Laura III
Viaje a la costa
Y así van pasando los días en los que la confianza entre nosotros que siempre existió se complementa con la complicidad que ahora nos une. Para nuestros amigos somos una de las mejores parejas que conocen, una chica hermosoa, de pelo oscuro y ojos clarísimos y de mi, metro ochenta, ancho de hombros, deportista. Cariñosos en público y con una vida sexual intensa, intensísima.
De momento, va abriendo mi jaula una vez a la semana, aunque lleva días diciendo que debe incrementar los días que debo estar encerrado. Por el contrario sus orgasmos son numerosos y de algún modo hemos aprendido que sus orgasmos nos llenan a los dos, a ella por un placer electrificante, antiguo y salvaje, a mi por el orgullo de proporcinarle el suyo.
Como universitarios que viven con sus padres no disponemos siempre de la intimidad que nuestros juegos requieren, por lo que casi siempre nos vemos obligados a recurrir a escondernos y disfrutar en el césped.
Pero hoy es un día especial, al salir de clases hemos comido fuera, un bocadillo en el propio campus, sentados en el césped con compañeros. Para mi es un placer inmenso tenerla aquí, ha venido al campus de ciencias para comer juntos, tomar alguna cerveza en las barras que montan las facultades y luego, desde la estación de autobuses cercana al campus nos iremos de viaje. Hemos alquilado, con ayuda de nuestros padres, una habitación de hotel en la costa, desde el viernes hasta el domingo.
En el autobús, pide que le deje el asiento de ventana y se lo dejo, además llevo ya varias semanas acostumbrado a obedecerla en todo. Se apoya en mi, le paso mi brazo derecho por su espalda atrayéndola hacia mi, en un rato con la monotonía de la carretera cae dormida.
Subimos a la habitación del hotel, es una habitación amplía, con una bonita terraza, ella sale a la terraza, contempla el mar desde ella.
.- Mira manu, aquí podemos, no aquí vamos a hacerlo. - La terraza tiene un muro que nos llega por la cintura que oculta todo lo que pase debajo.
Entra en la habitación, yo estoy sentado en la cama, mirándola a ella, cuando me mira sonrío, ella viene hacia mi.
.- Desnúdate esclavo - me dice - rápido.
Me desnudo sin dejar de mirarla, en cuanto me quedo sin nada más que el aparatito de mi entrepierna, ella se sube a la cama, con sus rodillas a mi lado, me tumba y me besa.
.- Desabróchame el pantalón. - Se lo quito con nervios, tenerla encima mía no me facilita la tarea.
En cuanto logro abrir el botón del pantalón, se pone de pie, se saca los zapatos con ayuda de sus propios pies y luego el pantalón.
.- Al suelo esclavo - me intento levantar para sentarme en el suelo, pero está tan pegada a mi que no puedo levantarme, así que me dejo escurrir por entre sus piernas. En cuanto mi trasero toca el suelo, ella vuelve a poner sus manos en la cama, se inclina de forma que empuja mi cabeza contra la cama y su braguita queda en mi boca. Sin que me diga nada la cubro de besos, el olor de ella me enciende y ella lo sabe, con una mano se aparta la braguita, dejándome ver su monte de venus depilado, me lanzo a besar y lamer entre sus labios, se separa de mi, se baja la braguita a toda prisa y vuelve a recuperar su posición, ahora apoyada con las dos manos en el colchón, y ahora sí me deja lamer, y conociendo como conozco ya su vagina intento alargar lo máximo posible su orgasmo, parando cuando la noto a punto y volviendo a lamer con furia, tragándome sus fluidos, deleitándome con la música divina de sus gemidos, pero al final me es imposible, sus gemidos aumentan su cadencia, se deja caer sobre mi en un violento orgasmo, brutal, jamás la he visto chorrear tanto.
Tarda un montón en recuperarse, cuando lo hace se levanta y se arrodilla en el suelo, dejándo mis piernas debajo de ella. Me mira fijamente, a los ojos.
