Laura solo quiere a su papá (cuarta parte)
Pedro calcula mal la calentura de su hija y se lleva una gran sorpresa cuando los papeles se invierten. La posesión es de doble sentido...
Laura:
Tras la contundente follada de culito, Laura se encontraba ausente en su propio cuerpo.
Repasaba cada minuto del día, todo lo que había ocurrido. Empezó con un accidente, o quizás no lo fuera. Quizás papi lo tenía todo planeado desde el principio, incluso había comprado aquella correa con la que ahora la estaba paseando a cuatro patas.
De repente es consciente de lo cómoda que se encuentra en su nuevo papel de mascota sexual. Puede sentir como sus fluidos le chorrean por el interior de los muslos, como el esperma se mueve a cada paso que da de rodillas por la casa.
Papi la lleva a la ducha, con cuidado le quita la correa, mete a su nena en la ducha y comienza a lavarla.
- Mi pequeña niña, yo siempre he cuidado de ti y seguiré haciéndolo…te daré lo que necesitas mi amor.
Papi acaricia el cuerpo delicado de Laura con sus enormes y ásperas manos, el agua hace que los dedos de Pedro resbalen por la suave piel de su hija y siente el calor que emana. El jabón hace burbujas en sus pezones, entre sus glúteos que papi frota con delicadeza, aunque minutos antes lo penetraba con clara intención de destruirlo.
¿De verdad papi? ¿Todo lo que necesito?
Claro mi niña, todo, absolutamente todo
Pedro acaricia los discretos pero jugosos pechos de Laura entre sus dos manos, ambos desnudos en la ducha, empapados, recuperando el aliento tras el sexo salvaje que ambos han tenido en el exterior, a plena luz del día.
- Entonces papi…dame un pollazo ya en el chichi porfa… lo necsito..
Laura mueve sus caderas contra el paquete de papi. No está duro pero si que palpita aún grueso y venoso, sin perder del todo la erección.
- Aun no mi vida… quiero que sea perfecto…como siempre lo soñé…desvirgadita y hasta el fondo tu día mas fértil del mes… es mi sueño..
Papi habla ahora cariñoso, nada que ver con el grosero y animalizado macho que le ha partido el culito a traición hace tan solo una hora.
- Hay papi, ¡qué tontería! El momento perfecto es cualquiera en el que me lo hagas.
Laura se gira, queda frente a su padre. Sus manitas pequeñas en el pecho peludo de su macho, bajan despacio y juegan con los rizos de su pubis. Mira a papi con picardía, mordiéndose el labio le agarra el miembro y lo sopesa en su mano…la ha follado y aún así es la primera vez que le agarra la polla.
- ¿Es que no crees que esté fértil ahora mi amor?
Dice Laura besando a su padre mientras masajea su rabo grueso entre sus dos manos, lo mueve arriba y abajo frotándose el glande de su padre por su coñito rasurado, como pintándoselo con el preseminal del capullo de su padre.
Claro que si, pero yo…llevo mucho tiempo imaginándolo…nena, suéltala que la vas a despertar otra vez…
Eso quiero papi… a ver si así te animas y me descorchas… vamos papi, por favor, estoy que ardo por dentro…
Laura intenta meterse el glande en el chocho pelado, siente el capullazo gordo rozar su clítoris y se encuentra la entrada de la vagina pero no consigue metérsela. Desesperada bufa y le agarra el culo a su padre, clavándole las uñas intenta empujarlo contra ella.
- ¡Para ya! Yo soy tu padre, tu macho, y debes obedecer, ¿entendido?
Laura suelta el rabo de papi que ya se levantaba levemente de su ángulo en reposo, se huele los dedos, agacha la cabeza.
- Va….vale papi…
Pero si papi lleva tiempo soñando con esto, Laura también y es tan buena haciendo planes como su padre. Tres días no son nada y sabe que no se va a quedar sin gozar de su macho, pero lo necesita ya, lo quiere ahora, no dentro de tres días.
Aun así, se conforma y sale de la ducha con la ayuda de papi. Pedro seca con sus propias manos a Laura y ella se siente realmente complacida. Siempre le gustó que papi la tratase con mimo, casi como una bebita y ahora que la baña y seca con sus propias manos, se siente querida y protegida por él.
La tarde transcurre en un suspiro, pronto anochece y Laura prepara el almuerzo. Ninguno se viste, no hace falta. No esperan visitas, pero la desnudez les mantiene la calentura.
Pedro sigue con su táctica de dosificar el sexo, tiene ganas de volver a follarla pero se contiene y cuando llega la hora de dormir, ordena a su hija descansar, en vez de volver a follarla.
