Laura - 2
Continúo el periodo de prueba como amo de Laura Mi plan para poder castigarla sale como esperaba, iniciando su castigo Sorpresas desagradables para la pobre Laura con el castigo
LAURA - 2
El domingo cuando nos levantamos al ser el primero en hacerlo y estar solos me puse a preparar el desayuno como era mi costumbre, cuando Laura se levanto se vino directa a la cocina donde yo estaba, pude ver como estaba completamente desnuda, ella se lo tomaba con total naturalidad ya que era algo que sabía que su anterior hacia que hiciera con frecuencia, mi problema era que yo no estaba acostumbrado a ello y vi que me iba a pegar unos calentones de narices con ella.
Nada más verla entrar hice la primera maniobra del día, algo totalmente inocente del todo a primera vista, pero sabía exactamente lo que ocurriría al hacerlo en ese momento... le di un beso en los labios al que no correspondió, sabía que estaría todavía medio dormida y no se acordaría de responderme a él, posiblemente no volviera después a cometer otra vez el mismo error, pero en ese momento ya tenía mi excusa para poder seguir por la noche tratándola como una muñeca hinchable. Quería castigarla pero siempre con un motivo, acostumbrarla a “saber” que no haría nada “contra ella” por el simple placer de hacerla sufrir.
Mi intención era llevarla a la desesperación con el sexo, digamos que dominarla con él dado lo caliente que era. Desde luego no pensaba maltratarla o torturarla como dije ya, pero había muchas formas de poder hacérselo pasar mal a una persona, cosas que seguro que para ella serian muchísimo peores que la tortura física. Mientras que unos fustazos, unos latigazos, unas pinzas en los pezones o el clítoris pasan y su dolor se desvanece lentamente, el deseo sexual debidamente acumulado no… si este es debidamente tratado, controlado y potenciado, para una persona tan caliente como ella puede llegar a ser infinitamente peor que el dolor físico puntual.
Durante todo el domingo lo hizo perfecto, no cometiendo ni el más mínimo error. Estaba seguro que Laura se estaría frotando las manos por su perfección al hacerlo. Esa misma noche volvió a pasar lo de la anterior, me la estuve follando hasta cansarme sin dejarla ni una sola vez llegar al orgasmo, aunque le tenía prohibido correrse y sabia de sobra que no lo haría sin mi permiso, que lo intentaría evitar como fuese, quería que supiera que era yo quien se lo negaba y no ella quien lo evitaba, al final en la ducha mientras nos lavábamos mutuamente hice que me la chupara y se tragara toda la leche. Cuando la acompañe a su cama vi la pregunta que pugnaba por hacerme, ya que otra vez la había dejado caliente como una perra, aun habiéndose comportado bien... la anime a hacérmela...
- Laura : Señor me he comportado bien... puedo satisfacerme hoy...
- Yo : No, y no lo harás hasta que yo te lo diga expresamente, hoy te he dado un beso por la mañana, y ya he visto que sigues en plan muñeca hinchable cuando quieres... Que pensabas, ¿que solo con complacerme cuando tu estés cachonda perdida vale?, pues nada preciosa, como a tal te seguiré tratando hasta que decida que has aprendido la lección.
- Laura : Pero...
- Yo : Se termino la conversación, ve a dormir... ya, que mañana empiezas como mi secretaria.
Una de las ventajas que vi con Laura es que ella misma es plenamente consciente de sus errores y tiende a asumirlos. En este caso vi que entendió que el beso de por la mañana que no me correspondió yo lo asocie con su pataleta del día anterior, origen de este castigo aunque vi claramente que no estuviera de acuerdo, pero no la quedo más remedio que tragar con ello porque primero era mi sumisa y segundo porque creo que reconoció que era factible que me lo hubiera tomado por ese lado.
A estas alturas sabia que Laura difícilmente cometía dos veces el mismo error… pero en este caso ya tenía de ella lo que yo quería, la escusa necesaria para poder prolongar su castigo, algo que sabía que en estos momentos le parecería ridículo, y para ser sinceros era algo con lo que también contaba de antemano… ya tendría tiempo de arrepentirse de haberme subestimado de ese modo… Siempre he sido un pieza, y quizá no se me dé bien torturar a nadie como habían hecho con Laura sus anteriores amos, pero si algo se me daba de maravilla es idear como putear a la gente en cualquier aspecto… en eso podríamos decir que soy un genio con muy mala leche.
