Laura
Las vivencias que tuve con mi secretaria
LAURA
Después de casi cinco meses de estar disfrutando a toda hora del culito de Ángela (ver Ángela y Ángela 1) y de haberme acostumbrado a la vida del sureste de México, haciendo con ello menos frecuentes las visitas a mi esposa, sucedió otro acontecimiento que me hizo disfrutar más mi estancia en esa región del país, y es el haber conocido a Laura.
Como consecuencia del embarazo de la recepcionista Alma, hubo que sustituirla por otra persona, situación que hizo que el contador pusiera un anuncio en los diarios de mayor circulación de la ciudad y con ello el desfile de culitos por la oficina, fue copioso durante una semana, por supuesto que los mejores pasaron también por mi oficina para darles el visto bueno.
Entre las aspirantes llegó Laura, una mujer de 35 años, divorciada de 1.75 m., blanca de ojos de color café claro, piernas blancas, largas y delgadas, las cuales no tenía el menor reparo en mostrar ampliamente cada vez que se sentaba frente a mí, además poseía la experiencia de haber trabajado en otras empresas del medio petrolero, tanto en la capital del país, como en la región sureste, como es de suponer con todos esos atributos, ella fue la seleccionada para ser contratada.
Al contratar a Laura, Conchita pasó a ser la recepcionista y como era lógico Laura mi secretaria, con el consiguiente reclamo de Ángela, al enterarse del cambio de puestos, lo cual no le pareció, pues desde el primer momento no simpatizaron Laura y Ángela.
Por esto, tan pronto se enteró, de inmediato me cuestionó del porque del cambio, a lo cual yo le dije por la experiencia que Laura tenía en empresas como la que yo lideraba, y Ángela me dijo, "yo creo que la experiencia que tiene esa pinche vieja, es en la cama y no en el trabajo, pero te pido que cuando le metas la verga, me digas", a lo cual yo le dije, tan pronto suceda te diré y me reí.
Conforme pasaron los días, efectivamente me di cuenta que no me había equivocado en la selección, pues en verdad Laura era muy eficiente en su trabajo, independientemente de que cada que podía me enseñaba las pantaletas cuando se sentaba, pero aunque esto sucedía, yo no veía la insinuación de querer tener sexo conmigo, así que por ello yo no le insinuaba nada.
Fue hasta un Domingo que se requirió un documento que ella tenía en su escritorio que las cosas se empezaron a aclarar.
Ese día le pedí a un Ingeniero de operaciones, que fuera a la casa de Laura para que la trajera a darnos el documento requerido y así sucedió, fue por ella la trajo, nos dio los papeles y la regresó a su casa, cuando el Ingeniero regresó nuevamente a la oficina, me comentó lo que había visto en la casa de Laura, no vivía sola, como ella solía decir y que con ella estaban por lo menos 3 jovencitas de cuando mucho 15 años, las cuales se paseaban plácidamente por la casa vestidas únicamente en pantaletas y playeras, situación que me hizo pensar como preguntarle a Laura más cosas acerca de sus costumbres y forma de vida.
Por tal motivo, al día siguiente, cuando ya estábamos a punto de irnos a nuestras casas, le propuse llevarla a su casa y ella de buen agrado aceptó mi cortesía, claro que durante el trayecto, le pregunté, donde y con quien vivía y ella me dijo la dirección y comentó que debido a que rentaba una casa grande y era muy miedosa, siempre hospedaba a estudiantes de secundaria de pueblos y rancherías cercanas a la ciudad que no tenían recursos para ir y venir a diario a sus casas, así ella ya no estaba sola y hacía su obra buena, pero que por su aparente modestia no le gustaba que esto se supiera, con lo cual me quedó claro el motivo de abstenerse de decir con quien vivía y del motivo por el cual el Ingeniero había visto a las chicas en casa de Laura.
