Laura 6 Leonor la refugiada

El sexo entre las tres empezó a ser increíble e imaginativo, no había día que nos pasásemos menos de una hora follando

El sexo entre las tres empezó a ser increíble e imaginativo, no había día que nos pasásemos menos de una hora follando.  Sirva lo siguiente como ejemplo

Tras su aumento de mamas los pechos de Julia se habían vuelto extremadamente sensibles, como ella y yo, en casa íbamos vestidas tan solo con una braguitas, si queríamos calentarla sólo teníamos que magrear un poco un pezón y enseguida soltaba.

-         Pervertidas hijas de puta queréis que mi coño arda, pues lo habéis conseguido, venid aquí y folladme como si en ello os fuera la vida.

Sin dilación fuimos a complacerla, estuvimos más de veinte minutos calentándola, entre lametones, besos, caricias, etcétera, pero en ningún momento tocamos su coño.

-         ¡ HIJAS DE PUTA !, O ME TAPAIS LOS DOS AGUJEROS O ME DA UN ATAQUE AL CORAZON.

-         ¿Quieres que juguemos con tu coño?

-         Laura zorron incestuoso lo sabes de sobra que si.

-         Pues prepárate

Mientras, Susi le metía un consolador medio, por el coño, lentamente, haciéndola desesperar y maldecir lo más sagrado, yo le fui ensanchando el culo para que recibiese el dildo anal.

Cuando le metió por completo el consolador en el coño fue cuando yo metí el dildo, tapándola completamente. Encendimos el vibrador de los dos y continuamos el juego de besos y caricias.

Julia empezó a correrse casi de inmediato, a los 15 minutos pedía que parasemos, a los 20 lo suplicaba a los 25 dejó de hablar y a los 30 se le pusieron en blanco los ojos. En ese momento paramos los vibradores y dejamos de meterle mano. A los pocos minutos recobró algo de conciencia y nos dijo.

-         Antes de quitarme los consoladores llevadme al baño.

-         Como tú quieras.

Nos pasamos cada una, uno de sus brazos por el cuello y la arrastramos al aseo, pues no podía ni moverse. Allí la sostuvimos encima del wáter y en un solo movimiento Susi le quitó los consoladores y, yo la senté en la taza.

Lo primero que hizo fue tirarse un pedo monumental, yo no he vuelto a oírle uno tan grande jamás, tras el empezó a mear una cantidad ingente de pis y al acabar de mear, empezó a cagar diez minutos se tiró cagando sin parar, yo creo que soltó hasta el último resto de mierda que le quedaría. Lo peor fue que tuvimos que estar con ella, pues si la soltábamos caía al suelo, por lo que nos tragamos todo el olor.

Cuando comprobamos que había acabado, la metimos en la ducha y la limpiamos por entero, pues estaba cubierta de sudor, babas y un sinfín de excreciones. Tras lo cual la acostamos en la cama, y se durmió, pero, no sin antes decirnos.

-         Chicas ha sido el mejor polvo de mi vida, mañana repetimos.

Nosotras fuimos a jugar a nuestro juego favorito, que consistía en sentarnos una frente a la otra, Susi con las piernas encima de las mías, o al revés, pues íbamos intercambiándolas para no agotarnos y moviéndolas para que no se durmiesen, entonces empezabamos a besarnos tiernamente, mientras muy lentamente nos penetrábamos con el dedo corazón nuestros encharcados coños, así podíamos estar una hora fijo antes de alcanzar un orgasmo tan devastador que nos hacía perder la cabeza y caer sin sentido una encima de la otra.

A consecuencia de eso tuvimos que dejar el gimnasio pues tanto ejercicio físico era insoportable ya que llegábamos a trabajar felices pero extenuadas.

Richad cada día se volvía más imprescindible, tenía alborotada a toda la tercera edad del barrio. Vendíamos libros a mujeres mayores de 60 años que jamás antes habían entrado a la tienda, y todas salían satisfechas; ya que acertaba siempre el libro que les gustaría. Pero teníamos un problema y un día antes de abrir nos reunimos.

-         La tercera edad y la gente de mediana ya se han acostumbrado a venir a comprar aquí sus libros, pero la gente joven ya sabéis de 0 a  23 años casi no entra._ Comenté yo

-         Entraron a mirar mis nuevas tetas, cuando se corrió la voz por el barrio, pero la verdad es que compraron poco._ Dijo Julia con una sonrisa.

-         La verdad es que a base de trabajo tenemos una reputación de librería seria y eso a la juventud no atrae._ Confirmó Richard.