Al día siguiente le di a Laura las llaves de un coche de segmento medio que había alquilado para ella, para que lo usara todo ese mes, le aclare que si seguía conmigo le compraría uno, pero en este caso concreto con uno alquilado de momento valía. También le explique el porqué del coche para ella, obviamente era porque no quería que llegáramos juntos, eso no era algo que fuese conveniente por las habladurías, tampoco quería que nadie supiera en la empresa que estábamos relacionados y mucho menos que vivíamos juntos. Mi chalet, tiene dos puertas, cada de ellas da a una calle distinta, con lo que a nivel de documentos no teníamos la misma dirección.
Una cosa que Laura no tardaría mucho en averiguar es que en el trabajo no soy ni por asomo como en casa, digamos que el “blandito” desaparece prácticamente por completo. No soy un jefe injusto o excesivamente duro con la gente que trabaja a mi cargo, de hecho saben que si tienen algún problema y puedo echarles una mano lo hago, pero digamos que como contrapartida tengo muy poco sentido del humor, por no decir ninguno, cuando alguien empieza a no hacer su trabajo. Esperaba que Laura diera la talla de secretaria sino… aun sintiéndolo en el alma acabaría en la calle sin contemplaciones aun en el caso de que siguiera conmigo, con el trabajo no me caso ni con mi padre, quien no me sirve, empieza a ir de listo con los demás, de trepa, fastidiando el buen ambiente lo que perjudica el trabajo a la larga o en plan escaqueo va directo a la calle sin contemplaciones… pero ya vería en este mes si Laura me era válida o no.
Si la documentación de Laura era correcta, sería una ayuda valiosísima para mí en el trabajo. Le deje claro desde el principio que en la oficina quería que se comportara como una más, como una personas normal, que hiciera su trabajo de forma correcta y que a mí me tratara como lo hacia el resto de sus compañeros. Iba con uno de los trajes que se eligieron para la ocasión, era sobrio y muy correcto, pero aun así dejaban más o menos entrever la bella mujer que escondía debajo, causando toda una revolución, tal y como suponía cuando se compraron.
Durante toda la semana desempeño su trabajo a la perfección, es más, me demostró ser casi, casi la secretaria perfecta... solo le faltaba la práctica y la experiencia que de continuar conmigo adquiriría en relativo poco tiempo, lo que me vendría de perlas, y si decidía irse seria un fastidio de cuidado tras haber encontrado semejante diamante. Si continuaba conmigo continuaría en su puesto como mi secretaria, no me preocupaba que el trabajo pudiera afectar a nuestra relación personal o viceversa, nunca lo permitiría en ninguno de ambos casos.
Sobre la posibilidad de que descubrieran nuestra relación ya tenía más o menos mis ideas claras al respecto, sabía exactamente qué hacer cuando se diera el caso, bien porque nosotros lo descubriéramos, bien porque alguien lo hiciera. Evidentemente prefería que si había que descubrirlo fuera de un modo controlado por mí, creo que eso es más que obvio, ¿no?.
Estuve pendiente discretamente de ella todo el tiempo posible, pude ver que efectivamente había muchísimo moscón a su alrededor pero que ella sabía perfectamente cuál era su lugar allí, sin olvidar que tonta no era, así que también se estaría imaginando que yo tendría un ojo encima suyo.
Toda esa semana por la noche estuve haciéndoselas pasar putas noche tras noche, dejándola destrozada del todo, siempre al límite, siempre al borde del orgasmo, el viernes por fin estaba donde quería, al borde de la histeria... Llevaba una semana completa follando todas las noches, rozando cada una de ellas el orgasmo en al menos media docena de ocasiones sin poder correrse, después la llevaba a la ducha, donde además de chupármela y tragarse mi leche, cuando yo la ayudaba a lavarse sistemáticamente le dejaba con un calentón de cuidado antes de acompañarla a su cama... donde encima era todavía peor al tener que usar siempre por orden mia suaves sabanas perfumadas de seda... o de las más cálidas de algodón... sabanas que la envolvían de la forma más seductora, suave, susurrante y acariciadora, dejándola en peor situación que antes de acostarse. Como le había prohibido satisfacerse todo esto era criminal para la pobre. Estaba todo el día alterada, histérica, enfadada, irritable, nerviosa, incontrolable… en definitiva, estaba adorable del todo según mis planes.
