Laura se casa

Este es el relato de lo que pasó en la despedida de soltera de Laura escrita por Pedro, marido de la organizadora.

Laura se casa

Réplica de Pedro al relato de Ana "Paco se casa"

Laura se casa, creo que después de 5 años de vivir juntos con Paco ya era hora, ella es la íntima amiga de Ana, mi mujer, y su novio Juan es un chico muy majo que me cae muy bien.

Pero una boda no es nada sin una despedida de soltera, y en eso Ana es una experta y se esmeró mucho dada la relación. "Solo las mas íntimas, así quizás le hagamos hacer alguna locura", dijo con una sonrisa pícara, no quiero ni pensar que podía ser, y menos si hace medio año ella preparó la de Ana y también fueron solo "las mas íntimas".

El programa incluía una cena en un reservado donde le darían cantidad de regalos (entre ellos un muñeco hinchable, un consolador y varias tonterías mas) y asistir a un espectáculo de Boys.

El sábado en cuestión Ana se lo pasó todo entre peluquería depilación, baño, maquillaje y escoger la ropa (de escándalo por cierto), a las 7 vinieron Marta y María (las otras dos invitadas) a recogerla, estaban preciosas y vestían igual de escandaloso, Marta no llevaba sujetador y aquella blusa marcaba mas de la cuenta, en cuanto a María ni había que hacer muchos esfuerzos para verle el culo con aquella falda.

Me quedé solo, mi plan era salir con los amigos pero por una razón u otra ninguno podía, me quedé en calzoncillos y una camiseta y me senté delante de la televisión dispuesto a tragarme entero el partido y lo que dieran.

A las 12 me venció el sueño y me fui a la cama, no sin antes mandar un mensaje al móvil de Ana dándole las buenas noches y un beso.

En poco rato ya estaba totalmente dormido pero unas voces dentro de casa me despertaron, me pareció entre ellas oír a Ana, miré el despertador y solo eran las 2, por su plan tenían que estar en el espectáculo de Boys. Me levanté y salí al comedor, encontré a las cuatro mujeres que estaban muy animadas charlando en voz bastante alta y con claros síntomas de haber bebido mas de la cuenta. Les pregunté que pasaba que estaba allí y me dijeron que habían cerrado el club por una avería eléctrica y no sabían donde ir, simplemente les recordé que habían vecinos y que no gritaran tanto. Me giré para volver a la cama y oigo que María dice:

Por que no lo hace Pedro (Este soy yo)?

Hacer yo?, el que? Dije

Tenemos un problema, le habíamos prometido a Laura que iríamos a ver chicos desnudos, y como no podrá ser, por que no te desnudas tu para ella?

Yo?, dije escandalizado, estáis locas.

No, interrumpió Marta, la pobre se casa

Estáis locas y borrachas ¡

Si, dijo María entre gritos y risas, las dos cosas son verdad, pero lo que queremos solo es que te saques la ropa y nos enseñes la pollita.

Y tu Ana, no dices nada?

No tengo nada que decir, te sacas la poca ropa que llevas y cumplimos la promesa que hicimos a Laura

Eh!, dijo Laura, que a mi me dijisteis que lo podría tocar!

Cállate tonta, le dijo María, ya veras que cuando esté desnudo se dejará tocar!

Realmente estáis peor de lo que pensaba, dije.

Venga guapo, dijo Marta, ni tan solo tendrás que desnudarte.

Como que no?, dije

Lo haremos nosotras, respondió entre gritos y sonrisas.

Si quieres, para compensar me desnudo yo también, dijo mi mujer que sin mas se sacó el top quedando sus tetas al aire.

Pensé que si cundía la idea y las otras chicas la seguían quizás si me desnudaría, pero por desgracia no fue así.

Mirad, dije, si os desnudáis vosotras yo también lo haré.

Noooo, dijeron al unísono Marta, Laura y María, se trata de que lo hagas tu

Ana lo ha hecho.

No es lo mismo, además, la tienes muy vistas, dijo Marta

Y tocadas, añadió Ana.

Yo me vuelvo a la cama guapas, que lo paséis bien, les dije.

Noooo, gritaron todas, Marta y María se levantaron y me agarraban para que no me fuera.

Por que no os ponéis una peli porno y veis tíos?, les dije

Por que no podré tocarlos, dijo Laura entre aplausos de las otras chicas.

