Las vueltas que tiene la vida 12

Recuperación del comisario...etapas en la vida de un muchacho, sus trabajos, sus amores, sus desengaños.

12

DE QUÉ SE TRATA ?

Duodécimo  “las vueltas que tiene la vida”.

El presente es un relato sobre unas etapas de la vida de un muchacho…habla de sus trabajos, sus amores, sus desengaños… arranca con unos ideales de ética y lucha, con los golpes va transformándose…cuenta desde los 24 a los 44 años…20 años de aventuras, romances, trabajos, peleas… se tendrían que leer “Las vueltas que tiene la vida” anteriores para tener continuidad en los relatos.

SOY.

Antonio Martínez, el ingeniero Tony, 35 años, un metro ochenta, rubio, de pelo castaño claro, ojos grises, soy muy atlético, he practicado mucho fútbol, natación, baile, artes marciales, tenis, guitarra e inglés (todo lo que mis padres, en especial mi madre me llevaban fuera de la escuela), trabajo en una empresa constructora multinacional, estoy supervisando la construcción de unos edificios en la capital federal…

DICIEMBRE.

Ese sábado Silvina no quiso que saliéramos, pedimos una pizza a Manuel y sexo desenfrenado, hidromasaje, sexo loco, cama y sexo descontrolado…

Parecía que era la última vez y resultó nomás la última…

Me tengo que ir a Brasil, me dijo…

Qué...

Que me tengo que ir a Brasil, la empresa me necesita, hay una serie de inconvenientes con una licitación internacional…

Y cuándo volvés...

Ese es el problema, voy a tardar en volver, te pido que no dejes a mi mamá, cualquier cosa hablá con Teresa…

Ese domingo, después de desayunar se fue…

Otra mujer que me deja, pensé, tan vivo no soy…

La volví a ver después de un tiempo…

Hablando con Teresa me contó que se había ido, porque se estaba enamorando perdidamente de mí y que yo tenía mi familia, que una relación tan libre como la nuestra no la soportaba, que antes de que alguien saliera lastimado, prefería alejarse…

Con Teresa íbamos a visitar la futura casa de los Barrientos, llevábamos a Isabel con nosotros, a la vuelta almorzábamos en la habitación del hotel, Teresa en los “juegos sexuales” era tan sumisa como “la señora de Barrientos”…

El jefe había acondicionado la casilla, había hecho otra para los muchachos, Débora cocinaba para todos y los fines de semana alguna amiga de Débora venía a visitarlos, todos felices y la casa avanzaba, de la provisión de lo que fuera se encargaba el jefe…

Yo juntaba todas las boletas y a María, que llevaba la administración de la construcción de la casa…

En la obra había cada vez menos gente, de las ciento y pico que llegamos a ser, éramos ahora 20 como mucho, todas terminaciones, pintores, vidrieros, electricistas, ascensoristas, etc. todo marchaba tranquilo pero sin pausa…

Llegaron los cumpleaños, las fiestas.

Invitamos a todo el mundo, cumpleaños 36 para María y para mí, 11 y 10 para los nenes,  hasta vino Raúl y Carmen,  pileta, parrilla, a dormir por todos lados…

Para año nuevo el jefe Eleuterio presentó a su señora, Débora, Teresa me miraba y sonreía…

El doctor Ignacio se “chupó” tuvimos que llevarlo con el jefe a la cama (pensar que el hijo de puta era un excelente cirujano) traje a Sonia, a Manuela, a Natalia (se turnaban para cuidar al comisario) hubo música, baile, la pasamos genial, en algún momento éramos como 20…

AÑO NUEVO.

Pasaron las fiestas, la obra estaría terminada totalmente en 40 días más aproximadamente…

Yo de lunes a jueves en casa, los viernes pileta, los sábados a la tarde Sonia y los “operativos” a la noche con las trillizas y los domingos iba con Isabel a ver la obra de la casa en la isla (a veces venía Teresa)…

Mi celu, ingeniero soy Liliana, el ingeniero Barrientos quiere hablar con usted…

Liliana, cómo le va, me enteré que se casa, espero me invite?...

Por supuesto ingeniero…

Y a la despedida de soltera también eh!...