Fue el sábado por la noche cuando por fin llego a su límite. El domingo por la mañana cuando al levantarse la vi más relajada de lo normal supe que por fin había caído en mi trampa... Inmediatamente la mande a un recado y mientras visione todo lo rápido que pude las imágenes grabadas la noche anterior. Al final pude localizar el momento en donde pude ver y oír como se masturbaba frenética, corriéndose a lo bestia, mordiendo la almohada para evitar que yo pudiera oírla. El caso es que para mi sorpresa, porque admito que no me lo esperaba de ningún modo, se estuvo masturbando pensando en mí todo el tiempo, era mi nombre el que pronunciaba entre jadeos ahogados mientras enterraba sus dedos en su coñito agitándolos sin parar en su interior...
De todos modos y para mi alegría, me di cuenta de que encima había metido la pata hasta el fondo, no había podido aguantarlo más y se masturbo en plan animal corriéndose a lo bestia, si, pero solo lo hizo una única vez con lo que dudaba mucho que fuera capaz de acallar de una forma tan simple su calentura acumulada de todos estos días. Sin duda esa noche el devastador orgasmo que tubo la tranquilizo y calmo permitiéndola dormir como hacía días que no conseguía, pero desgraciadamente para ella, eso sería todavía peor cuando se viera inmediatamente en la misma situación otra vez esa misma noche... y desde luego me encargaría con todo el placer del mundo de que fuera todavía aun peor que hasta ahora por desobedecerme.
Nuevamente se volvió a repetir toda la situación, tras su ducha en la que la deje más caliente de lo habitual. Tal y como supuse ahora lo llevaba bastante peor después del “pobre” desahogo que se tomo la noche anterior. Cuando se iba a acostar empecé con mi castigo, le di una especie de bragas de cuello alto (me refiero a algo parecido a bragas altas de las antiguas, lo del cuello alto es una ironía) para que se pusiera. Me preguntó que eran... No me moleste en contestarla, simplemente le dije que se las pusiera y punto, empecé nuevamente a modificar mi expresión tras su pregunta, según vio como me cambiaba la cara se las puso a la carrera.
Entonces fue cuando le dije que eran un castigo por masturbarse la noche anterior, no me esperaba que me lo negara pero lo hizo... se ve que se había confiado conmigo más de lo que pensé, lo cual me alegro sobre manera… tras su mentira pensaba putearla mas todavía. Le cogí por la barbilla poniendo mi mejor cara de crueldad, y con la voz más suave que pude poner le dije...
- Yo : Veras Laura, la verdad es que no me molesto en absoluto el que te metieras tres dedos en el coño y te follaras mientras pronunciabas mi nombre... ni el que medio destrozaras la seda de la funda de la almohada al morderla para que no te oyera como gritabas al correrte como una perra gritando mi nombre. Pero sí que me molesta que me desobedecieras y te masturbaras, y mucho mas todavía el que ahora me mientas tomándome por idiota... Solo pensaba darte un pequeño escarmiento durante un par de días, pero como me has mentido... ahora lo vas a pagar Laura, créeme que lo vas a pagar... veras tu que divertido lo vamos a pasar los dos… (Cambie mi cara, de mostrar crueldad a mostrar un placer malsano al decirla eso ultimo)
No veáis la cara que puso al darse cuenta de que efectivamente sabía todo lo que había sucedido y ver como cambio mi cara, me mostro que su miedo por lo que pudiera pasarla ahora era más que evidente. La braga era como una especie de cinturón de castidad, llevaba un cierre que sin su llave no permitía quitársela, pero además llevaba alguna que otra sorpresilla, como la pequeña zona que iba sobre el coño de la usuaria, que por un lado permitía que pudiera orinar, pero por otro llevaba una pequeña protuberancia retráctil vibratoria, con alguna otra aplicación especial mas. La braga era un poco ortopédica podríamos decir, pero con una falda no se notaba nada de nada, motivo por el que cuando fuimos de compras solo le elegí conjuntos con falda y no con pantalón.