Cuando llegué a mi casa, le comenté a Ángela lo que había sabido de Laura y ella me contestó con la siguiente pregunta, ¿Y tú realmente te creíste ese cuento?, a lo cual yo muy desconcertado le contesté cual cuento y ella me dijo, apoco no sabes para que quiere esa pinche vieja a esas chavitas en su casa y yo le contesté que no sabía nada y ella me preguntó ¿Y no te invitó a pasar para verlas?, a lo cual le dije no, y ella me dijo, pues estoy segura que ahora que ya sabes en donde vive, uno de estos días te invitará para que les des el visto bueno, sin entender lo que Ángela me quería decir, le pregunté ¿Qué sabes tú, que no me dices? , y ella me dijo, "todas las chavitas que viven con Laura son culitos que ella renta a los Ingenieros de varias compañías, con lo cual obtiene muy buenas ganancias, hasta llegué a pensar que por eso la habías contratado", a lo cual le dije que no.
Sabiendo lo que hacía Laura, anduve pensando en cómo indagar si eso era cierto, y no me costó mucho trabajo conocer la verdadera profesión de mi secretaria, pues el viernes siguiente me dijo, "Ingeniero, hoy voy a tener una reunión de amigos en mi casa y con ese motivo lo invito a usted a mi casa", invitación que de inmediato acepté, y solo le dije, dime la hora y ella me dijo, a las 8 de la noche, motivo por el cual pasé a bañarme a la casa y a avisarle a Ángela a donde iba, y ella solo me dijo, espero que te guste el culito que te separó esa pinche Laura, a lo cual solo le contesté, eso espero y me reí.
Exactamente a la hora indicada llegué a la casa de Laura y fui recibido por una Laura muy diferente pues vestía en forma muy provocativa, con mini falda, zapatillas de tacón muy alto que la hacían parecer mucho más alta de lo que era, blusa abierta y que mostraba claramente la ausencia de sostén , me dijo "que puntual es usted Ingeniero, mientras llegan los otros invitados lo invito a tomar un trago y le presento a mis compañeras de casa, las cuales hoy se quedaron aquí para atenderlos durante la reunión", fue cuando llamó a cada una de las chicas.
Las tres vestían el clásico uniforme de las escuelas secundarias, con calcetas, zapatos de tacón bajito, blusa camisera blanca y falda de cuadros, sumamente corta, con lo cual cada vez que se agachaban, enseñaban la tanga que traían, asimismo se notaba que eran muy jovencitas, pues a pesar de la provocativa mini falda se notaba que sus cuerpos aún no terminaban de desarrollarse.
Cuando apenas iba a preguntar sus nombres, tocaron la puerta los otros invitados, ellos eran 2 hombres maduros, quizá en los 50 gordos y pelones, los cuales me fueron presentados como el Ingeniero Campos y el contador Ramos.
Por la naturalidad con que ellos se desenvolvían, me imagine que eran frecuentes invitados de Laura, pues las chicas también los saludaron con mucha familiaridad, asimismo de inmediato y sin preguntar les sirvieron su bebida favorita, después de las clásicas presentaciones y preguntas de las actividades que desarrollábamos, Laura y sus niñas trajeron una rica botana, pusieron música y cuando ellos supieron que yo era el jefe de Laura, que estaba solo en esa ciudad y que era del norte, tanto Campos como Ramos, le dijeron a Laura, ah esto quiere decir que el ingeniero apenas está empezando a conocer las bellezas que tenemos por esta región y Laura dijo, por eso lo invité hoy y todos se rieron.
Conforme avanzó la noche y el alcohol empezó a hacer efecto en todos los presentes, las inhibiciones se fueron perdiendo, el vocabulario soez empezó a aflorar tanto en los invitados como en Laura y los chistes calientes fueron saliendo tanto de los hombres como de Laura, las jovencitas solo reían, los disfrutaban y se calentaban, pues conforme el alcohol y las platicas se hacían más calientes, las tres (Yolanda, Juanita y Teresa) nos enseñaban más generosamente sus piernas y sus tanguitas.
En un momento de la noche, el Ingeniero Campos le dijo a Laura, que quería orinar a lo cual el contador se apuntó también y Laura les dijo Yolanda y Teresa indíquenles el camino y ellas de inmediato se levantaron y desaparecieron los cuatro de mi vista, así estuvimos los 3 restantes platicando por un buen rato, hasta que la necesidad de orinar me obligó a decirle a Laura que yo también quería ir al baño a lo cual muy solicita, me dijo yo te indico por donde, caminamos hacia la casa y al pasar cerca de una recamara, solo se escuchaban risas y murmullos dentro de la misma, sin hacer preguntas regresé a donde estaban Juanita y Laura, pero al llegar, solo estaba Laura, por lo cual le pregunté ¿Dónde están los demás?, y ella me contestó, "el ingeniero, el contador , Yolanda y Teresa, aún andan orinando y se rió, Juanita se fue a dormir, ¿Quieres pasar a darle las buenas noches?, yo solo reí y le dije porque no, y Laura de inmediato me tomó de la mano y me condujo a su recamara, pues la otra estaba ocupada por los otros cuatro, cuando llegamos Juanita ya se encontraba acostada en la única cama que la recamara tenía y la cual se iluminaba con una luz muy tenue.
