Laura, la esposa infiel (1)

La mejor amiga de una mujer llamada Laura, con la cual me acosté, en la intimidad de la cama, me contó todas las infidelidades que su amiga cometió a espaldad de su esposo y yo ahora se las cuento.

Laura la esposa infiel (1)

Desde niña Laura la esposa de Florencio , fue una fémina muy precoz, a los 16 años perdió su virginidad y no encontraba con quien quitarse las ganas de sentirse seducida y deseada; una vez que cumplió su mayoría de edad, comenzó sus estudios de medicina en la universidad, conoció muchos hombres y tuvo algunos novios. Finalmente, cuando Laura abandono sus estudios de medicina y cambio de carrera ingresando a la facultad de arquitectura, y se caso con el hombre al que amaba con el corazón, ese hombre era Florencio . Con el correr de los meses Laura tuvo problemas de salud que obligaron a que se debiese someter a una intervención quirúrgica, a causa de esta operación, perdió uno de sus ovarios y debió someterse a un riguroso tratamiento para no perder el otro. Este tratamiento se realizo con drogas que estaban en su ultima etapa de experimentación, dichas drogas le provocaron como efecto secundario, un aumento paulatino de su lívido, que concluyo más adelante provocando en su personalidad cambios de conducta que la llevaron inconcientemente a ser una ninfomanía.

Con el correr de los meses el tratamiento comenzó a provocar a nivel subconsciente, un aumento de su apetito sexual, al principio lo sacio con su esposo Florencio , pero luego ya no le alcanzó solamente con él y comenzó a buscar su satisfacción fuera de su casa. Cuando Florencio viajaba por cuestiones de su trabajo, Laura se quedaba sola y sentía unos deseos inmensos de ser deseada por otro hombre , que alguien más que su marido le dijese sus sentimientos, sus deseos, que le hiciese sentir sus manos, su aliento, su verga y su semen. Así fue como en una de esas oportunidades en las cuales su esposo salía de viaje, Laura contacto a un "amigo" de nombre Hugo , con el cual, hacia muchos años no se veía y con el cual se quedo con ganas de que pasara algo entre los dos. Cuando finalmente ambos se reunieron, Laura se encontró con un hombre maduro muy ocupado de sus cosas, nada que ver con aquel joven con el cual ella había estado noviando; Laura nunca había sido una mujer que hubiese podido expresar sus sentimientos de manera directa. En varias ocasiones, cuando charlaban telefónicamente, Laura le había llegado a insinuar de manera muy sutil, que se viesen a escondidas, respondiéndole él que lo pensara bien pues era algo muy complicado ya que ella era una mujer casada.

Ambos siguieron charlando como viejos amigos y de manera muy sutil, Laura le fue contando de sus desventuras amorosas por fuera del matrimonio, de sus necesidades, y sin que él se diese cuenta, se vio envuelto en una cita para ir a tomar algo, Laura finalmente había conseguido lo que ella quería. Florencio salio a la semana siguiente de viaje, se ausentaría durante cuatro días, y entonces surgió la propuesta de salir el miércoles por la noche, después que ella saliese de trabajar. Laura completo su jornada laboral con total normalidad y luego se fue a la casa de su madre; Esther vivía a tres cuadras de su trabajo, motivo este por el cual, Laura había decidido usar su casa para cambiarse y prepararse para su salida nocturna. Se ducho, se maquillo, se cambio de ropas y salio apresuradamente pues ya casi se había hecho la hora, Hugo la esperaba en la esquina con el motor encendido y listo para partir. Partieron rumbo al camino Centenario uno de los accesos a la ciudad, sobre el cual se encontraban varios boliches de moda, en un reservado apartados del las miradas indiscretas, bebieron algunos tragos. Con el correr de los minutos el alcohol fue bajando sus barreras inhibitorias y sucedió lo que tenia que suceder, él se aproximo a Laura y la beso en la boca con mucha pasión. Ella al sentir sus labios dulces y carnosos, se relajo por completo y correspondió a sus besos y carisias, la situación fue escalando en intensidad y finalmente llego al punto esperado por Laura , que fue cuando su amigo le dijo:

Laurita… que te parece si nos vamos a un hotel.

Me parece una idea excelente

Respondió la esposa de Florencio mientras se levantaba de su asiento, salieron del boliche, se subieron al auto y no tardaron más de diez minutos en entrar en uno de los hoteles que estaban a la vera del camino. Estacionaron el coche en uno de los garajes y por la puerta que daba al mismo, entraron directamente en la habitación, él encendió la luz y una vez que aseguro la puerta comenzó a besarla nuevamente. Luego de un poco de franeleo, Hugo la agarro de los hombros y la llevo hasta la amplia cama de dos plazas que se hallaba en el centro de la habitación, como Hugo ya conocía los puntos débiles de Laura , comenzó a besarla en el cuello y detrás de sus orejas, ella sentía como su excitación subía de nivel cada vez que él la acariciaba y la besaba.

