Las vueltas que tiene la vida 3

Etapas en la vida de un muchacho...engaño otra vez...sus trabajos, sus amores, sus desengaños...

3

DE QUÉ SE TRATA ?

Tercero “las vueltas que tiene la vida”.

El presente es un relato sobre unas etapas de la vida de un muchacho…habla de sus trabajos, sus amores, sus desengaños…arranca con unos ideales de ética y lucha, y con los golpes va transformándose…cuenta desde los 24 a los 44 años…20 años de aventuras, romances, trabajos, peleas… se tendrían que leer “Las vueltas que tiene la vida” anteriores para tener continuidad en los relatos.

SOY.

Antonio Martínez, el ingeniero Tony, 28 años, un metro ochenta, rubio, de pelo castaño claro, ojos grises, soy muy atlético, he practicado mucho fútbol, natación, baile, artes marciales, tenis, guitarra e inglés (todo lo que mis padres, en especial mi madre me llevaba fuera de la escuela), trabajo en una empresa constructora multinacional, vengo de supervisar la construcción de unos edificios en la costa atlántica, tengo dos hijos, una nena, Esperanza y un varón, Federico, mi mujer María me abandonó, se fue a Miami con un entrenador personal, me dejó con las criaturas, que ahora están viviendo con mis padres Federico Martínez y Elena Gómez, docentes jubilados en la capital federal, yo tengo que supervisar ahora la construcción de unos edificios en el norte, trataré de viajar los fines de semana a ver a mi familia.

EN EL NORTE

Llegué al aeropuerto del norte, un calor de la puta madre, había ubicado dónde quedaba la obra por internet, era a ocho kilómetros del centro, tenía 10 días para planear dónde vivir, así que me iba a buscar un hotel y vería que hacer…

Cuando iba a pedir un coche para ir del aeropuerto a la ciudad, veo en la pared, en un especie de casillero de trabajo, un aviso…”alquilo habitación a persona sola”, con un teléfono…llamé, me atendió una señora, me dijo dónde quedaba el lugar, le dije voy a verla ahora, tomé un auto y en media hora estaba, un edificio en el centro, muy nuevo, toqué el timbre del portero eléctrico, en el cuarto piso, me atendió la misma señora y me dijo, suba… un departamento con dos dormitorios, una sala de estar muy amplia, igual que la cocina, me hizo pasar, me preguntó quién era, qué iba a hacer, donde trabajaba, en fin me hizo una radiografía integral…el asunto era que en un principio querían alquilar la habitación a una mujer, pero hacía tres meses y nada,  ella Sofía, que vivía con su hija tenían que pagar las cuotas del departamento, trabajaba de vez en cuando de enfermera y la hija Lucía, maestra recién recibida, también trabajaba de vez en cuando…yo le contesté todo y le mencioné que podía pagar seis meses juntos, que estaría únicamente de noche y algunos sábados a la tarde y domingos, ya que casi todos los fines de semana me iba a la capital a ver a mis hijos, así que esos fines de semana no iba a estar, que me adaptaría a la convivencia y que era muy respetuoso y ordenado, (ni que hablara mi mamá de mi)…a la pregunta cuándo vendría, le dije ahora, que no tengo dónde ir, se reía y dice, me vas a tener que ayudar a sacar las cosas de mi hija…ningún problema,  me hizo firmar un contrato trucho donde aclaramos que le pagaba ahora seis meses, cuando terminamos de sacar las cosas de “la nena” eran las 20 hs., le pregunto, dónde se puede ir a cenar... acá a una cuadra hay un restaurante que se come muy bien, la miro y le digo, la puedo invitar a cenar para no comer solo...me mira y sonriendo me dice, por qué no, dale vamos!