-         Pero ha de haber una forma de mantener la seriedad y la reputación de la librería y atraer a la gente joven.

-         Para que entren adolescentes, con contratar a una chica joven de buen ver lo tendríamos._ Dijo Richard.

-         Si pero eso nos restaría credibilidad._ Dijo Julia.

-         Algo hay que hacer pues la juventud es el futuro de esta tienda ya que ellos serán los que de mayores entrarán a comprar._ Les recordé yo

-         Es una pena que la tienda sea de dimensiones medianas, ya que si fuese más grande podríamos dedicar una sección a infantil otra a Juvenil y así cubrir todos las edades, como hace zara._ Dijo Richard

-         En eso tienes razón pero ¿cómo conseguirlo?

-         Con una fuerte inversión.- Dije yo cavilando ya algo.

-         Que pasa por esa cabecita hermanita.- Dijo Julia (Abiertamente nos tratábamos ya con esa familiaridad)

-         El local de la derecha está en venta y la frutería de la izquierda quiere traspasar el negocio, pues las deudas la están agobiando y el local es suyo.- Dije yo tomando una determinación.

-          Voy a hablar inmediatamente con la frutera._  Dijo Julia.

-         No espera voy a ir yo, ya sé que la conoces desde que abrió la frutería pero déjame a mi negociar con ella._ Le dije yo dándole un beso en la mejilla y diciéndola que la quería, en un susurro.

-         De acuerdo hermanita, tu sabes más de estas cosas.

-         Por cierto ¿Cómo se llama la frutera?

-         Concha, pero quien lleva la frutería ahora es su hija Leonor, pues Concha, está bastante enferma.

-         De acuerdo pues.

Antes de ir a ver a la frutera me preparé bien, llamé a una inmobiliaria cuyo dueño fue amigo de mis padres y pregunté el precio de los locales de esta zona. Sabiendo esto entré en una página web dedicada al traspaso de negocios y miré lo que pedía la frutera. La verdad nada desorbitado, se notaba que le urgía venderlo. Con toda esta información esperé a que se acercase la hora de cierre y fui a verla.

-         Hola Leonor.

-         Hola Laura, estaba a punto de cerrar pero dime ¿Qué quieres?._ Dijo Leonor algo molesta.

-         No vengo a comprar fruta sino para hablar del traspaso. ¿Puedes hablar en nombre de tu madre? ¿O espero a que ella se recupere?

-         No se va a recuperar, padece un cáncer terminal y le queda muy poco de vida.

-         Lo siento en el alma._ Dije yo algo sorprendida,

-         Es ley de vida, que se le va ha hacer. Respondiendo a tu pregunta, si, puedo negociar en su nombre.

-         Espero a que cierres y hablamos._ Le dije

-         De acuerdo.

Era una chica muy metódica, guardó todo el género con mucha delicadeza en neveras especiales y después limpió hasta el último rincón de la tienda. Además era muy guapa, de esas chicas que llama la atención, 23 años,alta, ni delgada ni gorda, unos preciosos ojos verdes una larguísima melena castaña que llevaba recogida en dos trenzas y unas tetas de infarto. Lo sé cada día me vuelvo más vulgar.

-         Ya estoy para ti Laura, Pido XXXX por el local y otros XXXX por el local.

-         El precio del traspaso me parece justo, lo que veo excesivo es el precio del local. He hecho averiguaciones previas y los locales de esta zona se están vendiendo por 1/3 menos de lo que pides.

-         Lo sé pero con la enfermedad de mi madre las deudas se nos acumularon y yo me voy a quedar sin trabajo y sin paro que soy autónoma, por lo que necesito ese dinero para ir tirando.

Me quedé pensando unos minutos y una lucecita se me encendió en la cabeza.

-         Perdona que te haga esta pregunta ¿ A cuánto ascienden tus deudas?

-         Pues a XXXX

Era el precio que había pensado gastarme en la adquisición de la frutería. Entonces le dije

-         Te voy a hacer una propuesta, te pago lo suficiente dinero para que canceles las deudas que tienes, y, te ofrezco un puesto de dependienta en la librería.

-         No se que decirle, se muy poco de libros.- Dijo dubitativa

-         Por eso no te preocupes te iremos enseñando nosotros.

-         Así y todo no se que hacer, y si no valgo para la librería y me tira a los dos días_ Dijo ella.

-         Es una gran oferta, además para que te ayude a decidirte te ofrezco tres años de contrato, tras los cuales si vales te haré fija. Me estoy arriesgando mucho ya que no se si servirás.