De la otra recamara, solamente se escuchaban, gemidos y grititos ahogados, lo que demostraba que aquellos ya se estaban en plena diversión y como es lógico, el alcohol, los pujidos, la luz tenue del cuarto en donde estábamos, me empezó a calentar, fue en ese momento que Laura, me preguntó, ¿Te sientes bien para conducir hasta tu casa, o te quieres quedar a dormir con nosotras?, y en ese momento Juanita dijo "al fin la cama es muy grande y cabemos perfectamente los 3", con esa invitación tan especial, les dije, me quedo, de inmediato Laura dijo " voy a bañarme" y se fue, mientras tanto Juanita me invitó a hacerle compañía, invitación que acepté y de inmediato procedí a desnudarme, quedándome solamente con la trusa, tan pronto me estaba acomodando, llegó Laura, la cual vestía una elegante bata negra de tela transparente, pero como la iluminación era muy poca no alcancé a ver lo que traía debajo de la bata, pero cuando se disponía a acostarse, se quitó la bata y alcancé a ver toda la parte posterior de su cuerpo completamente desnudo.
Cuando Laura posó su rico nalgatorio sobre la cama, me dijo, "muévete hacía acá para que yo quede en medio de los 2 y puedas apuntar para un solo lado", a lo cual yo respondí, y si quiero apuntar para los dos lados, Laura me contestó, "de acuerdo con la norma de la casa, la primera noche que pases aquí, debes empezar por las mayores, y ya después de que yo haya probado y aprobado al cliente este puede escoger al culito que le gustaría probar, y en caso de poderse, se usa, claro sin olvidarse del mío, pues yo también quiero cenar verga de vez en cuando", al término de esta aclaración me ofreció su labios y nos fundimos, en un beso prolongado en donde las lenguas y los cuerpos se entrelazaron por largo rato, siguiendo con los besos en las tetas, en el ombligo y al llegar al monte de Venus, la dije, caramba que peludo lo tienes, a lo que ella me dijo, "como estoy segura que nunca habías visto uno igual, Juanita enciende la luz, para que este cabrón vea lo que es un mono frondoso", Juanita sin pensarlo mucho de inmediato encendió la luz, con lo cual pude ver una gran pelambre de color negro que contrastaba con las piernas blancas de Laura, pero que no me impresionó en lo absoluto, pues les dije, impresión me hubiera causado que estuviera como a mí me gustan las panochas, lampiñas, pues un mono como el tuyo tengo años de conocerlo y de estármelo comiendo a diario y ambas me preguntaron, apoco Ángela así lo tiene, a lo cual yo les dije, no, la que tiene uno así es mi esposa y como ese culito lo conocí desde antes de casarnos, pues hace muchos años que los peludos no me asustan, y para acabar de calentar el ambiente, Juanita dijo "entonces mi bizcochito le va a encantar ingeniero, pues yo no tengo tantos pelos, mire" y en ese momento se destapó dejando ver su rico cuerpecito completamente desnudo.
Claro que al ver el cuerpo desnudo de Juanita, de inmediato me dirigí a su rajadita para darle un beso de lengüita, pero antes de llegar a mi objetivo, Laura me tomó de los cabellos y dijo, "primero te comes este y otro día vemos si se puede usar el de esta niñita caliente e hizo que me pegara al montón de pelos, por supuesto que aunque no era lo que buscaba, al olerlo y sentir los pelotes en mi cara y saborear el saladito de su panocha, me olvidé de todo y empecé a darle la mamada que ella quería y que yo estaba acostumbrado a darle a los culitos que me comía, así que a medida que yo le pasaba mi lengua sobre su botoncito, más se abrían sus piernas y más presión me ponía ella sobre mi nuca, para que me pegara lo más que pudiera a su panocha y me decía, "chúpale más cabrón, que me estás haciendo como me gusta, así, más rápido papacito, más, ahhh, ya me estoy viniendo cabrón, mama más maasssssssss,ahhhhh, ya, asiiiiiii, pero aún que tanto por sus expresiones y por el sabor de sus líquidos desalojados de su panocha yo sabía que ya se había venido, no me soltaba la cabeza y yo seguía metido entre sus piernas, motivo por el cual seguí lamiendo su clítoris con lo cual ella jadeaba y decía, sigue, sigue, así, que rico mamas cabrón, sigue asi, asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ya me vineeeeeeeeee papacitoooo.
