Laura - 1

Una traición de mi novia, una borrachera, una partida de cartas, 500.000€ y un contrato de propiedad de “Laura”… sea lo que sea eso. La serie se compone de 9 partes o relatos.

LAURA - 1

Después de tres años de relación, dos de ellos viviendo juntos, de la noche a la mañana me encontré con que mi novia, Silvia, me dejaba porque según ella no era capaz de llenarla. Durante la bronca que tuvimos se le escapo que llevaba dos meses viéndose con otro tío, que hacía dos semanas que se lo estaba follando, que en realidad era por eso por lo que me dejaba, porque según ella yo era demasiado soso para una mujer como ella, y ella necesitaba más de lo que yo jamás podría darla, justo como lo que hacia ese tío, que con toda la mala leche me dijo que le daba todo lo que quería y por donde quería.

No es que me quedara hecho una mierda, sino lo siguiente peor. Tengo 28 años y soy el directivo más joven de una compañía de importación - exportación con lo que viajo bastante, cuando conocí a Silvia digamos que me reforme, antes era un pieza de cuidado, me había convertido en un buen chico por ella... tras esa reflexión termine mas jodido aun. Después de este palo me pedí unos días que me dieron sin problema, quede con unos amigos y nos fuimos de putas, literalmente. Al final de la noche ellos se terminaron yendo para sus casas con sus novias o mujeres y yo... bueno yo seguí bebiendo como un cosaco.

Lo bueno que tengo es que la bebida la controlo, me pongo muy pedal pero no desbarro ni nada por el estilo, cuando me paso de copas simplemente llega un momento en el que casi siempre caigo redondo. Simplemente hasta ese momento pierdo totalmente los prejuicios del todo, hago lo que sea que se me ponga, no soy faltón tampoco, plasta o algo de ese estilo, solo me desinhibo a lo bestia. Esa noche me metí en una timba de póker en un club al que solía ir, donde todo el mundo sabía que se apostaba muy fuerte, al ser conocido, pese a mi estado como "controlaba" sin dar muestras de desvariar me aceptaron en la partida, que hay que echarle morro y ser desaprensivo para aceptar a alguien en ese estado, pero mira tú por dónde me sonrió la dama fortuna... supongo que es a lo que se llama la "suerte del novato". El caso es que me metí en apuestas muy altas, llegue en la última mano a jugarme más de 45000 euros.

El caso es que aun medio borracho perdido gane... más de 500000 euros y un contrato de propiedad de algo que habían ofrecido. Sinceramente cuando al día siguiente me desperté no podía ni con mi alma, de hecho no sabía ni como coño había llegado a mi casa, creo que por primera vez en toda mi vida llegado un punto no me había caído redondo por la borrachera, sino que había hecho algo mas, en este caso irme a casa por lo que se veía, aunque no tenía ni puta idea de cómo. Por un lado me encontré con un maletín que al abrir casi me provoca un infarto, porque contenía la cantidad de dinero arriba mencionada... y unos papeles de un contrato de propiedad de algo llamado "Laura", que me pensé que sería una finca ya que no puse el menor interés en ello cuando lo apostaron, así que de momento lo deje de lado para concentrarme en el resto de lo que allí había y en intentar recordar como fuera lo que paso en esa noche.

Evidentemente si me acordaba de la timba, de donde venia todo ese dinero y de que gane ese contrato, pero una cosa es acordarse más o menos nebulosamente, y otra no sorprenderte cuando lo ves por la mañana ya despejado y te llevas las manos a la cabeza por la tontería que has hecho, sin contar con el palo a mi cuenta si llego a perder los 45000 Euros, y gracias a que de perderlos los tenia, me entraron sudores fríos solo de pensarlo. Por lo que fui logrando recodar más o menos, pensé o más bien medio me acordaba de que me llevaron desde el club a mi casa dejándome en ella con mis ganancias completamente borracho del todo, llevaron incluso mi coche hasta el garaje aparcándolo en su sitio y todo. Debo de decir que en ese club para todo esto referente a las partidas y las apuestas son la mar de serios, prefiero no pensar si pierdes la apuesta y no la puedes pagar lo que te pasaría después con ellos, yo afortunadamente gane aunque como ya dije, gracias a dios, tener, tenía el dinero que aposte.

Con el contrato había una tarjeta con un número de teléfono sujeta con un clip. Evidentemente llame y me atendió una señorita que me paso con el propietario de donde fuera que hubiera llamado ya que tampoco se me ocurrió preguntar, quedo conmigo para la entrega de mi nueva propiedad, según me comento estaba esperando mi llamada para este trámite. Me sorprendió cuando me dijo que no me preocupara por nada que él se encargaba de todo, lo cierto es que con todo el desconcierto que tenia encima por la locura que había hecho acepte todo según me venía, sin preguntar y sin pensar. Lo que no sabía en ese momento es la que se me avecinaba y hasta qué punto me sonrió en esa partida la dama fortuna.