-         De acuerdo pues ya es mi jefa.

Nos dimos un fuerte apretón de manos y quedamos al día siguiente para firmar todos los papeles. La urgencia se debía a que tenía que pagar la hipoteca del piso de su madre o las embargarían.

La primera parte del plan había salido a pedir de boca faltaba lidiar con la inmobiliaria y eso era otro cantal. Julia y yo fuimos al día siguiente a hablar con ellos. Nos atendió una chica muy profesional.

-         El dueño pide XXX por el local._ Dijo

-         Pero si eso es casi el doble del precio de mercado._ Dije yo

-         Lo se, pero este hombre piensa aún en precios de antes de la crisis. Además estoy harta de el, de sus manías, de sus tanteos y de sus estupideces así que aquí tenéis su número y quedáis con el.

La conversación como siempre fue mucho más larga, pero como no volvimos a vernos, es una tontería contárosla toda.

Llamamos al maromo en cuestión y quedamos con el  la librería poco antes del cierre. Era un hombre alto, guapo pero, calvo y barrigón, sudaba a mares, estábamos en verano, pero lo suyo era exagerado incluso en verano. Se veía que no estaba en buena forma, pues le costaba horrores levantarse tras haberse sentado. Así que empezamos ha hablar del precio del local, bajó un poco las exigencias, pero no era suficiente para nosotras. Así que ante la frustración le solté.

-         Si nos lo vendes a precio de mercado nos follas a las dos este fin de semana entero.

-         No diga tonterías, señorita

-         Le estamos hablando en serio, y somos unas bestias pardas follando._ Dijo Julia.

-         Así y todo no estoy seguro de que me convenga el precio.

-         ¿Y si son tres las mujeres que te puedes follar?._ Dijo Susi entrando en ese momento por la tienda-

En ese momento nos miró aún incrédulo, pues pensaría que estábamos hablando por hablar.

-         Señoritas no intenten tomarme el poco pelo que me queda._ Dijo el gordo

-         Te voy a comer la polla ahora mismo decidas lo que decidas, para que comprendas que vamos en serio.

Ni corta ni perezosa me levanté le saqué la polla de un tamaño ridículo, empalmada no pasaría de los 11 cm. Nada más metérmela en la boca se corrió. Soltó tan poca leche que me di cuenta de que se había corrido porque le bajó el empalme.

-         De acuerdo acepto el trato._ Dijo entre jadeos, parecía tan cansado que  si me decís que venía de correr un maratón me lo creía.

La sesión de sexo fue más vergonzosa que otra cosa. Julia enseguida empezó a insultarle, se asustó se le bajó el empalme y tardamos tres horas en volver a ponérsela dura, para que se corriese en 5 minutos, tras lo cual se durmió y ya no pudo hacer nada más. Realmente sólo estuvimos 5 minutos follando y tres horas jugando entre nosotras. Que desperdicio de fin de semana.

Sí lo se nos estábamos volviendo más putas que las gallinas, pero el sexo está para disfrutarlo y pensábamos usarlo en nuestro beneficio si era necesario.

Cerramos la librería en agosto para que llevasen a cabo la obra, mientras tanto Richard estaba dando un curso intensivo, a Leonor, sobre el trabajo de dependienta de una librería. La verdad es una chica lista y en menos de un mes era ya una dependienta más que cualificada.

Justo una semana antes de reinaugurar la librería Concha la madre de Leonor murió, fue un golpe durísimo para ella, pues siempre habían sido la una para la otra y ahora Leonor se había quedado sola. Una semana entera se pasó llorando, nosotros le dimos el tiempo que necesitase para que se recuperase, pero estaba inconsolable, además es muy miedosa y no dormía por las noches del miedo que tenía.

Dos días antes de inaugurar la librería fuimos a verla. Al abrirnos, la encontramos echa un adefesio, el pelo alborotado,  ojos rojos, sucia, olía mal. Y cuando nos habló la notamos que llevaba un pedo descomunal. Entre las dos la desnudamos y la metimos en la bañera y mientras yo me dedicaba a limpiarla Julia hacía lo propio con la casa que estaba peor que ella Mientras la bañaba devolvió copiosamente y perdió el sentido. Entonces le dije a Julia.

-         Llama a una ambulancia que está sufriendo un coma etílico.

-         Voy de inmediato._ Dijo Julia.

Le pusimos un vestido fino encima, pues ponerle ropa interior me pareció una estupidez y en pocos minutos vino la ambulancia. Preguntamos a que hospital la llevarían y fuimos raudas a urgencias. Tras un par de horas de angustiosa espera salió un médico a hablar con nosotras.