Vamos a ser serios, dije, que teníais pensado.

Pues hacer lo típico que se hace en estos casos, dijo Marta

Y que es?, no he ido nunca a una despedida de chicas.

Ser trata de que el chico entre, se desnude con sensualidad y después deje un rato a la agasajada que disfrute de él, solo esto.

Cuando dices "disfrute de él", que quiere decir.

Te cuento, dijo mi mujer, lo que habíamos acordado con el local es que el chico venía, se desnudaba y después quedaba a la entera disposición de la novia.

Lo mismo que le hicimos a tu mujer, dijo María entre risas.

No quiero ni imaginarme que hizo, dije

Mejor cariño, respondió Ana.

Y el chico puede tocar?

Nooooo, ni loca me dejo tocar por ti, con el boy nunca mas lo vería, pero a ti te veo cada día, y a mi novio, con que cara lo mirarías?, no es lo mismo, dijo Laura

Pues no hay trato, dije, si no sois capaces de ofrecerme algo mas me voy a la cama.

Tanto te importa que Laura te toque un poco?, dijo Ana

A ver, que entendéis por un poco?

Mira, dijo Marta, que te toque un poco el cuerpo y dejas que te acaricie la polla, ya está, la pobre quizás no podrá tocar otra nunca mas, no te da pena?

Ya, pero a mi me gustaría contribuir un poco.

Que pides a cambio, dijo Laura.

Poder tocarte

Pero que parte?

Tus tetas y tu coño.

Ahora eran las otras tres mujeres que insistían a Laura que se dejara hacer, estaban debatiendo en voz baja, mientras tanto hay un detalle que dudo que pasara desapercibido, se notaba bajo aquellos calzoncillos amplios que la tenía dura, además, ellas fueron las que entraron en la discusión por que sin duda me hubiese dejado magrear por Laura sin problemas, y mas sabiendo que tengo la autorización de mi mujer, lo de ser hombre objeto me tentaba, pero admitieron la negociación y solo podía salir ganando.

Está bien, dijo Laura, me podrás tocar las tetas por encima la blusa, si acaso te las dejo ver, pero el coño no

De eso nada, dije, no hay trato.

Está bien, dijo Ana, que te toque las tetas directamente.

Y el coño también, dije

No, eso no, dijo Laura.

Venga mujer, déjate tocar, dijo Marta

Claro, dijo María

Ya veras que bien lo hace, dijo mi mujer.

No me dejo tocar el coño!, dijo Laura

Y las tetas ?, le dije.

Bueno, las tetas si, pero nada mas.

Mira, acepto si sois las cuatro que me dejáis tocar las tetas.

Las dejé de piedra, evidentemente mi mujer no puso ninguna pega pero Marta y María no se les veía nada convencidas, a María se las había visto muchas veces por que solíamos ir a la playa con ella y hace topless, eran grandes y apetitosas, a Marta y Laura nunca tuve la oportunidad a pesar de que sabía que enseñarlas no era un problema por que también lo hacían, mi mujer y Laura intentaban convencerlas, el alcohol ayudaba enormemente, de no ser así nadie se habría planteado aquella locura. Yo seguía excitado, ya había conseguido derecho a tocarle las apetitosas tetas de Laura mas un magreo a mi polla, ahora luchaba por ver y tocar las tetas de Marta y María, no estaba nada mal el plan!

Les dije que o se decidían o me iba a dormir, Ana insistió que ya estaban casi convencidas a pasar de que aparentemente no era así, entonces Marta me dice:

Que quieres decir por tocarnos las tetas?

Esta claro no?, dije

Pondrás las manos encima o nos las magrearas?

Os las magrearé, os pellizcaré los pezones, las sobaré, las lameré… les dije con cara de vicio.

Pero nosotras podremos tocar también?, dijo María como lo mas normal del mundo

Yo intuí que de esto podía sacar algo mas, les dije que me dejaba tocar por Laura ya que era la novia y se lo habíais prometido, pero que algo así necesita una contrapartida que ellas deberían ofrecer.

No sabían que decir ante aquello, empezaron a hablar muy desordenadamente, típico de su estado etílico, hasta que llegó la propuesta, se desnudarían completamente.

El acuerdo me pareció justo, me desnudaría para ellas y dejaría que me tocaran y yo les vería en pelotas y les podría tocar las tetas, un acuerdo muy ventajoso.