Fue una cena de lo más agradable, Sofía 46 años, una mujer de un metro sesenta, con los kilos justos teñida de rubio, era enfermera pero no recibida, de esas para cuidar gente y no quería estudiar, decía que “no le entraba”, volvimos cerca de las 10 , cada cual a su dormitorio…a la mañana siguiente me desperté cerca de las siete, salí con el pantalón buzo de correr, una remera, zapatillas nuevas, una pinturita, pasé al baño y cuando salgo me encuentro con la hija, morocha, un metro sesenta como la madre, ojos negros como mi hija, buenas gomas y lindo culo…la sorpresa fue mutua…hola soy Tony el nuevo inquilino, hola soy Lucía la hija, encantado y salí...corrí para el lado que estaba la obra, eran como 10 kilómetros, era un pueblito bastante bonito, de 10 manzanas por 10 manzanas, en el terreno de la obra había una casilla bien presentada que sería la oficina… y un galpón…cuando volví eran como las 12, subí y al entrar estaban en la cocina, pasé a mi habitación saque mi ropa, me bañe, luego les dije que las invitaba a almorzar…me miraron y Sofía me preguntó…va a ser así todos los días... no!…dije, algunos nomás!... ya que el primero empiezo a trabajar…fuimos los tres a almorzar, me enteré que Lucía no tenía novio, Sofía tampoco, les conté todo lo de mi vida, después de la siesta las volví a invitar a cenar y meta la joda nomás, por varios días… el sábado cuando volví de correr me invitaron a almorzar ellas en la cocina, me bañe y listo, siesta y a la tarde pregunto… ya que es sábado no podríamos salir a cenar y escuchar música en algún lado…las invito… es el último fin de semana que me queda… listo a las 21 hs.

salimos, yo había dormido una siesta de como cinco horas, fuimos al restaurante de siempre, después de cenar a un boliche, con karaoke, se podía bailar, tocaba un conjunto de música norteña y otro de cumbia y salsa…salí a bailar con Sofía… chacarera, zamba, gato hasta un taquirari, y con Lucía cumbia y salsa…(desde los 8 años a los 18 fui a guitarra, natación y a baile… aprendí de todo, hasta zapateo americano, mirá vos), la verdad que hacía rato que no me divertía tanto, me tomé unos cuantos tragos, estaba contento, cuando bailaba salsa con Lucía le apoyaba el paquete… ella retrocedía el culo a propósito, conclusión salimos como a las tres de la mañana… íbamos caminando por la calle abrazados de la cintura, yo en el medio, cerca de llegar a la remisera nos cruzan tres muchachos, uno dice, Lucía!... te dije que si te veía con otro te iba a cagar a trompadas a vos y al otro…mierda se me pasó el mareo de golpe…Sofía dice… no Ramón! el señor es el nuevo inquilino, no es nada de Lucía, a mí no vengas con mentiras...puta de mierda!...suelta el pelotudo... y yo ahí… ya había soltado a las dos y me había puesto en posición de defensa (estudié artes marciales de los 18 a los 24, después de dejar baile y según el profesor era muuuy bueno), cuando se empezaron a acercar, di medio paso para adelante y con ambos brazos las puse detrás de mí, les aclaro que sé artes marciales les dije en vos baja, se cagaron de risa…de la remisera de la esquina empezaron a salir choferes, el tal Ramón quiso pegarme un puñetazo en la cara, lo esquivé y le metí un patada en el hígado que quedó desmayado, el siguiente que vino le torcí el brazo aflojando a último momento para no romperlo, pero aullaba de dolor, el tercero lo pensó, se habrá dicho…si es la ex novia de éste que está en el suelo, qué me tengo que meter, dio media vuelta y se fue, cuando estaban llegando los de la remisería, se despertó el tal Ramón, me acerqué a su oído  y le dije, que si volvía a molestar a Lucía lo iba a dejar paralítico, Lucía me escuchó, se armó un conventillo, van a hacer la denuncia... vimos cuando los atacaban, en vos alta dije, no!…tenemos dos años para hacerla y Ramón se comprometió que no iba a molestar más a Lucía ni a Sofía, no es cierto Ramón... sí , sí contestó… remís… y a casa… durante el viaje nadie hablaba, subimos también en silencio, al entrar, pregunto, Sofía… no tenés algo fuerte para tomar siiii dijo y fue a la cocina, trajo hielo y del aparador sacó una botella de whisky, al servirnos dije salud!, Sofía se empezó a reír, tanto que hasta lloraba, nosotros primero la miramos y después nos contagiamos de su risa y también nos reíamos, cuando Sofía dijo…la cara de pelotudo y cagado de miedo que tenía Ramón cuando le dijiste algo al oído…siii!… dijo Lucía, pensé que se iba a mear encima, salud dije otra vez, y a dormir, siiii  por nuestro macho dijo Sofía, sí dijo Lucía…

