Laura y sus compañeros de la UNI

Laura es forzada a tener sexo con el novio de su mejor amiga por ocultar un pequeño robo.

Laura, mi primera experiencia con mis mejores amigos.

Hola a todos los lectores, soy Laura, agradezco mucho todos sus comentarios, críticas constructivas y correos. Ya tiene algo de tiempo desde que escribí mi último relato, no había tenido tiempo, lo siento, pero para compensarlos les relataré mi primera experiencia de la universidad, la cual recuerdo siempre con gran excitación y espero sea de su agrado, ya saben que cualquier comentario es siempre bienvenido.

Entré a la Universidad cuando tenía 18 años, era una chica dedicada a mis estudios pero con pocos recursos, tuve que dejar la casa de mis padres ya que habría sido imposible ir a la Universidad de haberme quedado ahí.

Desde el primer día me hice muy amiga de Perla, una chica bastante amable e inteligente, ella me ayudó a conseguir mi primer empleo en un restaurante propiedad de su familia, con el que pude costear mis gastos, y tiempo después nos mudamos juntas a un pequeño departamento muy cerca de la Facultad, yo cooperaba con algo de dinero, pero la mayor parte lo ponía Perla, ya que su padre le ayudaba mucho y le cumplía cualquier capricho que tuviera.

Mi amiga tenía un novio, Ramón, era un chico bastante bien parecido y de una familia con dinero, su padre en ese entonces era político o algo así, y con él siempre estaba Francisco, su inseparable compañero de juerga y parranda, Pancho, como solíamos decirle era un muchacho más sencillo, pero igual agradable. Así que, poco tiempo después salíamos los cuatro a todos lados, éramos un grupo bastante unidos.

Lo interesante de la historia comenzó un viernes, lo recuerdo bien, no me había ido muy bien durante algunas semanas con las propinas que recibía en el restaurante, ya no tenía dinero, y requería comprar un par de libros bastante costos, pronto tendría un examen muy importante y esos libros no los hallaba en ninguna biblioteca, así que cuando Perla se metió a bañar porque esa noche saldríamos, me metí a su habitación y cogí su bolso, pero en el momento justo cuando estaba sacando el dinero de su monedero, llegó Ramón, el tenía llaves del departamento y no hizo ningún ruido.

Yo me espanté, me hizo una seña con el dedo indicándome que no hiciera ruido, me sacó de la habitación de Perla llevándome a la cocina y me pregunto: "¿qué diablos haces?, después de todo lo que ella hace por ti ¿así se lo pagas?" Yo no sabía que responder, estaba muy asustada, ya que si perdía la amistad de Perla por un asunto así en poco tiempo estaría sin dinero, sin departamento y sin amigos; así que le pedí a Ramón que no dijera nada, que no era esa mi intención, sólo que necesitaba el dinero y que planeaba regresarlo.

Él, por supuesto no creyó nada, fue al cuarto de Perla, puso el dinero de vuelta en el monedero y me dijo que después hablaríamos del asunto. Yo me sentía realmente aliviada, situación que no duró mucho tiempo, ya que el siguiente sábado, cuando mi amiga había ido a un pequeño viaje con su familia con motivo de las vacaciones, llegaron Ramón y Pancho muy temprano al departamento.

De inmediato, me puse muy nerviosa ya que estaba yo sola y sabía que esa visita no era algo normal.

Y así era, Ramón me dijo que quería que pagara su silencio y el de Pancho, yo inmediatamente le respondí que sabía bien que no tenía dinero ni nada de valor, pero Pancho replicó bruscamente: "No seas tonta, eso ya lo sabemos, queremos otra cosa de ti", mientras me miraba lascivamente de arriba abajo.

Yo me negué rotundamente, le pregunté a Ramón si a él le gustaría que su novia se enterara de lo que estaba haciendo, pero él me dijo que sabía bien que Perla lo amaba demasiado y que no me creería nada, que seguramente me correría del departamento al suponer que hubiese algo entre nosotros dos, lamentablemente tenía razón, Perla y yo éramos buenas amigas pero siempre pondría por encima de todo a su amado Ramón.

Me quedé callada, ellos comenzaron a reírse y a acercarse más y más a mí, yo estaba atónita, no podía decir palabra alguna, pronto me resigné y esperaba que todo pasara lo antes posible.

Ambos comenzaron a manosearme toda Ramón por delante y Pancho por detrás, pasaban sus manos por todo mi cuerpo, el novio de mi amiga comenzó a besarme mientras su compañero pasaba su lengua por mi cuello, no paraban de decir lo mucho que me habían deseado desde que nos conocíamos, yo no podía creer lo que estaba sucediendo, pero al paso de los minutos decidí que lo mejor era mantener el estilo de vida al que estaba acostumbrada y no buscarme problemas con mi mejor amiga, no mencioné palabra alguna y cedí a todas sus órdenes de una forma realmente sumisa.