Ingenieeero…

Yo te voy a hacer una despedida especial, pensé…

Hola “muchacho” se por Isabel que la casa marcha muy bien, tengo una sorpresa para vos…

Creo que es la primera vez que me tuteaba…

Está listo el velero, el sábado a la tarde los espero en el muelle…

Y fuimos todos, los chicos, María, mis padres y yo, nos encontramos con el ingeniero, Isabel, el señor José (el de los barcos) y otro señor, Pedro (era el instructor), la hermosura del velero, largo como de dos terrenos, dijeron que podíamos navegar una veintena de personas, tenía tres camas grandes y 4 individuales, había una lanchita pequeña, la alegría que teníamos todos, salimos “a dar una vuelta”, mi padre que había sacado el registro para manejar barcos (me parece que tengo mucho que aprender de náutica), recibía constantes informaciones de Pedro, el ingeniero metía algún comentario y fuimos paseando por todos lados, si bien no era un barco muy grande, al lado de las lanchas que pasaban por el costado…había que tener cuidado, volvimos como a las tres horas, lo estacionaron en un muelle, que sería el lugar fijo…

Al bajar había un gran  parque, dos mesas y bancos de cemento, correspondían al lugar del velero, parrillas, baños, hasta una pileta, contaron que la gente venía a pasar el fin de semana, a dormir en el barco, se hacía el asadito en el parque, con los chicos en la pileta…

Nosotros hicimos eso, asado de sábado a la noche, dormimos en el velero (hacía calor, vamos a tener que traer los aire)…

El domingo cuando estábamos desayunando llegó Isabel … Buen día! Ingeniero tenemos que ir a ver la obra…

Fuimos en la lancha con motor fuera de borda, mis hijos quisieron  venir, pero la abuela no los dejó, dijo que tu padre todavía no está “canchero” con esto de la navegación, le hice poner el chaleco salva vida a Isabel y partimos, llegamos en 5 minutos…

El jefe estaba por preparar un asado, nos quedamos a almorzar, conversamos sobre la obra, me dio las boletas, Isabel le había traído efectivo (todo para que María registre) avisé que llegaríamos más tarde…

De regreso me metí por un canal lleno de ramas y con el salvavidas puesto, le bajé el pantalón y la tanga y desde atrás me la cogí, llegamos de vuelta cerca de las cinco de la tarde…

Me dejaron en el departamento y se fueron para casa…

En el departamento estaba Sonia…

Fuimos a ver dos “objetivos”, a ver al comisario, estaba todavía todo “entubado”, pero mejorando, con Natalia cuidándolo  había pasado Ignacio a la mañana y Manuela estaba durmiendo en la habitación de al lado…

Volvimos al departamento, cenamos y a dormir, un polvo tranquilo con Sonia…(voy a tener que inventar algo, pensé)…

Lunes 10 horas, una trilliza me dice que tiene papelería del estacionamiento para María…

Yo se la llevo, le dije, María me mandó un mensaje…

Vamos al velero, esta noche dormimos  ahí, si vos querés, te esperamos (muy sutil)…

A  las 18 estaba en el muelle, ellos habían andado un poco con el velero (caí que de velero nada, hasta ahora todo con los motores, tenía dos grandes, tengo que aprender navegación!)…

María le había comprado una gorra, camisa, bermuda, hasta zapatillas “de capitán” a mi papá, parecía un muñequito de torta, nos estuvo aleccionando a todos sobre las tareas, peligros, sobre y abajo del velero…

A mí me dio un libro  para que leyera sobre el tema (bastante grande) y así pasaban los días…

Ahora de lunes a jueves, a dormir al velero, viernes pileta, sábado a la tarde “objetivos” con Sonia, a la noche con las trillizas (de a una), domingo a la mañana con la lanchita íbamos a la isla con Isabel, medio día o tarde otra vez velero(todo acomodado) yo estudiaba el libro de navegación y practicaba  con mi padre …

FEBRERO.

Se estaban terminando los trabajos, hice trasladar a la casilla/oficina a la próxima obra (con la caja fuerte incluida) la trilliza pasó a trabajar al departamento, bajaba  a buscar las tarjetas del personal y a ver algo en los estacionamientos y nada más, siempre en comunicación con María…

EXÁMEN NÁUTICO.

Sonia me acompaño a rendir el examen para sacar el carnet náutico…

Al llegar a la costanera me dice…

Espera acá que voy a ver por el turno…

Volvió a los 15 minutos…

Listo, andá a rendir…

Cuando me presenté…

Trajo todo lo que se le pide?...