El domingo me levanté cerca de la una de la tarde, Sofía estaba en la cocina, me miró y me dijo Lucía se fue con unas amigas y no vuelve hasta la noche, así que nos quedamos solos, (mierda, pero tengo hambre), ok dije, te invito a almorzar y después dormir la siesta, querés, dale dijo… a las tres estábamos de vuelta… apenas entramos, la miré y le dije, vení, acércate,  que te voy a besar (a lo macho) se arrimó y con firmeza pero suavemente la empecé a besar, la apreté, la levanté y la llevé a mi habitación, estuvimos cogiendo como tres horas, en todas las posiciones, como a las 7 de la tarde nos quedamos dormidos, a eso de las 10 escuche que habrían la puerta de mi habitación, era Lucía que al vernos en bolas dormidos, sonrió y se fue a su habitación.

COMIENZO DE OBRA.

Cuando desperté a las seis de la mañana, estaba solo, me bañe y salí a trabajar, a mí primer día,  el colectivo paso a las 6y50, el próximo era a las 7y50, llegué 7y30, estuve esperando en el portón hasta que 7y55 llegaron dos en una camioneta, doble cabina y caja ancha…resultaron ser dos maestros mayor de obra, que serían mis ayudantes, Héctor Campos, casado con Natalia Larrañaga, dos hijos y Claudio Larrañaga, cuñado de Héctor, en pareja con Cristina Aguirre, sin hijos, vivían a tres cuadras de la obra…

Después de las presentaciones entramos a la casilla/oficina, había un espacio que sería mi oficina, separado con pared con vidrio repartido y puerta, con una gran caja fuerte, un sofá impresionante, una mesa común para ocho y una mesa de dibujo debajo del ventanal que daba a la obra y por el cual se podía ver todo, mi oficina tenía entrada individual, el resto de la casilla se componía de una pequeña cocina con todos los chiches, un baño doble, uno daba para mi oficina, podría ser de uso privado, otro para el otro lado, más mesas de dibujos, más ventanales, otra oficina para la administración, etc…era una señora casilla/ obrador/ oficina de obra, y bueno no al pedo teníamos que hacer 10 edificios de 10 pisos cada uno...

Me entregaron una bolsa con un cierre hermético, en ella estaba toda la documentación de la obra, lo que había que hacer, dónde, cómo, en qué tiempo, el costo, las multas, todo, mierda me encajaron todo, lo que se dice todo a mí, la verdad no había visto mi nuevo contrato pero ante tamaña responsabilidad, creo tendría que ser bastante la paga, en fin, ya veremos, no sé por qué pero confiaba en el ingeniero.

Hicimos una pequeña reunión con mis dos ayudantes, sacamos en limpio que podría venir Cristina la pareja de Claudio para ocuparse de la administración ya que estaba estudiando de contadora y siempre trabajó en un estudio contable, que una señora Carmen Quiróz,  me iba a traer los almuerzos, que Héctor y Claudio iban a buscar gente y yo iba a ir a la capital por materiales, bancos, gente y demás yerbas.

La camioneta era para mí uso personal, pero se la dejé a Héctor porque tenía que llevar los chicos a la escuela y lo mandaba para todos lados, rapidísimo resultó Héctor para las oportunidades, Claudio  más tranquilo, con buen manejo de la gente, muy querido por todos…