-         Esta chica ha tenido mucha suerte de que pasasen por su casa, en su estomago sólo había alcohol, lleva al menos tres días bebiendo.

-         ¿Dios mío cómo no nos hemos dado cuenta antes?._ Dijo Julia.

-         No se confunda no es una alcohólica, su cuerpo está sano, juraría que antes de esta locura no había bebido nada._ Dijo El médico.

-         ¿Que podemos hacer doctor?.- Pregunté yo

-         Primero averiguar porque se ha producido esto.

-         Su madre murió la semana pasada._ Dijo Julia al médico.

-         Está claro, pues ha intentado olvidar  las penas a base de alcohol. Ahora es muy importante que no esté sola díganles a sus parientes cercanos que la arropen hasta que se recupere.

-         Julia tu la conoces mejor que yo ¿Qué parientes le quedan?

-         Su padre murió hace unos diez años, tiene un hermano que es militar, ahora está en la otra parte del mundo en una misión, por eso no pudo acudir al entierro. El resto de su familia está en Galicia de donde eran sus padres.

-         Entonces ¿está aquí sola?._ Dijo el médico.

-         Nos tiene a nosotros, pero sólo somos compañeros de trabajo.

-         Eso no es suficiente, necesita sentirse segura, acostarse en una casa donde sea querida y no esté sola._ Dijo el médico

-         Pues que se venga a casa una temporada, hasta que se recupere._ Dije yo

-         ¿Susi querrá?._ Preguntó Julia.

-         ¿Susi querrá que?._ Dijo Susi entrando por la puerta en ese momento.

-         Chica cada día eres más oportuna._ Dijo Julia

-         Pues hermanita Leonor necesita cariño y compañía mientras se recupera y he pensado que se quede con nosotras.- Dije yo

-         Me parece una idea estupenda, llevémonosla a casa._ Dijo Sisi resoluta.

-         Esperen esta noche ha de quedarse e observación, pero le vendría bien que alguien se quedase con ella a pasar la noche.

-         Yo me quedaré con ella._ Dije yo.

-         Pues muy bien en 10 minutos la subimos a planta, venga conmigo y síganos.

-         Bueno chicas dejadme un coche aquí y marchaos a casa.

-         De acuerdo hermanita. Julia ven que volvemos a casa con mi coche.

-         De acuerdo Susi._ Dijo julia

-         Además tengo un consolador nuevo que me gustaría probar hoy._ Le dijo Susi a Julia en un susurro.

-         So puta pervertida, quieres mojarme el coño.

-         Por supuesto.

-         Antes de empezar las marranadas, pervertidas, pasad por su casa y cogedle todo lo necesario, ropa, cosas de aseo y todo lo necesario.

-         De acuerdo hermanita.- Dijeron las dos a la vez

Con mucha envidia las vi alejarse y me dirigí, con el médico a ver a Leonor. Pobre estaba blanca como la pared, toda intubada, parecía realmente enferma. El médico ante mi cara de preocupación, me aseguro que sólo estaban destilando el alcohol de su cuerpo. En una hora le quitaron la mayoría de la medicación que le administraban y durmió más plácidamente

Al llegar la noche se despertó. Y lo primero que soltó fue:

-         Dios mío tengo un dolor de cabeza atroz

-         Después de la juerga que te has corrido ¿que esperabas?._ Le dije yo con cierta sorna

-         ¿Dónde estoy?._ Preguntó aún algo desorientada.

-         Estás en un hospital, has sufrido un coma etílico._ Le aclaré yo

-         Y ¿quien me trajo aquí?._ Preguntó

-         Pues nosotras, Julia y yo llamamos a una ambulancia cuando perdiste el sentido

-         ¿Que estaban conmigo cuando pasó?

-         No recuerdas que fuimos a verte, ¿verdad?

-         Pues la verdad es que no recuerdo mucho de estos últimos días._ Dijo Leonor mientras le caía una lágrima

-         No te preocupes, no ha pasado nada, por suerte estábamos allí. Además el médico nos ha dicho que mañana podrás irte a casa.

-         No tengo ningunas ganas de volver a casa, todo me recuerda a mi madre, paso miedo y angustia por si salen fantasmas.

-         No vas a volver a esa casa._ Dije yo

-         Y ¿Dónde quiere que vaya? No tengo otro sitio donde vivir ni posibilidades económicas de conseguirlo.

