Las vueltas que tiene la vida 11a

Nueva contadora...situación desesperante, etapas en la vida de un muchacho, sus trabajos, sus amores, sus desengaños.

11A

DE QUÉ SE TRATA ?

Undécimo  A “las vueltas que tiene la vida”.

El presente es un relato sobre unas etapas de la vida de un muchacho…habla de sus trabajos, sus amores, sus desengaños… arranca con unos ideales de ética y lucha, con los golpes va transformándose…cuenta desde los 24 a los 44 años…20 años de aventuras, romances, trabajos, peleas… se tendrían que leer “Las vueltas que tiene la vida” anteriores para tener continuidad en los relatos.

SOY.

Antonio Martínez, el ingeniero Tony, 35 años, un metro ochenta, rubio, de pelo castaño claro, ojos grises, soy muy atlético, he practicado mucho fútbol, natación, baile, artes marciales, tenis, guitarra e inglés (todo lo que mis padres, en especial mi madre me llevaban fuera de la escuela), trabajo en una empresa constructora multinacional, estoy supervisando la construcción de unos edificios en la capital federal…

AGOSTO.

Según mis cálculos, para comienzos del año que viene tendríamos terminada la obra, sin exigir la fecha, casi nueve meses antes que el plan de obra, las otras empresas estaban igual que nosotros, salvo que ellos tendrían que terminar todo lo referido a los estacionamientos en los subsuelos (la inundación  los mató), a mi ver, terminarían tres meses después del plazo, la inundación los justificaba…

En una comida en familia comenté la propuesta del ingeniero…

A ustedes les gusta que tengamos un velero y por supuesto que después lo usemos no!...

Sí, sí!...dijeron gritando mis hijos…

A mí me encantaría dijo María…

Mi madre dijo que podíamos dormir en el agua…

Y mi viejo, genial mi viejo, yo podría hacer el curso para sacar el registro no…

Todo definido, adelante…

En casa la rutina era, dormía con María de lunes a jueves, sexo los cuatro días, ella había rejuvenecido, estaba exultante, nadaba en la pileta, le daba a las brazadas, quedaba agotada, cocinaba, limpiaba las dos casas…

Le decía a mi madre, es para gastar energías, llevaba y buscaba a los chicos de la escuela, bailaba con ellos y mi madre, le hacía masajes a mi padre, mis hijos contentos , en la escuela iban muy bien y en el club, tenis, baile, natación y artes marciales…

Mis padres sin problemas, jamás tenían problemas…

Viernes, sábado y domingo me quedaba en el departamento, tenía compromisos, los viernes a la noche (las trillizas o pileta), los sábados a la tarde (Sofía), los sábados a la noche (Silvina y a veces la madre), los domingos (madre y a veces Silvina)…

Tony tengo que hablar con vos me dijo Estela,

Si, preciosa, que buena que estás, cómo te haría el amor por horas, contame y decime que querés volver a sentir a éste macho entre tus piernas, las boludeces que le decía…

Ja, ja… tonto…

Le gustaba que la tratara así …por eso lo hacía…

Es que me voy, te dejo…

Mierda eso ya lo había escuchado, me empezó a subir un sudor frío…

Nos vamos con mi marido a África, de negocios y aventura, vamos a gozar de la vida, pero no te preocupes, que hablé con María y dijo que si vos lo aceptabas ella se iba a encargar de todo “lo nuestro”…

Me cago pensé, el quilombo  que se me viene…

La empresa que teníamos con  Estela controlaba Estacionamiento Costanera (quince personas), la administración del edificio de 11 departamentos y un negocio (el bar de Manuel) y la contabilidad de Seguridad Sonia.

Nueva contadora.