Llegué como a las 20hs me bajé en el restaurante, cené y después a casa, cuando estaba por dormirme siento que se abre la puerta de mi dormitorio, Lucía…esta noche me toca a mí… me dice y con un camiseta nada más se mete en mi cama…me empezó a besar desesperadamente, me sacó el calzoncillo y me hizo una mamada…cuando estaba bien dura se sentó y se la metió de un viaje, haaa, siiii, era como lo pensaba…y comenzó a cabalgar desenfrenadamente, como dos horas estuvimos cogiendo, a las seis del otro día cuando me desperté, Lucía toda desnuda a mi lado…salí a correr, cuando volví, Sofía estaba preparando café, Lucía seguía durmiendo en bolas en mi cama, la madre la miró y me sonrió, me dijo, qué vas a hacer hoy ...me acompañás a ver alguna gente, fuimos a ver al gobernador, ya había solicitado entrevista, me atendió su secretario… Sofía me esperó afuera, le dije que iba a hacer un trámite, no con quien iba a hablar, charlamos sobre la importancia de la obra que íbamos a hacer, sobre “si me podían mandar gente” de paso hacían política, en fin me dejó claro que muy seguido iban a pasar por la obra “mostrando” sus avances, después de todo eran  ellos los  que consiguieron que se hiciera ahí, “quedamos como chanchos”, después fuimos a la iglesia, también había solicitado entrevista, Sofía afuera, no quería que supiera la importancia de mis conversaciones, yo siempre con perfil muy bajo, hablé con el obispo, también le dije que necesitaba gente, también iba a hacer su política y que necesitaba que viniera a bendecir los comienzos de la obra, la gente de ésta zona es muy creyente, quedamos que vendría en tres días, muy buena charla con el obispo, me preguntó por mi vida y yo, reservado como siempre le conté “todo”, dijo…son pequeñas piedritas que Dios te pone en el camino, que con esperanza lo superaría (pensé en mi hija), salimos y fuimos a la comisaría, otro trámite le dije a Sofía, esperá en la guardia por favor… el comisario Patricio Correa, grande como una puerta, daba miedo, me miró y de una me dice… lo creía más viejo… es un pendejo usted!... charlamos… que iba a necesitar que los patrulleros pasen por lo menos una vez al día, que los días de paga me acompañen desde el banco a la obra y que se queden casi todo el día, eso se iba a considerar “adicionales” por los que tenía que abonarlos… que necesitaría trabajadores, muy sutilmente le aclaré, de los de obra eh!...al rato de conversar me interrogó a fondo, y yo como siempre cerrado, le conté toda mi vida, quedamos que cuando hiciéramos asado en la obra lo invitáramos, que él me iba a invitar a los suyos, también “quedamos como chanchos”, cuando salíamos de la comisaría nos encontramos con Ramón Ordóñez, mierda!... blanco se puso, parece que quería que se lo tragara la tierra, amagó cambiar de vereda, Ramón!... le dije, tengo que hablar con usted!... Sofía espérame en el bar ese, que nosotros  vamos a conversar en un banco  de la plaza, cuando nos sentamos, me dice, ingeniero yooo, temblaba, (parece que había averiguado quién era)…esperá, no lo dejé hablar, vos escúchame, a la comisaría fuimos a hacer un trámite, no te asustes, sé que sos un buen pibe,(me lo había dicho Lucía, muy buen estudiante y que con un control se enderezaba…de buena familia) y le propuse…quedamos que iba a ser el jefe de seguridad de la obra, que iba a conseguir 5 “vagos” más, que me tenía que ver pasado mañana con todos en la obra, si le parecía bien, me miró y casi con ganas de llorar, me dijo, gracias ingeniero, no lo voy a defraudar,  me voy a jugar la vida por usted!... ya que estaba enfrente entré al banco, también había pedido entrevista con el gerente, resultó ser una gerente, Maricielo González, un metro setenta, blanca teta, pelo rubio, 40 y pico de años, buenas tetas, mucho culo, me hizo registrar la firma, me entregó 5 chequeras, (la cuenta ya estaba abierta desde la central, es más, tenía una fortuna depositada) me interrogó, le conté mi vida, ella era separada con dos hijas, mellizas, Mili, y Pili, que estudiaban economía, cuando tenían ganas… le pregunté si en un futuro no muy lejano querrían trabajar en la obra… siii, me harías un gran favor, así hacen algo útil…y no sabría cómo pagarte, la miré y le dije, yo sí que sé  cómo me podrías, pagar!…me miró y dijo, ningún problema, cuándo y para lo que quieras, lo tenés claro!...me quedó claro dije (mierda no iba con vueltas la gerente),cuando pasé a buscar a Sofía, estaba muy nerviosa, pensé que había pasado algo, no los veía, no sabía dónde estabas, casi llorando me abrazó… fuimos a una parrilla a almorzar, le conté lo de Ramón…me miró y me dijo… vos sos un gran tipo, te va a ir bien en la vida, como a las tres de la tarde fuimos a una distribuidora para la construcción, coordinaban a todos los productores de materiales para la obra, hablé con Yesica Ibáñez, morocha, 20 años aproximadamente y con Lorena Irigaray, rubia 20 años, me habían concertado la entrevista desde la central… trato muy sencillo, yo pedía materiales, me los mandaban, cada fin de mes sacábamos la cuenta y pagábamos, que desde los dos lados se iba a revisar la calidad, cantidad, precio, etc...

