Laura por la mañana
Una mujer que sabe lo que le gusta y no duda en disfrutarlo poniendo ella las reglas.
La chica abrió los ojos, se incorporó un poco de la enorme cama que albergaba su menudo cuerpo de metro sesenta y miró a su lado si, allí estaba el chico de la pasada noche, no estaba segura de recordar su nombre, pero le había parecido mono, y sin pensárselo dos veces se lo llevó la cama donde no la había defraudado, era tan guapo como buen amante y la había follado hasta la extenuación, cosa nada fácil de conseguir en ella.
Se incorporó de la cama desnuda y fue al baño contiguo a su habitación donde se sentó a mear si molestarse en cerrar la puerta, mientras orinaba se miró, aun tenia el coño lleno de leche, los escasos pelos pegajosos por la tremenda corrida con que la bañó su fenomenal amante se metió un dedo en el coño y notándolo húmedo se lo llevó a los labios, sabia a corrida, a sexo y saliva.
Terminó de mear y se limpió pasándose el papel higiénico algo más de lo estrictamente necesario por sus sensibles labios, notando el placer del roce.
Se levantó y miró su cuerpo desnudo en el espejo del baño, le gustaba contemplarse, era guapa y lo sabia, delgada pero con curvas dos buenas tetas, un bonito culo y piernas bien torneadas.
Volvió a la cama, aún caliente, el chico estaba desnudo y tan pringoso de fluidos como ella, en realidad pudo observar que toda la cama olía a follada, lo cual la hizo ponerse cachonda, sintió su coño aun más húmedo y un escalofrío de placer recorrió su cuerpo. El tío aunque aún dormido tenía la polla dura y Laura no se lo pensó dos veces, se subió encima de el y se la metió hasta el fondo en su coño chorreante, comenzó a follarlo con suavidad, disfrutando la sensación y deleitándose con la anticipación de lo que vendría después.
El chico abrió los ojos aún en dormivela, y lo que vio lo despertó por completo, una hermosa hembra morena cabalgándolo y mirándole con ojos lascivos, le agarró el duro culo y la besó en los labios, los tenía carnosos y húmedos, le agarró las tetas, y apretó con fuerza, la chica gimió de placer, las tenia aún manchadas en parte por las múltiples corridas de la noche anterior.
Pero que guarra eres - le dijo, no había tardado la noche pasada en averiguar que a ella le ponía que le dijeran obscenidades, y a el también.
Eso es por que follas muy bien so cabrón Le contestó Laura mientras notaba el inminente orgasmo.
Es fácil follarse bien a una putilla como tú.
De putilla nada, puta.
Ahora se movía más y más rápido sabiendo que el orgasmo le llegaría en breve, y le llegó, notó un espasmo y se corrió, Laura se corría con generosidad, llenado de sus jugos la polla del chico.
Dios, que bien, - le dijo mientras lo desmontaba, - pero ahora te toca a ti, quiero que te corras en mi boca - y se la comenzó a chupar, les gustaba chupar pollas después de haberse corrido en ellas, les gustaba saborear sus jugos mezclados con la polla del hombre, la ponía como una perra en celo, y eso la hacía chupar con fruición.
Si, y te lo vas a tragar todo, puta, - gemía el chico - se nota que eres una zorra, la mamas de maravilla - finalmente no pudo aguantar más y se corrió, Laura se tragó la primera andanada, pero la segunda dejó que le cayera en el cara, le miró a los ojos con su cara de zorra caliente, lo que sabia que se le daba bien y que a los hombres tanto le gustaba mientras con la lengua saboreaba el semen de sus labios.
El chico estaba exhausto y Laura sabía que no había nada más que pudiera sacarle, así que con educación lo dejó dormir un poco más y después le despidió amablemente, sin duda repetiría con él.
Laura pensó en vestirse y salir a la calle tal cual, sin duda el penetrante aroma que despedía su piel iría poniendo cachondos a todos los tíos (y una cuantas mujeres) que se encontrara en su camino, pero finalmente decidió que sería demasiado, le esperaba una mañana de reunió en la oficina, y por más que la excitara la idea de encontrarse en una sala llena de hombres oliendo a recién follada sabia que de momento sería ir demasiado lejos
- Pero sin bragas - pensó maliciosa