Laura solo quiere a su papá (tercera parte)

Laura se emputece cada vez más y su papi se impone como macho dominante. El futuro de la hija se empieza a medir por la longitud del miembro que le dio la vida.

-          Jajajaja, ¿ovulando dices papi? Que cosas tienes… vamos papi, no bromees, sé que aún puedes empalmarte otra vez…déjame que pruebe esa vergota tuya…

Laura está regada de semen por su propio padre, toma con un dedo un poco del espeso esperma que le ha empapado el coño y lo huele, mira a papi, está envalentonada y ya no teme que la repudie por pervertida…chupa su dedo saboreando esa lefa aún caliente y sonríe.

-          Venga papi, sé que no me vas a preñar…dame el gusto porfi, me has dejado bien cachonda…

Pedro se acerca a su hija, su rostro es severo. La toma del cuello firmemente pero sin asfixiarla y Laura siente el poder de dominación de su padre, un poder que hasta entonces desconocía pero que adora desde que le es impuesto.

-          Pequeña puta, no lo entiendes aún pero tú vas a ser de papi, solo de papi… siempre he querido hacerte mi perra y ahora que sé que eres una puta pervertida, voy a reclamarte como dios manda, para que seas solo de mi propiedad…

Mientras dice esto, Pedro lleva sus dedos al coño de Laura y restriega el semen espeso sobre los labios vaginales de su hija. Recién rasurada, Laura puede sentir como el esperma se le extiende por el chocho, como su coñito lo absorbe como si fuera crema hidratante… le dan temblores del gusto por el masaje de papi y por el morbo  de sentir la leche que le dio la vida en su sexo virgen, una pierna le tiembla como si tuviera vida propia y sus tetas botan con cada tembleque.

-          Yo... ¿soy tu perra papi?

-          Lo eres hija…mi perrita personal

Laura mira a su papi, quiere que la folle, no quiere esperar esos tres días hasta estar en su máximo de fertilidad…no sabe cómo papi conoce sus días fértiles pero imagina que la lleva controlando un tiempo y eso la hace sentir deseada. De nuevo, intentando provocar aún más a papi,  Laura apura la lefa paterna de su dedo con un fuerte chupetón. Es la primera vez que lo prueba y se sorprende a si misma porque no le de asco, al contrario, le resulta sabrosa y agradable… “que puta soy” piensa de sí misma “es culpa de papi, que me pone así de puta”

Papi sonríe mirándola, mientras sigue restregando su lefa con sus dedos por el chochito de su nena... Está deseando partirla a pollazos pero si no lo hace es únicamente para dominarla, para enviciarla y emputecerla. Pedro sabe que si la mantiene con ganas el tiempo suficiente, se volverá adicta a su rabo. Si fuera otra chica, la destrozaría sobre la bala de heno, pero esta es su hija y no quiere un polvo pasajero…quiere marcarle el interior de su cuerpo con su signo personal y reclamarla para el en exclusiva...

Acaricia su carita de nena pasando el pulgar por sus labios, susurra.

-          Mi linda perrita en celo

A lo que Laura responde:

-          Guauf, guauf (sacando la lengua jadea como una perrita sedienta, sonriendo a papi y mirando su rabo colgante y lleno de lefa)

Papi aparta sus dedos del chocho de su hija, los tiene empapados de lefa y viendo como su nena saca la lengua, mete tres dedos hasta el fondo, muy pringosos.

Laura al principio siente una arcada, abre los ojos sorprendida pero intenta chupar los dedos de su padre lo mejor que puede. Pedro mueve los dedos como serpientes dentro de la boca de Laura,  jugando con su lengua e impregnando su boquita de esperma. Finalmente Laura succiona sus dedos dejándolos bien limpios y Pedro agarra su cara con una sola mano para acercar su cara a la de ella. Laura se saborea, lo traga todo y luego sonríe sacando la lengua para enseñarle a papi lo buena nena que es, lo puta que se está volviendo. Pedro mete su lengua en la boca de su hija, súbitamente la besa profundo y húmedo, succiona la lengua de Laura y enrosca ambas en un beso apasionado que pilla a Laura por sorpresa… Le han comido el coño antes de darle su primer beso, pero el beso es lo que la perturba, la deja sin aliento, comprende entonces que no es un juego, no es algo pasajero, su padre la ama y va a amarla siempre…

-          Papi, hablas en serio con lo de… (no se atreve a decirlo, no solo no lo había pensado nunca, si no que creía imposible que su padre quisiera…)

-          ¿Preñarte? (dice Pedro con total naturalidad, Laura asiente con la cabeza poniéndose colorada…)

-          Si… te haré mía y tú no te marcharás como hizo tu madre, ¿verdad cariño?