- Yo : Este será tu castigo por haberme desobedecido masturbándote...
Cuando conecte el vibrador la pobre con el calentón que llevaba no lo pudo evitar y se derrumbo sobre su cama... la deje tres veces al borde del orgasmo... cuando pare definitivamente el vibrador me miraba con ojos de odio por lo que se imaginaba que pensaba hacerla. Estaba seguro que pensaba que la tendría toda la noche así, que equivocada que estaba la pobre. No me di por aludido con su forma de mirarme...
Entonces conecte otro de los pequeños milagros de la braguita, esta lleva un pequeño sensor con una batería que dura como una semana sin recarga dependiendo de cómo la uses claro, y que te avisa de la humedad de la misma. Cuando detecta humedad y no de orina precisamente para que nos aclaremos, manda una señal al mando del propietario, marcándola con un nivel de 1 a 3. El mando te permite dar descargas atraves de la misma protuberancia vibratoria en un nivel también de 1 a 3, por eso decía lo del uso y duración de la batería, pero vamos que aun liándote a descargas un día aguantaba perfectamente, que era lo que yo quería.
- Yo : … y esto, es por mentirme...
Fue cuando le solté la descarga nivel 1, la mínima, una que solo es un pequeño calambre, una sensación como la de un dedo dentro del casquillo de una bombilla, pero eso si, en todo el coño, lo que tiene que joder cosa mala... ni os digo como gimió la pobre Laura al sentir la descarga... se llevo las manos a su coño intentando mitigar la molestia sin poder hacer nada por la braga, ya que la principal función de esta es que su usuaria ni pueda follar con nadie, ni sea tampoco capaz de masturbarse, el resto digamos que son “extras añadidos”, jejejeje. Compre un total de cuatro bragas con sus pezoneras correspondientes, eso sí, me costaron lo que no está en los escritos, pero desde luego merecía la pena.
Le explique lo que era la braga, todas sus funciones, incluyendo el hecho de que como castigo cuando aplicara sobre ella la vibración según se fuera humedeciendo iría aplicando descargas, si llegaba al nivel tres seria porque se habría corrido, la dije que mas la valía no saber lo que era una descarga de ese nivel y encima estando toda empapada por sus flujos... después me acerque hasta ella y sonriendo, poniendo una cara de malicia que asusto mas todavía a la pobre Laura. Le dije que...
- Yo : La mirada de odio de antes te la pasare por alto, imagino que es por el calambrazo pero para la próxima procura que no te vuelva a pillar o no tendrás tanta suerte. Por esta vez te vas a librar de que use contigo ahora mismo las pezoneras a juego que traen las bragas, aunque me muero de ganas de mostrarte lo que te haría el conjuntito al completo (mi sonrisa maligna se acentuó y ella palideció)...
Le cogí con suavidad la mejilla con la palma de la mano, acercándome lentamente para darle un beso en los labios. Cuando pegue mis labios a los suyos e intente introducir mi lengua en su boca, pese a toda la situación anterior colaboro plenamente para mi satisfacción, vi que Laura poco a poco iba entrando por mi aro como yo había planeado.
Al salir de casa para ir al trabajo le hice ponerse una braga nueva limpia y poner la otra a lavar, ya que se podía hacer tranquilamente en la lavadora. Le marque las normas para que las tuviera claras... si en algún momento ponía en marcha el vibrador y se mojaba hasta el nivel dos, le soltaría la descarga de nivel uno, pero si llegaba al tres, recibiría las de nivel dos y tres, una tras la otra... Creo que esta vez para mi sorpresa se asusto más que ninguna anterior, le dije esto poniéndola mi mejor sonrisa, con una expresión de cariño en la cara...
Durante los tres siguientes días estuve haciéndola putadas cada cierto tiempo, pero solo una vez la permití llegar al nivel dos de humedad, el resto cortaba en poco tiempo sin darla tiempo a ponerse tan, tan, tan cachonda. Tanto la vibración sobre su coñito y clítoris, como la descarga de ese día, todo ello mientras trabajaba, tuvo que ser para ella todo un suplicio ya que además sabia de sobra que en el trabajo no perdonaba una y encima ella era mi secretaria, con lo que la tenia completamente controlada también por ese lado y debía de rendir aun en su situación.