Como tres horas después de esto sonó el timbre de la puerta de mi chalet... vivo en una lujosa urbanización de la afueras de Madrid. Cuando abrí la puerta me encontré con una sorpresa que casi hace que me dé un sincope. Ante mi tenía una preciosa joven de unos 25 años más o menos que por lo que saque en claro cuando estuvimos tranquilos dentro de mi casa y me pudo dar todas las explicaciones precisas, se llamaba Laura y era la nueva sumisa de mi propiedad. Por lo visto lo que había ganado con aquel contrato no era un terreno o algo parecido, lo que había ganado era la propiedad sobre aquella joven... Me dieron las 40 cosas, no me jodáis, ¿esclavitud en pleno siglo XXI?.

Como podréis comprender por mi reacción anterior, al principio me negué en redondo a ello, la dije que por supuesto era libre, que si tal y que si cual. Laura se negó en todo momento a ello. Por alguna extraña razón llego un momento al tercer día con Laura en ese plan, en que deje de lado mis intentos por contrariarla y empecé a intentar aceptar la situación que ella me planteaba, o casi. Aunque por ejemplo no tragaba con el que andará desnuda todo el día por la casa, la obligue desde el primer día a vestirse, aunque de hecho y para ser exactos lo que no la deje el primer día fue desnudarse como quería. Casi me mata del susto la cabrona ese primer día cuando se levanto, le pregunte cortésmente si tenía suficiente ropa explicándola que la pregunta era por ir con ella a comprarla más y me dijo que no hacía falta, que siempre iba desnuda por la casa de su anterior Amo, de forma que como aquí iría igual, con la ropa que tenia era suficiente, con lo buena que estaba hubiera sido una tortura para mí que fuera todo el día en bolas por la casa, ella iría en bolas y yo todo el día empalmado, hay que joderse, ni de coña pensaba permitir algo semejante, principalmente por mi propia cordura. Tampoco tragaba con lo de los castigos, ni con casi nada de lo que pretendía que le hiciera, joder que para mí era una persona, no un objeto de mi propiedad como ella se empeñaba en que la viera, coño.

El cuarto día la sorprendí sin querer en la ducha, fui a salir disculpándome con ella con un corte de cojones cuando esta vez sí que me fije en ella, no lo pude evitar, y vi  que tanto sus muslos, como sus nalgas, como su espalda estaban cubiertas de marcas de verdugones como de haber recibido una paliza en toda regla con una vara, fusta o algo así. No pensé en nada, solo actué, entre disparado al servicio a por ella, ni que decir que me olvide de todo, de que estaba desnuda, de que era una chica preciosa de verdad, de que mi polla estaba reaccionando por su cuenta y se vería la carpa enseguida… solo veía sus heridas, la lleve al salón y me puse a hacerla unas curas entre sus constantes protestas por ello.

La obligue a ir al médico y en cierto modo que ella a mala ostia me obligo al regresar a casa a ponerle la crema que la receto para los verdugones, ya que no quería hacerlo no me quedo otra que ponérsela yo mismo. Fue una tortura el tener que darla aquella crema por su anatomía, ya que al frente también tenía algunos, sobre los pechos, sobre el estomago e incluso alguno que otro en su zona púbica, todo esto estando completamente desnuda y completamente abierta de piernas para según ella mejorar mi acceso, ya que no se cortaba ni un pelo, se me puso la polla como cuando la sorprendí desnuda en el baño, me dolía una bestialidad del empalme que llevaba con lo de extenderla la puta cremita. Tardaron casi 10 días en curársela del todo los verdugones, diez días de esta tortura… entonces me lleve un nuevo mazazo como el de mi novia, pero esta vez con Laura a la que me había acostumbrado y cogido mas "cariño" del que creía.

Me dijo una tarde de sopetón al volver del trabajo que quería que la vendiera a otro amo porque yo no la trataba como mi sumisa y desde luego por todo lo que había visto además no valía como tal. Básicamente me fue a decir que ella no quería un novio, un marido, un amigo ni nada parecido que ella lo que quería era un amo, algo que claramente yo no solo no era, sino que tampoco en su opinión tampoco tenía el menor viso de poder llegar a serlo, no daba la talla para poder dominarla como ella necesitaba. Me dejo de una pieza, sinceramente aun ahora mismo no me imagino lo que le debió de costar en ese momento y después de todo lo que había pasado con sus anteriores amos, el reunir el suficiente valor como para plantearme esto, puesto que pese a todo, para ella yo era su amo.

