Laura en la cocina

Volvimos a casa en mi coche, durante todo el viaje Laura no dejó de acariciarme la entrepierna, lo hacía despacio y recorriendo mi polla que no paró de estar dura, estaba deseando llegar.

Aparqué justo delante de su piso, nada más bajar del coche me dio un tierno beso en los labios y cogiéndome de la mano me llevó al portal, abrió despacio mientras yo le acariciaba el culo por encima del vestido, era una gozada, llamó al ascensor y la pegué contra la pared, acerqué mi boca a la suya y nos volvimos a besar, nuestras leguas se fundieron en una lucha sin cuartel pero sin furia y mi mano derecha subió desde su muslo pasando por su cadera hasta llegar a sus tetas que para entonces ya tenía su pezón duro y marcado, nos salvó el ascensor, se abrieron las puertas y entramos, apenas unos segundos y ya estábamos delante de su puerta, la dejé abrir, entró y....

Esta vez no dejé que abriera la luz, con seguridad y firmeza la pegué contra la pared y la volví a besar pero esta vez no dejé que me tocara, besé su boca durante un rato sintiendo su lengua llegarme hasta la campanilla, empecé a separarme, primero besaba sus mejillas, luego su barbilla, Laura se dejaba hacer, tan solo su respiración agitada se oía en aquel pequeño recibidor, seguí besando hasta llegar a su oreja derecha, metí mi lengua haciéndola estremecer, agarrarse fuerte a mi, bajé despacio por su cuello, chupándolo y besándolo tiernamente, llegué a su canalillo, donde ese par de tetas sujetas por el vestido ceñido formaban una preciosa curva que empecé a besar por encima con ternura y de paso atrapando entre los dientes sus pezones con suavidad.

Laura empezaba a jadear, a acariciarme el pelo, mientras yo seguí descendiendo por su estómago hasta llegar a su escondido rincón, me separé y metiendo las yemas de los dedos por debajo de su vestido empecé a levantarlo muy despacio, besando sus muslos, sus ingles, notando lo húmeda que se encontraba, sintiendo su mano en mi cabeza guiarla para su placer pero yo no le respondía, besé su pubis de pelos cortitos y arreglados, hacía un hermoso triangulo que no deje de besar y chupar, continué subiendo su vestido, notaba la excitación de Laura, sus caderas moverse y su respiración cada vez mas corta, su ombligo me sorprendió con un inquilino, se puso un pirzing que le atrapé con la boca y lo chupe en mi ascenso hacia sus tetas, llegué justo cuando el vestido desaparecía en un gesto rápido de Laura, ya la tenía toda desnuda excepto los zapatos que no le quité.

Con mis labios atrapé su pezón derecho mientras con mi lengua lo chupaba, ella me apretaba contra su teta y gemía mientras notaba como se intentaba pegar contra mi polla dura que me iba a estallar en los pantalones, mordí suavemente su duro pezón y la hice gemir, luego fui chupando hasta el otro y volví a hacer lo mismo, tenía unas tetas preciosas y duras, esa talla cien le quedaba de vicio, y ella lo notaba, empecé a desabrocharme el pantalón, los kiovas ya salieron, Laura me sacó volando la camiseta y ambos quedamos desnudos volviendo a unir nuestras bocas, ahora sentía la calentura de su coño en mi polla y no podía permitir que se acomodara para metérsela, me separé rápido y sujetando su cintura la dejé con un insulto en la boca : - Cabrón!!..., que haces...,no...ahhh...,despacio...., ummmh, así mi amor...,ahhh...-, me había apoderado de su cueva, tenía una pierna por encima de mi hombro y su coño abierto y mojado pegado a mi boca, mi lengua se recorría todo sus labios, llegando a su clítoris lo chupaba y lo atrapaba con los labios mientras lo azotaba con mi lengua, Laura apretaba mi cabeza más contra su coño como queriendo meter, empecé un mete y saca en su coño con mi lengua mientras con la punta de la nariz azotaba a su clítoris, era para sentirla, jadeando y contorneando sus caderas, agarrándome de los pelos y apretándome contra su coño, mi boca se mojaba con sus líquidos pero lo mejor estaba por llegar, cuando jadeando, casi gritando, me decía que se corría paré y me separé, ella volvió a gritarme cabrón, entonces en ese intervalo corto de paro volví y le chupé el coño con furia, dándole en el clítoris con mi lengua y casi mordiendo con mis dientes, Laura gemía, jadeaba y me decía que no parara, que se corría, ya la tenía agitándose y contorneándose, le venía, mi boca empezó a tragar sus jugos y no paré de chupar su coño mientras ella se recostaba en la pared, deslizándose por ella por perder las fuerzas y caer despacio entre espasmos y gemidos hasta llegar al suelo pero yo no paré de chupar hasta que se acabó de correr, entonces la dejé recuperarse mientras yo me iba derecho a la cocina, dejándola en el suelo.