El tercer día me di cuenta de que para ella todo esto era aun peor incluso de lo que yo pretendía que fuera, porque el que la pudieran sorprender tan excitada, el que la pillaran, el que se pudiera mojar mas por ello... todo eso le daba un plus de morbo por el peligro. Lo que unido a lo caliente que ella ya era de por sí, hacía que las folladas a que la sometía por la noche fueran todavía peores ya que como siempre no la dejaba correrse, la dejaba al borde mismo del ansiado orgasmo, pasándole cada vez una factura más alta por las mañanas al tener que estar con otra gente y tener que controlar su irritabilidad, calentura, nervios, etc...
La noche del tercer día, el miércoles tras follar con ella como siempre y tras volverla a poner a cien con la ducha, hice que se volviera a poner las bragas. Una hora después la sorprendí en el servicio acariciándose los pezones, creo que tenían incluso que dolerla ya que estaba seguro que los llevaba casi todo el día en punta por la constante excitación. Me sorprendió el chillido de miedo que dio cuando la sorprendí acariciándoselos, se tiro a mí pidiéndome perdón por hacerlo. Sin mediar palabra, sin decirla ni media, solo mirándola con una cara de estar decepcionado con ella por la situación en que le había sorprendido, saque las pezoneras que compre con las bragas.
Estas se sitúan en cualquier sostén que la mujer use, directamente sobre los pezones, después se sueltan unos cepos que los aprisionan... se bloquean después los muelles con una llave especial, y cada vez que estos se ponen duros las pezoneras los aprietan, provocando un leve dolorcillo sobre ellos. Pero la mostré otra cosa que podía colocarla si volvía a fallarme una sola vez mas, esto se lo deje más claro que el agua ante su cara de angustia, no sé si por mi aparente decepción con ella, o por el miedo a lo que se le venía encima. Le mostré un adaptador para ellos, como una pequeña batería sujeta al sujetador, y que con el mismo mando a distancia de las braguitas, además de una descarga sobre el coño, también lo haría sobre las pezoneras, intensificando la sensación, además la descarga contraería también los cepos, según el nivel de descarga así de daño harían aparte claro del calambrazo en el coño y los pezones. La pobre cambio hasta de color.
Las pezoneras no las conecte a la batería en esta ocasión tal y como le dije, pero el jueves y viernes estuve puteándola a tope con el vibrador de las bragas, dejándola llegar una y otra vez al borde del orgasmo, con lo que llego incluso un momento que se encendió el nivel tres de humedad por la cantidad de flujo sobre la braga. Se llevo al menos cuatro descargas sobre el coño, una de ellas de nivel 2 que hizo que se doblara sobre su mesa..., menudo calambrazo que tuvo que recibir la pobre en todo su encharcado coñito. No le di la de nivel tres tras la de nivel dos como le dije en un principio por lo que me contaron sobre ese nivel cuando compre las bragas, la descarga de nivel tres es un dolorcillo similar al que te produce un gemelo cuando se sube pero en todo el coño, motivo por el que decidí no dársela... de momento, reservando esa sorpresa para mejor ocasión.
El sábado por la noche le di la puntilla al castigo. A partir de las 23h le prohibí salir de su habitación en toda la noche sin permiso mío expreso... Le advertí que si me desobedecía me enfadaría con ella por primera vez en serio, y que le garantizaba que eso no le iba a gustar nada de nada. Todo esto con voz tranquila, suave, cariñosa y relajada. Creo que para ella era todavía peor la sensación que le daba cuando hablaba con ella de esta forma. Ella no lo sabía pero su habitación estaba insonorizada hacia afuera, pero sin embargo tenia altavoces ocultos que le permitía oír el sonido ambiente de la parte de la casa que yo deseara, en este caso sería el de mi habitación... esto era parte de su castigo, lo deje todo preparado para que se oyera bien en la habitación de Laura lo que ocurriera en la mia esa noche.