Si dije…

Firme acá, dentro de 10 días hábiles vuelva a retirarlo, que tenga un buen día…

Sin hacer ningún comentario me retiré, al llegar al auto… Listo me preguntó Sofía…

Sí, no me preguntaron nada!...

Ja ja fue compañero de Juan (el comisario) en no sé qué“ operativo”…

A los 15 días tenía carnet de piloto de yate, la máxima categoría, esta Sonia es incorregible pensé…

Por lo que había leído “que los conocimientos que no obtuve en el curso, me faltarían a la hora de navegar con la familia” practicaba a lo loco, la primera vez que salíamos al río inmenso, mi madre dijo…

Porque no dejamos en tierra a los chicos?...

No, mamá!...la suerte de los nenes, siempre será la suerte nuestra, ellos reirán o llorarán con nosotros, por eso somos familia!...María se agarró fuerte de mi brazo…

Te amo, me dijo…

Practicábamos de día, de noche, con viento, con lluvia,  cuando creímos estar preparados, salimos al mar, no fue lo mismo, el oleaje, a veces nos hacía golpearnos (no estábamos acostumbrados) pero practicamos y practicamos, usamos con intensidad las velas, si bien el barco tenía un dispositivo que las subía, bajaba, las acomodaba, mi viejo nos hizo hacer, varias y sacrificadas veces esa tarea y no se salvaba nadie salvo a mi padre y a mí, a todos les habían salido ampollas en las manos… Compramos todo lo que se imagina para la seguridad, alguien escuchaba que “se debería tener “y a comprarlo…

Ya sosteníamos un lenguaje náutico entre todos, que proa, popa, a babor, a estribor, la quilla, amarre, mástil, botavara, etc. siempre todos con chaleco (hasta tenían adherido uno de esos buscadores de autos), en tres meses éramos todos bastantes prácticos en navegación, también practicaban las visitas, las chicas, hasta Isabel y Teresa…

MARZO.

Final de obra, se hizo una conferencia en la entrada del edificio 1, vinieron las autoridades gubernamentales, discursos, se mencionó a la empresa constructora (con la dirección del ingeniero Barrientos, la arquitecta Aguirre y el ingeniero Martínez) los edificios quedaron “una pinturita”, en las entradas de los subsuelos (estacionamientos) se veían ya señales del uso…

La seguridad continuó a cargo de la empresa Seguridad Sonia (la nuestra, con radio, drone y telescopio si hacía falta)…

Al estar escuchando un discurso, se me arrimó una mujer, cincuentona, lindas tetas, bastante culo, con algunos kilos de más (mi ideal)…

Vos sos el ingeniero de la obra, no?...

Si, ingeniero Tony me dicen todos y vos sos?

Diputada Elizabeth Gorostiza, te aclaro que soy de la contra eh…

Y qué estás haciendo acá, mazoqueándote?

Ja, ja, la verdad vine para criticar, pero no tengo argumentos, nos “rompieron el culo”…

Si es así me anoto…

Me miró, parece que me sacó una radiografía, fuimos a tomar un café…

A la hora estábamos en el hidromasaje, sexo brutal, le gustaba que la sometiera con fuerza, con cachetadas en el culo, que le tirara el pelo mientras le daba por atrás, en la cama le puse las esposas, el antifaz…

Estuvimos dos días sin salir del departamento, cada tanto la iba a visitar a la cámara y en su despacho nos echábamos unos ricos polvos, después se puso de novia y me pateó…

Mi celu, ingeniero soy Liliana, el ingeniero Barrientos quiere hablar con usted…

Bien… (ni un puto mensaje había recibido de “la colorada”)…

Hola “muchacho”…te aviso que la próxima obra debería comenzar en septiembre, si todo se acomoda, así que tenés un tiempo de vacaciones,  ja ja, no te olvides de la casa en la isla, aunque sé que el jefe la lleva sin mucha preocupación y de vez en cuando acuérdate de nuestro “compromiso familiar”…

No señor, lo tengo todo registrado…

Un abrazo “muchacho”…

Me había dado un tiempo de “libertad”, eso sí, no olvidar de “atender” a Isabel, aunque sea “de vez en cuando” como dijo…