Me quede como veinte minutos perdido en mi mundo tras la conversación, mientras ella permanecía pacientemente con los ojos bajos, mirando al suelo, esperando que le dijera que pensaba hacer con su petición, recordé mis tiempos de "libertad" y como era antes de que la puta de Silvia me hiciera cambiar por quererla. Hice sentarse a Laura conmigo en la mesa, puse café para ambos y le pedí por favor que me explicara qué es lo que según ella debía de tener un amo, o que era lo que un amo podía o no hacer, vamos que me explicara todo sobre lo de ser un amo.

Por la conversación que tuve con ella me quedo tácitamente claro algo y no fue precisamente lo que era un amo, pero sin embargo sí que me quedo plenamente claro lo que ella se consideraba, un esclava en todo el sentido de la palabra, alguien que era propiedad de su amo y sobre quien este tenía todo el derecho de hacer lo que quisiera, incluido en el plano sexual o incluso en planos físicos o síquicos mucho peores, llegando a la violencia física o incluso un cierto nivel de tortura si a su amo le apeteciera. Por algún motivo todo esto, oírlo de sus labios me excito, a la vez que me hizo darme cuenta de algo bastante peor y más serio... me estaba empezando a enamorar de ella, sino lo estaba ya en esos momentos, me dolía solo con pensar en la posibilidad de separarme de ella.

La pedí unos minutos para poder pensar, no me dijo nada, simplemente se quedo esperando como la vez anterior. Llegue a la conclusión tras analizar todo lo que me dijo de que lo que ella buscaba en realidad era simple y llanamente sentirse dominada por alguien, y que Amo era una forma tan buena como otra cualquiera para definir lo que necesitaba en “su hombre”, todo tal y como ella lo veía. Le pedí una oportunidad, ofreciéndola un trato que ella debía de decidir si aceptar o no. Le propuse que durante los 10 días que quedaban hasta final de mes, mas el siguiente ella me enseñaría, con total libertad en los métodos a emplear, lo que es ser un amo para ella.

Después durante el siguiente mes completo seria un amo en toda regla con ella, aunque a mi modo, con mis propias reglas y mi propio estilo, pero el último día de ese mes ella podría decidir si quería seguir conmigo o no. Si no lograba superar esa prueba yo como compensación por ese tiempo la vendería o regalaría a quien ella misma me dijera, pero si la pasaba, desde ese mismo momento seria mia para siempre o hasta que yo me cansara de ella y decidiera venderla o regalarla, que según entendí era aceptable para un amo, a lo que me respondió con una afirmación de su cabeza... vi como sus ojos estaban más brillantes que cuando empezamos con esta conversación.

Durante esos cuarenta días ella me estuvo explicando detalladamente con ejemplos y situaciones vividas anteriormente como se habían comportado sus amos usando su propia experiencia como ejemplo. Me puso en determinadas situaciones en que según ella debería de haber tomado medidas contra ella, como un castigo con una fusta como su anterior amo, pinzas en los pezones o el clítoris, entregarla a que alguien se la follara de forma humillante... etc, algunas de las cosas que me explicaba me ponían los pelos de punta, pero poco a poco iba hilando mis ideas. Tuvimos incluso sexo en esos días, de hecho todos los días. También me llevo a locales especializados en estos temas en los que por cierto al ver las salvajadas que podían llegar a hacer me puse hasta malo. Incluso me instruyo en como pasar por un amo sin descubrirme como un inepto durante al menos las dos horas en las que estuvimos dentro “curioseando” cada vez, como dije antes vi muchas cosas, pero lo que es casi más importante, durante esas horas pasadas en esos locales aprendí bastantes cosas de otros “amos” muy concretos y me hice mi propia composición de lugar... No profundizo en esos locales porque sinceramente fue excesivo para mí mucho de lo que vi, desde mi punto de vista allí vi a mucha gente que confundía el dominio con el sado, o como digo, eso pensé yo.

Cuando termino el plazo yo ya tenía mi plan perfectamente definido, había ciertamente determinadas cosas que no tenía la menor intención de hacer, por lo menos con Laura, pero sin embargo tenía una idea bastante clara de cómo lograr ser aceptable para ella, aun sabiendo que si lo lograba seria un camino sin retorno desde ese mundo en el que me estaba metiendo voluntariamente por ella, si una cosa me había quedado clara a esas alturas, es que estaba coladito por Laura como un imbécil.

Por un lado había usado estos días más que para pulirme yo como Amo, en realidad fue para mal acostumbrarla en unas pocas cosas concretas sin relativa importancia, digamos que le cree ciertos vicios para poder explotarlos después, recordad esa máxima que dice que siempre es más fácil pillar una mala costumbre que una buena, y creedme que es cierto. También había utilizado nuestras sesiones de sexo para darla todo el placer posible ante su decepción por ello, ya que según su forma particular de verlo no era lo que debía hacer un amo cuando su sumisa había fallado durante el día... eso sería como darla un premio, veía en ella perfectamente como pensaba que no lo lograría de ningún modo.

