Laura la Cubana más sensual 1

Tras el plantón de mi amiga conozco a una chica trans y sin saber cómo me logra seducir y pruebo los deliciosos placeres del sexo sin tabús

Laura la Cubana más sensual 1

Aquel día había quedado con una chica que conocí por internet. Llegué al bar a la hora indicada y me quedé esperando un rato sin ver a nadie que se le pareciera. En las fotos era rubia, atractiva, con grandes curvas y chateando parecía muy activa sexualmente. En resumen lo que buscabamos todos los chicos. Pero no aparecía ninguna chica que se le pareciera y ni su whatsapp ni su teléfono respondían a mis llamadas. O le había pasado algo o me había dejado colgado.

Cuando decidí irme salí del bar desilusionado y por no estar atento me choqué en la puerta al intentar salir al mismo tiempo que entraba otra cliente del bar.

  • Disculpe señorita, no presté atención - dije disculpándome por el golpe.

  • Nada que disculpar, guapo - me dijo con un marcado acento cubano y sonriéndome de manera amable.

En ese momento me fijé, era una mujer alta, de complexión fuerte, con una preciosa melena, con un vestido sexy y ajustado y con una sonrisa cautivadora.

  • Eres cubana? - pregunté

  • Si amor, que observador - me dijo riendo - ya te ibas?

  • Bueno, había quedado con una chica pero no ha venido - contesté tristemente.

  • Pues no te vayas, toma algo conmigo que a mi creo que me ha pasado lo mismo. He quedado con una amiga y me acaba de mandar un wasap diciendo que no puede venir.

Acepté la invitación y nos sentamos a tomar una cerveza. La conversación fue muy fluida, tuvimos química al instante. Incluso empezamos a hablar con mucha confianza.

  • Así que te ha abandonado tu cita? - me preguntó Laura.

  • Sí, la verdad es que la conocí en internet, parece que había química, pero al final no ha aparecido.

  • Seguro que era un perfil falso, que hasta tuvisteis sexo por chat - me dijo Laura riendose.

  • Sí, la verdad es que nos poníamos muy calientes y hablábamos mucho de sexo - dije yo abiertamente sin saber cómo iba a reaccionar.

  • Me gusta, me gusta la gente que no tiene prejuicios - dijo Laura - yo creo que hay que disfrutar de la vida pero la gente tiene muchos prejuicios. Sobre todo los chicos aunque parezca mentira.

  • A qué te refieres? - pregunté yo intrigado pero encantado de que la conversación derivara a temas sexuales.

  • Pues que la mayoría de los hombres se creen muy heteros y jamás tocarían una polla, y eso son prejuicios - dijo Laura.

  • Peor para ellos - dije yo queríendo aparentar que yo sí era de mentalidad abierta - no hay que tener prejuicios y una caricia es una caricia, verdad?

  • Claro que sí, me encantas - dijo Laura dándome un rápido beso en mis labios a la vez que me acariciaba el muslo de manera rápida pero provocativa.

Me quedé helado y la verdad, aunque sospechaba que era travesti me hizo sentir muy bien por la situación tan excitante y las cosas tan morbosas que hablábamos.

Me dijo q se tenía que ir y que si yo no tenía nada que hacer que podía acompañarle de camino a casa y así seguíamos hablando.

Por el camino seguimos charlando, me contó su primera experiencia sexual, y la vez que de joven hizo un trío en su casa pensando q no estaban sus padres y aparecieron de repente. Llegamos a su portal y yo pensaba ya irme cuando me agarró del brazo.

  • Te vas?, de verdad no te apetece subir un rato?. Estoy sola - me dijo acariciándo mi mano.

Me quedé parado. La verdad es que había estado muy a gusto pero no me había planteado nunca tener sexo con una chica travesti. Era muy guapa, y vestía muy sexy, y por lo que hablábamos debía de ser super fogosa en la cama, pero yo no me atrevía a subir. Empecé a darme cuenta de que yo mismo tenía prejuicios y que si hubiera sido una chica biológica hubiera subido a su casa sin problemas. Pero como era travesti pues no me lo planteaba. Me quedé absorto en mis pensamientos. Por un lado me apetecía subir, seguir comentando anécdotas sexuales con Laura y por otro no me imaginaba ligando con una chica travesti.