.- Wow Manu, ni sabía que podías hacerme esto. - la atraigo y nos fundimos en un beso enorme - Estás totalmente pringado de mi.
No puede evitar reírse nerviosa.
.- Te daré tu premio perrito - yo pienso en que abra mi jaula, pero ya me avisó que pedirlo podría prolongar el tiempo enjaulado. - Pero no ahora, puede que no hoy, así no te relajarás.
Nos damos luego una ducha rápida, en la que yo froto su cuerpo como ya he hecho en tantas ocasiones, ella me deja hacerlo, luego me abraza y nos fundimos en otro largo beso.
Salimos a caminar por el paseo marítimo, no paramos de besarnos. Entramos a tomar un café, y justo al lado del bar, mira por donde hay una tienda de mascotas. Se levanta, me pide que espere y al rato sale con un collar y una correa. Se sienta a tomar su café.
.- Esta noche pasearé a mi perrito - yo me pongo rojo ante su mirada y su belleza me desarma completamente.
.- Pero Lua, ahora paseemos y luego buscamos algún sitio donde cenar y ... juer, no me digas que me quieres pasear con eso.
Ella se ríe
.- Ya verás como te gusta tontorrón, no olvides que te tengo que premiar, no lo estropees manu.
Seguimos paseando durante un buen rato en el que la tarde se va, cenamos en un bonito y acogedor restaurante. Sus ojos ahora bajo la iluminación del restaurante se ven más oscuros que de costumbre, pero brillan, ese brillo que hace que toda su cara sea un imán para todas las miradas.
Cuando la camarera nos traen lo pedido me sonríe con dulzura, al irse Laura me mira.
.- Eres mío manu - yo la miro extrañado.
.- No creas que no me doy cuenta como te mira la camarera.
.- Anda ya Lau, si a ti te miran todos. Además lo has dicho como me mira ella a mi, no yo a ella. - Le tiendo la mano por encima de la mesa, ella pone una mano encima de la mia, me la acaricia y entonces su mirada se suaviza, muere en una bonita sonrisa.
.- ¿No te pondría que me tirara a un tío y tu solo pudieras mirar como lo hago? - la miro alucinando - Y luego lamerme para limpiarme
.- Ni se te ocurra Laura, porque te aseguro que no me pondría en absoluto.
.- Ya lo veremos, recuerda quien eres y quien soy, quien manda y quien obedece.
.- Lua por favor, no bromees.
Ella me mira seria
.- ¿Y si no estoy bromeando? - Ahora soy yo el que la mira serio
.- Si no estás bromeando, hay atrás hay unos chicos que te han estado mirando desde que entraron.
Y se levanta, se dirige hacia la mesa donde están los cuatro chicos, en cuanto ven que se acercan empiezan a hablar entre ellos, los dos que están de espaldas vuelven sus cabezas. Pero ella pasa de largo, va hasta el aseo. Vuelve un minuto después, me mira fijamente, trata de ponerse seria pero no lo consigue. Al pasar otra vez por delante de la mesa de los chicos éstos le dicen algo, ella contesta pero se ríe, se apolla en su mesa y vuelve a decir algo porque les hace reír, luego se separa y sigue hasta sentarse frente a mi.
.- Me parece que tu culito se va a poner muy rojo hoy manu.
.- Eso es posible Lau, pero lo mismo te llevo al hotel como a un saco de patatas - ella se rie, se pone seria en un momento, se muerde el labio inferior y noto en mi entrepierna su pie, me está pisando el aparato y duele.
.- Para tía, que duele.
Me baja el pie, terminamos de cenar más o menos sin más percances, aunque sus miradas y sonrias me ponen de los nervios.
