Laura 2. Empieza la recuperación
Olvido pronto mis pesares gracias al amor inconnal de mi hermana
Debía poner las ideas en claro. Miraba el cuerpo escultural de mi hermana y volvía a mi mente lo mucho que me había hecho disfrutar y lo mucho que había disfrutado con ella. Una cosa tenía clara, las borracheras se habían acabado, el alcohol en grandes cantidades me obligaba a hacer auténticas barbaridades. Y lo segundo era hablar con mi hermana y aclarar la situación. Así que esperé a que despertase y le dije.
- Susi que hemos hecho?
- Pues si tu no lo sabes que eres la mayor
- No me tomes el pelo, somos hermanas
- Y que, estamos solas en el mundo y nos queremos, sólo nos lo hemos demostrado.
- Susi como puedes estar tan tranquila? Y los reparos morales y éticos?
- Laura no me seas mojigata que no te pega
- Susi te veo muy determinada y segura de ti misma
- Porque no tendría que estarlo?
- Porque acabas de comerle el coño a tu hermana, por ejemplo?.
- Pero si eso me ha encantado, es más es la mejor experiencia sexual que he tenido en la vida, menudas comidas de coño que haces.
- No seas bruta
- Laura te lo digo en serio nadie había conseguido que me corriese y tu lo hiciste tres veces seguidas.
- Pero así y todo no está bien lo que hicimos.
- Vuelve otra vez a las andadas. Me quieres?
- Si, pero…
- Nada de peros. Te atraigo físicamente?
Fue en ese momento cuando algo hizo “clic” en mi cabeza, realmente me atraía mi hermana, era guapa divertida tenía un cuerpo fenomenal y encima era la persona del mundo que más quería. Así que me lancé al ruedo.
- Sí que me atraes
- Lo ves que más da que follemos, si lo disfrutamos.
- Desde cuando quieres follar conmigo?
- Desde los 17 años
- Y nunca me dijiste nada?
- Para que, si tú no querías, y estaban los papas.
- Y ahora qué?
- Ahora nada seguiremos como hasta ahora, pero durmiendo juntas.
- Vale, pero déjame que te arregle la mata de pelos que tienes en el coño que parece más un bosque tupido que una preciosidad.
- Soy toda tuya.
En ese momento mi hermana se abrió de piernas y volvió a mostrarme la impresionante mata de pelo salvaje que tenía en el coño.
- Estoy seguro que en la vida te lo has arreglado
- No, me gusta tenerlo así.
- En serio? Pues entonces sólo voy a recortártelos un poco para que no salgan por los lados de las braguitas.
- Como tu veas confío en ti ciegamente.
Así que fui al baño cogí unas tijeras y una cuchilla especial para rasurárselo. Y empecé a separarle los pelos y cortarle los que más sobresalían. Y en ese momento noté como se humedecía entera.
- Susi por dios, que te estoy poniendo cachonda?
- Como una moto hermanita, como una auténtica burra en celo.
- Tu si que eres burra, anda ven que si no te corres no me vas a dejar hacer nada.
Esta vez no me comí solo el coño, primero la besé, con una pasión renovada, devolviéndomelo ella con una pasión que me sorprendió, después acaricié todo su cuerpo, mientras ella me hacía lo mismo. Sus enormes pezones me apuntaban desafiantes, y cuando digo enormes me refiero a que sobresalen medio dedo, así que los lamí besé y mordisqueé por veinte minutos, mientras ella gemía de placer, además de grandes eran extremadamente sensibles, ella acariciaba mi entrepierna lentamente, así como estábamos nos sobrevino el primer orgasmo, que fue acompañado de otro más demoledor, en ese momento metí dos dedos en el encharcado coño de mi hermana y mientras con uno la follaba con el otro acariciaba su clítoris, en pocos minutos se corrió y me devolvió el favor haciéndome lo mismo las dos teníamos poca experiencia en el amor lésbico, por lo que nos dejamos llevar por la pasión y el instinto y acabamos con un 69 que nos dejó a las dos más calmadas.
