Laura y su ama (capitulo 2)

El ama dijo por ahora mis perritas, van a dormir a los pies de mi cama por si se me ofrece algo por la noche en lo que ustedes me sean útiles.

Apenas Laura hizo saber a su nueva dueña su más sincero sentir que desde ese momento le sería fiel al 100%, su hermana interrumpió  para avisar a su majestad que había ya conseguido todo lo dispuesto, y que quería comunicarle que había visto unas perreras para ellas, y que tenía la idea de comprarlas, pero que antes quería tener el permiso de su ama. El ama al ver la iniciativa de la perra, aceptó que las comprase y así asignarles un lugar digno en base a su nuevo estilo de vida. Las dos perras agradecieron el gesto tan generoso de amabilidad del ama.

El ama dijo por ahora mis perritas, van a dormir a los pies de mi cama por si se me ofrece algo por la noche en lo que ustedes me sean útiles. Las perras agradeciendo la bondad de su ama aceptaron gustosamente, diciéndole, ama estamos a sus pies en lo que se le ofrezca. Dicho esto el ama partió a su dormitorio, y sus dos perras a 4 patas detrás de ella como 2 buenas mascotas. Las dos perras antes de tumbarse a los pies de la cama, besaron los pies a su majestad para despedirse y desearle una buena noche además de agradecerle esa valiosa oportunidad de ser más que unas simple mujeres con una vida monótona y aburrida.

A la mañana siguiente el ama se despertó al sentir un cosquilleo en los pies, abrió los ojos y era la hermana de Laura que le chupaba y besaba los pies para despertarla tiernamente y desearle un bello día, mientras que Laura le preparaba el desayuno y se lo llevaba en una mesita de servicio finamente decorada con un florero que adornaba con una bella rosa roja, además de haberle llevado el periódico para que lo leyese mientras desayunaba. El ama estaba asombrada del servilismo de sus dos nuevas perras, que por agradar a su nueva ama, hacían lo que fuera necesario.

Mientras el ama desayunaba empezó a designar obligaciones a cada una de las perras. Tú Laura como tuviste la iniciativa de preparar mi desayuno, serás tú la encargada de la cocina, desde prepararme los alimentos, hasta dejarla brillando y todo arreglado en ella, también te encargaras de mi ropa, desde lavarla y plancharla, hasta doblarla y guardarla, ¿te queda claro Laura?, ella respondió si ama, muy claro.

Enseguida se dirigió a la hermana de Laura diciéndole, tu putilla, te encargaras del aseo general de la casa, así como de ser mi chofer, ha  y de despertarme día a día lamiéndome los pies como lo hiciste hoy, la putilla respondió, con gusto mi ama, así será; dicho esto le recordó a Laura que debía renunciar a su actual trabajo para dedicarse enteramente a servirle, Laura contestó si ama, así lo hare.

Dicho esto, el ama se preparó para tomar camino de su trabajo, la putilla se apresuró  para llegar al lujoso auto de su majestad y abrirle la puerta para que se subiera su dignísima dueña, ya en camino, el ama le dictó a su putilla el horario de oficina para que estuviera al tanto de a qué hora debía presentarse para recogerla, así como también diario debe lavarse temprano el auto y que esté listo para antes de que salga hacia su trabajo, la putilla solo respondió, no se preocupe majestad, estaré pendiente de mi tareas.

Mientras que putilla llevaba de regreso a su majestad a su casa, Laura se había marchado a la tienda para renunciar como se lo había ordenado su ama. Al llegar a la tienda y presentar la renuncia, su jefa no la quiso aceptar, situación que a Laura por su naturaleza sumisa solo agachó la cabeza y se retiró sin decir nada.

Al llegar el ama a su residencia preguntó a Laura si había presentado su renuncia, ella respondió que sí, pero que su jefa no la aceptó, y que ella no supo cómo resolverlo, así que le quería suplicar si ella hablara con su jefa. Su majestad le dijo a Laura que la trajese ante ella; Laura asintió y al día siguiente llevó a su jefa ante su ama y señora.

Al llegar Laura a la residencia de su ama, se arrodillo a los pies de su majestad y le comunicó que había llevado a su jefa como se le había ordenado; el ama solo le dijo retírate perra, Laura sin decir nada, beso los pies de su majestad y sin dar la espalda se retiró. La jefa de Laura sorprendida de lo que acababa de ver no daba crédito, y preguntó a su majestad, ¿usted quién es? El ama todo poderosa le dijo esa no es la manera adecuada de dirigirte a mí, si quieres que te haga caso harás lo mismo que hacen las demás, la jefa de Laura no creía lo que estaba escuchando, volteo a su alrededor y tanto Laura como su hermana permanecían arrodilladas, con la cabeza baja y en silencio, por lo que a ella no le quedó más remedio que inclinarse también.

Una vez arrodillada, su majestad expresó, ves que diferencia, así muy bien mosteando el respeto que merezco de ti y de cualquiera. La jefa roja de coraje solo pudo responder si señora, disculpe usted, dicho esto bajo la cabeza.

El ama dijo con que tú eres la jefa que no permite que mi perra renuncie, la jefa sin atreverse a levantar la mirada respondió si señora, es que si se va Laura me quedo sin personal, el ama respondió, pues tendrás que atender tu negocio tú sola, la jefa dijo pero señora no podré yo sola, apenas dijo eso y el ama interrumpió diciendo que había una manera; la jefa de Laura dijo, si señora la escucho.

Su majestad le dijo, traspásame los papeles de propiedad para que entonces tú trabajes para mí, ella dijo pe. Pero señora ese negocio es mío, el ama siendo dueña de Laura le contestó, si no quieres, entonces deberás hacer todo tu sola, llevar contabilidad, inventario, y además ser la vendedora, tú decides. La jefa al darse cuenta que el ama de Laura la tenía cogida por el cuello, no le quedó más remedio que aceptar traspasar su negocio que le había dedicado su vida.

El ama pregunto a la jefa si tenía hermanas, ella respondió que sí, que tenía dos hermanas, su majestad le dijo, ya que tienes dos hermanas y ahora la tienda es mía, voy a necesitar dos vendedoras, así que para mañana me las traes sin excusa alguna, la ahora ex jefa solo respondió si majestad, para mañana se las tendré ante su majestuosa presencia, y le ruego que me considere desde este momento una más de sus esclavas.

Al día siguiente día la putita (ex jefa de Laura) se dio a la tarea de ir por sus hermanas y rendirlas a los pies de su ama tal y como se le había ordenado, les llamó por teléfono y las citó en una cafetería ceca de la residencia de su majestad, ellas algo extrañadas accedieron a la invitación, pero sin saber el motivo.

Las hermanas llegaron puntuales a la cita, ya estaba la putita esperándoles, les invitó a tomar asiento y pedir su desayuno, ellas aceptaron, y ya entradas en pleno desayuno surgió el tema, cuando la putita les expresó a sus hermanas que se había convertido en una sumisa sin voluntad, sus hermanas se quedaron con la boca abierta, no podían creerlo, y más asombradas quedaron al saber que su negocio lo había entregado a su nueva ama; la putita les dijo que su ama quería conocerlas, ya que les tenía una propuesta, ellas no supieron que responder, pero aceptaron ir ante el ama de su hermana.