Cuando llegamos al departamento estábamos destruidos, Sofía  me fue desnudando y yo a ella, nos metimos en el baño, cuando le estaba enjabonando la espalda la hice agachar y muy lentamente se la fui metiendo por el culo, al principio le dolió un poco, pero al rato eran todos gemidos, y más , más, dame fuerte, cuando acabamos fuimos a parar a su dormitorio, estaba dormido cuando siento que la madre le dice a la hija, nena, vení, acostate acá con nosotros que te voy a contar lo que hoy hizo el ingeniero con Ramón…Lucía sin ningún problema se sacó el pantalón y la remera y semidesnuda se acostó con nosotros, yo al medio…le fue contando lo del ex novio, Lucía cada tanto me miraba, cuando la madre terminó, me dio un beso espectacular, me metió la lengua y se subió arriba mío, fue bajando, sacó la sábana y me hizo una mamada de novela, mientras la madre me besaba los pezones y la boca, desde ese día, dormíamos siempre los tres, con noches de sexo impresionantes .

De una conversación surgió que un colectivo me dejaba muy temprano y el otro un poco tarde, Sofía me dice, ingeniero… yo tengo abajo en el depósito una moto, que nunca usé, es más… no sé si anda todavía, era muy rápida y me dio miedo, no la pude vender porque me faltan unos papeles… si le sirve se la presto…la llevé a un taller a media cuadra, la revisaron, todo joya, una de 125 cilindradas… cuando aceleraba a fondo parecía que iba a despegar…al otro día llegué temprano a la obra.

Viajaba los fines de semana a la capital, dos y hasta tres veces por mes, salía del aeropuerto a las 1350 del sábado y regresaba los domingos a las 2350, tenía boleto para cualquier fin de semana, siempre tenía asiento, en varios vuelos coincidí con una azafata, Yolanda Pérez, morocha, pelo negro, con rulos, con aire brasilero, lindo cuerpo, tal vez para otros gustos con algunos kilos de más, para mi estaba genial, me gustan las mujeres “rellenitas”, charlamos varias veces, “le conté mi vida”, pero nunca tenía tiempo para nada….

Así iba trascurriendo el tiempo, correr, moto, trabajo, moto, dormir, fines de semana a ver a mis hijos y mis padres…y por las noches sexo con madre e hija…

En la obra era una locura, contratamos personal, echamos personal, hice poner otra casilla para administración pegada a la que había, con comunicación entre las dos, en la que trabajaban  las hijas de la gerente, Pili y Mili, Cristina, la pareja de Claudio trabajaba pegada a mi oficina, cada edificio tenía como 10 personas trabajando, con un capataz que eran supervisados por Héctor, Claudio y yo, fichábamos 132 personas todos los días.

Al comienzo, cuando estábamos tomando personal, apareció un hombre alto, fornido, feo el pobre, Eleuterio Ramos,  con una cabellera que parecía un indio, que era el jefe de dos cuadrillas de cementistas, los que hacen el hormigón armado, quería trabajo… pero ellos trabajaban “por tanto” (es decir a producción), le expliqué que nosotros teníamos que tener a todos los trabajadores “en blanco” es decir con todas las cargas sociales, que igual arreglaríamos “ por tanto”, le dije que iban a ganar “un poco” menos, pero iban a tener aporte jubilatorio, salario familiar, etc…que probara dos meses y después volveríamos a conversar… eran 20, puse dos cuadrillas, eran unas fieras, “metían” un piso por semana, o sea dos cuadrillas, dos pisos por semana.