Les dije que me esperaran mientras me preparaba, me cambié, me puse un traje negro con una camisa clara, corbata, calzoncillos que marcaban paquete y salí a la sala, ellas estaban esperándome intranquilas y nerviosas, bajé la luz para crear mejor ambiente y puse música adecuada.

Cuando sonaron los primeros compases de la música me saqué sensualmente la chaqueta, las cuatro chicas gritaban y reían, cuando me saqué la corbata los gritos aumentaron, querían ver mas, al sacarme la camisa y quedar mi torso desnudo la locura fue total, me fui a donde estaba Laura e hice que se pusiera a mi lado empezando a contornear mi cuerpo cerca de ella, poco a poco fue cogiendo confianza y se movía con migo. Hice que me desabrochara los pantalones y que me los sacara, aparecieron mis calzoncillos abultados por el estado de mi polla, me puse detrás suyo y fregué mi bulto con su culo, ella se contorneaba y apretaba para sentirlo mas próximo y fuerte, la agarraba por su cintura desnuda. Decidí ponerla con el cuerpo estirado sobre la mesa y le subí la falda, vi todo su culo ya que solo tenía un pequeño tanga dentro del pliegue, simulé que me la estaba follando, mi polla y su coño se rozaban separados solo por la tela de nuestra ropa interior.

Hice que se incorporara y que me bajara los calzoncillos, lo hizo muy tímidamente, saltó mi polla erguida ante los aplausos de las otras mujeres, me los saqué y los lancé a Marta y María. Volví a darle la vuelta y apoyé la polla en el culo, nos contorneábamos juntos mientras la agarraba por la cintura.

Pero el acuerdo incluía mas cosas, así que me giré, puse mis brazos detrás de la cabeza y esperé que ella atacara, y lo hizo, primero tímidamente pero a mediada que le cogía confianza lo hacía mas fuerte, realmente me estaba masturbando y muy bien, me tocaba todo mi cuerpo pero poniendo especial atención a mis huevos y la polla, tanto que estaba a punto de correrme y aquello tenía que durar mucho mas.

Pensé que había llegado mi turno así que la acerqué a mi sacándole el top, vi aquellas dos tetas por primera vez, tan sabrosas como había imaginado. Hice que se girara y repetimos los movimientos pero esta vaz magreando sus pechos y pezones, las otras chicas aplaudían cada cosa que hacíamos. A Laura le excitaba mucho todo aquello ya que sus pezones estaban durísimos.

Quise volver a ponerla en la posición de la mesa, esta vez al no llevar calzoncillos el contacto sería mas directo, aplastó sus pechos a la mesa y le subí la falda, ahora mi placer era superior al tocar mi polla directamente el tanga y el de Laura también, probé de sacarle la mini falda y no se resistió, así que acabamos simulando una follada solo impedida por el tanga.

No sabía cual sería su límite, así que pedí a las chicas que nos dejaran el sofá colocando allí a Laura estirada y me dedique a chupar y magrear las tetas, las otras mujeres de pié a nuestro lado no paraban de gritar, aplaudir y hacer comentarios subidos de tono pero Laura estaba callada disfrutando de mis habilidades sexuales que he de reconocer que dado mi experiencia son muchas.

Puse mi polla sobre su cabeza, dejando que ella hiciera lo que quisiera pero con el deseo de que me la chupara, Ana le gritó: "chúpasela", y lo hizo, que mamada me estaba haciendo!, tuve problemas para no correrme. Pensé en avanzar un poco mas y me estiré sobre ella como signo inequívoco que quería hacer un 69, ella continuaba chupando por lo que dediqué un tiempo a chupar y besar alrededor de su coño que casi veía completamente ya que separó las piernas y el tanga quedaba dentro de sus labios vaginales, como no opuso resistencia decidí apartarlo y chuparle directamente el coño, al notar mi lengua lanzó un gemido que las otras mujeres aplaudieron y en un minuto se me corrió con la lengua lanzando gran cantidad de flujo.

Me separé un poco de ella y se acercó mi mujer, pensaba que daría aquello por acabado pero lo que hizo fue sacarle el tanga, Laura la ayudó, se acerca a su cara y le dice:

Usas anticonceptivo?

Si, dijo ella

Pues fóllala, me dijo Ana, no ves que lo necesita.