Y así fue, María se hizo cargo de todo, con Estela arreglamos  que le tenía que pagar cierta cantidad… que se la iba a dar mensualmente a su hijo (un pibe de 20 años, bohemio, artista que necesitaba dos pesos para vivir, vivía del aire…muy rico pibe…tocaba la trompeta… venía de vez en cuando y se llevaba la cuota o cuotas)…

Pero María no quiso salir de la casa de sus hijos…

Mi madre dijo, nosotros le dejamos nuestra habitación que es más grande para que ponga su estudio, nos pasamos al lado (la de invitados), con la cama grande por supuesto y asunto arreglado en casa…

La habilité un poco más a la trilliza y se arreglaba con María, del cobro de los alquileres del edificio me lo encargaron directamente…

Al quedar vacía “la oficina” de la empresa en el departamento  le dije a Sonia si no quería poner nuestras oficinas (las cosas estaban en su casa, en su auto, en el del comisario, por todos lados)…

Siiii me dijo, así puedo organizarme mejor, pero tenemos que fijar un alquiler...

Mirá, vos te ocupás de cobrar los alquileres del edificio, lo charlas con María y listo, que me decís…

Acepto…

Zafé del quilombo…

SEPTIEMBRE.

La obra seguía su marcha, el jefe manejaba el personal, y solucionaba cualquier inconveniente…los muchachos que quedaron en la casa tenían más comodidades…el jefe y Débora casi vivían en una de las habitaciones…habían sacado las literas y puesto una cama gigante, hecha por él…

Con Débora teníamos charlas sobre las bajezas de la gente, me asesoraba sobre la seguridad en los barrios decía que no al pedo me pasé años viviendo de lo que afanaba en casas de grandes señoras que no te dejaban ni ir a cagar…

La invitaba a Teresa, al comisario, a Sonia y a algunas chicas,  nos comíamos un asado entre todos, guitarreábamos, bailábamos, esa tarde nos olvidábamos “los objetivos” con Sonia…

Con Teresa varias veces al “conventillo”…

Empezamos a diseñar la casa que querían los Barrientos, mierda que tenían pretensiones, varios niveles, muchos dormitorios, todos con baño (iba a parecer un pequeño hotel) pileta, quincho, amarradero, dispositivo para subir las lanchas (a mi velero  lo iba a poder subir ahí, pensé) salón de juegos, de cine, cocinas….eran como 1200m2 … más la parquización, la casa de los caseros, el galpón para guardar cosas…una casa de la puta madre…

Teresa se reía a cada comentario “izquierdoso mío”…si estábamos en el departamento, la hacía agachar y se la metía o por el culo o por la vagina y le decía “el pueblo te está cogiendo guacha capitalista”…

En la obra y en una pasada del jefe se me iluminó la mente…

Jefe Eleuterio, venga…

Dígame ingeniero…

Le gustaría hacer “un retiro espiritual”…

Ja ja ya no me como cualquier verso…qué idea se le ocurrió a usted “que sabe pensar”…

Hay que hacer una casa de la gran puta en una isla, si vas a trabajar ahí, solo tendrás la diversión de una caña de pescar…

Me salió de una, después de unos segundos de pensarlo…

Suena interesante y hay dónde vivir ahí...

Hay una casilla que está medio destruida…

Podemos ir a ver...

Sí sí, vamos ahora si quiere…

Débora, podrás venir a la obra…

Le hice señas…

Dígame ingeniero…

La vamos a buscar  mencioné…

Gracias…

Fuimos, Teresa, el jefe y yo a buscar a Débora…y a la isla…

Les expliqué lo que había que hacer, las condiciones, el jefe sabía cómo y qué pedir, se iba a construir con maderas otra habitación, cocina, baño, le dije que le iba a abrir una cuenta en el corralón de materiales y que cuando se termine la obra si no hacían locuras se podrían comprar una casa!...

En el término de 10 días ya tenía con él a Débora primero y a seis muchachos, habían  acopiado materiales para dos meses…

De la casa de Manuel… se sacaron todas las literas y demás mobiliario y se entregó impecable, con aire acondicionado, parrilla, baños funcionando, cocina industrial, etc. Manuel, si bien, se le había acabado el negocio, no dejó de reconocer, que siempre se le pagó muy bien y que le dejaron la casa mucho mejor que cuando la alquilaron…

OCTUBRE.