Esto me dio pie a volver con el trabajo en cuadrillas, todos socios como en la obra anterior, volvía a poner parlantes, música, y principalmente a bajar líneas…que suerte que tengo trabajo, que una buena empresa me respalda, que no se atrasa en los pagos, que ahora cuanto más trabajo más gano…bajada y bajada de línea…también colocamos cámaras de seguridad (Ramón), negocié con la señora de Héctor, Natalia, de poner un monitor también en su casa, para que controlen de noche, hasta el hijo se pasaba mirando,(Héctor descubrió que de esa manera la señora lo vigilaba), ante cualquier problema, deberían llamarme…unos meses más adelante instalamos un drone, que lo dirigía Natalia, a veces Pedro, el hijo, lo hacían pasar cada hora por la obra, sacaba fotos… hasta le pedí a mi padre que me comprara un telescopio, que instalé en la ventana de mi oficina…con él miraba hasta detalles en los edificios…

A Sofía le había conseguido un trabajo de enfermera en la obra, tenía que “asistir” en caso de accidentes leves, además le había encargado un relevamiento sanitario de todos nosotros…aunque parezca mentira, ese trabajo que le di, para que no estuviera sin hacer nada, con el seguro nos reportó, un ahorro mayor al gasto de una enfermera…tomá!

El ritmo de obra era parejo, iba de acuerdo al plan de trabajo, tampoco era de apurarse mucho porque después no alcanzaba el dinero… debía ser llevado como lo teníamos planificado, además si no había tanto apuro para qué volverse loco con más personal…

Un día me informan las chicas de administración que habían llamado del banco, necesitaban que pasara después de terminar en la obra…bueno dije, avisá que voy a llegar como a las 20hs a ver que dicen… al rato me confirmaron que me iban a esperar…cuando terminé de hacer unos cálculos, eran las 1930, me iba a bañar, pero pensé, voy a llegar más tarde, voy así, igual no había andado mucho por los pisos…con la 125 en media hora llegué, cuando estacionaba y me estaba sacando el casco, se acerca la gerente, me da un pico en la boca y me dice…llévame a cenar, a bailar y a un “telo”, se puso el casco y se subió atrás…

Cuando pude  articular palabra, le pregunté, dónde querés ir a cenar…vos seguí hasta casi el ingreso a la ciudad, que hay un restaurante inmenso, es de paso y no nos conoce nadie…(con el tiempo descubrí que era amiga del dueño) después, fuimos a un hotel por la ruta, los dos con cascos, no nos conocía nadie (de última que carajo nos importaba, si ninguno tenía compromiso formal), en la cama se notó que hace mucho no cogía, parecía nene con chiche nuevo, quería esto, lo otro, por acá, por atrás, de costado…cuando acabé por primera vez, ella ya lo había hecho dos veces, después, gracias a mi buen estado físico, le hice de todo, en un momento me rogaba que no siguiera, que estaba destruida, yo seguí como dos horas más, hasta que se desmayó o se durmió agotada.

Del hotel dejé a la gerente en su casa y rajando a la obra, llegué  a las nueve, las chicas de administración me miraban y sonreían, sabrían algo éstas…

Todos los días Carmen me traía el almuerzo, menú de lo más variado, también le traía a muchos trabajadores, un día la veo detrás de la casilla con las manos en la cara, estaba llorando… Carmen qué te pasa...nada, nada  ingeniero… Carmen decime qué te pasa y me cuenta… resulta que algunos…bastantes, le habían pedido comida y cuando cobraron  “se olvidaron” que tenían que pagar lo que comieron y según Carmen, le dijeron que se gastaron la plata, que con el próximo cobro le iban a pagar todo… el problema es que ella no tenía para seguir comprando… y los conozco a todos, desde chicos, decía llorando…no te preocupes Carmen, tomá, le di casi lo que le debían, no quería aceptarlo…le dije, dame la lista de los que te deben y a las 1730 te espero acá, llevé la lista a administración y les dije a las chicas que citaran “con obligación a todos éstos” a las 1730 frente a mi oficina…eran como quince, cuando estábamos todos, empecé… muchachos, esta señora, señalando a Carmen, estuvo a punto de ser despedida, (Carmen abrió los ojos asombrada), ésta señora que yo sé que ustedes conocen, por no cumplir con sus pedidos estuvo a punto de negársele que entre más a la obra, piensen que es su único ingreso, cuando le pregunté, porque no había podido cumplir con su responsabilidad, me pidió disculpas, que no volvería a pasar (no sé qué más tiré, creo que me pasé) pero nunca me dijo que era por culpa de ustedes, me tuve que enterar por otras personas y resulta que es porque ustedes no le pagan lo que han comido, a todos los conoce, algunos de antes de nacer, prefirió perder su trabajo antes de denunciarlos, (y otra vez empecé a bajar líneas, tendría que haber sido político) … bueno, esto no puede pasar nunca más, tienen que pagar lo que comen, y para que no haya más problemas con la comida, se va a implementar a partir de mañana, la entrega de vales, será sólo para comida, lo pedirán en administración y se lo darán a la señora Carmen, muchachos, que tengan una buena tarde y nos vemos mañana, terminé la reunión…