En realidad lo de hacerla disfrutar todo lo posible del sexo lo hacía así para poder conocer al máximo sus reacciones corporales, puntos débiles y limitaciones... todo ello de acuerdo con el plan que lentamente había ido hilvanando y confesare que porque la tenía unas ganas locas también. Una cosa que había observado desde el principio es que Laura era una mujer muy, muy, caliente y fogosa, muy activa sexualmente… que era por donde quería atacarla precisamente.

Hice reformas durante ese tiempo en la habitación que la asigne, comprándola muebles nuevos bastante especiales y específicos, parecían normales, pero habían sido hechos por encargo siguiendo mis especificaciones. Instalaron cámaras, micros y altavoces ocultos en su habitación, muebles de la misma, junto con el resto de la casa que también sufrió mis “planes” hasta cierto punto. Hice multitud de compras de diversas cosas para usar con Laura y con quien no fuera Laura, solo por si acaso. También tome en esos cuarenta días clases intensivas de interpretación con un único fin, mejorar y controlar mi expresividad facial junto con mi tonalidad al hablar, y creedme que lo logre, conseguí dominar un puñado de expresiones de ambas cosas a la perfección en esos días.

Una cosa que sabía por mi propia experiencia vital y laboral, es que muchas veces se obtenía más con una mirada contundente que con un grito… más todavía si la mirada iba acompañada de la entonación, expresividad y movimientos corporales adecuados. Por mis excursiones con Laura por esos locales pude comprobar que llevaba toda la razón, en cierto modo determinadas cosas no se diferenciaban mucho de una reunión de negocios con la competencia, por eso lo de mis clases interpretativas. Quería ser capaz de poner cara de bueno y cariñoso incluso cuando el odio me consumiera por dentro o al revés, por poneros un ejemplo claro de lo que esperaba conseguir.

El día uno considere que me encontraba totalmente preparado para iniciar mi periodo de prueba con Laura. Ese día era sábado, y lo primero era cortar por lo sano la "relativa" familiaridad que había ido cogiendo conmigo durante esos días, que fue además algo buscado por mi parte de forma intencionada. Digamos que ese día quería establecer las bases de nuestra relación, la base de mis órdenes y de cómo esperaba que fuera su comportamiento, pero para esto quería que fuera de ser posible con la mayor cantidad de pequeños fallos por su parte, digamos que quería tener cuanto antes el mango de la sartén en la mano. Espere a la hora de la comida para la primera acción por mi parte, ella ya había terminado de comer y esperaba a que yo terminara, de forma que tal y como la habitué durante esos días se levanto para empezar a retirarlo todo... Estaba en esa operación cuando empecé...

- Yo : ¿Laura?

- Laura : ¿Si Felipe?

Aproveche su respuesta confiada para usar una de las expresiones que había aprendido en el curso contra ella. Con una mirada completamente glacial... una mirada que según mi profesor congelaría a un pingüino en el desierto.

- Yo : ¿Como dices?, ¿te estás atreviendo a tutearme?... No creo que esa sea la forma correcta de dirigirse a mí ahora, ¿no crees?

Mi voz en todo momento fue suave y modulada, lo que imprimía todavía más frio a mi mirada, vi como se echaba a temblar de repente al verme así. Creo que no se lo esperaba de ninguna de las maneras, tal y como pretendía esta simple tontería la pillo por completo fuera de juego.

- Yo : Por hoy al ser tu primer día real como mi sumisa lo pasare por alto, así como lo de decidir por tu cuenta si retiras la mesa o no sin instrucciones mías para ello... te sugiero que en el futuro para evitarte problemas mires lo que haces y me consultes... ¿Te ha quedado claro?

- Laura : (Tragando saliva y con ojos de miedo) Si...

- Yo : ¡¡¿Si qué?!!

- Laura : (Mas asustada todavía ante la cada vez mas frialdad en mis ojos y mi voz) Si amo...

- Yo : Si ¡¡¡¡SEÑOR!!!!

- Laura : Si señor

- Yo : Retira por favor la mesa y ponlo todo en el lavavajillas, eso seguirás haciendo en un futuro también. Laura a las cinco estate preparada para irnos de compras...