La falta del jefe se sintió, faltaba una conducción “en la trinchera” saqué a Miguel del estacionamiento y lo puse a supervisar los trabajos, todos lo querían, era el que sobrevivió a la caída, a medida que pasaba el tiempo había caído de más arriba, lo último eran 10 pisos, Miguel se  reía y “ordenaba” trabajar, le gustaba mandar y sabía mandar…

Situación desesperante.

Eran como las seis de la mañana, estaba en el departamento con una trilliza, Soledad, no tenía ninguna señal, mi celu…

Tony…vení a buscarme que me cagaron a tiros, estoy en … el comisario…

Mierda, con un cohete en el culo salí, Soledad iba conmigo, llegamos, debajo de un puente estaba el coche del comisario, vos quedate acá, le dije a la trilliza, cuando me acerqué lo vi, estaba casi acostado en los dos asientos, sangre por todos lados…

Vení boludo, que tengo unos “cuetazos”, tenés que buscar auxilio y ni se te ocurra llevarme a un hospital, ni a tu departamento, ni avisar a Sonia por ahora, sino  soy boleta. Qué mierda hago pensé, no sé porque se me cruzó…

Pa puedo usar tu departamento para un tema muy jodido...

Si nene, vos estás bien...

Si pa es el comisario que lo balearon y no quiere ir a un hospital…

Llamá a Ignacio y a Manuela, no a Silvia…me dijo…

Y ahí con un tipo de casi dos metros, con bigotes rojos estaba yo, Soledad vení a ayudarme grité, lo cargamos a mi auto…

Ignacio soy Tony, necesito de un inmenso favor y le conté…

Llevalo sin moverlo mucho…voy enseguida…

Manuela, necesito un inmenso favor y le conté…

Ya voy…

El hijo de puta del comisario estaba lúcido…

Puto, que nadie se entere, que me hacen el orto, ni se ocurra avisarle a Sonia, boludo….

Con Soledad, después de hacer  fuerza hasta cagarse, lo llevamos al departamento de mi viejo…

Ignacio llegó  enseguida, Manuela después, lo acondicionaron, Ignacio se fue y volvió a la hora con un montón de cosas…

Cuando parecía que se había calmado todo, Ignacio me encaró…

Ahora contame qué pasó…

Me llamó, que estaba en problemas y lo fui a buscar dije…

Me  cagaron a tiros los narcos, a mi compañero lo mataron, yo pude escapar, nadie conoce el “doque” como yo y si descubren dónde estoy, somos todos “boleta” dijo Juan, así que déjense de joder, voy a dormir y mañana hablamos…

Ignacio se fue…

Manuela estuvo toda la noche cuidando al comisario…

Yo pensaba qué mierda iba a hacer...

A la mañana siguiente mientras Manuela me decía que tenía que informarlo a la policía, el comisario que había escuchado…

Tiene razón la doctora, pero le pido que sea en reserva, si los narcos se enteran dónde estoy, somos “boleta”,para resguardarla voy a llamar a una oficial sumariante y le va a dar una copia del escrito…

A la hora llegó la oficial sumariante, Sonia (que hijo de puta) hizo el acta, le dio una copia a Manuela y se fue, a mí ni me miró,

Llegó Ignacio…

Tony, el comisario está jodido, hay que operarlo, hay que sacarle las bala, si no querés llevarlo a un hospital, te va a salir muy, pero muy caro…

No hay problema Ignacio, vos hacé lo que haga falta, por la plata no hay problema…

Tony no es un problema de obra, acá se juegan la matricula varios profesionales, lo entendés no, caro eh, caro...

Ignacio dale para adelante, el hijo de puta trajo una sala de terapia intensiva, conexiones por todos lados, lo operó, con Manuela, sacándole dos balas, una cerca del corazón y otra cerca del pulmón, se salvó de pedo!!!...