Con el comisario Patricio y otros más, de vez en cuando, me invitaban a “un asadito con truqueada” y como siempre reservado, además de contarle mi vida, le conté lo que me había pasado con Ramón y el puesto que le había dado, me dijo…decile a esos cinco, “de segurata” que tienen reunión conmigo el miércoles a las 1730hs… cuando llegó el miércoles, estábamos todos esperando, pasadas las 1750 llegó con sirenas (que hijo de puta), se bajó, parecía un toro al entrar al rodeo, parecía que bufaba, se acomodó el arma, me miró, cuáles son los de seguridad, ellos señalé, vengan, y los metió en mi oficina… usted quédese afuera me dijo, se escuchaba… y si alguno se lleva una piedrita de la obra, si ve que otro se lleva una maderita, si alguno se hace el boludo por algo que tendría que informar, yo…el comisario, los voy a mandar a que se pudran en la cárcel, que se lo cojan todos, que les quede el culo como una llanta de bicicleta, (nunca lo había escuchado) entendieron manga de hijos de puta!... sí señor, sí señor y ahora váyanse a la mierda y hagan pasar al hijo de puta del ingeniero… cuando en el asado, o en el truco, lo cuenta…se me caen las lágrimas de tanto reír.

ENGAÑO.

Como iba casi todos los fines de semana a ver a mis hijos, en el departamento estaba para dormir únicamente, llegaba y me metía en la cama, aparecía, la madre o la hija, dormían conmigo después del respectivo polvo… en la primer semana de noviembre, empecé a notar que hace unos días ninguna venía a mi cama, bue…andarán con la regla, más paz para mi cuerpo, un viernes al llegar a las 22… Lucía me estaba esperando, (hoy cojo pensé)… y me dice que… necesito la moto!...si vos no sabés andar, le contesté… pero mi novio sí!...(mierda, desde cuándo tiene novio esta pensé)  está bien, mañana te la devuelvo le dije y me fui a dormir…era sábado, en la obra, eran las 10 de la mañana y no estaba tranquilo, me había molestado como me encaró Lucía por la moto, así que avisé que me iba y me dirigí al departamento para hablar con las dos…cuando entré, sin hacer ruido, me encontré, que Lucía en ropa interior estaba durmiendo en el sofá abrazada a un muchacho (debería ser el novio pensé) y al abrir la puerta de mi habitación, veo a Sofía desnuda puesta en cuatro, mientras que Eloy (el capataz del edificio 8)  se la metía por el culo, Sofía gemía como una loca,  Eloy bramaba como un toro, cerré muy despacio y me fui a la mierda, había dejado la moto en el depósito, de donde la había sacado al comienzo, cabreado me fui al aeropuerto y a visitar a mis hijos…si bien no había ninguna obligación entre nosotros, por qué no me lo dijeron, me sentía engañado (otra vez) será que yo tengo la culpa, será que no entiendo a las mujeres con la que tengo algún tipo de relación, no se…la puta madre que bronca…en el viaje, se me acercó Yolanda, la azafata, (que está muy fuerte)… ingeniero lo veo triste, qué le pasa… y reservado como siempre, le conté todo, tiene razón, aunque no había compromiso, tendrían que haberle contado, por eso, tiene que buscarse alguien sincera, sin problemas, alguien como yo me tiró y se fue…