Cuando saliemos del restaurante, abre su bolso, saca el collar y me lo pone, luego con la correa tira de mi, me acerco y la levanto en brazos, se deja acunar. La llevo a la playa, a la arena, allí la dejo en el suelo, me pongo encima, ella suelta la correa, le doy un beso al que responde y le acaricio el vientre, luego mi mano explora por debajo de su pantalón, por debajo de su braga, ella se arquea, mis dedos entran en su gruta de placer, ya está caliente, ya le da igual la arena en su pelo, la masturbo con lentitud, gozando de su pérdida de control, gozando de sus gemidos, que intenta ahogar pero le es imposible, cruza las piernas apretando mi mano, mis dedos se clavan en su vulva y llega al clímax, mis dedos salen empapados y los relamo. Me mira y me reclama, cuando me acerco me besa. Luego la ayudo a levantarse, me quita la correa del collar, pero me deja el collar de perro.
Caminamos hasta el hotel.
En la habitación, nada más entrar me pide que me desnude, obedezco, estoy deseando volver a meter mi lengua donde tanto le gusta. En cuanto estoy desnudo engancha la correa al collar.
.- Al suelo perrito, a cuatro patas - en cuanto me pongo a cuatro patas empieza a pasearme sin parar de hablarme, de llamarme perrito, cachorro, perro, mascota. Damos la cuarta vuelta a la habitación, entonces suelta la correa.
.- Quédate quieto perrito. - se aleja unos tres pasos, se abre de piernas - ven manu, pasa a cuatro patas por debajo de mi. Paso por entre sus piernas y para mi, admito que me ha gustado.
.- Otra vez perrito, al contrario - ahora cuando paso me coge del cuello, vuelve a coger la correa.
Me lleva ahora a la cama, se sienta.
.- Dime manu, ¿te gusta ser mi perrito?
.- Lo encuentro ridículo, pero me gusta la sensación de ser conducido por ti
.- Me está gustando esto manu, el controlarte, el tener poder sobre ti.
.- Lau, no sé que decirte, fuiste tu quien despertó esta sensación en mi. Me gustará que me controles Lau.
Tras una pequeña pausa en la que no deja de mirarme vuelve a ponerse en pie.
.- Vamos perrito a la ducha que un perro malo me tiró en la arena.
Desde el suelo y a cuatro patas hago el intento de morder su trasero, ella se ríe, da un paso rápido alejándose de mi.
Se desnuda al entrar en el baño, y abre la ducha, se mete bajo y el agua y tira de mi, entro con ella, no suelta la correa. Beso sus pies, luego sus rodillas, sus mulos, sus nalgas y luego busco su vulva, se abre de piernas dándome acceso a poder lamerla bien. Tras unos minutos tiene otro orgasmo.
.- Vaya manu, yo llevo tres y tu ... ¡tu ninguno! - se ríe - ¿Esto es lo que te gusta?
.- Centrarme en tu placer sí, pero también me gusta acabar yo ama - le digo para complacerla.
Me pone una mano, un dedo, en la frente.
.- Manu, ¿de verdad te dolería que me tirara a otro tío contigo viéndolo?
.- Sí Laura, claro que me dolería.
.- ¿Por qué? sería sólo sexo y al final dormiría a tu lado, no con él.
No sé que decirle, me intento levantar, pero no me lo permite.
.- Por favor Laura - no me deja acabar.
.- Es una forma más, la mejor, de que te veas bajo mi control Manu y tengo que probarlo, tengo que ver que siento y que te hace sentir.
.- Larua, ¿y si te das cuenta que te gusta?
.- ¿Y si te gusta a ti manu?
.- ¿A mi? a mi me gustas tu Laura.
Ahora tira de mi para que me levante. Me coge de los hombros, mi mira fijamente a la cara.
.- Tengo que probar esto Manu, no porque tenga necesidad de follar, eso lo sabes bien, es por sentir esa sensación respecto a ti, el .... dominarte así, tengo que probarlo.
.- Vale Lau, pero no sé como actuaré yo, de verdad. - Ella me besa
.- No te voy a dejar Manu, ni soportaría que me dejaras tu.
Volvemos a la cama, nos sentamos en la cama, me acaricia con suavidad.