  • Qué piensas cielo? , te has quedado mirando al infinito - me dijo Laura haciéndome volver en mi.

  • Nada Laura, pensando en mis cosas.Me voy a ir, espero que volvamos a vernos - dije yo sin convicción.

  • Te vas? No te atreves a subir por que soy travesti? - me dijo directamente Laura cogiendo dulcemente mi mano.

  • No, no es eso de verdad - dije yo sin saber que excusa poner.

  • Entonces no seas tonto, sube y seguimos charlando un rato que estoy sola en casa.

Subimos por las escaleras y mientras la seguía me fijé en el precioso culito que tenía. Lo movía de manera muy sensual, marcado por un vestidito muy corto y ajustado. En el tiempo que subimos me quedé hipnotizado por ese delicioso culo. Me lo imaginé siendo follado por mi polla y me excité al momento. Ya no pensaba en nada más.

Cuando abrió la puerta y me ofreció pasar me dio una palmadita en mi culo mitad en confianza de amistad mitad sensualidad.

  • Anda pasa, que seguro que te has quedado hipnotizado mirando mi culito al subir por la escalera - me dijo sonriendo pícaramente.

  • No, no, yo no - traté de justificarme mientras cerraba la puerta.

Laura se dio la vuelta, se pegó a mi y me dio un beso en la boca mientras me tocaba mi paquete. Ya la tenía empalmada, pero su caricia recorriendo toda mi polla a la vez que me besaba profundamente en la boca hizo que me excitara aún más y mi cerebro borrara cualquier tabú.

  • Ves como te gusta, no puedes disimular la excitación que tienes, además de que estás muy bien dotado - me dijo separándose un poco pero volviéndo a acariciar mi ya abultadísima polla - en el fondo yo para ti soy una mujer, no puedes negarlo y que yo también tenga polla no quita para que desees mi culito, a que sí?.

No respondí. La volví a abrazar y de nuevo pegué mis labios en su boca. La comí, la desee y sin despegarnos fuimos hasta el sillón comiéndonos la boca con pasión. Se agachó y pegó sus labios a mi paquete que estaba deseoso de salir. Me dolía la polla de la presión, hacía mucho tiempo que no estaba tan excitado. Laura emanaba sexualidad por todos los poros de su piel.

  • Ves amor, sólo tienes que dejarte llevar - me dijo mientras me desabrochaba el pantalón y mi polla salía como un muelle golpeándo su cara - además se te nota que esto te gusta, menuda polla más rica tienes.

Yo sólo deseaba que se la metiera en la boca, pero Laura se tomó su tiempo. Besó la punta, pasó la lengua por los huevos y luego por toda la polla muy despacio, se metió sólo la puntita entre los labios succionando las gotitas que ya me salían y finalmente fue introduciéndose mi polla en su boca, despacio, presionando con los enormes labios de su boca para darme mas placer.

  • Laura, es maravilloso, me muero de ganas, cometela toda. Te deseo - dije yo con total sinceridad y muriéndome de gusto.

Me senté en el sillón, me quité la camisa y el pantalón y Laura seguía chupando cada vez con más intensidad. La sacaba completamente empapada de su saliva y de mi flujo, la agarraba con las dos manos y se la volvía a meter en la boca hasta la garganta. Así estuvo durante mucho rato, parecía que quería estar mamando mi polla todo el día, se le notaba que no sólo disfrutaba con mi polla en la boca sino que lo deseaba de verdad.

Me hizo la mejor mamada de mi vida hasta que intenté sacarla de su boca porque me iba a correr pero ella notándolo me retuvo aumentando la mamada y haciéndo que me corriera como un loco. Se le llenó la boca completamente y aún siguió mamando fuerte hasta casi dolerme. Fue la mejor corrida de mi vida, Laura era puro vicio.