- La verdad Laura tener el coño completamente depilado facilita el trabajo a la lengua. Recórtamelo más de lo que quería
- Pero tenerlo el pelo arreglado lo hace muy atractivo yo voy a dejármelo crecer algo me encanta comerte el coño como lo tienes y quiero que tu lo disfrutes como yo.
Así que me pasé la próxima hora arreglándoselo. Os parecerá mucho tiempo, pero estuvimos hablando y riéndonos mientras lo hacía por lo que el trabajo se ralentizó mucho.
- Llama a Alegría y concreta una cita, por favor hermanita, me preocupas.
- Como tu digas Susi.
Me dio cita esa misma tarde y allí acudí, me sorprendió mucho el tamaño de la clínica de Alegría, yo me esperaba una pequeña consulta, como la de un dentista. Pero esta contaba con dos plantas, en la primera había una recepción y una gran tienda de productos macrobióticas. A mí me hicieron pasar a la segunda planta donde pude divisar varias consultas, pude observar que tenían un fisioterapeuta, un sicólogo un laboratorio y un par de médicos. A mi me hicieron pasar directamente a la consulta de Alegría.
- Laura cuanto tiempo, como te trata la vida?
- Regular Alegría.
- Veo que tienes un aspecto poco saludable.
- Por eso vine, para que me digas como actuar.
- Primero voy ha hacerte una inspección en profundidad. Por favor desnúdate.
Así que sin pensármelo dos veces me desnudé, además hacía calor por lo que realmente no fue un problema. A medida que me iba explorando, su cara se tornaba más preocupada, tras pesarme y medirme acabó, me dio una bata y me pidió que me sentase frente a ella
- Laura piensas que estas gorda?
- No, se que estoy muy delgada.
- Porque has llegado a este extremo?
- Pues por un hijo de puta que pensaba que me quería.
- Estas por debajo del umbral de la salubridad. Voy ha hacerte unos análisis, pero estoy segura de que tienes anemia y espero que no te haya afectado a algún órgano.
Llamó a una enfermera, que me hizo unos análisis de sangre y me dio un bote para que mease. Suerte tuve de estar meándome pues así se lo pude entregar inmediatamente.
- Bueno dime que comes diariamente.
- Por la mañana un café, al mediodía un plato de ensalada y para dormir otro.
- Dios mío no sé cómo no te has perdido ya el conocimiento.
- A partir de ahora vas ha hacer cinco comidas al día, Almuerzo, a media mañana desayuno, comida, a media tarde merienda y cena. Aquí tienes unos consejos para seguir en cada ingesta.
Me entregó un libro que se dividía en las cinco comidas y en el cual podía ver que comer en cada una. Mientras lo estaba mirando llegaron los resultados de los análisis.
- Es peor de lo que me pensaba, tienes una anemia que roza la desnutrición, tu estomago ha encogido tanto que tendrá que aumentar paulatinamente la cantidad que comes en cada ingesta para que no te dañe el estómago.
- Además quiero que te vea el sicólogo y cuando ganes algo de grasa el fisioterapeuta.
- Alegría, ahora soy una parada cómo quieres que te lo pague.
- Tu hermana ya lo ha hecho, por lo que no te preocupes por el dinero.
- Pues ya nos vemos en la próxima visita.
- Por supuesto vas a venir dos días por semana al sicólogo y una vez por semana te haré una revisión. Y de aquí a un mes al fisio.
- Lo que tu mandes.
Estuvimos hablando un tiempo más y me fui a casa a contarle a mi hermana lo que me había dicho Alegría.
- Sabía que no estabas bien, esa delgadez extrema no podía ser sana.
- Bueno pero voy a ponerle remedio, no te preocupes por eso. Una cosa más porque pagas mis facturas?
- Porque estás en paro y puedo
- Eso no es así.
- La tienda va bien, tengo más dinero del que gasto, tu me dejaste al frente sin pedirme nada a cambio es hora de devolverte el favor.