- Laura : Si señor... (Sin mirarme para nada empezó algo temblorosa a retirar todo apresuradamente para quitarse de mi vista lo más rápido posible. Por su comportamiento supuse que debía de recordar lo que un fallo así le supondría con su anterior amo)

Me levante tras esto para irme a mi cuarto, donde cerré la puerta y me apoye tras ella respirando con fuerza, creo recordar que me temblaban hasta las piernas, mi primer encontronazo y considere que me había salido bien, había aguantado el tipo. Os recuerdo que estaba enamorado de esa mujer hasta las trancas, creedme que es un trago que no le deseo a nadie el tener que hablar así por primera vez a la mujer que amas, por mucho que sepas que no te contestara o te mandara a paseo con todas las letras. Decir que estaba acojonado mientras lo hacía es quedarse corto… pero bueno, el ver a Laura como se quedo me hizo obtener la tan necesaria confianza en que iba por el buen camino, o al menos que no la había cagado del todo y os recuerdo también que ella misma estaba en juego con todo esto.

Sinceramente pienso que la situación en ese momento desbordo a Laura por completo, no se esperaba una situación semejante conmigo tras los cuarenta días en los que le había mostrado una cara de lo más deprimente para sus "gustos". De repente fue a encontrarse con que el niño de esos días, el mismo que era todo cariñitos y medio idiota desde su forma de verlo, ahora de repente y sin advertencia previa parecía el muñeco diabólico enfadado, debió de ser todo un shock para ella.

Sabía que antes o después debería de castigarla, pero eso debía de suceder según mi plan y no a lo loco, en este primer día debía de pasarla por alto casi todo lo que hiciera al estar tomando contacto los dos, debía de demostrarla cierta debilidad para confiarla con vistas a mi siguiente paso. Evidentemente no pensaba torturarla físicamente como me conto que hacían con ella habitualmente... pero si mi idea funcionaba posiblemente terminara deseando que me dedicara a eso y no a lo que le pensaba hacer, otra cosa que quería es que temiera incluso mi “aparente” debilidad. Algo que busque a toda costa en esos cuarenta días fue un poco de cariño mínimo hacia mí por su parte, algo que solo logre ser capaz de discernir que había conseguido hacia el final del plazo.

Perdonad todas las féminas que leáis esto si os molesta lo que voy a decir, pero creo que fue un poco como el perro que es constantemente apaleado y alguien le ofrece algo de cariño gratuito… tendrá al perro a sus pies para siempre. Espero que no os ofendáis con el símil, pero pienso que con Laura fue un poco como eso. Por lo que supe ella desde que entro en este mundo siempre fue machacada por sus amos o los amigos de estos con castigos físicos de la más diversa índole y crueldad, incluido todo tipo de abusos sexuales sobre ella, sospecho que incluso “violaciones”, durísimos castigos físicos… Tal y como sospeche no pudo por menos que sentir cierta empatía involuntaria hacia mí, también creo sinceramente que empezó a sentir cierta atracción que nada tenía que ver con eso, pero de momento con su empatía me era suficiente.

Durante esos días consulte con un intimo amigo que vive en otra ciudad y que es sicólogo, sobre todos estos temas, pero como sorprendiéndome de ello por haberlo visto con un conocido. Este amigo me conoce de sobra y como el resto de mis amistades seguro que jamás de los jamases se podrían suponer que me metería en esto. Este amigo me dijo una cosa que me hizo pensar y fue lo que me llevo a poder preparar todo el plan, que una mujer o un hombre, por muy dominante o sumiso que sea, siempre será un hombre o una mujer. Esto está bastante resumido evidentemente porque también me hablo de lavados de cerebro y tal con lo que esto no serviría porque antes habría que devolver a esas personas su propio control, etc... Pero tampoco nos vamos a meter en un tratado de sicología, ¿no?, digamos que todo lo que hable con él sobre estos temas me dio ideas… y me ayudo mucho a pulir mejorándolos mis planes para Laura.

Esa tarde la lleve de compras, tuteándonos toda la tarde que estuve con ella al indicándola que lo hiciera también ella conmigo cuando estuviéramos fuera de casa. Por las mañanas entre semana iba una mujer a casa a limpiar y preparar comida unos cuatro horas, durante las cuales en su momento al empezar con esto ya quede de acuerdo con Laura sobre cómo debía de ser nuestro comportamiento, pero ahora se trataba de cómo quería que fuera este fuera de la casa, en el mundo real.

Desde que nos vimos a las cinco hasta que volvimos estuve de lo más amable casi todo el tiempo, algo que sabía que no le sorprendería porque muchos amos me conto que en público funcionaban así. Cuando la lleve a comprar ropa y le especifique la que debía de comprar me pregunto que para que era. En ese momento tal y como había supuesto que pasaría se llevo el segundo susto del día, porque le puse otra de las expresiones que aprendí, una neutra que no expresa nada de nada, una que según mi profesor hacia que al que se la dirigiera le haría parecer que le miraba como miraría a una cucaracha antes de pisarla o algo así.