Miré a Laura y vi que realmente era su deseo, así que me salí de su cabeza y me puse entre las piernas para inicial la maniobra de introducción de la polla, ella la recibió con deseo, pasión y gemidos mientras la acariciaba, jugaba con sus tetas y la besaba. Era evidente que el estado de excitación de los dos no permitía que aquello durara mucho tiempo así que en menos de cinco minutos nos corrimos los dos a la vez llenando su coño de leche y entre aplausos de mi mujer y sus dos amigas.

Estábamos francamente cansados pero muy satisfechos, no era necesario preguntar por que los cinco sabíamos que aquello había sido por lo menos uno de los mejores polvos de la vida de Laura. Marta y María quedaron asombradas, Ana reía como diciéndole "veis que pedazo de hombre tengo"

Pero no estaba todo hecho, me quedaba sobar las tetas de Marta y María, jeje, a pesar de haberme corrido sentía el deseo de hacerlo, ellas estaba de pié observando nuestras caras de satisfacción, yo dije:

Por cual de las dos empiezo?

Por María, dijo Marta

Es que yo…., murmuró Marta

No te eches atrás, dijo mi mujer, puedes tocarle pero tienes que dejarte sobar las tetas por mi marido

Es que no es eso, dijo Marta

Entonces, que es?, dijo mi Ana

Es que quiero lo mismo que Laura.

Pues adelante, dijo Ana, seguro que él está de acuerdo, además ya ves que su polla vuelve a estar apunto.

Y como no, Marta me pedía que la follara, la única que no había visto nunca sus tetas, le hice una señal para que se acercara a mi, la cogí de la mano he hice que se sentara a mi lado, acerqué mis labios a los suyos para darnos un largo morreo. Sin dejarlo bajé la mano a los muslos, su minifalda daba la posibilidad de llegar muy arriba, ella, por su parte ya me tocaba la polla, pero en ningún momento quisimos separar las bocas. Cuando al fin nos separamos le saqué la blusa, pude ver algo que ya intuía, debajo no había nada, no llevaba sujetador, pude ver sus tetas con un pezón muy oscuro y grande que cubrí con mi mano volviéndonos a besar mientas seguía jugando con sus tetas, ella gemía de placer, estaba totalmente descontrolada, los cinco éramos consciente que le estaba poniendo los cuernos a su marido, pero a quien le importaba, hacía poco rato se las poníamos al novio de Laura.

Hice que se levantara y la puse delante mío entre mis piernas para primero entrar las manos por debajo la falda y acariciar el culo, en ningún momento noté contacto con la tela de las bragas o tanga, cosa que entendí perfectamente cuando le saqué la falda, no llevaba!, las otras chicas estaban muy calladas, esta vez parece que se cansaron de gritar con Laura pero cuando vieron que no llevaba bragas si que hicieron comentarios pero por la situación en la que estaba no podía prestar atención.

Miré con admiración aquel pubis totalmente depilado que contrastaba la mata de pelo que tenía la chica que me acababa de follar hacia poco rato, lo besé, era una sensación casi olvidada, no es que fuera la primera mujer con la que estaba con el coño depilado, pero a Ana no le gusta por lo que se deja gran parte del bello.

Ya totalmente desnuda hice que se arrodillara para chuparme la polla, quedaban restos de la corrida anterior y los flujos de Laura, pero no le importó para nada.

La estiré en el sofá, quería repetir el 69 y ella aceptó encantada, chupar aquel coño sin un solo pelo me inspiró tanto que le arranque dos orgasmos consecutivos, después del segundo me puse entre sus piernas para follarla, ella me dijo que no me corriera dentro del coño por que no tomaba anticonceptivos, que me lo premiaría con su culo, la verdad es que mientras la follaba, con la esperanza de también perforarle el culo me costó horrores no correrme y mas cuando apretaba tanto mi polla con su coño las dos veces que se volvió a correr.

Después me dijo que era el momento de correrme, se levantó haciendo que me sentara con las piernas cerradas, ella, de espaldas a mi y con las piernas abiertas fue bajando y con la mano dirigió la polla a su ano, lentamente iba entrando, cuando mis huevos hicieron tope empezó a subir y bajar, yo le acariciaba las tetas y también el clítoris lo que hizo que me corriera dentro del ano pero ella no me dejó parar hasta que se volvió a correr.

Nos tiramos en el sofá, estaba agotado, nunca me había follado a dos mujeres en una noche.