- Pero me siento como una mantenida.
- Es que eres una mantenida, mi mantenida chocholoco.
- Tonta ven que te bese.
Y nos dimos una sucesión de besos largos tierno y cariñoso y lento metiéndonos la lengua en la boca una a la otra, mordiéndonos suavemente los labios y dándonos pequeños piquitos, así abrazadas en el sofá estuvimos más de una hora, fue una demostración definitiva de cariño, no hubo sexo, sólo eso. Cenamos y nos fuimos a dormir. Al día siguiente no era fiesta y Susi tenía que trabajar y yo debía acudir a la oficina del paro para inscribirme.
La primera semana fue alfo monótona, entregué currículos fui al sicólogo y aumenté tres quilos. Al pasar la semana fui a ver a Alegría.
- Bien Laura ya no tienes aspecto de cadáver, pero aún te faltan 20 quilos más.
- No quiero pasar de un saco de huesos a una vaca lechera.
- Mira Laura mides 1,78 y cuando llegaste aquí pesabas 50 kilos, pesando alrededor de 73 kilos vas a estar estupenda, además creo recordar que tenías unos grandes pechos, no es así?
- No te equivocas una 100.
- Ahora tienes un par de globos medio vacios, por lo que hay que rellenarlos.
- Eso sí
- Además vas a empezar a darte estas cremas, son todas de medicina natural y te evitaran estrías en la piel.
- El sicólogo me ha pasado un informe en el que me cuenta que eres feliz que te has recuperado muy rápido del golpe emocional, por lo que no hace falta que vuelvas a visitarlo. En cambio considero que debes de ir ya al físio, me preocupa tu bajo tono muscular, hazle caso en todo lo que te diga.
- Sí mama
- No te lo tomes a broma, si llegas a tardar una semana más en venir habría empezado a fallarte el riñón y tienes el hígado algo tocado, como si hubiese tenido que soportar una ingesta brutal de alcohol. No es un daño permanente, pero te aconsejo que tomes estas vitaminas y zumo natural. Pero quiero que e lo hagas tu no me compres briks de supermercado.
- De acuerdo.
El fisio era un chico muy simpático con una sonrisa profident, pero con una pluma exagerada. Una pena que fuese gay, claro que yo era bisexual. O sólo me gustaba follar con mi hermana? Sería algo que tendría que plantearme más adelante ahora era demasiado feliz como para darle vueltas a la cabeza.
- Chica, pooooor dios, que te has hecho’ No tienes nada de musculo.
- Pues veras Fer (así se llama el fisio), cosas del amor, que te obliga a hacer locuras.
- Que me vas a decir a mi, tengo el culo pelado de tanto desamor.
- Por eso y por otras cosas no bribon?
- Uy que mala que ereeeeess
- Tranquilo es que se me va la olla mucho.
- No tranquila tu no sabes lo que ha entrado por ahí.
- Pues la verdad, por el mío aun no ha entrado nada, el posible dolor me echa atrás.
- Espera prueba primero con esto y sabrás si te gusta. Está sin usar, no pienses que soy un cerdo.
De un cajón de su mesa me dio un dildo anal de un tamaño medio, unos 15 cm y un bote de lubricante.
- Bien vamos a lo nuestro, cómo te desplazas por la ciudad?
- En autobús.
- Pues eso se acabó, quiero que vayas caminando o en bici.
- A sus órdenes.
- Además quiero que nades, pero que te enseñe un instructor, para que aproveches bien la natación sin causarte lesiones, por lo que tendrás que apuntarte a un gimnasio. Y olvidarte de mi consiguiéndolo tu misma te sentirás mejor contigo misma.
- Fer que soy una simple parada, no me puedo permitir esos lujos.
- Habla con Alegría al salir.
El resto de la sesión consistió en estiramientos y tonificación, tras acabar fui a ver a Alegría.
- Alegría, Fer es todo un personaje.
- Es un auténtico sol, dime que querías.
- Fer me ha dicho que me apunte a un gimnasio.