Me di cuenta del respingo de Laura cuando lo vio, y mucho más del segundo respingo cuando empecé a tratarla de usted de repente. Durante esos cuarenta días se había acostumbrado a preguntarme libremente al ser mi “profesora”, una de esas malas costumbres que debidamente potenciadas por mi era fácil que adquiriera y que usara en cuanto no estuviera pendiente de cada paso que daba, por lo menos hasta que le diera el primer toque de atención que era realmente lo que quería, después… no me importaba si Laura corregía esa mala costumbre en el acto. No obstante le respondí la pregunta, le dije a una híper nerviosa Laura que trabajaría para mí de secretaria en mi empresa durante ese mes ya que necesitaba una y ella tenía por lo que vi en sus datos los conocimientos necesarios, también le deje caer que después ya veríamos...

La lleve a comprarse tres o cuatro trajes que ella decidiera para ir al trabajo como una persona seria y responsable, pero le deje claro que debía ser ella la que lo tenía que elegir o al menos darme una selección de ellos. Fue cuando me hizo la pregunta, tras lo que paso no se atrevió a nada mas, ella me señalo docena y media de conjuntos que la parecían perfectos para lo que la pedí, elegí cuatro sobrios trajes chaqueta de colores oscuros que le iban perfectos pero no escondían ni la belleza que era, ni el cuerpazo que tenia, porque alguno de los que eligió parecían diseñados para una monja. A esos le añadí por mi cuenta un quinto elegante también pero más informal y colorido, de un precioso color azul, este desde luego no es que no escondiera, este si dejaba claro el pedazo bombón que había en su interior. Después la lleve a tomar algo, sin modificar mi trato en lo más mínimo hasta que salimos de allí. La pobre iba de lo más nerviosa, era consciente de que metía la pata cada poco tiempo con tonterías, pero lo hacía, creo que temía el momento de regresar a casa conmigo recordando los castigos que con otro amo esto le hubiera supuesto, que era otra de las cosas que yo pretendía también.

Después de eso mi mirada deje que se suavizara, pero solo un poco. Pero mi tratamiento volvió al tuteo tranquilizándola en algo, pero sin ningún matiz cariñoso en la voz como lo ponía cuando salimos para ir de compras, digamos que eso rebajo un poco su nivel de angustia, pero solo lo justo y necesario para mis planes... conseguí que poco a poco se fuera tranquilizando lo justo en esos momentos pese a todo. Después la lleve a comprar ropa interior para ella, le dije lo mismo que con los trajes, que debía de ser acorde a su función de secretaria seria. Ahí sí que se explayo un poco más, porque como descubrí en esos primeros cuarenta días la lencería era su debilidad.

Se compro, ya que no la límite para nada, seis conjuntos bastante discretos para el trabajo aunque a ella sin duda la quedarían la mar de sexys pese a todo. Después le dije que si quería alguno más personal que también eligiera los que la gustaran. Hubo tres concretos muy sexis que estuvo mirando, vi que no lograba terminar de decidirse por ninguno de los tres claramente, supuse que para no abusar o para evitar un castigo si se pasaba de cantidades, de forma que se los quite de las manos añadiéndolos a los anteriores, después añadí yo uno por mi cuenta... la verdad es que se me quedo mirando con cara rara cuando lo vio, porque desde luego con ese conjuntito azul parecería más una puta que otra cosa... pero vi como no se atrevía a decir ni media aunque más de una vez se tuvo que morder los labios en el último momento para no preguntarme.

Mi primer castigo lo tenía planeado para esa misma noche... y sabia como conseguir que fallara en algo más serio para poder castigarla por primera vez de acuerdo con mi plan. Después de cenar como era costumbre le ayude a recoger todo lo de la cena, vi en sus ojos decepción porque pensaba que ya empezaba a fallar, esta vez tal y como supuse dejo verlo en su cara ya que era a lo que le había acostumbrado esos cuarenta días, poco a poco había ido relajando su hermetismo al dejarla yo pensar que no me percataba de sus gestos, siendo ahora hasta cierto punto bastante claros, cuando llego a mi no había forma de saber que pensaba o que no pensaba, por eso durante esos 40 días no dude en hacerme el tonto pese a que hubo ocasiones en que me dieron ganas de partirla la cara por cómo me miraba o trataba al pensar que no daría nunca la talla, desesperándola… aunque eso poco a poco fue modificándose en ella, supuse que por el incipiente cariño que me estaba empezando a coger.