El lunes como a las 14 (había llegado en el avión del mediodía) en la obra, golpean en la puerta de mi oficina, era Sofía…me tendrías que haber avisado que no ibas a estar este fin de semana, no... me tiró… estuve… le dije, fui a devolverte la moto, te la dejé en el depósito, cuando entré, Lucía en bolas dormía con uno en el sofá y cuando entro a MÍ habitación, veo que en MÍ cama (recalqué muy bien lo de mi habitación y mi cama) Eloy te estaba haciendo el orto, así que me fui a ver a mis hijos, decile a Eloy que me traiga todas mis cosas (eso que tenía pagado hasta fin de año), conversación terminada, afuera!...le grité…se había puesto blanca, parecía que se iba a desmayar, empezó a llorar, se dio la vuelta y se fue…chicas, grité, llámenlo a Ramón!... grité…al rato… ingeniero...Ramón vení, fíjate en las tarjetas si Eloy (por Cristina había averiguado que era un buen pibe, que dejó de estudiar y se puso a trabajar porque había muerto su padre, para mantener a la familia) vino el sábado, si está fichado, averiguá porqué, yo sé que no vino, entendiste… entendido dijo…más tarde volvió… ingeniero, un ayudante del 8 le fichó la tarjeta, lo vi en las cámaras, me dijo… ok, decile a Eloy que venga, al rato, permiso… (Eloy), me llamó ingeniero... sentate, vos el sábado no viniste, te hiciste fichar por un ayudante, por qué…le mandé…dudó un instante…tenía que ir a coger, me respondió… se lo iba a decir hoy, es más tengo una nota escrita acá( mostró su bolsillo y la sacó) la leí (se notaba que había sido escrita hace unos días) que tenía que registrar que él estaba en la obra, que me  iba a devolver el día, que era un compromiso muy importante, que donaría el dinero, que, que, (mierda un montón de boludeces, pero honestas, pensé) con quién tenías que ir a coger le mandé… no se lo puedo decir ingeniero, ella me lo pidió con un juramento, que tenía un gran compromiso…boludo!...te fuiste a coger a Sofía y en mi pieza y en mi cama, (otra vez mí y mi), hijo de puta!...te vi! violeta se puso… iningeninieero, tartamudeaba, yo no sabía que usted vivía ahí, le juro por mi madre, padre muerto y todos los que quiero… no sabía… tomatelá… tomatelá y acordate que me debés una… una muy grande y cerrá al salir! …cuando se fue me empezó a dar gracia, al rato me reía a carcajadas, se me arrimó Cristina…de qué se ríe ingeniero, le conté todo con lujo de detalles y nos reíamos los dos…más tarde, cuando llegó Carmen, me preguntó si me pasaba algo que me notaba raro, reservado como siempre le conté lo que me había pasado, le pregunté si conocía alguien que alquilara habitación, siii, a la vuelta de casa hay una señora que alquila dos habitaciones, fuimos a ver, en una había ya tres personas, en la otra cuatro, (mierda pensé y ahora qué hago), Carmen me dice… ingeniero, si usted quiere, yo tengo una habitación, es la de mi hija Leticia… ella está estudiando en la capital, viene por unos días a fin de año… esos días podemos dormir las dos en mi cama y me vendría bien “otra entradita”, (otra vez la habitación de la nena pensé)… la casa de Carmen era de las antiguas, con habitaciones de 4 por 4, un comedor inmenso, al costado tenía un portón por el cual se entraba al fondo, había un quincho  bastante grande, estaba todo medio caído, pero…(con el tiempo y un poco o mucho de mi ayuda, fuimos dejando todo en condiciones, para disfrute de todos)…listo, al rato estábamos sacando las cosas de “la hijita” y de ahora en más era mí, mi habitación (quedó claro) con cama bastante grandecita, escritorio, mesa con tres sillas, espejo, un sofá cama, baño bastante grande, con bañadera… a la nochecita, apareció Eloy con mis cosas (mierda como corren las noticias pensé)…Carmen no sólo me llevaba el almuerzo, también me preparaba la cena, yo compraba” de todo” para las provisiones, como soy bien “comilón”…(hablo que me gusta comer, que se entienda!)… la verdad me trataba como a un hijo…todos los caprichos.

El martes fui al centro y me compré una moto de 250 cilindradas, qué moto loco!... le faltaba hablar, con dos cascos, que se comunicaban para hablar, con osciloscopio (era para que no tengas que aguantar el peso al estar detenido… me explicaron) si la anterior casi volaba, esta debería tener paracaídas atrás para parar, una joya, también, me salió como un auto...

Continuará…