- Me parece una gran idea. Nuestro holding cuenta con un gimnasio exclusivo. Haré una llamada y mañana mismo te presentas allí.
Al llegar a casa le conté a Susi lo que me había dicho Alegría.
- Que buena idea yo también me apuntaré, llamaré a Alegría para que avise de que iremos las dos.
- Sabes que el fisio me ha dado un regalito, quieres que lo provemos?
- Que es, no me tengas en vilo.
Entonces saqué el dildo anal y el bote de lubricante.
- Laura mi amor yo tengo el culo virgen y eso me da un poco de miedo.
- Yo también vamos a explorárnoslo conjuntamente. Así las dos veremos si nos gusta.
Nos desnudamos mutuamente y empezamos a ponernos calientes con besos lametones y caricias. Cuando nos corrimos la primera vez le indiqué a mi hermana que estaba preparada para ser sodomizada.
Primero me lubricó bien la zona y me fue metiendo un dedo para relajarme el esfínter y ensancharme el ano. Cuando me noté preparada se lo hice saber a Susi. Al principio dolió y bastante, pero Susi dejó que mi culo se aclimatase, a el mientras me frotaba el clítoris, cuando mi culo se ensanchaba metía un par de centímetros más, hasta que lo tuve todo dentro. Entonces empezó a meterlo y sacarlo, el dolor desapareció pero placer no noté mucho la verdad. Así que cuando me corrí por las caricias del clítoris de Susi me lo sacó. Al sacarlo solté un sonoro y largo pedo.
- Laura cariño que ha sido eso.
- Un pedo y si no voy corriendo al aseo me cagaré encima.
- Corre ves que cuando salgas me toca a mí.
Hice la misma operación de preparación que me hizo ella y puse el falo en su culo. Entró todo de un golpe. Mi hermana soltó un grito brutal, pero no de dolor sino de auténtico placer.
- Dios mió esto es lo mejor que he notado jamás Laura dame y dame fuerte que el placer que noto es indescriptible.
Las burradas que soltó mi hermana por la boca mientras le metía y sacaba entero el dildo fueron indescriptibles, se corrió tantas veces que perdí la cuenta y cuando no pudo más se lo saque.
- Madre mía esto es lo mejor con diferencia que he notado en el sexo.
- Vaya no me digas, más que por delante.
- No más no diferente, pero necesito algo más largo, como 2 o 3 cm más y un poco más grueso.
- Mañana iremos a un sex shop cuando salgamos del gimnasio y haremos recopilación de juguetes, me ha gustado usarlos.
- Lo mismo te digo hermanita.
El gimnasio de Mika y Sergei, los amigos de Alegría, era una auténtica flipada, tenía de todo lo necesario contaba con varias plantas, la planta baja con varias piscinas climatizadas, jacuzzis y saunas. La segunda era un gimnasio al uso, pero se notaba que todo estaba cuidado al detalle. Y la tercera era un spa urbano donde relajarse después de haber hecho ejercicio. Nos asignaron una tutora personal, le explicamos que queríamos y nos llevó a la piscina nos enseño como nadar, luego al gimnasio. Nos dimos cuenta que cada grupo de dos o tres personas tenían un monitor o entrenador personal que no les dejaba en ningún momento para que aprovechasen al máximo el tiempo que pasaban en el gimnasio. Cuando nos dejó en el spa. Hable con mi hermana.
- Susi cariño no se si nos podemos permitir esto.
- Pues tenemos un problema.
- Lo se es increíble pero tendremos que buscar algo más económico.
- El problema es que ya he pagado un año por adelantado. Tonta te he dicho que tengo dinero de sobra y me encanta este gimnasio.
- Tanto da la tienda?
- No soy rica, pero me puedo permitir ciertos lujos y ahora disfruta de los masajes mi vida.
Al salir del gin nos fuimos al sex shop y cargamos con una cantidad indecente de juguetes cremas aceites y lubricantes, y con unas ganas enormes de usarlos