Laura, mi juguete (6)

Comienza la noche del sabado.

Me desperté aproximadamente sobre las diez de la noche y comprobé que mi "paquete" estaba al lado mío, perfectamente embalado, no era un sueño, era verdad tenía a mi lado un pedazo de mujer a la que le gustaba estar atada y empaquetada casi más que a mi atarla y empaquetarla, me di una ducha y pedí que nos subieran la cena, me acerque a la cama y comencé a despertarla soltándole las correas y dándole con mi pene ya erecto en su cara, ella hacia esfuerzos por absorberlo a través del pañuelo que cubría su rostro, cuando por fin la desenvolví de todo aquel lió de pañuelos me la lleve a la mesita de delante del sofá y la puse sobre ella boca arriba.

Vaya, mantel bonito y suave que tengo. ¿Tienes hambre, chocho?

Uff, si, si que tengo y Santi tengo que decirte algo antes de seguir que he estado pensando antes de dormirme.

Me temblaban las piernas, pensé que se había cansado y yo después de ver echo realidad mi sueño no sabía ni que decirle, aunque si tenía claro que para que esto funcionase tenía que ser por gusto de ambas partes, me gusta dominar, pero no forzar, para mi el gusto de la dominación consiste en que cada uno disfrute con su rol, así que casi sin poder hablar, le dije muy serio.

Dime Laura, te escucho.

Ja, ja, ja, te acojonaste, pues no es eso, solo quería decirte que no quiero que esto sea un desahogo de un fin de semana, que si de verdad me conviertes en tu juguete, tu perrita, no quisiera luego ser un juguete roto o una perra abandonada, en definitiva que tengas tan claro como yo todo esto.

Pues si me acojonaste, y solo por eso te castigare, mañana, pero te castigare ya pensare como y respecto a lo otro creo que con el susto que me diste ya tienes tu respuesta y ahora vamos a cenar.

Había pedido macarrones, el plato ya no quemaba así que lo volqué por su pecho y su cara, le abr la boca y le metí un buen puñado.

¿te gustan los macarrones, cariño?

Como para no gustarme, balbuceo como pudo.

Mejor con un poco de tomate. Le dije al tiempo que rocié sus tetas y su coño con ketchup.

Mucho mejor, donde va a parar

Me dedique a comer, y nunca mejor dicho, le comí los pezones, le comí el coño, le comí la boca y me comí los macarrones, dándole con mis dedos de comer a ella, era precioso ver como los lamía, así que,

Nueva norma, ves a partir de ahora iremos estableciendo pautas de conducta entre tu y yo, tus cubiertos, por supuesto, cuando estemos a solas serán mis dedos o mi pene, nunca más cucharas o tenedores, y así iremos mejorando tu forma de chupar, ¿te parece?

Me encanta, comer y que me comas así.

Bueno, vamos a ducharnos y tomar un par de whiskys por ahí, ¿quieres?

Yo solo quiero lo que tú quieras Santi, recuerda que soy tuya.

Muy bien, vamos a ver como haces la puta, mi puta, esta noche, venga a cuatro patas a la bañera.

El ritual de la ducha ya se lo sabía muy bien, mientras yo no le cambiara nada, a cuatro patas en la bañera y con la esponja en la boca esperando ser lavada. Me gustaba lavarla y excitarla al tiempo recreándome con su ano y su coño, y luego una vez enjabonada le ponía la esponja en la boca y la dejaba jadeando, en esta ocasión aproveche para fotografiarla.

Me gusta que me fotografíes, ser tu modelo, luego me las enseñaras, ¿no?

Te las enseñare cuando yo quiera, sobre todo para ir recordándote lo puta que eres, o mejor dicho como luce mi puta.

La seque, y la deje al lado de la bañera con la toalla colgando sobre su cabeza, me iba a duchar e iba a ser mi percha, cuando me seque me la lleve al lado de la cama y repetí la operación de la percha, le puse mis gallumbos en la cabeza, una camisa negra y el pantalón, todo colgando de su cabeza.

No te muevas, percha, voy a fumarme un cigarro y luego nos vestiremos.

Como tú mandes, "Amo".

Como "Amo", como te atribuyes el derecho a llamarme así, me llamas Santi y punto no me gusta lo de "Amo" y lo sabes. Una manía nada más sobre esa palabra, nada en especial.

Me fume el cigarro, puse la tele un rato, me perfume y por fin me dirigí a la "percha" y cogi la ropa.

Ponme los calzoncillos anda, no tengo ganas de agacharme.

Gracias, me encanta ponértelos.

Y vaya si lo hizo, se agacho y una vez metidos por las piernas se recreo subiéndomelos con la boca primero por el culo y luego por delante, dándole lenguetazos a mi pene y mordisquitos hasta que este se lo agradeció con la enésima erección, la deje hacer y vestirme por completo.

  • Bueno ahora me toca a mí vestir a esta putita, ¿Qué te pongo?

  • Pues lo que quieras, lo que más te apetezca verme puesto, te toca a ti tú lo has dicho.

  • Muy bien, en primer lugar te pondré un tanga bien ajustado en tu culito y tu conejito y luego te vas a poner el vestido chino ese que compramos.