El primero en tomar la iniciativa fue Ramón, dijo que quería que fuésemos a mi cuarto para estar más cómodos, él se metió conmigo y dejó fuera a Pancho diciéndole esperara su turno, el accedió gustoso. Ya dentro del cuarto yo sentía muchas ganas de llorar o gritar, pero no tuve más remedio que aguantar, Ramón me ordenó quitarme la ropa lentamente mientras él se sentaba en mi cama, yo me puse frente al televisor y comencé a desnudarme, primero me quité la blusa, después los pants y finalmente el coordinado que llevaba, Ramón estaba casi jadeando, saboreando la presa que tenía frente a sus ojos.

Inmediatamente después, se levantó y en algunos segundos estaba totalmente desnudo, me ordenó ponerme de rodillas y mamarle la verga, yo me acerqué lentamente pidiéndole me dejara en paz, pero me gritó diciendo que ya era muy tarde para eso, me arrodillé mientras una pequeña lágrima de impotencia salía de mis ojos, puse su miembro en mi boca y comencé a chuparlo, me pidió que se lo chupara por arriba, por abajo, con toda mi boca, sólo con la lengua, que me metiera sus huevos mientras el me daba pequeños golpes con su pene en la cara, es decir de todas las formas posibles, yo lo hacía sin titubear, aunque siendo sincera, había una pequeña parte de mi que lo estaba disfrutando, aunque no lo demostraba.

Después de chuparle todo, me ordenó ponerme sobre la cama con manos y rodillas, y antes de que yo pudiese decir algo me metió toda su verga, embistiéndome bruscamente, mientras me decía lo buena que estaba y lo puta que era, la metía una y otra vez, me agarraba las nalgas muy fuerte y por momentos comenzaba a darme nalgadas mientras se reía.

Al mismo tiempo se estaba viendo en el espejo que tengo junto a mi cama, creo que eso lo excitaba bastante ya que lo hizo durante un buen rato, después me puso a mí frente al espejo para ver mi cara mientras me cogía, yo sólo veía mi cara, mis senos brincar de atrás para adelante y a Ramón sonriendo mientras me la metía sin descanso.

Sin aviso, metió su dedo pulgar en mi ano, yo jamás había sentido eso antes, le grite: ¿Qué haces?, pero me calló jalándome el pelo hacia él, poco a poco sentí como movía dedo dentro de mí, al principio fue muy incómodo, después doloroso, y poco a poco fue bajando esa sensación, cuándo ya no me dolía Ramón le gritó a Pancho que entrara, yo me espanté mucho pero no dije nada.

Pancho entró con una videocámara totalmente desnudo apuntando hacia mi rostro, y me dijo que lo hacía para que no se me ocurriera nada tonto o lo subirían a Internet, yo no le dije nada, sólo lo miré, se acercó a mi cara, me metió su pene en la boca y comenzó a reírse junto con Pancho, nunca dejó de grabar nada, aunque solo me grababa a mí.

No podía decir ni hacer nada, tenía la verga de Pancho en la boca y a Ramón cogiéndome por atrás, yo sólo me estaba dejando llevar por el momento, entonces, Ramón le dijo a Pancho: graba esto Pancho!, Sacó su miembro y me lo metió directo por atrás, yo intenté gritar pero la verga de Pancho me lo impidió, Ramón se sació con mi culo, me dijo que eso era algo que había soñado muchas veces y que Perla jamás había querido. Yo sólo sentía el ancho miembro de Ramón penetrándome, por mi hasta ese momento, virgen culo, debo admitirlo fue muy doloroso al inicio pero después se fue haciendo placentero de una forma que no puedo explicar.

Pancho continuaba grabándome con su pene en mi boca mientras me decía lo bien que lucía así, tal y como debe lucir una puta como yo.

Ramón gritó que estaba a punto de terminar, yo traté de quitármelo de encima pero no puede hacer nada, llegó totalmente dentro de mí, y Pancho tremendamente excitado por la situación me dijo que quería que me metiera toda su verga hasta adentro, comenzó a moverse bruscamente sosteniendo mi cabeza con una mano y grabando con la otra, yo casi no podía respirar, cuando en ese momento Pancho soltó un enorme grito de placer y yo sentí todo su semen recorrer mi garganta, para ese momento ya estaba muy cansada para intentar zafarme, así que no tuve más remedio que tragármelo todo, cuando terminó saco su miembro de mi boca y me dijo que era una mamadora excelente, que esperaba que pronto se repitiera, yo les grité que se fueran, que ya habían obtenido lo que deseaban.

Se levantaron, Ramón sonriendo morbosamente y Pancho grabándome totalmente desnuda y furiosa, se vistieron y se fueron poco después.

Yo me quedé en el departamento encerrada todo el fin de semana, hasta que llegó Perla, pero por supuesto no pude decir nada.