-          Nunca papi, yo estaré siempre contigo…pe...pero puedes follarme aunque no esté ovulando, seguro que soy fértil e igual me puedes follar…

-          Jajajajaja, valla hija, parecías inocente y menuda putita me has salido…no, he dicho que esperarás y  eso harás, ¿entendido perrita?

Laura en vez de asentir, decidió ladrar de nuevo, ya que vio que a su padre eso le complacía.

-          Guauf, guauf

Papi le acaricia la cabeza con cariño, le toma la mano y la anima a levantar el trasero de la paja. Laura se pone en pie y papi le sacude el culito con suaves azotitos para quitarle la paja. Laura se muerde el labio ante las caricias de papi y le sonríe con malicia

-          ¿Y estás seguro de que aguantarás sin follarme papi?

El azote que papi le da en su lindo trasero suena hasta fuera del cobertizo, Laura se tensa poniéndose de puntillas, siente que quiere dar un gritito pero no le sale de la pura sorpresa

-          Llevo 18 años esperando, podré esperar otros tres días, no dudes jamás de tu padre…

Laura se muerde el dedo, el azote le dolió pero el escozor de después es lo que más nota y por algún motivo sientes que se le calienta el coñito por dentro después del azote y lo que es aún más raro…le boquea el ojete, como la boca de un pez fuera del agua. Se tapa la boca sorprendida y mira a su padre sin comprender por qué su cuerpo ha respondido así.

-          Bueno cariño, tu coñito estaba delicioso pero sigo con hambre, vallamos a por esa sopa...

Laura asiente y toma de la mano a su padre, ambos salen juntos del cobertizo, Pedro ni se ha guardado el rabo en el pantalón  y Laura va sin bragas y con lefa chorreándole por los muslos.

La sensación de libertad es lo mejor en este momento para ambos. En la finca donde viven no tienen vecinos a varios kilómetros a la redonda y nadie los molesta nunca durante días y semanas completas, podrían ir literalmente desnudos y nadie lo sabría… de hecho Laura se quita la camiseta para dejar sus torneados y firmes pechos al aire, con los pezones puntiagudos al sol y botando ligeramente mientras camina dando saltitos de felicidad.

Papi mira sus pechos sin pudor y el rabo empieza a levantarse de nuevo como si tuviera vida propia.

-          Papi! Que guarro eres… ¿otra vez?

Mira quien fue a hablar de guarra… ¿ni te has planteado limpiarte mi lefa del chocho verdad?

-          Jijijiji, es que me gusta sentirla ahí, aún está calentita

Pedro toma de las caderas a su hija en el umbral de su hogar, pega su rabo a las nalgas prietas de Laura que da un respingo al notar la dureza y calor de macho que desprende su padre.

-          Papi, no sé qué tienes que me estás volviendo loca

Pedro la empuja hacia dentro de la casa con sus caderas y el rabo venoso se cuela entre los glúteos de Laura pero a lo largo, quedando atrapado entre nalga y nalga, Lorena gime suavemente y mira hacia atrás a su padre que tiene una sonrisa maliciosa, como si supiera algo que ella no sabe… Laura se acaricia el vientre, nota calor y de nuevo esa sensación de que su ano se abriese y cerrase solo, como si intentase succionar.

Lleva a su hija hasta la mesa de la cocina donde la sopa sigue en la hoya y los platos vacíos, se sienta dejando caer a su nena sobre su pollón, a Laura le sale el capullo de su padre de entre las nalgas, por su cintura.

-          Papi, estará fría… ¿la caliento?

Pedro acaricia los suaves muslos de su hija, despacio y cuidadoso, como si sus ásperas manos pudieran deteriorar la suave piel de su nena o como si el calor de esos tiernos muslos pudieran quemarle las manos.