Abrí la luz y me fui a la nevera, un baso de leche me bebí y entonces entró Laura, abrazándome por la espalda, besándome el cuello y dándome un tierno beso en la boca, dejé la botella en la nevera y el baso en la pica, Laura me había cogido la polla y arrodillándose empezó a chuparla despacio, primero el capullo, con su lengua dando círculos en el frenillo, luego empezó a metérsela despacio hasta donde le cabía y a sacarla hasta tener su capullo a merced de su lengua, volvía a metérsela y así una y otra vez, durante un rato estuvo mamándomela, con deleite, hasta que se la quité y le pedí que se tendiera encima de la mesa de la cocina boca arriba, Laura se creía que se la iba a meter y follarla lentamente como le gusta pero no, me acerqué a su cara, la saqué de la mesa y mirándomela supo exactamente lo que quería, mi polla en su boca, llegándole hasta la garganta, no se entretuvo, empezó lenta pero a medida que mi polla se ponía dura se perdía cada vez mas en su boca.

Mientras me incliné para acariciarle el coño, lo tenía aún mojado, yo le fui follando la boca a un ritmo lento, Laura se abrió de piernas y dejaba que mis dos dedos se perdieran en su coño, entrando con rapidez y con maestría, sus gemidos ahogados por mi polla se confundían con las arcadas que no tenía, su clítoris era excitado y acariciado con firmeza pero con suavidad y húmedo por los jugos de su coño, Laura movía sus caderas, y mis dedos no paraban de tocar, de acariciar de excitar su clítoris, su coño, y yo cada vez follaba más rápido su boca, sentía que se agitaba, sentía que se mojaban mis dedos y cuando se la saco de la boca, una exclamación me lo confirmó, se estaba corriendo y yo viendo aquello y sabiendo que ahora estaba indefensa me di la vuelta, me coloqué entre sus piernas y poniendo mi polla en la entrada de su coño se la metí despacio, lo que le provocó que gimiera otra vez y entre cortadamente me pidiera que no se la sacase, empecé a meter y sacar lentamente mientras ella parecía no salir del trance, fue su boca la que me pidió mas fuerte, coloqué sus tobillos en mis hombros y empecé a metersela con fuerza hasta que mis huevos chocaban con su culo, se la sacaba entera y volvía a darle con fuerza, jadeaba, se mordía los dedos, su cabeza colgaba y mi polla se perdía en su coño muy mojado, me tenía ya a mil, sentía su coño muy mojado pero apretándome con sus paredes, sentía un placer tremendo y no podía dejar de mirarla, mi cuerpo se tensó y empecé a decirle que me corría, Laura gritaba: - Siii...ohhh..,corr...ette..., ahhh...no..pa...res...,ohhhh,... me...co...rro...ohhh...-, empecé a lanzar chorros de leche caliente en su coño, mientras sentía como su cuerpo y Laura se rompían, mi polla se inundaba con su orgasmo y me quedé sin fuerzas después del último latigazo, caí sobre ella que estaba con los ojos en blanco y jadeando, besé sus tetas, mordí sus pezones y luego despacio me fui recuperando, salí de su coño y le pregunté si quería bañarse conmigo, a toda respuesta me dijo: -ves llenando..., estoy rota..., pero aún me tienes que dar otro...y por el culo....

Así terminamos los dos de la cocina, bastante cansados y muy satisfechos, nos metimos en la bañera de hidromasaje y estuvimos casi tres cuartos de hora, en tranquilidad y en relajación, besándonos tiernamente y bañándonos.

Espero que les haya gustado y lo hayan disfrutado, tan pronto como me sea posible les mandaré la continuación, reciban un saludo a todos y hasta pronto.