últimos 2 botones aún sin abrochar, e introduzco una de  mis manos dentro acariciando con las yemas de mis dedos mi estomago encogido por el roce y con la otra subo despacio mi falda por detrás mirandome en el espejo.

Esa postura y verme así me hace volar mi imaginación, imaginar a esa pareja entrar en ese momento por la puerta tras de mí, que me miren que me vean como estoy vestida y como me estoy acariciando lentamente.

Mis ojos abren lo justo para mirarlos y mirarme en el espejo pues me cuesta tenerlos abiertos sintiendo mis propias caricias, se que estoy muy muy excitada lo noto y por ello paso 2 de mis dedos entre mis piernas y sigo soñando.

Son los dedos de él, mientras ella frente a mi, me está acariciando mi cara y me besa suavemente sintiendo su lengua en mi boca tímida rozarse con la mía.

Mis gemidos, mi respiración y ese calor responde a cada uno de los momentos que necesito ya en mi vida...

Los vuelvo a abrir... Y los miro de nuevo ahora solo la veo a ella pero por los movimientos que tiene imagino que el está arrodillado a los pies de ella y haciendo algo que en este momento yo necesito como el aire e imagino de nuevo que el está en mis pies, lamiendo mis piernas y subiendo despacio, mi mano en su pelo dirigiendo esa lengua por mi pierna subiendo y por mi muslo parándose frente a mi sexo. Me gusta ser yo quien lleve la iniciativa y le estiró del pelo, aún no!, desealo, siente su calor, su olor pues mis dedos están empapados de tocarme y el tendría que apreciar cada uno de esos momentos que estoy viendo.

En mi mente ella se desnuda frente a mi y empieza a lamer mi pecho abriendo los pocos botones que aún quedan y siento caer tras de mí la camisa.

Mis manos la cogen también a ella de su pelo, y llevan esa boca y lengua a mis pezones duros tras de ese sostén que ella misma desabrocha y también deja caer.

Mis gemidos retumban en la habitación, y aún me excita más escucharme a mi misma y sentir el dominio ante ambos...

Mientras ella está lamiendo mis pechos, cojo fuerte el pelo de el, y lo llevo fuerte a mi sexo frotandome fuerte contra su cara, el brazo del sofá de piel de mi habitación es la cara de el, y lo miro viendo mi tanguita rodeando mis tobillos y solo mis zapatos de tacón evitan el que esa prenda este fuera de mi.

Se que estoy muy muy excitada y el brazo está empapado mojado y poco voy a tardar en llegar al éxtasis que estoy buscando.

Me froto tan fuerte que siento el sonido en su cara, en este caso el brazo del sillón y le estiro del pelo diciendole...

Abre tu boca!! Gimiendo bebe cuánto sale de mi...

Mi mente lo ve obedecer y siento mis piernas temblar y ese latigazo por mi brutal orgasmo y el gemido apoyando mi frente en el vidrio de la ventana, mi aliento hace que el mismo quede entelado, y entonces abro mis ojos.

Mis dientes muerden mi labio inferior fuerte y al mirar al frente llega mi sorpresa...

Ambos me están mirando fijamente desde su ventana...

Continuará...