Cuando se la sacó mi polla de la boca se sentó entre mis piernas y me dio un beso en la boca pasándome parte de mi corrida. No me lo esperaba, la leche pasaba de una boca a otra jugando con nuestras lenguas. El semen que se salía por las comisuras goteaba y nos manchaba pero eso no importaba. Seguíamos besándonos y jugando con la abundante leche que había en nuestras bocas un buen rato y noté que en todo momento mi polla no se había relajado. Seguía completamente empalmada.

Mientras estabamos jugando con mi semen en las bocas Laura se levantó el vestido y se sacó su polla que rozó con la mia dándome un escalofrío por todo el cuerpo. Laura cogió las dos pollas y empezó a jugar con ellas rozándo una con la otra. Yo lo miraba sorprendido.

Sorprendido por la enorme polla que tenia Laura, grande dura, gordísima. Y sorprendido porque noté que me estaba excitando ver otra polla además de la mia. Tenía que reconocerlo, me gustaba, estaba yo también a mil.

  • Te gusta cariño? - me preguntó Laura - a que es muy rico dos pollas rozándose.

  • Sí, si, nunca me lo había imaginado - dije yo disfrutando como nunca.

  • A que no te arrepientes de haber venido conmigo?

  • por supuesto que no Laura - eres maravillosa.

  • Pues aún no has visto nada amor, yo te llevaré a un mundo de placeres que te estabas perdiendo - Y mientras dijo eso, Laura se puso de pie quedándo su enorme polla al lado de mi cara - besala cariño, besala que está excitadísima por ti.

No me lo pensé, simplemente deseaba no sólo besar esa polla sino sentirla dentro de mi boca. Quería chuparla y me la tragué entera. Deseaba comérmela tanto como Laura deseaba mi polla. Pero no pude disfrutar mucho de la mamada porque Laura tenía otros planes.

  • Ya tendrás tiempo de comermela mucho mucho rato, ahora no puedo esperar. Quiero que me claves tu polla en mi culo. Estoy muerta de ganas - dijo Laura quitándose las braguitas del todo y sentándose en mi polla apuntando a su agujerito y clavándola poco a poco.

  • Ahhh, que rica, que ganas tenía de esa polla. Me la voy a meter entera Dani, me encantaaaaa - chilló Laura mientras le entraba toda mi polla en su culo.

Estabamos a tope, en cuanto se la metió entera se puso a cabalgarme salvajemente y yo seguía sus movimientos deseando metérsela hasta el fondo.

Fue una follada espectacular. Nos movíamos deprisa, nos besábamos, nos pellizcábamos los pezones y yo agarré su durísima polla y la empecé a masturbar. Intenté chuparla pero en esa postura me fue imposible.

La excitación era máxima hasta que no pude más y me corrí en su culito salvajemente. Ella notó como la estaba llenando de leche y entre el placer que la daba mi polla en su culo y la paja que yo le estaba haciendo, Laura se corrió a la vez dando un enorme grito.

Los chorros de semen de Laura me mancharon completamente, incluso uno de ellos llegó hasta mi barbilla y me lo extendí con la mano. Fue una corrida brutal. Yo me había corrido dos veces seguidas y tenía ganas de más. Nunca en mi vida me había sentido tan sexual.

Nos quedamos tumbados en el sillón relajados, acariciándo nuestros cuerpos y jugando con la leche que manchaba todo.

  • Qué te ha parecido Dani? - preguntó Laura sin dejar de acariciarme.

  • Ha sido genial Laura, eres maravillosa, aún me tiembla todo el cuerpo de los dos orgasmos.

  • Tendrás muchos más cariño, ya lo verás - dijo Laura - pero de momento qué te parece si vamos a la cocina a preparar algo de cena?.

Me pareció buena idea. Allí que fuimos medio desnudos, oliendo a semen y sexo pero encantados. Creo que no me iré tan pronto a casa.

Seguiré contando mis aventuras con Laura. No duden en enviarme sus comentarios y puntuar este relato en la web o simplemente saludar. Un beso

dulcex@gmx.es