En el departamento trabajan ahora Sonia (se ocupaba del control del personal, de Seguridad Sonia , visitas a los “objetivos”,  lugares dónde teníamos contrato para proveer la seguridad, barrios privados, grandes supermercados… Isabel me había hecho conseguir la seguridad de su barrio privado, los edificios de enfrente, había hecho una oferta para los futuros edificio de las otras empresas, le faltaban dos meses o tres, el cobro de los alquileres del edificio, en fin trabajo no le faltaba y una trilliza se ocupaba del personal del estacionamiento y con María de la administración total del edificio, de la empresa de seguridad y de la empresa del estacionamiento, a ellas tampoco trabajo no les faltaba…

Como todos los días estaba dando vueltas por el departamento y al tener la grata presencia de Sonia y una trilliza, cada tanto íbamos a la cama grande, ya no usábamos los sábados con las trillizas…

Con Sonia no había caso, mirá que yo le ponía “voluntad” demasiado tranquila, parecía un matrimonio de 50 años de sexo (creo…aunque mis viejos todavía gozan como descocidos) comentándolo con una trilliza, me dijo…

Yo sé  lo que le hace falta…

Me acuerdo “patente”, llovía fuerte…Soledad me dice…

Llévala a la cama, señalando a Sonia, cuando estábamos en “un misionero” siento que me abrazan por la espalda, Soledad toda desnuda…

Me dejan participar?...

Sonia que tenía los ojos cerrados se quiso levantar…

Tranquila ya somos grandes, nadie va a obligar a nadie…

Y empezó a besarle los pechos a Sonia, al principio estaba un poco nerviosa, pero cuando se comenzó a relajar, la puta madre, que vigor, que sensualidad, que entrega, hicimos de todo, hicieron de todo…

Sonia parecía una “loca desatada” cómo disfrutaba, cómo gozaba, quedó desmayada…

Soledad, te lo dije no?...

Claro que sabía lo que le hacía falta, pensé)…

Se hizo costumbre los tríos…

Lo que Sonia nunca supo que no era siempre la misma trilliza, hasta Gimena participó alguna vez, diferente señal…

EL COMISARIO.

Una tarde de calor infernal, con Sonia habíamos ido a ver un “operativo” y cuando volvimos, pasamos a ver a Juan (el comisario), como entramos sin hacer demasiado ruido, al abrir la puerta de la habitación del enfermo…Natalia le estaba haciendo una mamada…

Parece que ya se mejoró el paciente! No dijo Sonia … ja ja y tiene bastante fuerza!…

Hijos de puta por qué no se toman un café en la cocina, que con Natalia tenemos que terminar un asunto, contestó Juan…

A tomar café Tony, dijo Sonia…

Manuela e Ignacio le dieron el alta a fines de abril…

Yo cuando estaba en el departamento de mis viejos iba a visitarlo casi dos veces por semana…

Cuando estaba Manuela dormía la siesta con ella, a veces si estaban las dos, con Natalia, nunca pudimos  los tres ahí!...

Al salir del departamento de mis padres, pasó a vivir en la habitación de invitados del departamento, una cama para Sonia, otra para el comisario (nunca me lo dijeron pero me parece que con las trillizas también hacían tríos)…”en la fuerza” le dieron el retiro con honores, con la intervención de ellos (el que murió, el comisario y otro más), se había desbaratado una red internacional de narcotráfico, todo un héroe el comisario Juan Echecopar, ayudaba a Sonia con las tareas…iba con ella a ver los “operativos”…

Unos meses después nos dieron el control de la seguridad de los otros edificios y la explotación de los estacionamientos, los ganamos por licitación…trabajo no faltaba…

Una tarde…habíamos estado durmiendo la siesta con Victoria toc toc chicos permiso, era Sonia,

Tony necesito que me acompañes a ver una gente…

Listo me baño y voy…

No muy lejos, para la zona sur…

Mierda que barrio, con razón quiso que la acompañe (tendría que haber venido con Juan y su “máquina”, pensé)…

Espera acá, a la media hora salió con dos bolsos inmensos…

Abrí el baúl, me dijo, los guardó y…

Llevalos a tu casa! dejame en el “depa”…

Cuando llegué a nuestra casa, recibo un mensaje, es para que pagues todos los gastos del tratamiento del comisario, si no alcanza me lo decís, cuando los abrí, estaban repletos de plata…

Llamé a mis viejos y a María, mostrándoles los bolsos…

Qué vamos a hacer?...

Y pagar todos los gastos y desde ahora se compra todo en efectivo! dijo María…

Pagué algo que le debía a Ignacio, Manuela y Natalia, me sobró mucho, pero mucho dinero, cuando quise devolvérselo…

Andá a cagar! querés más?...

Continuará…