Miramos a María, Laura y Ana a las que no prestamos atención en ningún momento durante la follada, estaba sentadas en sillas delante nuestro, Laura no se había molestado en vestirse y Ana seguía con las tetas al aire.

Quedaba María, tenía ganas de cobrarme mi premio de tocarle las tetas a pesar de las dos corridas, le dije que se acercara mientras Marta abandonaba el sofá, y me dice:

Podrás una tercera?

Vaya, la otra también quería pero mi polla nunca había aguantado un tercer asalto, claro que el morbo de la situación era distinto, le dije:

Si conseguimos poner a esta apunto, ningún problema

Yo me encargo, dijo ella

Yo te ayudo, dijo Ana

Las dos se acercaron a mi, se arrodillaron a los pies y me hicieron una mamada a dos bocas que mi polla no le tocó mas remedio que reaccionar, introduje la mano dentro de la camiseta de María, le subí el sujetador para llegar a tocar la piel directamente mientras ellas seguían afanadas en su agradable trabajo.

Cuando dieron por concluido el cometido, Ana se separó dejándonos que continuara solo María, esta se levantó y dijo (por su tono casi ordenó) que la desnudara, le saqué la blusa, desabroche el sujetador, le bajé la falda y quedó en bragas, eran de conjunto del sujetador tipo bikini negras que dejaban transparentar los pelos de su coño, le dí un beso por encima y a continuación casi se las arranco.

Intenté repetir lo que había hecho con Laura y Marta, pero ella se puso en plan mandona, su rol era que me dejara dominar y no opuse resistencia, fue ella quien agarrándome me estiró en el sofá y colocó su coño encima de mi cara para que le lamiera el coño, posición que no abandonó hasta correrse, después se desplazó para coger mi polla y entrarla en su coño cabalgándome, me dijo que ni se me ocurriera correrme así que me mantuve disfrutando de aquello mas sus fuertes pellizcos en todo el cuerpo, especialmente en los pezones, claro que yo también se lo hacía, después de correrse dos veces se la sacó del coño y la puso en el culo, otra que iba a penetrar por este agujero, pensé.

Tampoco me dejó margen de libertad, seguía moviéndose a su antojo, ella misma se acariciaba el clítoris para estallar en otro orgasmo.

Se bajó de mi y rodillas en el suelo se puso a mamar mi polla, cuando noté que ya no podía mas dejó que le regara toda la boca sin dejar escapar ni una gota de mi leche.

Uf!, estaba agotado, que paliza me había pegado, follarme a tres mujeres delante de la mía resultó una noche excepcional pero agotadora.

Entonces Ana, que por cierto era la única que conservaba parte de la ropa le dijo a Laura:

Esta despedida ha sido mas sonada que la mía, y la mía lo fue mucho

Y como fue la tuya?, que parte no se?, dije

Marta, Laura y María se reían pero no se atrevían a decir nada, entonces intervino de nuevo Ana

Mira, ahora ya es difícil que te quejes, recuerdas a Marcos?

Si, tu compañero de trabajo

Sabes por que nombre le conocemos en la empresa?

No

El trípode, por el tamaño de su polla

Pues estas tres cuando acabó la fiesta, después de corrernos un montón de bares y un club de Bois, me llevaron a un hotel y allí estaba él, esperándome.

Y que pasó?, quisiste comprobar si era verdad?

Bueno, más o menos, lo comprobé toda la noche.

Así que me pusiste los cuernos?

Si, pero creo que ahora, con lo que ha pasado ya no te importará

No, realmente ya no me importa, espero que te lo pasaras bien

Ni te lo imaginas.

Solo una pregunta mas, lo has vuelto a repetir?

No, y no será por insistencia suya.

Pues la noche se acabó aquí, Marta, María y especialmente Laura me dieron las gracias por aquellos bonitos y sentidos orgasmos, Ana quiso seguir la fiesta a solas pero era incapaz, claro que al día siguiente la compensé con creces.

Llegó la boda, Marta, María y Ana eran las damas de honor, yo me senté entre el marido de Marta, Marcos y el novio de María, Manuel, los miré y les dije:

Mirad, yo me he follado a las cuatro mujeres que hay allí arriba.

Evidentemente se lo tomaron en broma, si ellos supiesen….., por cierto, cerca estaba Marcos que lo oyó y no dijo nada, pero no pudo evitar una sonrisa.