-          Déjalo, así está bien…bastante caliente me tienes tú, hija

-          Hay papi… ¿seguro que no me quieres follar?

-          Si te quiero follar hija, pero en su debido tiempo

Laura se inclina hacia adelante para servir sopa de la hoya, su culito se despega del rabazo de su padre y Pedro aprovecha para palparle las nalgas, separárselas y moviendo las caderas, rozarle el ojetito rosado con su capullazo gordo y mojado de preseminal.

-          Ay papi… ¿qué haces? Ese no es mi coño…

Pedro toma de la cadera a su nena, firmemente para que no se escape, lleva su boca hasta su cuello y la besa bajo la oreja

-          Pero igualmente es virgen este agujerito…lo noto

Laura tiembla de miedo, nunca, jamás se habría planteado el anal, sin embargo su ojetito palpita ante el contacto del rabo de papi

-          No papi…no…mi coñito sigue virgen, si me rompes el culito primero yo…yo seré

-          ¿Qué serás mi niña?

Pedro empuja despacio pero firmemente, mientras tira de las caderas de Laura. El cabezón empieza a enterrarse entre las nalgas de su hija que hecha la cabeza hacia atrás jadeando

-          Yo…no…no se papi…pero si me enculas antes de desvirgarme… no se…

El cabezón de papi entra extraordinariamente fácil, únicamente lubricado con el preseminal de su glande, Lorena suelta un largo suspiro al notar que su padre se queda encajado en su trasero.

-          Yo te diré lo que serás mi niña…la más puta del pueblo, enculadita, jodida, pero virgen

Laura mira hacia atrás, hacia abajo, hacia su culito y ve el rabazo grueso de su padre enterrándose en su culo…el morbo le puede

-          Dios…que puta soy….

Y decidida a ser la mejor puta posible para su papi, se deja caer sentándose en el trabuco grueso y largo de su progenitor. Auto ensartada, lo hace sin recapacitarlo primero, el empellón de rabo es mucho más intenso de lo que papi pensaba darle… Pedro iba a abrirla despacio pero su hija, emputecida, se parte solita de una clavada.

Saca la lengua, se corre de inmediato al sentir ese trozo de carne dentro de su cuerpecito, la polla de papi palpita y brinca dura en su interior y a Laura le dan espasmos de micro corridas, sin embargo Pedro come tranquilo su sopa fría.

Laura está salida, le duele y le da placer a la vez, nota como el pollon de su padre le abulta el vientre desde dentro y se toca la barriga notando el capullo a la altura de su ombligo.

Apurando la sopa, Pedro le susurra a su hijita del alma.

-          ¿Ya estás contenta perrita?

Laura intenta mirarlo a los ojos  cuando papi se asoma desde detrás a su cara, lo ve doble y borroso pues sus ojos están casi vueltos, sonríe como una viciosa

-          Gu.gu..guauf guauf

Pedro reacciona como un animal, de un zarpazo tira el contenido de la mesa al suelo, los platos, los vasos, la hoya que resuena sonoramente al caer vacía. Toma de la nuca a su nena, la pega contra la mesa de cristal, las tetas de Laura se aplastan contra la mesa. Papi empieza a empotrarla, sin compasión. Cincela su culito a golpe de rabo una y otra vez y las tetas de Laura rechinan en el cristal.

Pero Laura no pide clemencia, no pide que pare… Laura pide…

-          Mas…mas…dame más papi,  rómpeme, rómpeme!

Pedro la jode sin prisa pero duramente, sin embargo el apretado culo de su hija es demasiado sabroso para su polla y no puede evitar aumentar pronto el ritmo. El chocar de las nalgas de la nena contra la cintura de su padre se oye desde fuera, los huevazos de papi chocan en su coñito que está cubierto de esperma, ahora reseco.

La toma de los brazos, de las muñecas y la levanta ensartada…Laura no toca el suelo con los pies, solo sujeta en el aire por un rabo colosal metido hasta el fondo de su culito

-          Y ahora mi niña… a tomar el fresco y hacer la digestión…

Y a pollazos la conduce enculada hacia el exterior. Totalmente desnuda Laura se empieza a correr justo al cruzar el umbral de la puerta, sus piernas se sacuden, jadea, gime y grita de gusto y su voz retumba por las montañas  con un eco de vicio y placer.

