Latin lover . Capítulo 8 : Bajo la lluvia

Aquel primer beso enseguida se tornó más profundo , cuando Camilo hizo meter su lengua entre los dientes de Alberto para buscar a su igual . Tan ardiente como inquieto en ese tipo de ocasiones . el moreno actor deslizó una de sus manos por debajo de la mesa hasta las piernas de su rubio . El cual detuvo la acción sabiendo que de continuar así , terminarían follando con desenfreno en los baños del Dubois .

• Camilo . . . - Alberto consiguió normalizar su respiración al igual que su contrario .

• ¿ Estás bien ? - el famoso le acarició con suavidad el rostro .

• Sí - le respondió el más joven - . Pero tú y yo . . .

Camilo le puso un dedo en los labios para que guardara silencio .

• No rompamos este momento mágico con palabras innecesarias , ¿ okay ?

• Vale - Alberto se convenció de ello al instante . Joder , el tío que amaba le había besado por primera vez . Y aún no se lo podía creer .

• Será mejor que nos vayamos , ¿ no te parece , Alberto ? - el universitario asintió mientras el actor llamó al metre para que les cobrara la cuenta .

Minutos después , salieron del restaurante , y una vez que andaron unos pasos el rubio le soltó con ironía :

• Todavía no miraste el regalo que te traje - y puso una mueca en plan puchero que hizo reir a su amigo casi novio .

-  Hey , seguro que me gustará .

Camilo abrió la bolsa y se encontró con una camisa floreada de estilo hippie , de finales de la década de 1960 y colores vivos , y restaurada posiblemente en un taller de costura artesanal antes de llegar a la tienda a juzgar por su buen estado .

• ¡ Me encanta ! - los ojos de Alberto brillaron al escucharle decir eso , más si cabe cuando el macho men lo abrazó - . Es el  segundo mejor regalo que me han hecho nunca .

• ¿ Ah , sí ?  ¿ Y cuál fue el primero ?

• Poder conocerte , estar bien contigo y que me dieses la oportunidad de tenerte más cerca .

El rubio se sonrojó , y siguieron caminando tranquilamente sin decirse nada . Camilo le volvió a coger de la mano , mirándole con esa sonrisa que parecía iluminar la noche . Una noche que tal y como aseguraron los servicios meteorológicos , venía encapotada .

La lluvia irrumpió timidamente para después caer como si fuese la peor de las tormentas . Y sin inmutarse de que los dos estaban calándose , Camilo volvió a besar a su contrario , cual momento romántico que parecía sacado de una novela de Corín Tellado .

Por unos instantes , todo se detuvo alrededor de ellos dos , hasta que ahora fue el actor quien tomó distancia .

• Sería conveniente que vayamos a mi casa , Alberto . No quiero que terminemos resfriados por mi culpa .

• No hace falta que te tomes la molestia , Camilo .

• No me molesta en absoluto . ¡ Taxi ! - el actor llamó a uno de los coches amarillos que estaban en una parada cercana .

Y volvió a sonreir al rubio .

Todo era perfecto y real , pero perfecto .