Cuando finalmente pude sacar la cabeza de entre las piernas de Laura, mi primera visión fue Juanita, completamente abierta de piernas, metiéndose el dedo en su rajada y sonriendo, yo con la verga bien parada, me quité la trusa de inmediato y quise montarme sobre ella, pero Laura me agarró y me dijo, "aquí no has terminado, te falta mucho por cumplir con este, además Juanita aún no tiene edad para comer verga, ella todavía es de dedo únicamente, así que mejor colócate boca arriba y deja que yo me mate sola", al escuchar eso, aunque me calenté más, me puse en la posición que Laura solicitó y cuando esto sucedió ella tomó con una de sus manos mi miembro y dijo, "tan buen mamador que eres y tan chiquita que la tienes, así que solo falta que la putita de Ángela te haya exprimido antes de venir y vengas descargado", a lo cual yo le dije, pequeña sí, pero jugosa, ya verás y sin ningún comentario extra, Laura de un sentón la desapareció completamente, quedando atrapada mi verga entre el monte de pelos que ella tenía.
Mientras eso sucedía, yo veía la cara de Juanita que sin dejar de rascarse su panochita, no perdía detalle alguno de lo que nosotros estábamos haciendo, y mientras Laura cabalgaba sobre mi verga le decía a ella, "mira, así se monta y así se mueve el culo para que estos cabrones se enamoren de la panocha de uno y siempre se la quieran comer, fíjate bien para cuando uses una verga así le muevas" y claro que con todo esto, la calentura en los tres subía, hasta que Juanita ya no aguantó más y riéndose y abriendo a todo lo que podía sus piernitas dijo "Laura, ya me estoy viiiiiiiiiiiiiiiniendo, ya, yaaaaaaaaaa,que rico, que ricooooooooo" y Laura le dijo, "pues siga viendo y aprendiendo y mientras este cabrón y yo terminamos hágase otra, pues nosotros vamos a seguir limando un buen rato, verdad ingeniero", a lo cual yo solo dije si y ella siguió cabalgando por un buen rato, hasta que de repente empezó a mover más rápido el culo, con lo cual me di cuenta que ya estaba a punto y fue cuando Laura dijo "mira Juanita, así se mueve el culo cuando ya te estas viniiiiiiiiiiiiiiiendoooottttttttttte, ahhhhhhhhhhhh, que rico, que rico", pero aunque se vino ella siguió moviéndolo hasta que después de un rato volvió a estar al punto y sintiendo que yo estaba también a punto de terminar, volvió a incrementar los movimientos y le dijo a Juanita, "mira pinche negrita, así se debe mover el culo para sacar la leche", mientras tanto Juanita estaba también pujando, pues se estaba viniendo por segunda vez, así solo reía, pujaba y miraba, y en un instante, solo se oyeron pujidos y expresiones de ohhhh, ahhh y en ese instante la habitación se llenó del olor característico del sexo y todos nos quedamos relajados por unos momentos.
Cuando finalmente mi verga perdió firmeza y Laura se bajó, comentó, "efectivamente Juanita, chiquita pero jugosa," y yo les dije, para que vean.
Debido a lo agitado de las acciones vividas y de la hora que era, el cansancio hizo mella y el sueño nos ganó, cuando yo desperté aún no amanecía lo primero que traté de ver, fue a Juanita, y la visión no podía ser más sugestiva, ella aún dormí, pero se encontraba al igual que nosotros, completamente desnuda.
Estimado lector, si la historia real que acabas de leer, te ha parecido bien y si deseas saber lo que aconteció al día siguiente, te ruego lo hagas saber y así podré seguir con esta historia.