En la cena, se miran en silencio como dos enamorados. Laura sabe que no debe insistir aunque Pedro se lo está planteando seriamente, tras eyacular dos veces y a su edad, pensaba que necesitaría un buen descanso, sin embargo tiene que concentrarse para no volver a empalmarse y enajenarse de nuevo…quizás pasear por casa desnudos no sea tan buena idea, llega a pensar.
La noche cae y juntos suben a la habitación, papi cumple su promesa y la nena dormirá a partir de entonces en la cama de papi, la cama de matrimonio donde un día, hace algo más de 18 años, papi hizo a su nena hermosa.
Aunque papi está cachondo, también está profundamente cansado. Abraza a su nena con sus enormes brazos y ella se siente atrapada a la vez que protegida. Laura pega su duro culito partido contra el pollón de su padre y lo deja reposar entre ambas nalgas.
Espera paciente a que su padre se duerma, ella también está agotada pero no quiere dormirse antes que papi, la noche pasa despacio, la respiración de papi en su rostro y sus manos calientes no hacen más que obligarla a fantasear. En muchas ocasiones cree que está dormido pero no puede asegurarlo y espera, espera y espera paciente…hasta que despunta el alba.
Pedro despierta con una agradable y casi olvidada sensación. Suave como la seda en su polla, algo la recorre humedeciéndola y acogiéndola en un cálido abrazo que la envuelve casi entera.
Despacio abre los ojos, los primeros rayos de sol entran por la ventana y lo ciegan, el gallo canta en el exterior, es un nuevo día.
Por fin su vista y el resto de sus sentidos van recobrando la normalidad y su conciencia le devuelve la razón de lo que está ocurriendo. Laura, su niñita, está mamando rabo.
- Laura cariño…¿no te pudiste esperar? Quería presenciar tu primera vez probando rabo hija…
Pedro intenta alargar el brazo para apartar el pelo de su princesa y ver como mama pero se ve impedido. Mira súbitamente a sus manos y se da cuenta de que está atado, completamente inmovilizado de pies y manos, boca arriba.
- Hija no tiene gracia, vamos desatame
Pero Laura no contesta, mama como desesperada, con el pelo por la cara y emitiendo bizarros sonidos de succión.
- ¡¡Laura!!
Y Laura levanta la cabeza dando un fuerte chupetón al capullo de su padre que suena a botella descorchada
- Ay papi… ni me di cuenta de que despertaste…estaba tan entretenida…
Sonríe picara pero se toca la mandíbula, le duele de tanto mamar rabo grueso.
Hija si querías chuparme la polla, me tendrías que haber despertado…venga desatame…
De eso nada papi… hay una cosa que tu no has comprendido…si yo soy tu putita, tu eres mi macho..
Pedro estaba confuso, no sabía aún donde quería llegar su hija pero empezaba a vislumbrarlo.
- Claro que soy tu macho pero, ¿por que atarme?
Laura se levanta, el pollón de su padre estaba recto mirando al techo, había pasado varias horas mamando sin prisa, saboreó su glande de madrugada y desde entonces lo ha estado degustando hasta el alba. Camina por la cama con el coño expuesto, lo pone frente a la cara de papi, sobre su faz. De su raja gotea fluido cristalino que forma hilos finos e impactan en la cara de papá.
- Asúmelo papi, ahora eres mío tanto como yo soy tuya…me perteneces…y harás lo que te pida…¿o no soy yo tu nena consentida?
Pedro traga saliva… se siente la polla muy sensible, signo de que lo han mamado durante horas, se saborea el liquido que el coño de su hija hace llover en su cara como maná sagrado.
- Si…tu…tu eres mi nena consentida
Laura flexiona las rodillas, poniéndose de cuclillas sobre la cara de papi, su coño está ahora a centímetros de la boca de papá que insintitivamente saca la lengua para lamerlo pero sin alcanzarlo.
- Hija, vamos…suéltame…te follaré otra vez ese hermoso culito que tie…
No acaba la frase, Laura se sienta en su boca dejándose caer con cierta fuerza, por suerte pesa poco y tiene puntería pues el coño de nena pelado le impacta en la boca a su padre y le calla la boca.
- Ahora tienes dueña papi… si, seré tu perra…pero tu…tu serás mi perro….así que calla come coño cabrón!
Laura mueve sus caderas adelante y atrás, follandose la cara de papi que saca la lengua para saborearla.
Ante la sorpresa de Pedro, que siempre fue un hombre dominante, la situación le excita y lame desesperado, chupa y succiona, mientras su polla brinca de gusto, salpicando preseminal en la espalda y culo de su hija.
Laura le toma del pelo y se roza a conciencia, a mala idea, como si quisiera borrarse el coño con la lengua de papi.
Niña, me ahogas….