Laura empezó a tocarse uno de sus pechos por encima del jersey de lana blanca que llevaba puesto, cada vez con más y más insistencia, luego se levantó el jersey y lo deslizo por sus brazos, sacándoselo por la cabeza un momento; Hugo pudo ver entonces el entallado top de color verde que llevaba debajo, debido a lo delgada que era su tela, se podían intuir dos pezones bien erectos que pugnaban por salir de esa prisión momentánea que se había transformado su sujetador. Laura se sentó sobre el amplio lecho y comenzó a masajearse las tetas por encima del top, primero una y luego la otra; de vez en cuando se apretaba con fuerza los pechos o se pellizcaba los pezones, para luego volver a tocarlos con la punta de sus dedos para notarlos bien duros. Hugo ardía en deseos de poder ver sus tetas, pero en ningún, su novia de la juventud amago a quitarse el top; luego de un tiempo prudencial, Laura decidió bajar de nuevo sus manos y se desabrochó el botón superior de sus pantalones, bajo la cremallera de los mismos dejando de este modo, que Hugo pudiese ver esa maravillosa tanga de encaje negro que llevaba debajo. Mientras él la miraba embobado, ella con una mano se acariciaba un pecho y con la otra se empezaba a frotar sus labios inferiores por encima de la tanga.

Repentinamente, la esposa de Florencio comenzó a contornearse de placer, simplemente cerro sus ojos y comenzó a morderse los labios, minutos más tarde, era tal su grado de excitación, que dejo de tocarse los pezones y lentamente se bajó los pantalones un palmo, dejándolo justo por encima de las rodillas, luego hizo lo propio con la tanga de encaje. En ese instante Hugo pudo ver como surgía una tupida mata de pelo negro, eso hizo que su libido se disparara y se pusiera nervioso; su respiración como la de Laura , era sumamente entrecortada y agitada. Hugo casi se corre en ese preciso instante, pero logro contenerse, Laura levantó un poco sus rodillas, y sus pantalones volvieron a caer un poco hacia abajo, y tal y como estaba colocada de lado sobre la cama solo se veía un poco de carne de su muslo. Laura para el deleite de Hugo , continuó con su íntima masturbación, ahora ya no se anduvo con miramientos, mientras que con su mano izquierda se masajeaba fuertemente las tetas, con la palma de su mano derecha se frotaba vigorosamente el clítoris hacia arriba y hacia abajo mientras tocaba su renegrida y ensortijada pelambrera. Con cada nuevo movimiento el ritmo de Laura se hizo más frenético, todo ello sin que ambos dejasen de mirarse a los ojos mutuamente ni por un solo instante.

La esposa de Florencio , finalmente decidió parar del frotase su sexo y comenzó a subir y bajar salvajemente su dedo anular por sobre los labios de su empapada vagina; lo hacia cada vez más rápido, y estaba cada vez más excitada. Finalmente, Laura terminó introduciéndose dicho dedo una y otra vez en lo más hondo de su conchita hasta que alcanzó un brutal orgasmo que su cara desencajada, tirada sobre la cama, su boca entreabierta exhaló un gran gemido de placer. Luego, poco a poco, echó el cuerpo hacia atrás, se recompuso y se relajó mientras recuperaba el aliento, luego se despojo por completo de sus pantalones y de su tanga de encaje negro y encendió un cigarrillo, le dio una pitada y lo dejo en el cenicero que estaba sobre la mesita de luz. Laura se despojo luego del diminuto top de color verde y quedo entonces absolutamente desnuda, su deseo y su pasión en esos momentos eran tan grandes que se arrojo sobre Hugo y comenzó a despojarlo de sus ropas, una vez desnudo, Laura pudo ver su verga, era más grande y dura de lo que ella recordaba, rápidamente se arrodillo sobre la alfombra y comenzó lámesela, el miembro de Hugo , apenas cabía en su boca, la esposa de Florencio sintió un deseo enorme de tenerla en su boca, de saborearla y de sentirla, igual que lo hace una niña pequeña cuando se comer un helado.

