Laura y su ama (capítulo 6)
El poder del ama aumentaba día a día, las perras ya habían perdido toda la voluntad que pudieron tener el día que su ama las empezaba a domesticar
El ama al haber descubierto el dominio que ejercía tanto mental como en su voluntad con su harem de perras, el poder del ama aumentaba día a día, las perras ya habían perdido toda la voluntad que pudieron tener el día que su ama las empezaba a domesticar, ya no podían ni pensar, se habían convertido en unos títeres humanos que solo sabían bailar al ritmo que su ama les iba marcando, prácticamente eran ya unos zombis.
Las sumisas recientemente reclutadas y que ahora recibían el nombre de “gusanos” intentaron persuadir a las otras perras de más antigüedad pero sin éxito alguno, ya que las otras perras ya estaban más que domesticadas al servicio de su majestad, y sentían que ya la vida sin su dueña no tenía sentido de ser, por lo que sus esfuerzos fueron en vano; al darse cuenta de su fracaso solo les quedo como único recurso resignarse y servir a su majestad la reina como el resto del .sequito
Empezó el entrenamiento de las perras incluidas las “gusanos” para ser meseras y baños portátiles, por lo que debían todas servir a su ama y como forma de retribución se les alimentaba con las bondades que sus cuerpos producían a cambio de nada, al principio les daba asco pero con el pasar de los días su paladar empezó a acostumbrarse con esa nueva de comer y a la vez empezaban a sentirse más vigorosas, agiles y ligeras, en su forma de comportarse y de moverse.
Ya hasta las “gusanos” empezaban a aceptar su nueva manera de vivir, empezaban a tenerle respeto de su ama, ya aceptaban su naturaleza sumisa.
Pasaron algunos días de entrenamiento, y ya las nuevas perras no tenían que ser forzadas a tragar, ahora ellas solas se alimentaban voluntariamente, podría decirse que habían entregado el 50% de su voluntad a los pies de su ama, y que ahora ya empezaban a sentirse mejor en su nueva vida esclava.
A los pocos días el ama regresó a la computadora para checar si la página de Facebook, y se dio cuenta que su negocio empezaría a dar fruto dentro de pocos días, ya que empezaban a aparecer solicitudes de servicio de renta de meseras. El ama respondió a las solicitudes vía correo electrónico, para invitarles a conocer su imperio y vieran la alta calidad de sus servicios.
Ese mismo día, el ama recibió una llamada telefónica para concertar una cita. Ya cerca de las 5 pm llegó su primera futura clienta. El timbre de la casa hizo anunciar la Llegada de su primera candidata para ser clienta de ese imperio. Una de las perras abrió la puerta, besó los pies desea señora, y le recogió su abrigo. Momentos después hizo su aparición la dueña de todo y todas las que ya hacían, fue entonces que el ama se presentó y pregunto que se le ofrecía.
La clienta comento que había concertado una cita vía telefónica para una muestra gratis y que se le explicara más a fondo el funcionamiento del negocio. El ama le dio la bienvenida y empezó a explicarle la mecánica de la contratación de sus servicios. Comenzó diciéndole que las clientas por respeto al negocio y a su misma persona, toda clienta debía arrodillarse y suplicar la contratación de los servicios. L
Las meseras se alquilan por un mínimo de 12 horas y que si la reunión, comida o fiesta duraban menos tiempo, el costo seguiría siendo el mismo, sin ajustes. La clienta aceptó las condiciones, inmediatamente pregunto cómo se daría el servicio de meseras, el ama dijo que vestidas de sirvientas estilo francés, pero sin lencería, ya que si la reunión fuese de carácter lésbico el invitado podría palpar la calidad de la mercancía, sin embargo el ama le dejó en claro a la clienta que meterle mano a las perritas era un privilegio que tenía un costo extra.
Esa cláusula a la clienta le gustó mucho, ya que muchas de sus amistades eran mano larga y eso les complacería. El ama le comentó a su nueva clienta que las meseras después de la fiesta deberían sin costo adicional dejar todo limpio y guardado en su lugar correspondiente. La clienta estaba más que maravillada del excelente servicio de ese negocio, así que le dijo al ama, estoy más que sorprendida de lo bueno que es este negocio, y si me das una buena muestra del servicio, te recomendaré ampliamente con mis amistades, el ama agradeció el cumplido.
Antes de llamar a la meseras le preguntó a esa señora si antes de salir de su casa había atendido sus necesidades tracto intestinales y urinarias, la clienta extrañada por esa pregunta le dijo al ama, eso que tiene que ver con las meseras, el ama dijo que absolutamente en nada, pero que también tenían el servicio de baños portátiles, la clienta preguntó ¿baños portátiles?
El ama dijo mis chicas además de meseras son baños, por si deseas orinar, en vez de que tu vayas al baño, el baño viene a ti, ¿Te gusta la idea?
La clienta cada vez estaba más asombrada de lo bien que podían atender a los clientes ahí, por lo que aceptó la prueba completa. Entonces el ama hizo sonar dos palmadas, apenas dio las Palmadas llegaron dos perras y se arrodillaron a los pies de su ama y dijeron ¿Qué se le ofrece majestad? El ama dijo a una de ellas que la clienta desea orinar, por lo que la perra se puso en postura arrodillada manos atrás y abrió la boca para tragar lo que fuera a, salir, mientras que a la otra perra se le ordenó servir de mesera, la clienta le ordeno que tenía 2 minutos para traerle una bebida refrescante y a su regreso usarla de mesa; la perra asintió y rápidamente regresó con la bebida ordenada en minuto y medio para tomarse los 30 segundos restantes para colocarse a 4 patas y ser usada como mesita de servicio.
La clienta altamente satisfecha ofertó al ama recomendar su negocio con lo más selecto de la alta sociedad como uno de los mejores negocios que dan buen servicio a su más distinguida clientela.
La clienta se despidió totalmente satisfecha y se retiró, pero antes de irse dejo sus datos personales, nombre, teléfonos y correo electrónico. El ama se dio cuenta que la idea de rentar a sus perras como meseras y baños portátiles había sido una gran idea además de ser muy redituable, ya que no gastaba un solo euro, pero si ganaría miles de euros por evento.