Después de esto de la cena, como también era costumbre en esos fines de semana que pasamos, vimos una película de DVD, tal y como la acostumbre me despedí de ella con un "Laura vete ahora a tu habitación". Normalmente la hubiera dicho "puedes irte a tu habitación si quieres, que duermas bien", todo la mar de educado. Tal y como supuse no capto la diferencia... Muchas veces como me dijo mi amigo sicólogo, estamos acostumbrados a algo y no prestamos atención a la variación de matices, escuchamos lo que queremos. Es algo como cuando te preguntan muchas veces y muy rápido eso de "¿Que dan las vacas?" y tu respondes leche, cuando de repente en medio de la serie repetitiva te meten un "¿Que beben las vacas?", también respondes que leche... es algo parecido. En otras ocasiones la mande a dormir claramente, pero esta vez solo a que fuera a su habitación… sin más. Obviamente no tenía ninguna base como para pensar que quería que me esperara despierta, pero al fin y al cabo era su amo, ¿o no?

Cuando una hora después entre desnudo en la habitación de Laura me la encontré tal y como supuse, intentando dormir, nerviosa y alterada, por sus movimientos supuse que estaba frotándose los muslos, creo que todo este lento inicio a su anterior vida, a sentirse en cierta forma de nuevo dominada la había puesto algo cardiaca... al sentirme intento hacerse la dormida algo que fingí no darme cuenta aunque reconozco que me sorprendió que hiciera, aunque me alegre de ello porque era una carta más que me daba para mi plan y que yo no había buscado, un punto extra. Le hice pensar que había colado lo de que dormía, para su mala suerte, ya que después no pudo desdecirse por saber que podría ser peor, aun con un amo tan negado como pensaba que era yo. Menudo susto que la di cuando di la luz y la "desperté" de forma brusca...

- Laura : ¿Quería algo señor...?

- Yo : ¿Quién te ha dado permiso para acostarte a dormir?

- Laura : Usted me dijo que me viniera para mi habitación...

- Yo : Si, pero no recuerdo haberte dado permiso para que durmieras, solo para que vinieras aquí...

- Laura : Si... pero es que... (No la deje terminar)

- Yo : No me interesan tus estúpidas escusas, desnúdate ahora mismo... (Ventajas de ser el que manda)

No dijo nada mas, se levanto y dejo caer el camisón al suelo. Me acerque a ella y la empecé a besar en los labios... después en el cuello... seguía estática por completo, era obvio que era como la pataleta de un crio ya que no era como se comportaba normalmente, habitualmente colaboraba enseguida, lo que todavía me vino mejor que mejor para lo que pretendía, me lo puso en bandeja, estaba seguro que ahora Laura esperaba que le pidiera que colaborara con el beso. Pero debo de decir que la conocía ya lo suficiente tras tanto sexo como para lograr por mi mismo que poco a poco mis besos fueran haciendo mella en ella, en esos 40 días le había acostumbrado también a gozar libremente conmigo, además como todo esto que había pasado a lo largo del día parecía que le había puesto medio cachonda, digamos que en cierto modo casi no se controlaba, había usado esos días para minar el control que tenia sobre todas esas sensaciones...

Mientras la besaba baje mi mano a su coño, empezando a manipularlo, introduciendo dos dedos mientras el pulgar le acariciaba el clítoris... cuando por su cuerpo me di cuenta que estaba empezando a gozar la hice tumbarse en su cama para poder estar más cómodos... lentamente la fui llevando hasta un orgasmo que la negué en el último momento al como por error moverme, cambiar de postura y de tipo de caricias, con lo que la sensación del orgasmo en ella se apago lentamente.

Después me situé sobre ella y la penetre con suavidad, no pudo evitar abrazarme y soltar un jadeo al sentirse llena... empecé a moverme despacio, sacando casi todo mi pene de su interior para después volver a meterlo con fuerza hasta el fondo. Su coño expulsaba cantidad de jugos cuando volvía a meter mi pene en el, se oía como un chapoteo de lo cachonda que se encontraba... me empecé a mover cada vez más rápido, cuando empecé a sentir que se tensaba me salí de ella escapándosela sin que pudiera evitarlo como un gemido de protesta ya que una vez más le había cortado el ansiado orgasmo.

La hice ponerse a lo perrito donde inicie de nuevo la follada, metiéndosela por el coño rápidamente, empezando esta vez a embestirla con rapidez y contundencia, alterando el ritmo de la vez anterior... lo único malo es que al estar todo el rato cambiando de ritmo o de postura para cortarla el orgasmo también me estaba costando a mi llegar a él. Al final conseguí correrme mientras ella me cabalgaba, me vacié en su interior, ella empezó a acelerar para alcanzar también el suyo cuando la descabalgue por la fuerza sin que se lo esperara, empezó a protestar... solo la sirvió para que la soltara un contundente “

- Yo : Cállate de una vez, no me interesa lo que tengas que decir, limítate a mover el culo para darme placer y ya está… (Por la expresión de su cara me di cuenta de que no solo no se lo esperaba, sino de que le dolió que le dijera eso, que era justo lo que pretendía al decírselo de una forma tan desagradable)