Con coño virgen te vas a ahogar cabrón…folla hijas…
Tratar así a su padre tiene a Laura mas cachonda que nunca…en el fondo ella también es una cabrona dominante y aunque le gusta la faceta de papi duro, tenerlo a su merced es una delicia.
- ¿Está rico papi? ¿El coñito de tu niña está rico? Cerdo pervertido, comiéndole el chocho a tu niña…. ¿para esto me has criado cabrón?
Pedro intenta hablar, intenta decirle a su nena que si, que para eso la ha criado, que quiere ser suyo…peor tiene todo el coño de su hija dentro de la boca y Laura siente las vibraciones de la voz de papi en su clítoris, pero no oye su voz.
El orgasmo le sobreviene, intenso, profundo. Sus caderas impactan contra la boca de su padre que mama coñito desesperado y el cuerpo de Laura se dobla hacia atrás, con los pechos erguidos en sus manos y la cabellera rojiza callendo por su espalda.
Jadea, y levanta el culo de la cara de su padre. Pedro aún siente el calor ardiente de los muslos de su hija irradiando desde su mejilla.
- Hija, que perra eres, casi me ahogas…
Laura se deja caer en el regazo de su padre, agarra su rabo firmemene con una mano y chupa con glotonería el cabezón haciendo que su padre se retuerza de placer, atado en la cama.
- Te lo mereces por ser un cabrón y dejarme con las ganas, por jugar conmigo… Soy tu niña, tienes que darme lo que quiera..
Los largos lametones de Laura al cipote venoso de su padre lo hacen brillar, húmedo y recto.
Se prepara, abierta de piernas y en cuclillas sobre su padre, rabo en mano se lo pasa por el coño de lado a lado, separándose los labios del chochito.
- No Laura no…. Espera…lo haremos bien…desátame y te desvirgo, en serio hija, espera…no te la metas de golpe o te vas a partir
Pero Laura no tiene la intención de desatar a su padre y que la vuelva a dominar para negarle el pollazo que necesita.
- Toma papi, mi virgo para ti
Son las últimas palabras que dice como nena virgen. Empuja sus caderas hasta sentir su himen apretado contra el glande de su padre. Pedro abre los ojos de par en par, desde donde está puede ver el coño de su hija abrirse como una flor ante su capullo hinchado. Laura contrae su carita de nena, se muerde el labio. Se deja caer y una puñalada de polla paterna le parte el virgo en mil pedazos. Fulminada su virginidad se queda clavadita hasta la mitad y sus ojos se vuelven en blanco mientras convulsiona con la lengua fuera y la boca abierta jadeante.
El puro morbo la hace correrse de nuevo, el chorro de su squirt empapa el pecho y cara de papi al salir a presión, apretada la polla en su estrecha cavidad.
Un hilillo de sangre surca el tronco del rabo de Pedro, Laura quiere contenerse, no meterla más, sabe que será demasiado, pero sus piernas temblorosas, su corrida intensa, le hacen perder pie y cae. Se ensarta solita hasta el fondo, desvirgada a voluntad por el pollón que le dio la vida. Se le cae la baba chorreando por su boquita y su barbilla cuando nota que el largo pene de su padre ha alcanzado el cuello de su útero.
Pedro no puede mover sus manos ni pies pero si sus caderas, mirando a su caliente hija a los ojos intenta levantar la cabeza para alcanzar sus tetas.
- Que puta eres hija, ahora te vas a enterar.
Comienza un fuerte bombeo haciendo botar a su hija sobre su regazo y afilándose el rabo en sucesivas puñaladas hasta el fondo del cuerpo de Laura. Su hija, sobrepasada por el dolor y el placer, se deja caer sobre papi, sus tetazas alcanzan la boca de su padre que las mama duro, chupando con saña sus pezones, mordiéndole las tetas a falta de manos para apretarlas.
El culo de Laura bota sobre el regazo de su padre, se siente partida, invadida…ahora se lo que es estar bien follada, piensa… pero solo puede gemir y jadear abrazada a papi. Las pelotas cargadas de Pedro chocan con el culo de su hija a cada bombeada que le da, haciendo saltar su culo en la cama. Laura cabalga a su padre tallandose el coñito al tamaño de su miembro y recibiendo los estoques de glande contra lo mas profundo de su ser.
Siente tu piel húmeda, por el sudor que comienza a cubrirla. Papi la lame, saborea su piel allá donde alcanza, recorriendo su cuello y sus clavículas, sus pechos y sus brazos, sus axilas.
Pedro quiere tocarla, quiere acariciarla y tira fuerte de las ataduras que le mantienen sujeto a la cama. El cabecero de madera cruje tanto por la fuerza que Pedro ejerce al intentar zafarse como por la violenta ensartada que Laura se pega, bote a bote contra su padre.