.- Voy a llamar a uno de los chicos que vimos, cuando venga quiero que te metas debajo de la cama y no hagas ningún ruido.
.- Por favor Laura, pasa. - me pone un dedo en los labios mandándome callar. La oigo hablar, a quien sea, le dice que tendrá que irse antes de que llegue su novio. Cuelga y yo me siento morir.
Me levanto y voy a buscar mi ropa, pero ella se levanta y me coge de un brazo.
.- ¿Qué haces Manu?
.- Quieres hacerlo, hazlo Laura, pero prefiero esperar en la playa.
.- No, obedece manu - me dice - si te vas no tiene interés para mi.
Yo la miro, aún con mi ropa en las manos. Ella coge la ropa, no pongo ninguna resistencia. Lleva mi ropa al armario. Luego me coge de la mano y me sienta otra vez en la cama.
Me abraza, en silencio, apoyo mi cabeza en su hombro.
No volvemos a hablar hasta que llaman a la puerta, ella me manda que me meta debajo de la cama.
.- No hagas ningún ruido manu.
Les oigo hablar, él trata de hacerla reír y ella no tarda en complacerle, trata de dar algo de convesación pero Laura le mete prisas, le dice que haga a lo que ha venido que no tienen mucho tiempo. Entonces el chico se desnuda a los pies de la cama, Laura se tumba en la cama, luego él se sube a la cama. Y ya no veo nada, salvo el colchón botar, los jadeos de él y los gemidos de ella y yo sólo quiero salir de debajo de la mesa, sacar al capullo ese por la terraza si hace falta o de desaparecer. Sus gemidos que tanto me encienden ahora sólo me hacen daño. Noto cuando se corre él, la cama se queda en paz sin sus embates.
Un par de minutos más tarde ella lo está echando de la cama, veo que entra en el aseo, lleva el condón en la mano, sale un momento después, se sienta a los pies de la cama y se viste mientras trata de concertar una cita más para mañana. Ella le dice que no cree que mañana esté sola. Me gusta que no se levante para despedirse de él.
Cuando cierra la puerta Laura se asoma por un lateral de la cama y me pide que salga de debajo de la misma, pero estoy roto, llorando y lleno de rabia, salgo de debajo de la cama por el lado contrario al que está ella. Y sin mirarla me dirigo al aseo. Ella me llama pero no le hago caso.
Entro en el aseo, abro el grifo del lavabo, Laura entra, la noto a mi espalda, pongo las manos bajo el agua y me la echo en la cara, pero ha visto mi reflejo.
.- Venga manu, háblame - yo la miro ayudándome del espejo.
.- Vuelve a la cama Laura - veo que sale. Yo me demoro un minuto. Cuando salgo del aseo ella está sentanda en la cama. Me mira, camino hasta ponerme frente a ella.
.- ¿Ahora qué? Ya lo has probado - le digo.
.- Ahora - hace una pausa - siéntate a mi lado manu.
Me siento donde me dice, pero nada convencido.
.- Manu, te voy a compensar por esto, ¿vale? - noto que ni ella está convencida.
.- No Laura, déjalo, no necesito compensación, ni quiero hacerte chantaje. Vamos fuera Laura
.- ¿Quieres salir?
.- Quiero salir, quiero comprar algo de alcohol, algo fuerte.
.- Túmbate por favor, ahora salimos, pero túmbate. - Me tumbo por no discutir con ella.
Se tumba a mi lado, me abraza.
.- Dime manu, ¿no prefieres quedarte aquí? Quiero atarte los brazos y las piernas, ¿me dejas?
.- Lau, claro que te dejo, pero deja que pierda esta noche el control, luego podrás hacer lo que te de la gana conmigo.
Pero no me hace caso, coge mi brazo derecho, sin violencia, estudiando mi reacción, yo la miro, ella se limita a atarme con un pañuelo. Pasa por encima de mi para coger mi otro brazo, al pasar me da un beso tierno.