Era un vestido rojo de satén, brillante, estilo chino o algo así, con dibujos orientales dorados, cerrado al cuello y mini faldero, pero con un problema era dos tallas menos de la suya, con lo cual me costo bastante encajárselo, le metí la falda casi con calzador y para abrocharle la espalda, la tumbe en la cama y estirando con ambas manos conseguí apretar sus tetas para poder cerrar la cremallera, parecía que iba a estallar, pero estaba realmente preciosa.

Ahora maquillate y arreglate, pero bien espectacular, pidiendo guerra, que la vas a tener.

Te vas a enterar lo que es una tía buena, ahora veras.

Le di una palmada en el culo y espere, y valió la pena, vaya si valió la pena, Laura es una morenaza y se pinto los labio de un rojo fuego, y se dejo su media melena negra suelta, estaba espectacular.

Ahora ponte los zapatos que más tacón tengas para que se empine aun un poco más ese culo.

Se calzo unos zapatos negros de tacón alto, y de verdad que realzaba la figura, a lo cual ella contribuyo, sacando pecho y culo al mismo tiempo estirándose.

Que tal, ¿me apruebas?

Aprobarte, mejor voy a probarte. Le di como pude un bocado en ese trasero espectacular. Ese culo pide guerra nena y guerra va a tener, vamos tengo una sorpresa para ti

Nos dirigimos a un pub, relativamente tranquilo con la gente justa, allí había quedado con una amiga bisexual con la que mantenía relaciones esporádicas y estaba al tanto de mis gustos. Así que cuando aparcamos agarre a Laura de sus labios poniéndoselos como para dar un beso, los succione al tiempo que masajeaba sus tetas, al endurecerse su pezones para cian querer traspasar la tela que los aprisionaban y le dije,

Muy bien, a partir de ahora imaginate que estas amordazada, pase lo que pase tus labios están sellados, como mucho algún murmullo, lo tienes claro, ¿te vas a portar como una buena putita?

Umm. Esa fue su respuesta, lo tenía muy claro y con su sonrisa me demostró su aprobación.

Entramos al bar, había una barra larga nada más entrar y al fondo una pequeña pista con mesitas y sillones alrededor, y allí estaba Lucy, sentada en un taburete del bar. Lucy era rubia con un bonito cuerpo, quizá un pecho escaso lo que hacia que a sus treinta y tantos estuviera de muy bien ver, le gustaba ser dominada pero al tiempo dominar a ella también y tenía el bonito vicio de "las mujeres", hoy en particular llamaba la atención por su vestimenta, sabía lo que íbamos a hacer y llevaba un traje de chaqueta de seda muy masculino, camisa y corbata incluido y para rematar el adorno el pelo engominado hacia atrás, me acerque a ella y le di un beso, apretándole el culo, al cual me correspondió sacando la lengua exageradamente e introduciéndola entre mis labios, de reojo pude ver la cara de asombro de Laura, me senté al lado de Lucy en la barra, pedí un whisky y la traje hacia mi de la mano.

Que te parece la zorra, Lucy, esta buena eh

Sin esperar más presentaciones y allí delante de todo el mundo le agarro de la nuca y le soltó un morreo de escándalo ante el cual Laura al principio reacciono sorprendida, pero al instante reacciono entreabriendo sus labios y correspondiéndole. Lucy continuo con su exploración sin importarle quien la viera, le dio media vuelta y le sobo el culo con descaro admirando su firmeza.

Si esta buena la puta, si, así que esta es la zorra que nos vamos a tirar esta noche.

Si esta es, pero relájate Lucy, te la tiraras cuando yo te lo diga, de momento con sobarla y adorar su cuerpo tienes bastante, y ven aquí.

Puse a Lucy de pie entre mis piernas mientras yo estaba sentado e hice lo mismo que ella le agarre el culo con ambas manos y apreté su conejo contra mi ya erecto pene.

Sigues estando muy buena, ya ves como se pone nuestro amigo, pero la próxima vez no te pases con el atuendo tan masculino o quieres que piensen que soy maricon. Laura ven acércate, mira esta zorra es una vieja amiga con la cual mantengo alguna que otra relación y nos servirá como parte de tu aprendizaje.

Di un trago a la copa, y acerque mis labios a los suyos vertiendo el liquido ingerido.

Esta noche vamos a disfrutar los tres, o mejor dicho Lucy y yo vamos a disfrutar de ti, de mi puta, simplemente debes dejarte hacer y ya sabes calladita. Al tiempo que le daba un beso, agarre a Lucy de la corbata y acerque su cara contra la nuestra. Ahora vas a comportarte como la novia de esta zorra, déjate hacer, correspóndele a sus besos quiero ver como te desenvuelves con ella, y tu Lucy tienes vía libre para ser su "novio", magreala, besala, excítala, aquí delante mío y ya te iré diciendo lo que debes hacer.

Lucy se sentó de nuevo a mi lado en un taburete y cogio de la mano a Laura poniéndola de espaldas a ella, juntando el precioso culo de Laura con su conejo y amarrándole y apretándole ambas tetas mientras le besaba la nuca, Laura correspondía moviendo su trasero y empinándolo para que rozase con el chocho de su nueva amiga.

Cuando vi. que el grado de excitación estaba ya muy alto les dije a las dos.

Bueno se acabo la noche de juerga, ya habéis echo las dos las guarras un ratito así que ahora a tu casa Lucy, a ver que tal os comportáis, ah y Lucy tu también a partir de ahora calladita eh.

Dos umm, fueron sus respuestas, pague las copas y nos fuimos camino del coche….

Continuara……..

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