- Hija, sueltame...soy tu macho y yo seré quien te folle, yo te violaré pequeña puta mía...yo te preñaré
Pero Laura rie, rie de alegría, de burla, de gozo... salta y salta y siente que la electricidad le crepita en cada palmo de su piel. Algo se avecina, un orgasmo, uno bien fuerte.
Papi siente las contracciones en la firme y joven vagina de su hija, succiona su miembro erecto y baboso cada vez que su hija levanta el trasero, solo para volver a bajarlo violentamente, como si quisiera afilarle el nabo. Pedro agarra las cuerdas, tira con fuerza, siente que se va a correr y hacer el esfuerzo le ayuda a controlar su propio orgasmo, pero Laura se corre libremente, ordeña el rabo de papi con su orgasmo sostenido.
Pedro cree que lo tiene bajo control, que aguantará, pero Laura hace algo inesperado. Atrapa la cabeza de su padre con las manos, mete su lengua hasta el fondo y lo besa profundo, jadeando, enredando su lengua dulce y suave contra la de su padre. Y entre jadeos, solo susurra.
- Venga papi, preñame..con la lechita que me hiciste, preña a tu niña..
Papi siempre quiso oir esas palabras de voz de su nena, tan dulcemente pronunciadas, tan suciamente concebidas...Papi lo sabe, su nena lo quiere, y el la va a consentir.
- Toma mi niña, toma el amor de papi!
Pedro grita y libera cuanto tiene, el esperma ardiendo recorre su prostata y siente que su polla pudiera despegar hacia los cielos, si no estuviese atrapada en el coño mas estrecho y caliente del universo. El primer chorro entra inyectado a presión en el útero de Laura, puede sentir la vibración de la fuerza con la que es inoculada en lo mas profundo y luego el calor, un calor intenso y omnipotente que le recorre el vientre. Otro chorro más y su coñito está encharcado. Papi libera toda su leche chorro a chorro regando el uterito de su nena conscientemente.
Mira a su hija, que no deja de correse, su cuerpo convulso de puro placer enloquece a su padre y con un ultimo mesfuerzo, rompe las cuerdas y queda libre para sujetar a su nena.
No se la saca, sigue bombeando a pesar de haberse corrido, se levanta con su hija clavada en el rabo palpitante y erecto. Del coñito de Laura chorrea el esperma que sale en chorros a presión de su coñito taponado por rabo.
De pié, la saca de la cama, levanta sus piernas y la besa mientras Laura se enchanga al cuello de papi con sus brazos y a sus cadras con sus piernecitas. Pedro la agarra de las nalgas y aprieta sus dedos marcandole la piel y la carne con la forma de sus manos. Ninguno habla, solo hay besos, sucios y humedos, calientes y perversos, impropios de un padre y una hija, pero muy deseados bajo este techo.
Pedro la folla por casa, camina con ella clavadita y sale de la habitacion, pasea por la cocina y el salón, apestando la casa a sexo. Fuera, la hace botar bajo el sol mientras mama sus tetas y sus manos la recorren por completo, mientras Laura mueve sus caderas para darse mas pollazos, para recibir más a papi.
- Mi amor, mi macho...dame leche, dale leche a tu nena papi..dame más
Laura está ida, enloquecida, emputecida... pero Pedro no está mas cuerdo y tumbandola sobre la hierba la penetra una y otra vez, cada vez mas rápido, en el campo, bajo el sol, como animales apareandose.
Con un fuerte empujón, se clava hasta que sus huevos se lo permiten. Laura juraría que le ha conseguido penetrar el uterito, si no fuera imposible...pero esa sensación, ese dolor...
Lo que Pedro siente sin embargo es el extremo calor del interior de su hija, aumenta amenazando con cocerle el rabo en su interior. No hay duda, su hija está lista y si no ha acertado en la diana, repetirá hasta conseguirlo.
Eyacula, una y otra vez, de nuevo en el interior fertil de su hija, sin pudor ninguno, en pleno exterior, padre e hija follando libres como siempre quisieron...
En este día se olvidaron de comer, sus cuerpos fueron el único alimento que se dieron uno al otro, se ovidaron de todo excepto del placer, del que recibían y del que daban al otro...pasaron el día follando. Al final del día, el sol cae pesado y Laura se acaricia el vientre, juraría que lo tiene inflado de la cantidad de leche que le ha dado su padre. Sabe que está preñada, es imposible no estarlo. Abrazada a papi le besa, las estrellas cubren el cielo y Laura susurra.
- Papi, soy tuya
Hasta aquí el primer relato publicado, por ahora dejaré esta sencilla historia a la imaginación del resto.
Espero que la hayáis disfrutado, he incluido en el mi concepto de la posesividad, del amor por derecho.
Quizás más adelante la retome.