Quede con una amiga, Nuria, con quien me fui a cenar y a bailar. Cuando terminamos serian sobre las 2 de la mañana, salimos del local y me fui con ella a casa. Después de entrar fuimos besándonos los dos hasta mi habitación... nos desnudamos mutuamente como desesperados. La tumbe en mi cama situándome sobre ella metiéndosela de golpe en el coño... ella soltó un grito, después empezó a gemir cada vez mas alto. Estaba tan caliente que se corrió enseguida mientras yo seguía envistiéndola sin parar, llevándola una vez más al orgasmo.
Nuria era de las que cuando follaban las gustaba que les dijeran todo tipo de burradas, a su vez ella también las decía o las pedía. En este periodo de tiempo ya se había declarado mi esclava, mi puta, mi zorrita... me había dicho que no tendría nunca otra puta como ella, que era la más perra de todas, etc. Era de las que le gustaba también que cada vez fuera la cosa más dura, así que le di la vuelta y se la metí por el culo a lo bestia sin casi lubricar o dilatar, me empezó a llamar de todo menos guapo cuando sintió como se lo reventaba. Minutos después gemía y jadeaba sin parar, pidiéndome que le diera más fuerte, que la destrozara mucho más todavía... no os digo cuando se corrió que alaridos metió la muy zorra.
Después hice que me chupara la polla hasta dejármela limpia, continúo sin parar hasta que me corrí en su boca, luego me beso pasándome parte de mi semen mientras tragaba el resto, reclamando luego lo que deposito en mi boca. Cuando mi polla se recupero se la volví a meter de golpe en el coño, fòllandomela otra vez como un salvaje, llegando los dos juntos en esta ocasión a un orgasmo brutal, tras el cual nos quedamos descansando los dos mientras hablábamos...
- Nuria : ¿Que tal llevas lo de Silvia?
- Yo : Bien, la verdad es que sorprendentemente bien, es más, me alegro de que se largara con otro... creo que si la veo otra vez le daré las gracias.
- Nuria : ¿No sabes nada de ella?
- Yo : No, la verdad es que no, como he quedado poco con los amigos no sé nada de nada… (Mirando al techo mientras sonreía para mí al pensar en el motivo de no quedar… “Laura”) He estado liado con otros asuntos que me han tenido muy “ocupado”… además que no me interesa para nada lo que sea de su vida… paso de ella…
- Nuria : Me alegra que estés tan bien, te confesare que me alegre cuando me entere que habíais roto los dos
- Yo : ¿Y eso? (Me puse de lado, poniendo el brazo apoyado en la cama mientras apoyaba mi cabeza en la mano)
- Nuria : Porque sabía que podríamos volver a follar otra vez... y no me he equivocado, no.
- Yo : Jajajajaja, no la verdad es que no, hemos vuelto a follar otra vez como antes
- Nuria : Esa puta te cambio mucho... no eras el mismo canalla que solo con verte me ponías el coño haciendo aguas... fue como si te hubiera quitado el niño travieso que llevabas dentro...
- Yo : Como sigamos así al final te follo otra vez... me estas calentando Nuria… (Me incline lentamente sobre ella con intención de besarla o de que escapara, eligió esta última opción como supuse que seria)
- Nuria : Noooo, jajajaja, que tengo que irme a casa, que se me va a hacer tarde, Julio cree que estoy con unas amigas (Se levanto corriendo hacia la ducha seguida de mi, los micros de mi servicio seguirían nuestra conversación mientras nos duchábamos)
- Yo : ¿Que tal tú marido? (Ya en la ducha mientras nos lavábamos mutuamente sin dejar de estar juguetones)
- Nuria : Como siempre, la mar de atareado con todo, nunca tiene tiempo ni para mí ni para las niñas... porque no vienes a cenar un día a casa, seguro que estaría encantado de volver a verte, le gustas bastante, ya lo sabes...
- Yo: Normal cielo, nos gusta también la misma mujer... (Me lance sobre sus labios comiéndoselos, cuando lo deje...) El se folla a su mujer y yo...
- Nuria : (Cortándome) Dirás que él se mal folla a su mujer, y que tú haces lo que quieres con tu zorra, porque si quisieras seria tu puta particular... me tienes tan cachonda solo con oírte hablarme que haría lo que fuera por ti...
