Laura y su ama capítulo 9
El día empezó muy temprano para las perras, aunque ya las veteranas ya sabían muy bien sus rutinas diarias, una debía despertar a su majestad besándole delicadamente los pies.
El día empezó muy temprano para las perras, aunque ya las veteranas ya sabían muy bien sus rutinas diarias, una debía despertar a su majestad besándole delicadamente los pies y hacer el aseo, otra preparar el desayuno del ama para después dejar brillando la cocina y lavar la ropa de su amada dueña, sin embargo para las nuevas perras les fue pesado empezar su nueva rutina, ya que su ama anterior las tenía mal educadas, por lo que no les había asignado una rutina adecuada, por lo que su nueva domina tuvo que educarlas desde cero.
Las perras al ver la gran experiencia de sus otras compañeras, se sintieron tan inferiores, que por un tiempo hasta delante de ellas agachaban la cabeza, bastaba que las veteranas dijeran que calor hace, y ya sus nuevas compañeras las estaban abanicando. En su primer día de trabajo no querían quedar mal ante su ama, por lo que trabajaron desde muy temprano afanosamente, unas estibando y ordenando la mercancía, y las demás entregando los paquetes a tiempo para que los clientes estuvieran satisfechos y así mantenerlos comprando en el establecimiento de su elegante y distinguida domina o ama.
Las estibadoras no paraban de acomodar ordenadamente las mercancías para poder despacharla con rapidez y así fueran entregadas en tiempo y forma del tiempo establecido, las perras fuero adquiriendo práctica con el paso de los días. Conforme pasaban los días los pedidos aumentaban y las ganancias para su majestad iban en aumento.
No había día que las perras llegaran ladrando de hambre, por lo que siempre llegaban directo a la cocina y tomar sus platos con la boca y pedir su pedigree de la manera dispuesta por su exigente pero gentil ama; inmediatamente terminaban su pedigree, se dirigían a traer su plato de agua y sacar la lengua en señal de tener sed, ya eran las clásicas perras obedientes y bien entrenadas.
Después de haber pasado sus 15 minutos de comida, preguntaron a su majestad si se le ofrecía algún servicio o se podían retirar a sus jaulas para descansar después de un día más que pesado; aunque no todos los días les concedía el irse a descansar apena cenaran, ese día se compadeció de sus esclavas y solo les ordeno besarle los pies por 15 minutos antes de que su majestad se fuera a dormir.
Pasaban los días y ya las novatas perras estaban perdiendo si inexperiencia y se iban destacando en el arte de servir a su dueña con gran esmero, y hasta las esclavas veteranas estaban siendo superadas, por lo que ellas tenían que seguir entrenándose y poder mantener su liderazgo frente a las otras y seguir siendo las mejores perras propiedad de su majestad.
A los pocos días su majestad hizo venir a Laura su esclava inicial para ordenarle le trajera su computador portátil para ver cómo iba su ya bien establecido negocio de ventas por catálogo, al regreso de Laura con el computador, se arrodilló suplicando autorización para expresar una idea. El ama le autorizó 5 minutos para hablar; fue entonces que después de agradecer dicha oportunidad lamiéndole los pies a su ama, Laura le expresó la idea de comprar 2 camionetas extras para los repartos y de esa manera mejorar aún más el negocio. Laura le dijo “ ama tengo unas conocidas bastante débiles de carácter, por lo que sería sencillo domesticarlas y ponerlas a trabajar sin paga para ellas”, al ama le gustó esa propuesta por lo que ordenó a Laura traer a ese par de futuras esclavas.
Al día siguiente empezó un nuevo día para las esclavas, pero esta vez con una variante, Laura se iba a dirigir en busca de esas candidatas, mientras que su majestad se encaminó para hacer la compra de dos camionetas más de reparto.
A su regreso ya se encontraba ahí su perra con las candidatas, por lo que se arrastró a los pies de su ama para saludarle, presentar su respeto y presentarle a sus amigas adiestrables. Su majestad apareció e inmediatamente Laura ordeno a sus amigas “al suelo perras que está presente mi ama y le deben respeto. Esas mujeres no entendían la actitud de su amiga, Laura al no ver reacción de sus amigas, dio un fuerte taconazo, lo necesario para que su amigas pegaran un brinco y asustarse, solo eso basto para que se arrodillaran, su majestad con su experiencia como domina, enseguida descubrió la debilidad de esas mujeres, bastándole un chasquido para tener a esas chicas lamiendo el suelo que ella pisaba.
Después de haberse arrodillado y lamerle los pies, el ama fue claramente al punto y les comento la razón por la Lauta las llevo ante ella; sus tareas aquí será la de choferes de reparto, necesito 4 estúpidas, 2 choferes con sus respectivos ayudantes para cargar y descargar la mercancía y entregarlas, ¿queda claro estúpidas?, ellas con algo de temor solo agacharon la cabeza y asintieron.
Su majestad preguntó a su perra cuantas candidatas había llevado, Laura respondió que ocho, entonces su majestad quiero que te lleves a este patético grupo de esclavas a mi tienda y al almacén, cuatro de ellas trabajaran en las camionetas de reparto, en cada camioneta ponme una chofer y la cargadora, son dos camionetas, al resto pónmelas a realizar tareas de aseo de la tienda y el almacén, Laura enseguida acató la orden llevándose a ese lote de perras a la tienda.
Dicho esto, Laura desapareció llevándose al nuevo lote de 8 perras hacia el almacén que entregaba los pedidos para ahí asignar a los choferes y cargadoras y al resto como afanadoras. Sus amigas no entendían porque Laura que después de años de amistad, las había traicionado así, Laura les dijo a callar perras, y aunque no se merecen la explicación, se las daré. Tengo varios meses a los pies de mi dueña, y aunque al principio no me sentía a gusto, en cambio ahora no me imagino la vida sin estar a los pies de su majestad, y ustedes no van a arruinar la reputación de servicio que tengo ya a los pies de mi dueña. ¿Les queda claro? Ellas dijeron si, Laura dijo como que si, respondan bien perras, ellas suplicaron perdón y respondieron al unísonamente “si señora”. Laura solo respondió, ya van entendiendo mis leales perras, ellas solo dijeron si señora, nos queda muy claro nuestro nuevo estilo de vida y que debemos dejar atrás nuestra vida anterior bien enterrada para poder así dedicarnos a ser buenas perras y atender adecuadamente a su majestad nuestra ama.
Apenas dijeron eso, Laura asignó bajo su criterio a las afanadoras y a las que serían choferes y cargadoras, a cada una les asignó sus uniformes, y les explico las reglas de cuando se comería y beberían agua, las perras enseguida empezaron a desempeñar sus funciones dedicada mente, antes de retirarse Laura les dijo:
Aquí se trabaja empezando a las 8 de la mañana en horario corrido sin descanso hasta las 6:40 pm, al llegar a la residencia de nuestra ama s las 7 pm podrán comer hasta entonces, ¿entendido?, ellas solo respondieron “si señora” , Laura dijo bueno, me retiro, vendré por ustedes a las 6:40. Las perras empezaron algo resignadamente pero felices de ser útiles a una dignísima dama como lo era su ama.