La tumbe en la cama con fuerza, la sujete por los brazos y la dije que se moviera, tras lo cual la bese con violencia en los labios metiendo la lengua, esta vez correspondió con todo lo que podía... volví a metérsela en el coño, ya que estaba chachondisima con la situación pese a todo. Se la metí y me estaba excitando tanto todo esto que pensaba hacerla después, que sin poder evitarlo me corrí solo un minuto después otra vez en su interior... saliéndome antes de que ella pudiera correrse también, una vez más la acababa de dejar en las puertas. Tras esto considere que ya estaba bien así de momento.

Me levante diciéndola que hiciera lo mismo y me acompañara... pude ver como por la parte interior de sus muslos caían hilillos de mi semen mezclado con sus jugos... su cachondez debía de ser extrema. La conduje hasta el baño, le indique que entrara en la ducha cosa que obedeció en el acto. Me metí con ella, empezamos al lavarnos mutuamente, a mitad la hice comerme la polla mientras el agua caía sobre nosotros corriéndome en su boca y haciendo que se lo tragara todo sin desperdiciar una sola gota... Después de que ella terminara conmigo empecé yo a lavarla a ella, cada vez que pasaba mi mano envuelta en un suave guante de esponja por su coñito, frotando levemente su clítoris al hacerlo tenía como unas pequeñas descargas de placer que la hacían estremecerse y todo, siendo de lo más notorias... mientras mi otra mano se dedicaba a acariciar y atacar por su culito, llevándola con mis manejos una y otra vez de cara al placer pero sin dárselo del todo.

Una vez más la deje a las puertas de un nuevo orgasmo. Tras esto la conduje a su habitación... una vez en ella...

- Yo : Ahora acuéstate a dormir...

- Laura : Pero señor... ¿podría por favor antes satis...? (La corte)

- Yo : Mañana no te vestirás, estarás todo el día desnuda salvo que yo específicamente te ordene lo contrario en castigo por tu mal comportamiento... Además te prohíbo expresamente el que te satisfagas de ninguna forma hasta que yo te de permiso, dado que cuando empecé a besarte y acariciarte decidiste comportarte como si fueras una muñeca hinchable sin alma te tratare como a tal... no tienes derecho ninguno a correrte hasta nueva orden... y da gracias que por ser el primer día estoy siendo muy generoso contigo para todas las que has hecho mal. ¿Has comprendido bien lo que te he dicho?

- Laura : Si señor...

Antes de que se acostara me acerque a ella cogiéndola con fuerza del pelo, tirando de él, haciéndola doblar la cabeza y mirarme de esa forma a la cara, a los ojos. Puse una nueva expresión, esta vez de crueldad extrema...

- Yo : Cuando yo entre en tu habitación y simules estar dormida asegúrate de que no me dé cuenta... ahora te diré que sigues de suerte como esta mañana, ya que por ser el primer día y estar atando cabos entre nosotros, por esta vez te lo pasare por alto, pero la próxima no tendrás tanta suerte. Si yo entro en algún sitio, tú te levantas en el acto.

La solté en cuanto vi que asentía con la cabeza y ella asustada se aparto, dio media vuelta y rápidamente se fue a acostar, entonces hice mi siguiente maniobra, la sujete por el hombro obligándola a quedar otra vez frente a mí, con muchísima suavidad y cariño la tome por la barbilla, haciendo que me mirara a los ojos, extreme la crueldad de mi expresión y mi mirada al suavizar la voz... diciéndola a escasos centímetros sus ojos de los míos...

- Yo : No te he oído contestar si lo has entendido o no, Laura.

- Laura : (Trago saliva ahora sí que asustada por completo) Si señor, lo he entendido...

- Yo : Bien, ahora acuéstate a dormir...

Se metió corriendo en la cama, antes de salir yo de su habitación me gire en el marco de su puerta deseándola buenas noches, con voz temblorosa me correspondió... Me fui sonriendo a mi cama poniendo al entrar en mi habitación el ordenador a grabar las imágenes de las cámaras ocultas instaladas en la habitación de Laura... sabía que antes o después pasaría lo que yo quería para la continuación de mi plan y quería también yo empezar a tomar ciertas rutinas para no fallar por un olvido. En este caso sabía que no se atrevería a desobedecerme y masturbarse, se aguantaría la cachondez, y más después de los sustos recibidos...

No obstante debo de reconocer que pese a todo lo que había pasado este día con Laura, y de que me hubiese salido bien... lo pasaba fatal tratándola así, aunque poco a poco parecía que me iba acostumbrando, sinceramente me costaba bastante.

CONTINUARA