Tras esto Nuria se ducho, se vistió, y nos despedimos yéndose a su casa con su marido, en mi opinión es un capullo de cuidado por no cuidarla bien, que todo hay que decirlo, aunque sus dos hijas son un autentico cielo. Cuando regrese a mi habitación comprobé el mando de la braga encontrándome con el nivel tres de humedad encendido.
Comprobé las grabaciones de la habitación de Laura y vi como había estado oyéndonos todo el rato desde que entramos en mi habitación, no me sorprendió lo frenética que estaba, ya que debía de estar cachonda perdía y el oír como fóllabamos no debía de ser nada divertido para ella. Lo que si me sorprendió es cuando llego un momento en que se encogió sobre si misma llorando... por las cámaras se veía que había llorado durante mucho tiempo, mas del que yo me pensé inicialmente, aun cuando se agitaba y yo pensaba que solo era por el calentón, incluso en ese momento ya estaba llorando.
Entre en su habitación en silencio, seguro que ni me sintió llegar, puesto que estaba lloriqueando todavía. Cuando me sintió sentarme a su lado se pego al otro lado de la cama asustada, la calme y la atraje hasta mi. Le quite las pezoneras y la braga con toda delicadeza, dejándola libre, después use mis labios para secarla las lagrimas de sus mejillas y le lamí con suavidad sus pechos para calmar sus doloridos pezones. Me puse en pie, le tendí la mano que me sujeto y la hice acompañarme hasta mi cama.
La tumbe junto a mí, hice que me diera la espalda, situé mi polla sobre su culo completamente erecta... no se atrevió ni a moverse. Baje mi mano hasta su coñito que estaba empapado, sentí como pegaba un respingo y se echaba a temblar en mis brazos al sentir mis caricias, me incorpore un poco, le bese el lóbulo de la oreja, la chiste suavemente en la misma y la dije que estuviera tranquila y disfrutara de lo que le estaba haciendo, que su castigo estaba casi cumplido y que desde ese momento tenía mi permiso para correrse libremente. Con mis dedos y caricias la lleve a un tibio orgasmo que recorrió todo su cuerpo, después manteniéndola abrazada contra mí le dije que se durmiera tranquila.
Esa era la última parte de su castigo, que tras ese orgasmo que seguro que solo le sofoco en algo el ardor permitiéndola al menos conciliar el sueño esa noche, dormiría abrazada a mí, sobre una cama que desprendía la fragancia de la hembra que anteriormente había disfrutado conmigo sobre ella. Seguro que sus fosas nasales se habrían ido llenando poco a poco con el aroma de la que allí se había dado un atracón de sexo mientras ella llevaba sufriendo hambre desde hacía muchos días...
Cuando la sentí inhalar y ponerse otra vez a llorar en silencio, solo descubierta por su leve temblor, al sentirla una idea cruzo rauda por mi cabeza, “Laura de verdad se había enamorado de mi...” Me dejo perplejo mi descubrimiento. Me incorpore un poco, dejando ella de llorar en el acto al sentir mi movimiento, quedándose rígida. Le di un suave beso en la mejilla y le solté al oído un “Te quiero Laura”. Después de eso se aferro con fuerza a mis brazos que en esos momentos la envolvían, pego su cuerpo mas a mi, haciendo más intenso aun el contacto entre nosotros. Tras eso se quedo dormida en un instante.
La noche siguiente estuvimos follando y fue increíble, Laura iba de orgasmo en orgasmo, parecía como si necesitara tener todos los que durante estas dos semanas se le habían negado. Al final, cuando terminamos estaba destrozada, estuvo dejándose hacer sin poner trabas y colaborando en todo, entregándose por completo, encantada de la vida.
Desde ese día fóllabamos casi todas las noches, algunas de ellas eran unos polvos brutales, que empezaban en el salón, recorríamos casi toda la casa follando y terminaban en la ducha antes de irnos a dormir los dos en mi cama. Nos dábamos también placer con la lengua haciéndonos sexo oral la mayoría de las veces entre polvo y polvo, eso sí, de sexo anal nada de nada, pese a saber que Laura había sido violada en varias ocasiones por decisión de su anterior amo por varios hombres, dejándoselo abierto como un bebedero de patos en algunas de ellas, por lo que no hubiera debido de haber problema. Además que aun en el caso de que ella no quisiera no se atrevería a negármelo, pero no era el momento, eso era para otra ocasión más apropiada.