.- Manu, te voy a hacer disfrutar, de verdad. - Me da un beso en la frente y ata mi otro brazo.
.- Voy ahora a las piernas. No las muevas por favor - no hace falta que me lo diga, no voy a poner resistencia.
Abre mis piernas para poder atarlas a las patas ya que los pañuelos son cortos, me obliga a tener bien abiertas las piernas.
Luego se sube a mi.
.- ¿Te digo que ha significado para mi? - me pregunta
.- Si quieres - contesto.
.- Me ha encantado hacerlo sabiendo que estabas ahí, no he disfrutado del sexo, he disfrutado de la sensación de tenerte ahí abajo. El orgasmo no me lo ha producido él, lo que me ha calentado es saber que estabas ahí abajo.
.- Me alegro por ti Laura y él seguro que también se ha ido contento. ¿Sabes quiés el único que no ha disfrutado?
.- A ti te toca disfrutar ahora. - luego añade - Eres mi esclavo manu, pero eres el tío que mejor me conoce, el tío del que estoy enamorada.
Se inclina y me besa.
.- Hay muchas más cosas que quiero probar contigo. Y no quiero pedirte permiso, deja que yo pruebe lo que quiera y luego vea si me gusta, si te gusta o si no te gusta. No me quites nada sin antes probarlo.
.- Desátame Lau, por favor.
Pero no me desata, me da su espalda y me ofrece su sexo, soy incapaz de quitarme de la cabeza el pensamiento de que hace nada hay dentro había una polla. Trato de quitarme la idea de la cabeza, ella está tan caliente que ni se da cuenta o eso creo. Pero me equivoco.
.- Manu lame, lame perrito, lame a tu dueña - poco a poco consigue calentarme a mi, su olor, sus jugos, su pasión me desarma y muy a mi pesar termino buscando su placer y no se hace esperar, en cuanto nota que estoy participando comienza a gemir bien fuerte, se mueve, se frota contra mi nariz y tiene un orgasmo brutal, cae sobre mi, me empapa la cara, besa mi aparato.
Gira, se sienta a mi lado, yo la miro suplicando que continúe.
.- Sigue Laura, deja que te siga comiendo - ella se ríe, se tumba, me besa
.- Me vas a comer eso de ahí abajo mucho durante este fin de semana manu. - Se vuelve a sentar y abre mi jaula, mi miembro responde izándose. Ella lo agarra con una mano, se vuelve a subir a mi y me ofrece otra vez su sexo, que vuelve a estar empapada. En cuanto doy el primer lenguetezo se mete mi pene en la boca. Ahora mil sensaciones se disparan por todo mi ser, sigo lamiendo con ganas, cada vez más rápido su sexo, penetrándola con la lengua, sintiendo que su clítoris está erecto. Se lo saca de la boca, se da vuelta y me besa mientras se ensarta, empieza a subir y bajar, siento que no aguantaré ya nada, son casi 14 días sin un orgasmo, pero ella está también a punto. Sus gemios alimentan mi líbido.
.- Córrete manu - no hace falta que me lo pida una segunda vez, mi miedo a hacerlo antes de que ella se corra se deshace cuando tiene un orgamos que la vuelve a dejar tumbada sobre mi, sin fuerzas.
.- Lau, no me has puesto un condón.
.- Lo sé manu, lo sé. Tomo anticomceptivos. Ya sabes, mi madre desde que se enteró que tenía una relación contigo, siendo doctora.
.- Ya
.- Bueno chico, te desato - y se pone a hacerlo - y ahora dime ¿quieres ir a comprar bebida? o ¿prefieres que nos tumbemos a disfrutar de la brisa?
Nos damos una ducha rápida y luego nos tumbamos en la cama, abrazados, sintiendo la calidez de su cuerpo pegado al mío, en un rato ella se ha dormido con una mano apretando una de las mías.
Yo no tardo en dormirme con el olor de su pelo recién lavado, su cuerpo que tan bien se encaja con el mío.