-         Si que lo tienes, desde hoy eres una refugiada política nuestra._ Dije yo ante tamaña tontería

-         No quiero causar, problemas ya me buscaré algo._ Contestó.

-         ¿Que crees que esto es una proposición? Como jefa te ordeno que vengas a vivir con nosotras y para cerciorarme de que no te escapas, me voy a quedar a dormir contigo.

-         No hace falta que se quede, le aseguro que no me voy a ir a ningún sitio, ¿donde iría?._ Dijo mientras un deje de profundo pesar traslucían sus palabras.

-         No pienso marcharme así que no insistas.

-         De acuerdo y muchas gracias.

-         No hay que darlas.

No dormimos nada esa noche, hablamos de mil cosas, ella me relataba lo feliz que había sido hasta que le diagnosticaron el cáncer a su madre y lo mucho que había temido este momento. Pronto me di cuenta que esta chica tenía un alma extremadamente sensible, sufría por todo lo malo, le daba miedo cualquier cosa que rompiese su rutina. Leonor no podía vivir sola, porque la soledad acabaría con ella.

Poco antes de que entrasen las enfermeras de la mañana le dije a Leonor:

-         Tenemos una forma de vida algo especial

-         ¿Qué quieres decir?._ Preguntó algo asustada.

-         Somos naturistas, vamos, todo el día casi desnudas, Bueno Susi siempre va desnuda. Pero no lo imponemos a nadie por lo que tu puedes ir vestida como quieras.

-         Yo en casa vestía una camiseta vieja, sin sostenedor bajo ella y braguitas. Pero soy muy fredolina ._ Dijo ella.

-         Practicamos el amor libre._ Le dije yo algo reticente.

-         ¿Eso que quiere decir?

-         Que practicamos sexo las tres siempre que queremos.

-         ¿Incluso con su hermana?

-         El incesto para nosotras no es más que una palabra sin sentido._ Aclaré yo

-         Entonces ¿son lesbianas?

-         No ninguna de las tres lo somos, nos gustan tanto los hombres como las mujeres

-         Yo nunca lo he hecho con una mujer, la verdad.

-         Pues tendrás tiempo de sobra para averiguarlo._ Le dije yo con una sonrisa.

-         Pero ¿si no me gustase me echarían de la casa?

-         No ni de coña, ni te obligaremos a follar si no quieres, tu casa es tu santuario y has de sentirte cómoda en ella, nunca harás nada que no quieras.

-         De acuerdo pues, pasaré por mi casa recogeré mis cosas y….

-         No te va ha hacer falta Susi y Julia te han recogido lo necesario para los primeros días y cuando estés restablecida recogeremos el resto.

En menos de una hora pasó el médico y nos dio el alta. Leonor se quedó algo dubitativa.

-         ¿Que te pasa cariño?._ Le pregunté yo

-         Que no tengo zapatos y no puedo salir descalza.

-         Perdona, con las prisas no se nos ocurrió cogerte un par, en el coche tengo unas deportivas ahora te las subo.

Solucionado este  pequeño contratiempo nos fuimos a casa y nada más llegar, todas bien vestiditas se lanzaron a abrazar a Leonor.

-         Chicas si que vais monas._ Dije yo mientras me desvestía quedándome en bragas

-         No sabíamos como comportarnos delante de ella._ Dijo Susi desnudándose por completo.

-         Tu cuarto es la segunda puerta a la derecha._ Le explicó Julia.

Leonor entró en ella y tras unos momentos de silencio salió, con un tanga como única ropa y diciendo:

-         ¿Por qué este tanga es lo único mío de toda la ropa que hay en ese cuarto?

-         Tu ropa era horrible, además estaba vieja y desgastada, por lo que fuimos a unas cuantas tiendas y te renovamos el vestuario._ Dijo Susi

-         Lo único salvable eran tus zapatos, que francamente son preciosos, y los tangas que son nuevos.

-         La verdad es que últimamente no salía mucho por la enfermedad de mi madre, mi vida transcurría entre la frutería y la casa, y en la frutería llevaba un uniforme. Así que descuidé mucho mi vestuario.

-         Mañana tenéis las tres hora en la pelu tenéis que estar guapas para la inauguración de la librería._ Dijo Susi

-         A la horden mi general y ¿que hora has cojido?._ Pregunto Julia.

-         Las 8 de la mañana si abrís a las 9 no quedaba otra.

-         Pues a dormir pronto que mañana hay que despertarse pronto._ Dijo Leonor.

-         Tienes razón, así que vamos a follar ya que si no nos darán las tantas. ¿ Te apuntas Leonor?._ Dije yo