Papi  toma una correa que siempre hay colgada en la entrada de casa, muchas veces preguntó Laura  por qué había comprado esa correa si no compraba un perro, mientras la encula se la coloca y Laura lo comprende…es para ella, siempre fue para ella… Pasó mucho tiempo pensando que su papi no querría follarla y descubre ahora que era su destino, que nació para ello, que papi siempre pensó en darle rabo…es demasiado para ella, demasiado placer, dolor, felicidad…

-          Papi, papi, pap..pa..paaa

Si Pedro no tuviera el rabo como una roca, se lo partiría Laura con los estertores de sus caderas. Corriéndose con fuerza, solo a través de su culo, nota que no puede contenerse…no es un squirt esta vez, realmente se mea, se mea enterita sin controlar su propio cuerpo, a cada pollazo de padre se mea más y más, Pedro tirando de la correa recién puesta la asfixia un poco peor eso solo hace que se corra más duro y se mee más abundante

Par cuando acaba, está en el suelo, a cuatro patas, con la cara en la hierba y las tetas colgando firmes, papi la empotra desde detrás, como un animal montando a su hembra en celo…

-          Mi dulce perrita, mi perra insensata…como te voy a follar…el resto de tu vida hija

Laura clava sus dedos en el suelo, no comprende cómo puede correrse así, como ha podido correrse con su culito si nunca se lo ha tocado, ni siquiera meterse el dedito. Pero su padre se lo ha convertido en un segundo coño y nota como su culito succiona rabo por sí solo.

-          Hazme, hazme perra papi…joder cabrón, fóllame, jódeme entera puto cabrón!

Laura grita, sin importarle nada, sin importarle el respeto a su padre…jamás hubiera hablado así antes…pero Pedro la ha emputecido, a su propia hija.

La incorpora con sus manos, soba todo su cuerpo, estrujando las tetas de su hija en sus grandes manos ásperas y calientes. Laura está a punto de perder el conocimiento y él puede notarlo así que empuja para acabar antes de que ella no pueda sentirlo.

-          Hija mía, mi niñita fíjate, esto notarás cuando te preñe

Laura abre sus grandes ojos hasta el máximo y sin embargo no puede ver ni el sol que le da en la cara…abre la boca e intenta gemir pero no le sale la voz…el orgasmo le viene desde lo más profundo y cuando cree que no puede correrse más fuerte, papi la inyecta de repente con esperma caliente entre nalga y nalga.

Chorro tras chorro la rellena, dándole fuertes pollazos que le terminan de tallar el culito a la medida exacta de su polla. Pedro besa a  su hija profundamente mientras se corren juntos.

Tras correrse, quedan en el suelo tirados, cansados, Pedro ni se la saca.

-          Papi te amo (dice Laura llevando su mano atrás para acariciar a su padre)

-          Y yo a ti mi niña… mi hembra…

Se levanta poco a poco, sacándosela del culo a su hija. Laura siente el vacío que deja su polla al marcharse y como le escurre lefa de macho desde el culito por el coñito y los muslos

Pedro tira de la correa, suaves tirones hacia la casa

-          Venga, vamos perra, que ya hay que entrar en casa…además mira como me has puesto, cochina…meona…

Laura está sometida, animalizada y emputecida y obedece andando a cuatro patas como la buena perra que es, lo hace de buen grado, contenta y agradecida. Entra en casa…esta noche papi la lavará el mismo con sus manos y la dejará dormir en su cama…Laura está viviendo su sueño y Pedro cumpliendo un plan al que ha dado forma durante 18 años pensando que nunca lo podría llevar a cabo.

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Pensaba hacer solo tres partes para este relato pero creo que lo prolongaré al menos una más.

Espero que estéis disfrutando con el desenfreno sexual y salvaje de padre e hija, pronto más.

Dejadme vuestros comentarios, chicos y chicas…si os empalmáis u os mojáis, si os masturbáis y si conseguís correros con mi relato. Eso me animará a escribir.