Hola Jefe, podrías ir a buscar un auto, debajo de un puente llevalo a tu isla, lavalo bien, muy bien y que no aparezca por el momento…

Ok ingeniero…

Gracias…

Con Sonia nos encontrábamos  en el departamento, por si la seguían, nos comentábamos los partes médicos de los doctores…

Manuela había traído a Natalia para que se ocupara de tener cuidado a  Juan, el hijo de puta estaba que se moría pero  nunca dejó de estar lúcido, sabía todo, ordenaba, dirigía…

Ignacio al hablar conmigo me dijo, éste necesita por lo menos de seis a ocho meses para sobrevivir, si lo apurás, vamos a hacer cagada, le va a quedar una insuficiencia  funcional que va querer suicidarse cuando se  dé cuenta… así que ”a aguantar macho”…

NOVIEMBRE,

Al comisario le había atacado un virus, tenía fiebre, Ignacio, Manuela y Natalia se prodigaban para atenderlo, habían cerrado con nailon la camilla, a nosotros no nos dejaban ni acercarse…

Sonia, cambiaba sus estados de ánimo, de triste a muy triste, lloraba, cantaba y bailaba en el departamento… Natalia vivía en la otra habitación, del departamento “hospital” a veces se quedaba Manuela…

Un día Ignacio me dice, Tony  el comisario quiere hablar con vos, que sea rápido, eh…

Acercate pelotudo! (siempre tan cariñoso). tengo que pedirte que te ocupes de Sonia, por favor, entendiste!...

Sí, quedate tranquilo que yo la voy a acompañar y a ayudar con el trabajo…

No boludo, tenés  que cogerla y seguido, si no coge puede hacer cagada yo voy a hablar con ella, así que vos dale “masa”  que cuando me reponga te voy a dar un beso de lengua, gracias Tony, no me voy a olvidar nunca las “gauchadas” que me estás haciendo…

Así con Sonia, cuando coincidíamos en el departamento al mediodía, polvo, a la tarde, polvo, de visita a un barrio, polvo, tenía un cuerpo espectacular, pero en la cama era muy “tranquila”, en las primeras veces yo estaba muy entusiasmado, después casi parecía “una obligación” tener sexo con ella (tendría que buscarle la vuelta, pensé).

DICIEMBRE.

Ese sábado Silvina no quiso que saliéramos, pedimos una pizza a Manuel y sexo desenfrenado, hidromasaje, sexo loco, cama y sexo descontrolado, parecía que era la última vez y resultó nomás la última…

Me tengo que ir a Brasil, me dijo…

Qué...

Que me tengo que ir a Brasil, la empresa me necesita, hay una serie de inconvenientes con una licitación internacional Y cuándo volvés...

Ese es el problema, voy a tardar en volver, te pido que no dejes a mi mamá, cualquier cosa hablá con Teresa…

Ese domingo, después de desayunar se fue (otra mujer que me deja, pensé, tan vivo no soy)…

La volví a ver después de un tiempo…

Hablando con Teresa me contó que se había ido, porque se estaba enamorando perdidamente de mí y que yo tenía mi familia, que una relación tan libre como la nuestra no la soportaba, que antes de que alguien saliera lastimado, prefería alejarse…

Con Teresa íbamos a visitar la futura casa de los Barrientos, llevábamos a Isabel con nosotros, a la vuelta almorzábamos en la habitación del hotel, Teresa en los “juegos sexuales” era tan sumisa como “la señora de Barrientos”…

El jefe había acondicionado la casilla, había hecho otra para los muchachos, Débora cocinaba para todos y los fines de semana alguna amiga de Débora venía a visitarlos, todos felices y la casa avanzaba, de la provisión de lo que fuera se encargaba el jefe…

Yo juntaba todas las boletas y a María, que llevaba la administración de la construcción de la casa…

En la obra había cada vez menos gente, de las ciento y pico que llegamos a ser, éramos ahora 20 como mucho, todas terminaciones, pintores, vidrieros, ascensoristas, etc. todo marchaba tranquilo pero sin pausa…

Continuará…