Laura y su ama (capítulo 4)

Al despertar su ama, putilla se dirigió a lavar el lujoso automóvil de su dueña, ya que siempre debía estar limpio antes de partir al trabajo, según las ordenes de su ama. Después de lavar el auto, mientras su majestad se alistaba, empezó con sus labores domésticas, tal parecía estar desempeñando esas actividades por años, se le veía muy cómoda a los pies de su ama.

Al día siguiente las perras se levantaron temprano para alistarse para poder servir a su ama como se merecía, así como para también dirigirse a sus respectivos empleos. Laura se despertó y enseguida fue a preparar el desayuno de su ama, como parte de sus obligaciones, mientras que la putilla de su hermana despertaba a su majestad lamiéndole y besándole los pies, ya que le había agradado ese detalla a su majestad la mañana anterior.

Al despertar su ama, putilla se dirigió a lavar el lujoso automóvil de su dueña, ya que siempre debía estar limpio antes de partir al trabajo, según las ordenes de su ama. Después de lavar el auto, mientras su majestad se alistaba, empezó con sus labores domésticas,  tal parecía estar desempeñando esas actividades por años, se le veía muy cómoda a los pies de su ama.

Una vez que el ama desayunó, Laura se dirigió a limpiar los utensilios del desayuno, y guardarlos en la estantería, así como fregar los pisos, al terminar el aseo de la cocina se dispuso a empezar a lavar la ropa de su majestad hasta llegar el momento de doblar y guardarla en su respectivo lugar.

Inmediatamente después se alistaron a salir hacia AMALIA´S las inútiles hermanas de putilla, vistiendo sus acostumbrados uniformes provocativos. Al parecer la clientela de la tienda se inclinaba a ser más de hombres cachondos que deseaban ver a sus mujeres vestidas provocativamente, mientras que las mujeres compraban ropa con aires de ser más elegante, la tienda abarcaba todos los estilos y gustos desde los pequeños, hasta para la gente de la tercera edad.

AMALIA´S era todo un éxito, el ama pensó la idea de agradar a los clientes y a su vez ganar aún más dinero, mando hacer unas tarjetas que por cada 10 compras se les daría una prenda a mitad de precio. Las ventas ese día generaron otra vez muy buenas ganancias. Las perras no se daban abasto, era tanta la gente, que el horario de servicio se tuvo que ampliar.

Llegó la hora de ir a recoger a su majestad a su trabajo, por lo que putilla se apresuró para poder llegar a tiempo y no tener esperando a su majestad. Al llegar a su oficina, putilla llamó a la puerta del despacho de su alteza, y así cargarle su portafolio y evitarle cualquier incomodad a su ama y más si ella estaba para servirle.

Al salir del despacho su majestad, putilla se inclinó a lamer los pies de su dignísima dueña para mostrarle respeto, así como también saludarle, después de haberle chupado los pies el ama siguió de frente, putilla salió disparada para poderle abrir la puerta de su auto, no sin antes servirle como escalón.

Apenas iba a encender el auto cuando putilla le solicitó autorización a su ama de modificar la ruta hacia su residencia, ya que había encontrado el tráfico muy pesado por el camino habitual. El ama accedió al cambio de ruta y felicitó a su perra por prever congestionamiento innecesario; la perra solo agradeció al ama por su comentario.

Al llegar a su residencia, putilla le sugirió a su ama que fuera a descansar a su trono mientras ella se encargaba de prepararle una bebida refrescante y apagar su sed por el calor tan sofocante; el ama estaba asombrada de la entrega tan eficiente que putilla estaba mostrando, habiendo transcurrido unas cuantas horas, las hermanas de putilla regresaban agotadas por tanto movimiento que hubo ese día en la tienda, y ya que por tanta gente tuvieron que prescindir de su tiempo de comida, por lo que llegaron directo a desnudarse y enseguida fueron a buscar su plato y tomarlo con la boca y presentarse ante su ama poniendo su cara de hambre y alzar la pata. Su dueña entendió que es lo que deseaban, así que ordenó a Laura que era la encargada de la cocina, les echara un puñado de croquetas a las perras para cenar, apenas terminaron su puñado de croquetas sacaron la lengua para así dar a entender que deseaban un poco de agua, ellas agradecieron a su majestad por ese delicioso manjar después de haber esperado por horas para poder comer.

Habiendo terminado una de las perras le ofreció un rico masaje de pies mientras que la otra la abanicaba, mientras las perras la servían, el ama preguntó cómo les había ido con las ventas en la tienda. Las perras le hicieron saber que las ventas fueron muy buenas generando grandes ganancias.

Después de haberse relajado de un día pesado de trabajo, el ama se levantó para dirigirse a dormir. Apenas se levantó de su trono chasqueo los dedos y todas sus perras se pusieron a 4 patas y la siguieron 5 pasos detrás hasta llegar a su dormitorio. Las perras le besaron los pies para desearle una buena noche a su dueña para que después se echaran a dormir ellas también.

Las perras ya hacían dormidas echadas a los pies de la cama, cuando de un momento a otro  despertó su majestad en la madrugada con ganas de orinar, y ya que las perras dormían ahí  por cualquier cosa que se ofreciera a su dueña, a su majestad solo le bastó dar 2 palmadas para que despertaran todas, fue entonces que les ordenó servirle  retrete, ya que le andaba por orinarse, la colección de perras no dudaron un segundo en hacer lo que se les ordenaba.

Se acercaron las dos hermanas de la putita, una de ellas trago toda esa deliciosa orina, sin dejar caer una sola gota, al terminar se acercó la otra y le lamio el chocho para limpiarlo, de esa manera su majestad pudo atender esa urgencia a tiempo y sin provocar alguna desgracia.

Las dos perras al terminar cada una sus respectivas tareas, agradecieron, la primera por haber tenido el placer de beberse ese dignísimo néctar saliendo directamente de su ama y señora, y la otra por haber tenido el honor de limpiar con la lengua el chocho de su majestad; habiendo terminado y satisfecho la necesidad de orinar, el ama dio 2 palmadas y las perras regresaron a su sitio a seguir durmiendo