Laura, su amigo y yo

Jorge, un amigo de mi novia, hace posible nuestro primer trío.

MI PRIMER TRÍO

Era una tranquila tarde de primavera. Estaba junto a mi chica tomando un refrigerio en la terraza de un conocido bar de la ciudad. En este lugar habíamos quedado con un amigo suyo que venía a pasar el fin de semana a casa de sus tios. Ella me había contado algo de su vida, de cómo era, gustos y aficiones, etc... Mientras esperabamos se cruzaban nuestras manos por debajo de la mesa, tocándonos, palpando las piernas del otro, incluso llegué a tocar su sexo varias veces y conseguí mantenerlo mojadito. A la hora acordada se presenta Jorge. Era tal y como me dijo mi novia. Se acordaba muy bien de él. Nos tomamos una ronda de cervezas los tres juntos y marchamos a dar una vuelta por la ciudad.

La verdad que la temperatura era muy agradable y acompañaba nuestra caminata por los sitios más bellos y pintorescos de la ciudad. Laura, mi chica, sabía todos los detalles y monumentos que íbamos visitando y fué nuestro guía particular. Disfrutábamos mucho escuchándola. Ya conocía gran parte de la historia pero me encantaba oir de sus labios todas esas palabras.

Después de casi tres horas de turismo nos fuimos a casa a cenar. Invitamos a Jorge para que nos acompañase y aceptó sin problemas. Entre Laura y yo preparamos los manjares que esa noche teníamos de menú mientras nuestro invitado se asignó el colocar la mesa. En la cocina nos intercambiabamos besos, caricias, piropos, ... estuvimos muy juguetones. Cuando la cena estuvo preparada dimos buena cuenta de ella. Estaba todo riquísimo y a nuestro invitado le encantó todo.

Cuando acabamos de cenar abrimos una botellita de champán que reservabamos para alguna ocasión especial y creo que este era buen momento para hacerlo. Brindamos por que esta amistad no se perdiese nunca una y otra vez. Jorge y yo hicimos una muy buena amistad y compartíamos experiencias e historias que a Laura le hicieron reir. Parecíamos unos chiquillos volviendo a recordar nuestras trravesuras. Cuando el champán se terminó sacamos algo de licor y preparamos unos cubatas. La conversación se empezó a poner caliente. Laura propuso que contáramos nuestras fantasías sexuales. Como ya estabamos un poco alegres debido al alcohol no nos importó demasiado. Ella sabía que yo tenía unas ganas terribles de hacer un trío y por eso la muy pillina lanzó la primera piedra. Comencé contando el querer hacer un trío con otro chico más. Jorge se rió y dijo que él también quería. Laura propuso que esa noche podiamos hacer realidad ese sueño y ella participaría. Debido a que los tres estabamos ya muy calientes por toda la conversación anterior nos dirigimos al dormitorio. Nos desnudamos y mostramos nuestros cuerpos sin ningún pudor. Lo que mas me llamó la atención fue la tranca que gastaba Jorge, gordita, no muy larga (unos 22 cm) que me puso a cien. Deseaba que esa polla entrase por mi culo fuese como fuese. Jorge miraba a Laura de arriba abajo, deteniéndose en sus hermosos pechos, firmes y redonditos. Como ví que se estaba poniendo cachondo le dije que tocase a Laura, que lo hiciese sin miedo. No tardó mucho en empezar a sobarla los pechos. Yo disfrutaba de ese espectáculo y mi pene respondió con una gran erección. No dejó ni un rincón de Laura sin tocar. Pasó su lengua por todos los rincones sin excepción. Ya estaba bien mojadita a si que no demoré más lo que tanto tiempo deseé hacer.

Me tumbé boca arriba en la cama y puse a mi chica de espaldas a mi, mostrándome ese culo tan rico. Mientras metía mi polla por el culo, Jorge se encargaría de su vagina. Cuando estuvo echada encima y mi pene dentro de su ano su amigo insertó su falo por ese chochito. Comenzamos a follarla. Laura disfrutaba como una perra de ese juego. Al cabo de un rato nos cambiamos de sitio. Ahora Jorge estaba dándola por el culo y yo por su coño. Laura estaba en un éxtasis que no había conseguido nunca y le sobrevino el primer orgasmo. Lamí sus ricos juguitos y seguí con la faena.

Ahora tocaba lo que siempre habia deseado. Ser enculado por un hombre. No soy gay pero me atraía la experiencia. Mi ojete había sido desvirgado ya por varios juguetitos en otras ocasiones y eso iba a facilitar mucho la tarea. Puse a Laura a cuatro patas encima de la cama y dije a Jorge que si me cogía por detrás. No opuso resistencia y empezó a masajear la entrada del ano con su lengua y a meter deditos para dilatarlo. Cuando vió que estaba listo me puso la punta del pene en la entrada y fue empujando poco a poco hasta que el glande se introdujo del todo. Me empezó a recorrer una sensación de placer por todo el cuerpo que no podia describir. Con mucho cuidado iba empujando su miembro hasta que lo introdujo totalmente. A la vez que me sodomizaba yo estaba follándome a Laura alternando entre su culo y su sexo. En ese momento estabamos los tres unidos y disfrutando a tope. Al poco rato Laura se volvió a correr junto a Jorge que descargó toda su leche dentro de mi culo. Me recorrió un escalofrío por mi cuerpo cuando sentí ese liquido caliente en mi interior. El único que quedaba por eyacular era yo pero propuse el último juego. Laura se puso boca arriba en la cama pero esta vez se encargaría Jorge de su sexo mientras que yo se la introducía por el ano a él. A la vez me metí un vibrador por el culo y le puse a máxima potencia. Como ya estaba bien lubricadito entró como la seda. Al igual que él fué muy suave conmigo yo también tomé cuidado con la penetración preocupándome de que estuviese dilatado y húmedo. De nuevo estábamos como un tren, enganchados unos a otros y llevando nuestros cuerpos al máximo. Al rato me sumergía en un tremendo orgasmo que llenó de lefa el culo de Jorge e hizo que el vibrador saliese disparado de mi trasera. Tanto mete saca en su orto consiguió que de nuevo se corriera. Laura agarra su pene y se lo lleva a la boca mientras pedía que la metiese el mío también. Comenzó a lamerles y chuparles hasta que quedaron relucientes.

Como se hizo bastante tarde propusimos a nuestro invitado que se quedara a dormir con nosotros. A la mañana nos levantamos, nos aseamos y Jorge nos invitó a desayunar como agradecimiento a la gran noche que había pasado. Nos comenta que si algún día vuelve a venir donde sus tios que nos llamará para tener de nuevo una velada así y promete que se echará novia para ser uno más en el intercambio de juegos.

A mediodía le acompañamos a la estación de tren y nos despedimos hasta la próxima.

De regreso a casa comentábamos lo sucedido anoche y lo que nos pareció esa experiencia. Ella quedó encantada y yo hice realidad mi sueño más íntimo. Sólo de volver a recordar aquello me entró unas ganas horribles de hacer el amor y nada más llegar a casa la follé como nunca.

JOSU82

Espero que les haya gustado. Pueden contactar conmigo porE mail para lo que quieran.