Al final como no podía ser de otro modo, pasó el tiempo de prueba y desde luego no estaba satisfecho para nada pese a que mi plan había salido más o menos bien, estaba seguro de que ambos nos habíamos enamorado como idiotas, y además a mi me había dado fuerte con ella, pero fuerte de cojones.
Laboralmente era todo un descubrimiento, incluso Laura había recibido ofertas de alguna directiva para irse con ella por si no le fuera bien conmigo o prefiriera trabajar para una mujer en vez de un hombre. De todo esto no le dije ni lo más mínimo sobre lo que debía de hacer cuando en casa me lo contaba, solo la animaba a seguir en el trabajo como hasta ese momento. Otra cosa fue lo del personal masculino, ahí sí que causo estragos... pese a su discreción al vestir tenía una jauría tras ella intentando hincarla el diente y lo que no es el diente. Lo malo es que estaba pasándolo fatal por si yo me daba cuenta de la situación, lo malinterpretaba y lo pagaba ella, sobre todo una vez pasado su castigo. Sinceramente pienso que tras él, Laura estaba en la gloria, creo que por primera vez estaba disfrutando con su situación, había pasado por un infierno con lo de las bragas de marras y lo último que quería es que su "señor", o sea yo, se enfadara por cualquier situación ajena a ella.
En todo este tiempo como sumisa había cometido algún que otro pequeño error, había sido reprendida, incluso en uno de ellos que fue infantil del todo, no me quedo otra que castigarla, pero el castigo que recibió todavía me hace sonreírme, fue una pequeña azotaina con la palma de mi mano con ella tumbada sobre mis rodillas. La deje el culo enrojecido, además dejaba caer la mano contra su culo dándola un palmetazo que sonaba más que dolía, le explicaba el porqué de la azotaina una y otra vez, con cada explicación mi dedo corazón jugaba con su rajita para después levantar la mano y volver a dejarla caer... Al final estoy seguro de que además del culo de color rojo la deje con un calentón de cuidado... aunque no se masturbo ni nada, había aprendido la lección de que cualquier cosa anómala primero debía de consultarla conmigo, y creo que tras lo de la braga prefería no tener más problemas "grandes" conmigo.
Cuando llego el último día nos sentamos a petición mia en la mesa del salón con un café para hablar de nuestra situación. En ese momento le dije a Laura que se olvidara de nuestra situación como Amo y sumisa por un momento para hablar conmigo, ya que lo que se dijera allí no influiría en nada futuro en caso de que deseara continuar a mi lado.
- Yo : Bien, ¿que te ha parecido?
- Laura : No lo sé (No se atrevía a mirarme)
- Yo : ¿Como que no lo sabes?, si que lo sabes Laura, sabes perfectamente si soy valido como tu amo o no, ¿porque no quieres dar el paso?
- Laura : (En un susurro) Porque me he enamorado de ti...
- Yo : Y yo de ti, me enamore prácticamente desde el principio, ¿cuál es el problema?... No pienso dejar de ser contigo como tú me has hecho ser, si es lo que te preocupa (Sus ojos se abrieron como platos al oír lo de que la amaba)
- Laura : Es que lo de estar enamorados...
- Yo : A ver Laura, que no te estoy pidiendo todavía que decidas si te quedas conmigo o no, solo quiero que me digas si para ti ahora mismo soy un amo aceptable o no, o si al menos soy uno con el que puedas estar conforme, nada más.
- Laura : Si, eres un amo aceptable para mí, blando, pero aceptable, pero no tengo claro que debamos estar juntos por...
- Yo : Laura, no te preocupes todavía de eso porque tenemos que hablar de algunas cosas con respecto a nosotros...
- Laura : No creo que tengamos mucho de qué hablar, debo de decidir si sigo contigo o no...
- Yo : No Laura, no es tan fácil, porque ahora mismo yo no estoy nada seguro de si quiero quedarme contigo… aun en caso de que ahora mismo me dijeras que si quieres... tenemos que hablar seriamente cielo…
CONTINUARA