Sin darse cuenta, Laura se estaba convirtiendo en una "puta infiel" , que estaba dando placer a un hombre que no era su marido , Hugo la tomo del cabello y la levantó para comenzar a besarle los pechos, luego la sujeto la cintura e hizo que se diese la vuelta, haciéndole sentir su cuerpo detrás de ella, sentir su duro miembro la puso a mil, las manos de Hugo recorrían su cuerpo con desesperación, finalmente una de ellas se detuvo sobre el empapado sexo de Laura y empezó a tocárselo, su novio de la juventud se dedico a acariciarlo y estimularlo, Laura no podía contenerse más y empezó a gemir como una perdida:

¡¡¡Aaaaaaahhhhhhhhh!!!

¡¡¡Más, maaaaaaaassssssssss!!!...

¡¡¡Siiiiiii… siiiiiiiigueeeeeeee, sigueeeeeeeee!!!

Hugo la tomo por la cintura y la hizo reclinar en el borde de la cama, luego la agarro de las nalgas y se las separo dejando toda su intimidad expuesta, Laura quería que él se la metiera de una buena vez, pero Hugo se la fue introduciendo lentamente, como su vagina estaba tan húmeda, no le fue muy difícil meterla asta el fondo, lentamente Hugo comenzó a bombear dentro de ella. La esposa de Florencio sentía que se desgarraba, la verga de Hugo era más verga ahora que cuando se habían conocido, su gran excitación fue transformando poco a poco, el dolor en placer. Por lo agitada de su respiración, Laura pudo notar que Hugo lo estaba disfrutando tanto como ella, unos instantes más tarde, él se detuvo, y mirándola a los ojos le dijo:

Que hermosa estas Laurita, el matrimonio te ha sentado bien

Te as convertido en toda una mujer, sabes bien lo que quieres de un hombre

Dicho esto Laura alcanzó un nuevo orgasmo y entonces, ambos cambiaron de posición, Hugo comenzó nuevamente a bombear dentro de la vagina de quien había sido su novia durante su juventud y entonces en medio de convulsiones y jadeos le dijo:

Laurita, ya no puedo aguantarme más

La esposa de Florencio sintió entonces como un liquido calido y viscoso regaba sus entrañas, Hugo se retiro de Laura y entonces bañó su vientre con su leche. Laura ardía de pasión y solo podía gemir como una puta mientras su cuerpo hervía, sudaba, su corazón latía como un caballo desbocado, cuando Hugo finalmente termino de regarla con su simiente, ambos se recostaron sobre la cama a descansar, ella estaba con sus ojos cerrados, disfrutando del momento, cuando repentinamente oyó su voz que le decía:

¡¡¡Laura, se nota que estabas desesperada por un hombre!!!

¿Tu marido no te atiende bien?

¡Sí, pero no me alcanza!… ¡yo además de calidad, necesito cantidad!

Cuando sale de viaje no hay macho que pueda satisfacerme, necesito más de uno...

¡Hugo, te agradezco la noche que me has hecho pasar!

¡¡¡Ha sido una velada muy ardiente!!!

De nada y no te preocupes Laurita, que yo estaré aquí cuando tu me necesites

Solo tienes que llamarme

Hugo al ver que el cigarrillo que ella había dejado en el cenicero se había consumido, le ofreció otro y ella se lo fumo tendida sobre la cama mientras miraba su desnudo cuerpo reflejado en el espejo que estaba en el cielo raso, ni bien termino el cigarrillo, Laura se levanto y se dirigió al sanitario a asearse. Hugo la siguió hasta el baño y nuevamente se besaron y abrazaron mientras tomaban una ducha, bajo la lluvia de la regadera, volvieron a hacerlo. Unos minutos más tarde, Laura y Hugo salían del hotel y partían rumbo a la ciudad de La Plata , ya entrada la madrugada él la dejo en la puerta de su casa, no sin antes despedirse con un apasionado beso en la boca. A la mañana siguiente Hugo la llamo a su celular, Laura estaba todavía en la cama y mientras escuchaba la voz de su amante que le decía:

Hola Laurita… ¿que te pareció lo de anoche?

Me pareció algo espectacular… quiero que lo repitamos.

Solo tienes que pedírmelo

Ya te llamare pronto

Le respondió la esposa de Florencio en medio de suspiros, en el preciso instante en el cual su marido , entraba en la habitación, cargando su portafolios y el bolso de viaje, Florencio se aproximo a ella y la saludo dándole un beso en la mejilla, ella le devolvió el beso y mientras le sonreía continúo con su conversación:

Bueno te tengo que cortar por que acaba de legar mi esposo

Nos mantenemos en contacto, no te pierdas

Besos

Con quien hablabas mi amor

Con una compañera de la época que estudiaba medicina

Le respondió fríamente Laura mientras cerraba su celular y se levantaba de la cama para abrazar cariñosamente a su esposo Florencio , mientras pensaba cual seria su próxima aventura.